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RAIF

Red de Alerta e Información


Fitosanitaria de Andalucía

FRESA Balance Fitosanitario


PROVINCIA DE HUELVA Campaña 2015-16

ASPECTOS GENERALES

Como cada campaña, el desarrollo del cultivo, así como el de sus plagas y enfermedades, ha estado influenciado, entre
otros, por la meteorología registrada desde el inicio de la plantación hasta el fin de ésta:
En torno al día 23 de septiembre de 2015 se inició la plantación de las primeras
parcelas de fresa de recolección temprana con variedades como Fortuna, San
Andreas y Splendor. Esta primera fase de arranque en los viveros de altura
(Ávila y Segovia principalmente) y posterior plantación en Huelva fue lenta y
escalonada debido a:
- Por un lado, a las cálidas temperaturas registradas al finalizar el verano en los
viveros de altura, lo que dificulta la parada vegetativa de las plantas y puede
generar coronas de pequeño calibre, poniendo en riesgo el trasplante en
Inicio Plantación condiciones de temperaturas altas y baja humedad relativa en Huelva.
Recordar, además, que las plantas de fresa necesitan unos requisitos climáticos
para una adecuada diferenciación a yemas de flor y una equilibrada entrada en producción en las parcelas de
fructificación. Por lo tanto, es positivo y recomendable esperar el tiempo necesario a que se cumplan dichos requisitos.
- Y por otro lado, a las cálidas temperaturas, y ausencia de lluvias, que hasta ese momento se estaban registrando en las
plantaciones destino de la provincia de Huelva. En este entorno cálido y seco las plantas recién trasplantadas aumentan
la evapotranspiración, empleando sus reservas en ello y no en enraizar, lo que provocaría estrés hídrico y el
consiguiente riesgo de colapso y muerte. El agricultor, en estas condiciones, estará obligado a emplear sistemas de riego
por aspersión.
Una vez finalizado el trasplante de variedades más tempranas, el grueso de la plantación se inició en torno al 15 de
octubre con variedades como Antilla, Candonga, Primoris, Rábida y Sabrina; alcanzándose el 100% de la superficie
plantada entre finales de dicho mes y los primeros días de noviembre. En esta segunda fase de plantación la
meteorología fue favorable para el desarrollo radicular de las plantas al registrarse, con una alta frecuencia, lluvias
generalizadas y temperaturas suaves. En los viveros de altura destacar el importante descenso de las temperaturas
máximas y mínimas durante el mes de octubre, hecho favorable para la parada vegetativa que requieren las plantas.
Generalmente, en torno al 15 de noviembre, se procede a la colocación de la
cubierta de plástico con el fin de propiciar protección y ambiente favorable
para el desarrollo y fructificación del cultivo. Dicha labor es aconsejable
retrasarla lo máximo posible para favorecer el enraizamiento de las plantas, si
bien, esta campaña, en la primera semana de noviembre, los Técnicos
recomendaron cubrir el cultivo ante el registro de frecuentes lluvias que
podrían, por un lado, producir la descompactación de los lomos, y por otro,
favorecer el desarrollo de enfermedades de raíz y cuello. Los plásticos, en esta
ocasión, se quedaron hasta media altura para favorecer la aireación y
mantener fresco el ambiente. Las tres semanas siguientes se caracterizaron
Colocación de plásticos
por un ambiente húmedo y temperaturas máximas suaves, en torno a los
22ºC, lo que benefició la evolución de las plantas de fresa, especialmente de
las variedades y plantaciones más tempranas.
Noviembre, por tanto, fue el preludio de las excepcionales temperaturas cálidas registradas durante el invierno,
otorgando la Agencia Estatal de Meteorología el calificativo de “carácter térmico muy cálido” a los meses de diciembre,
enero y febrero. Se trata del segundo invierno más cálido desde 1961.
Así, de manera pormenorizada, y para la zona de cultivo de la fresa en Huelva, destacar:
Diciembre 2015: Temperaturas medias en torno a los 13ºC, en torno a los 9ºC hace un año.
Temperaturas máximas en torno a los 20ºC, en torno a los 16ºC hace un año. Temperaturas
mínimas en torno a los 8’5ºC, en torno a los 4ºC hace un año.
Enero 2016: Temperaturas medias en torno a los 12’5ºC, en torno a los 9ºC hace un año.
Temperaturas máximas en torno a los 17’5ºC, en torno a los 16ºC hace un año. Temperaturas
mínimas en torno a los 8ºC, en torno a los 3ºC hace un año.
Febrero 2016: Temperaturas medias en torno a los 12ºC, en torno a los 10ºC hace un año.
Temperaturas máximas en torno a los 18ºC, en torno a los 16ºC hace un año. Temperaturas
mínimas en torno a los 7ºC, en torno a los 4ºC hace un año.
En cuanto a las precipitaciones acaecidas durante el invierno, éstas, según la AEMET, han sido
normales en comparación con los datos históricos. Para la zona de cultivo de la fresa en Huelva destacar: un acumulado
