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EL DIFERENDO LIMÍTROFE NICARAGUA COLOMBIA

No es un tema desconocido para muchos colombianos, saber que entre estos dos
países, Colombia y Nicaragua se disputan su delimitación marítima y zonas de
gran interés económico en el mar. Este gran debate del poder de las aguas fue
provocado por Nicaragua, quien pretendía apoderarse de San Andrés y sus islas.
Nicaragua tenía gran interés sobre los cayos cercanos a la isla de San Andrés
pues la demanda presentada ante la corte internacional de justicia hace constatar
que quiere tener soberanía sobre las islas de San Andrés, Santa Catalina y sobre
los cayos de Roncador, Serrana, Serranilla y Quitasueño.
El jefe del Ejército de Nicaragua, el general Julio César Avilés, aseguró que han
ejercido soberanía al este del meridiano 82, que Colombia argumenta sirve de
límite entre ambos países en el mar Caribe.
El Gobierno colombiano sostiene que el meridiano 82 sigue como límite marítimo
con Nicaragua en el Caribe, con base en el Tratado Esguerra-Bárcenas, de 1928,
que es desconocido por el Gobierno de Managua.
Resalta su opinión el expresidente colombiano Ernesto Samper exclamando a los
medios de comunicación su opinión: “Son absolutamente inaceptables y Colombia
no solamente insiste en su tesis tradicional de mantener el meridiano 82 como
límite, sino que además ha planteado una línea intermedia entre San Andrés y la
costa nicaragüense, que representaría correr inclusive el límite más hacia el
occidente”.
Está resuelto el hecho de que no hay una línea de delimitación entre Colombia y
Nicaragua, y que el meridiano 82 no es la frontera. Esa es una de las mayores
victorias de Nicaragua en su historia. La Corte, en su fallo del 13 de diciembre del
2007, demolió la pretendida frontera en el mediano 82.Son asuntos pendientes:
primero, la delimitación de los espacios entre los dos países, que podría ser una
línea media entre los territorios continentales. En todo caso, Nicaragua ya tiene
aseguradas al menos las 200 millas que establecen el Derecho Internacional, y la
plataforma continental hasta donde se extienda, bajo los límites de la Convención
de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Los trabajadores de estas zonas marítimas se encuentran en un estado de pánico,
pues últimamente aviones del país vecino sobrevuelan la frontera incurriendo ya
en territorio colombiano. Unos de los pescadores de la zona se hace escuchar su
opinión resaltando: “Es muy difícil trabajar en un territorio en el que aparecen
aviones y embarcaciones militares de los dos países en actitud hostil y que nadie
ni nada garantiza que no se enfrenten disparando y nosotros ahí en la mitad. Por
eso la cantidad de pescadores ya no es la misma, solo quienes nos arriesgamos
porque de otra forma no tendríamos de que vivir”.
El deterioro económico de familias que viven de los productos del mar, por estas
circunstancias, empieza a sentirse en las islas colombianas y ante la situación, los
pescadores artesanales pidieron que el gobierno nacional entable conversaciones
con sus homólogos nicaragüenses, con el fin de mejorar las relaciones de manera
que se garantice la seguridad de quienes desarrollan labores de pesca.

Los temores de los pescadores se justifican porque, aún antes del fallo de la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, la guardia de Nicaragua, detenía las naves,
capturaba las tripulaciones y les quitaba el producto de pesca obtenido en dos o
tres días de labor.