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en torno a los 150 l/m repartidos entre aproximadamente 40 días, en torno a los 120 l/m hace un año repartidos entre
aproximadamente 20 días.
Dichas condiciones, en conjunto, y para esta época del año, han tenido dos
repercusiones importantes que no se recuerdan en campañas anteriores. Por
un lado, la entrada en producción se adelantó alrededor de un mes respecto
a un año normal, especialmente de las variedades y plantaciones más
tempranas que suele suceder en la segunda quincena de diciembre. Y por
otro, el rendimiento (g/planta) se había casi duplicado en comparación con
años anteriores al finalizar enero, repercutiendo a la baja en los precios al
productor en un momento en el que, históricamente, sucede todo lo
contrario.
A partir de este momento, y hasta la finalización de la campaña, continuaron
sucediéndose hechos meteorológicos con importantes repercusiones sobre el Inicio producción
cultivo. Destacar así:
Marzo 2016: Mes que se ha caracterizado por el registro de temperaturas más bajas respecto a la media histórica.
Temperaturas medias en torno a los 12ºC, en torno a los 13ºC hace un año. Temperaturas máximas en torno a los 19ºC,
en torno a los 21ºC hace un año. Temperaturas mínimas en torno a los 5’5ºC, en torno a los 6ºC hace un año. Ha sido
un mes suave, en el que durante el periodo de Semana Santa, y días posteriores, no ha habido que destacar, como en
campañas anteriores, temperaturas máximas absolutas cálidas. El año pasado, por ejemplo, se registraron varios días
con valores en torno a los 30ºC coincidiendo con la luna llena (aumento de la luminosidad), lo que provocó que las
plantaciones de freseras tuvieran un pico importante de producción junto a una disminución de la calidad de la fruta,
hecho que tuvo repercusiones comerciales y económicas negativas. En esta Semana Santa las máximas absolutas han
registrado valores en torno a los 20ºC, factor que reguló de manera natural la
producción del cultivo y por ende los precios al productor en esta época del
año. Destacar tan solo 5-6 días de lluvia con un acumulado en torno a los 15
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l/m , manteniendo el viento niveles aceptables de humedad relativa en el
interior de los túneles, hecho que se tradujo en una muy buena calidad de la
fruta recolectada.
Abril 2016: Mes que se ha caracterizado por el registro de precipitaciones
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durante las tres primeras semanas con un acumulado en torno a los 70 l/m y el
consiguiente aumento de la humedad relativa. Las temperaturas se
Parcela en producción mantuvieron suaves, con máximas en torno a los 21ºC, hecho que amortiguó la
incidencia de ciertas enfermedades pero que no evitó el aumento de parcelas
con presencia. Las excepciones se dieron en aquellas parcelas donde, por alguna razón, los pases de recolección se
alargaron y/o con densidades de plantación altas.
Mayo 2016: Mes que se ha caracterizado por abundantes precipitaciones y temperaturas medias frescas para la época. Y
es que, según la serie histórica de la AEMET, Huelva ha registrado uno de los mayos más lluviosos al acercarse a la cifra
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más alta, la de mayo de 1959 cuando se registraron casi 128 l/m . En esta ocasión la media provincial ha registrado un
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acumulado de 124 l/m , es decir, casi un 500% sobre la media en este mes. En cuanto a las temperaturas, y como se ha
dicho anteriormente, éstas han sido más frescas de lo habitual al registrarse máximas en torno a los 24ºC y mínimas en
torno a los 11’5ºC, en torno a los 28ºC y 12’5ºC respectivamente hace un año. Al contrario de lo que se podría esperar
con estas condiciones, la calidad de la fruta fue muy buena. Las lluvias se concentraron en pocos días, entre el 5 y el 12
de mayo, la planta ralentizó su producción y el viento contribuyó a disminuir el ambiente húmedo en los siguientes días.
Aún así, y debido, entre otros, a factores de mano de obra, desde principios de mayo se fueron abandonando parcelas
en producción, quedando, en la segunda semana de junio, alrededor de un 10% de la superficie en producción para
consumo en fresco con fruta de buena calidad. Recordar que la campaña pasada finalizó alrededor del 15 de mayo
coincidiendo con temperaturas máximas en torno a los 32ºC, las cuales afectaron negativamente a la calidad de la fresa.
Los datos avanzados, y por tanto provisionales, de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, a mes de junio,
indican un aumento de la producción (fresco+industria) del +6’4% en comparación con la campaña pasada, habiendo
sido la variación de superficie plantada del -6’7%.
En cifras:
Superficie 2014-15: 6.835 Has. Producción 2014-15: 307.575 Tm.

Superficie 2015-16: 6.400 Has. Producción 2015-16: 327.260 Tm.


Del total de tratamientos realizados durante esta campaña, el 45’1% correspondieron a fungicidas (49’4 la campaña
pasada), el 50’7% a insecticidas (46’5 la campaña pasada) y el 4’2% a herbicidas (4’1 la campaña pasada). Al contrario
que la campaña pasada se registra un mayor porcentaje de tratamientos insecticidas respecto a fungicidas. A nivel de
parcela tipo se ha realizado una media de 3’4 tratamientos fungicidas por parcela, donde han predominado los dirigidos
al control de oídio (Podosphaera aphanis) (6’6 la campaña pasada); y una media de 3’8 tratamientos insecticidas por
parcela, donde han predominado los dirigidos al control de araña roja (Tetranychus urticae) (6’1 la campaña pasada).

PLAGAS Y ENFERMEDADES

PODREDUMBRE DE RAÍZ Y CUELLO

La manifestación de síntomas relacionados con enfermedades de raíz y cuello/ plantas secas aumenta en situaciones de
estrés hídrico.
Esta situación se dio durante la plantación de las variedades tempranas, entre
la última semana de septiembre y primera de octubre, con temperaturas
próximas a los 30ºC y ausencia de precipitaciones. La planta en ese momento
carecía, además, de un sistema radicular suficientemente desarrollado como
para compensar la transpiración de la parte aérea. En dichas condiciones se
registró un pico del 12% de plantas con síntomas de enfermedades de raíz y
cuello/ plantas secas, las cuales fueron replantadas en días posteriores.
A partir de la segunda semana de octubre dicha situación cambia radicalmente
al registrarse varias semanas de precipitaciones y temperaturas suaves, hecho
Necrosis en corona que probablemente favoreciera el inicio enfermedades de raíz y cuello aunque
ralentizando la aparición de síntomas de plantas ya infectadas. Así, en
noviembre, se registraron valores en torno al 1’5% de plantas con síntomas de enfermedades de raíz y cuello/ plantas
secas (2’2% la campaña pasada).
Posteriormente, en diciembre y enero, con un ambiente suave y húmedo, pero sin precipitaciones que destacar, la
incidencia de plantas con síntomas se mantuvo en torno al 1% (1’2% la campaña pasada).
En el resto de la campaña, de febrero a mayo, la incidencia de síntomas
relacionados con enfermedades de raíz y cuello/ plantas secas se mantuvo en
torno al 0’7% de plantas afectadas, aumentando hasta valores en torno al 1% en
abril y mayo tras varias semanas de precipitaciones (1’3% la campaña pasada).
Finalmente destacar, por motivos meteorológicos, la ausencia de plantas con
síntomas de Macrophomina phaseolina, enfermedad que requiere temperaturas
calurosas y ambiente seco, condiciones que históricamente se dan en abril y
Síntomas de M. phaseolina
mayo.
Del total de tratamientos fungicidas realizados en la provincia el 4’1% correspondió al control de estas enfermedades
(6’2% la campaña pasada), siendo el porcentaje de parcelas tratadas del 4’7% (19’5% la campaña pasada). La principal
materia activa empleada en dichos tratamientos fue el Dimetomorf.