Luego, los familiares debían contratar abogados para lograr la libertad de los
colombianos que, además, se veían obligados a pagar multas para que les
devolvieran las embarcaciones que eran entregadas con sensibles daños. “Si eso
era antes del 19 de noviembre, como será ahora que la CIJ, les otorgó la
propiedad”, manifiestan los pescadores que, en su mayoría, prefieren abstenerse
de salir a su faena para evitar confrontaciones.
Por parte, Colombia muestra unos argumentos para defender sus costas, se dice
que además de la soberanía colombiana sobre el archipiélago "está apoyada por
los títulos, por el derecho, la historia, la geografía, por un ejercicio ininterrumpido
de jurisdicción y soberanía desde el virreinato de la Nueva Granada".
Antes de que Nicaragua se consolidara como Estado reconocido por la comunidad
internacional, en 1838, el Archipiélago ya estaba en posesión efectiva de
Colombia, es decir que la legislación y el poder del Estado colombiano se
aplicaban y aceptaba en San Andrés.
No se registran, por consiguiente, actos de posesión o dominio de Nicaragua
sobre San Andrés a lo largo de toda su Historia y mucho menos algún acto
legislativo con efectos sobre San Andrés, que en el proceso ante la Corte
testifiquen la existencia de algún derecho, o algún acto de despojo del cual
hubiese sido víctima Nicaragua por parte de Colombia.
El día 19 de enero de 2002 Colombia se notificó ante la Corte Internacional de
Justicia de la Haya, por la demanda interpuesta por parte de Nicaragua en su
reclamación por San Andrés.

Es importante resaltar que el propio canciller de la República, Doctor Guillermo


Fernández de Soto, reafirmó la posición colombiana en el sentido de que “No
habrá conciliaciones, ni se renegociará el tratado Esguerra-Bárcenas de 1928,
pues se celebró conforme al Derecho Internacional”.
En la demanda nicaragüense se afirma: “El tratado de delimitación entre Honduras
y Colombia lesiona los derechos soberanos de Nicaragua en el mar Caribe, al
pretender imponerse a Nicaragua limites de manera unilateral, ilegal y arbitraria a
través de un reconocimiento recíproco de Honduras y Colombia de sus máximas
pretensiones de expansión en el mar Caribe.
El exembajador colombiano Julio Londoño consideró que "destruyó" los
argumentos de Nicaragua sobre su reclamo de soberanía en 50.000 km2 del mar
Caribe, durante los alegatos que presentó el jueves ante la Corte Internacional de
Justicia en la Haya.
"Los argumentos colombianos destruyeron literalmente la argumentación y las
pretensiones de Nicaragua con respecto a la soberanía sobre los cayos del
archipiélago de San Andrés y Providencia", dijo Londoño desde La Haya a Caracol
Televisión.
El fallo de la Corte de La Haya en 2012 sobre el litigio entre Colombia y
Nicaragua es una sentencia dictada el 19 de noviembre de 2012 por la Corte
Internacional de Justicia, mediante la cual se procedió a delimitar la frontera
marítima entre Colombia y Nicaragua en el mar Caribe.

 A causa de esta resolución, el mapa de los territorios que Colombia alegaba como
propios cambió radicalmente, basándose en su interpretación del Tratado de 1928,
había determinado como ubicado sobre el meridiano 82º, la sentencia lo fijó en
algunos sectores 531 kilómetros más hacia el este, hasta cerca del meridiano 79º,
reconociéndole a Nicaragua soberanía y derechos marítimos en dichas aguas
partiendo desde las 200 millas náuticas desde sus costas. Como contrapartida,
reconoció la soberanía de Colombia sobre las aguas que rodean las islas y cayos
en disputa conforme a las 12 millas náuticas.

Como contraparte, Colombia perdió el control sobre una importante porción de una
zona marítima al oriente del meridiano 82º, los que la corte reconoció como de
soberanía nicaragüense, aunque otorga a la jurisdicción de Colombia una lengua a
la latitud de las islas de San Andrés y Providencia, del mismo modo que
dos enclaves marinos de un radio de 12 millas náuticas alrededor de los cayos
de Quitasueño y Serrana, los que estarán encerrados por aguas nicaragüenses,
en razón de que, según entiende la corte, cada isla o cayo, por pequeña que sea,
debe tener anexado un mar territorial. Estos territorios son ricos en petróleo, gas,
y pesca, con abundancia de peces, caracoles, y en especial de langostas.