OIDIO (Podosphaera aphanis)

Una de las enfermedades más importantes en el cultivo de la fresa, por los daños que produce y por el número de
tratamientos que recibe, es el oídio (Podosphaera aphanis). Se trata de una enfermedad muy favorecida por el
ambiente cálido y húmedo del interior de los túneles, de ahí la recomendación constante de ventilar a diario,
especialmente en las horas centrales del día.
Una vez cubierto el cultivo a principios de noviembre, coincidiendo con lluvias y temperaturas máximas en torno a los
23ºC, se registró, a partir de la segunda semana de dicho mes, valores en torno al 8% de plantas con presencia y un
nivel de intensidad de ataque moderado. Durante el mes de diciembre se registraron valores similares al mantenerse el
ambiente cálido y húmedo. El año pasado el % de plantas con presencia fue ligeramente mayor.
Posteriormente, durante prácticamente el resto de la campaña, desde principios
de enero hasta finales de abril, se registraron valores en torno al 6’8% de plantas
con presencia, valor ligeramente inferior al registrado la campaña pasada aunque
coincidiendo con un nivel de intensidad de ataque moderado. Ha sido un periodo
caracterizado por temperaturas muy suaves, en el que las mínimas han oscilado
en torno a los 8ºC, y con un régimen de precipitaciones normal para la época.
Estas condiciones son propicias para el desarrollo del oídio, sin embargo, el
régimen de viento ha sido, como en la campaña pasada, muy importante para,
junto con los tratamientos antioídios aplicados, contener la presión de la
enfermedad al disminuir la humedad relativa en el interior de los túneles. La Síntomas de oidio
velocidad máxima diaria se ha situado en torno a los 14 km/h.
Finalmente, destacar el mes de mayo en el que, por un lado, se registra un
aumento de la incidencia hasta el 9’5% de plantas con presencia a principios
de mes tras varias semanas de aumento de las temperaturas; y por otro, se
registra un descenso importante hasta valores en torno al 6% en la segunda
quincena tras una semana de abundantes precipitaciones a mediados de mes
y bajada significativa de las temperaturas.
Del total de tratamientos fungicidas realizados en la provincia el 88’1%
correspondió al control de esta enfermedad (89’5% la campaña pasada),
siendo el porcentaje de parcelas tratadas del 66’8% (74’5% la campaña
Abarquillamiento de hoja
pasada). Las principales materias activas empleadas en dichos tratamientos
fueron el Azufre, Miclobutanil y Penconazol.

PODREDUMBRE GRIS (Botrytis cinerea)

Generalmente, las condiciones meteorológicas durante el invierno y primavera son favorables para la podredumbre gris
(Botrytis cinerea) en fruto. La mayor o menor incidencia dependerá de la precipitación acaecida, temperaturas y
humedad relativa. Pero existen otros factores como variedad, densidad de
plantación y estado de la cubierta del invernadero que finalmente también
influirán. Hay que tener en cuenta que existen variedades más susceptibles que
otras, que una densidad de plantación elevada disminuye la aireación de las
plantas y que una cubierta de plástico que no gestione correctamente la luz
puede provocar un crecimiento excesivo del follaje con el consiguiente aumento
de la humedad relativa en el entorno de frutos y flores.
En esta campaña, las condiciones meteorológicas registradas durante el otoño e
inicio del invierno han sido atípicas al batirse records de temperaturas máximas,
siendo las medias cálidas para la época. Este hecho propició una pronta entrada Botrytis en fruto
en producción del cultivo de la fresa, así como que cada planta produjera un mayor número de frutos para lo que se
considera un inicio de campaña normal, aumentando, por tanto, el número de frutos susceptibles de ser afectados por
podredumbre gris.
De este modo, destacar el mes de enero como el de mayor incidencia seguido por febrero. Las precipitaciones de finales
de diciembre y principios de enero, junto a temperaturas máximas en torno a los 18ºC, favorecieron el inicio y desarrollo
de esta enfermedad, observándose en estos dos meses síntomas en alrededor de un 80% de las parcelas de muestreo.
En la campaña pasada este índice no llegó al 50%.
En cuanto al nivel de daños, la variable media, obtenida a partir de una escala de valoración según flores y/o frutos
afectados, registró valores en torno a 0’08 en los meses de enero y febrero, en torno a 0’04 hace un año. Si bien, dicho
valor se corresponde con un nivel de intensidad de ataque leve, señalar un importante número de parcelas con daños
moderados y graves. Como se ha dicho anteriormente, son varios los factores que concurren en el inicio y desarrollo de
esta enfermedad, teniendo en estas parcelas una influencia importante la alta densidad de plantación.
Durante los meses posteriores, de marzo hasta finales de mayo, tan solo destacar dos picos en los que la variable media
sobrepasó ligeramente el valor 0’05. Uno, a mediados de abril precedido por 3-4 días de precipitaciones y temperaturas
máximas en torno a los 22ºC; y otro, al inicio de las abundantes precipitaciones de mayo con temperaturas máximas en
torno a los 24ºC. En general, durante estos tres meses, las lluvias fueron poco frecuentes, lo que facilitó los continuos
pases de recolección y la retirada de frutos afectados de la finca, disminuyendo, por tanto, inóculo y riesgo de ataque.
Además, las temperaturas medias fueron algo más frescas que en años anteriores, lo que mantuvo la producción con
cierta ralentización y sin apenas picos de producción, contribuyendo a una menor incidencia.
Del total de tratamientos fungicidas realizados en la provincia el 7’6% correspondió al control de esta enfermedad (4’3%
la campaña pasada), siendo el porcentaje de parcelas tratadas del 21’7% (14% la campaña pasada). La principal materia
activa empleada en dichos tratamientos fue el Ciprodinil+Fludioxonil.