Inmediatamente de darse a conocer el resultado del contencioso de límites, el


presidente colombiano Juan Manuel Santos convocó a una reunión en la Casa de
Nariño, para analizarlo meticulosamente, a la Comisión Asesora de Relaciones
Exteriores. La misma está compuesta, entre otros, por excancilleres y
expresidentes colombianos.
Posteriormente, en una alocución que fue transmitida a todo el país, el presidente
señaló que su gobierno no descartará: “...ningún recurso o mecanismo del
derecho internacional para defender los derechos de los colombianos”. Expreso
que el fallo es inconsistente y no compatible con la concepción geográfica de lo
que es un archipiélago...Todo esto realmente son omisiones, errores, excesos,
inconsistencias, que no podemos aceptar”.

El Gobierno respeta el derecho pero considera que la Corte ha incurrido en este


tema en serias equivocaciones. La Corte, al trazar la línea de delimitación
marítima, cometió errores graves que debo resaltar, y que nos afectan
negativamente.

Por el contrario el presidente de Nicaragua celebro la sentencia, la que según él


es una victoria nación inapelable. Según lo señaló el embajador de Nicaragua en
los Países Bajos, Carlos José Argüello, con el fallo de la Corte, Nicaragua se sintió
“satisfecha”, pues es un gran triunfo para el país, que ha conseguido según ellos
espacios marítimos importantísimos.

Tras varios meses de efectuado el fallo por la corte de la Haya, la situación no ha


cambiado mucho, Colombia ha reforzado su presencia naval en el área en disputa,
y busca vías legales para tratar de revertir los efectos del fallo, para ello ha
contratado a la firma de abogados ingleses Volterra-Fietta.

Por su parte la fuerza naval de Nicaragua ha hecho presencia en estas aguas,


impidiendo las labores de pesca industrial de compañías pesqueras que no han
iniciado los trámites para la obtención de permisos de pesca. Aquellos que ya
cuentan con estos permisos realizan sus labores sin mayores problemas.

Vale la pena aclarar que Nicaragua vuelve a presentar una nueva demanda ante
la corte internacional de justicia, con el propósito de delimitar el rumbo exacto de
la frontera marítima que separa ambos países, la demanda pretende que la corte
se pronuncie más allá de los límites que ya determino en noviembre del 2012,
cuando entrego al país centro americano cerca de 90 mil kilómetros cuadrados.

MAR TERRITORIAL

Zona de mar adyacente a la costa cuya anchura determinada por el Estado


ribereño no puede exceder 12 millas medidas a partir de la línea de base. 

El límite exterior del mar territorial es la línea cada uno de cuyos puntos está, del
punto más próximo de la línea de base, a una distancia igual a la anchura del mar
territorial. 
La soberanía se extiende al espacio aéreo por encima del mar territorial, así como
al fondo de este mar y a su subsuelo. En el mar territorial, los submarinos y otros
vehículos sumergibles tienen la obligación de navegar sobre la superficie y de
enarbolar su pabellón.

PLATAFORMA CONTINENTAL
La plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo
de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo
largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen
continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las
líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los
casos en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa distancia.
El país ribereño puede explotarla con fines económicos sobre una distancia que
no exceda de 350 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las
cuales se mide la anchura del mar territorial o de 100 millas marinas contadas de
la isóbata de 2.500 metros. Los derechos del Estado ribereño sobre la plataforma
continental no afectan la condición jurídica de las aguas suprayacentes ni a la del
espacio aéreo situado sobre tales aguas.
Por consiguiente, el Estado ribereño no puede restringir el derecho de paso o las
demás libertades otorgados normalmente a los demás Estados.

ANDRES DANILO OJEDA BARAJAS


EL DIFERENDO LIMÍTROFE NICARAGUA COLOMBIA

GRADO: 11-5
2013

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