OTRAS ENFERMEDADES AEREAS

El inicio y desarrollo de la antracnosis (Colletotrichum spp.) y fitóftora (mildiu o aguado)


(Phytophthora cactorum) en fruto está favorecido por condiciones meteorológicas
similares: temperaturas cálidas, lluvia y humedad relativa alta. Dichas condiciones, que
generalmente se dan en abril y mayo, no han sido frecuentes esta campaña, pero sí se han
acercado en alguna que otra semana desde febrero hasta finales de mayo. En este periodo
destacar, de manera anecdótica, el mes de febrero, cuando se alcanzó un pico por debajo
del 1% de frutos con síntomas de ambas
enfermedades coincidiendo con temperaturas
máximas en torno a los 18ºC, precipitaciones y una
humedad relativa del 85%. Como en el caso anterior,
Síntoma de fitóftora las temperaturas medias, más frescas que lo habitual
en los últimos meses de campaña, ralentizaron la
maduración de los frutos, contribuyendo a una menor incidencia. Por otro lado, la
posibilidad de una recolección prácticamente diaria eliminó los frutos afectados del
campo, disminuyendo inóculo y riesgo de daños.
En cuanto a la incidencia de mancha aceitosa Síntomas de antracnosis
(Xanthomonas fragariae) destacar su
presencia a partir de mediados de noviembre coincidiendo con un descenso
notable de las temperaturas mínimas hasta valores en torno a los 5ºC. En todo
caso, la incidencia fue baja al alcanzarse un máximo del 1% de plantas con
síntomas a finales de diciembre. Recordar que la registrada hace un año durante
Síntoma de mancha aceitosa diciembre y enero fue mayor coincidiendo con temperaturas significativamente
más frías.

ARAÑA ROJA (Tetranychus urticae)

Respecto a la campaña pasada, destacar la mayor incidencia de araña roja (Tetranychus urticae) desde principios de
enero hasta la finalización del cultivo.
Los primeros individuos se observaron en la primera quincena de noviembre con registros de temperaturas máximas en
torno a los 23ºC. El año pasado se observaron en la segunda quincena con máximas en torno a los 19’5ºC. Para finales
de diciembre en torno al 50% de las parcelas muestreadas ya tenían araña roja.
Teniendo en cuenta que el Reglamento Específico de Producción Integrada de
fresa establece hasta finales de febrero un umbral de intervención ≥ al 15% de
hojas con presencia de hembras, resaltar que la media provincial superó dicho
valor en la primera semana de febrero, a mediados de marzo en la campaña
pasada. El porcentaje de parcelas con presencia se situó para entonces en el
90%, en torno al 80% hace un año.
A partir de marzo el umbral de intervención se establece en ≥ al 25% de hojas
con presencia de hembras, registrándose a mediados de abril valores en torno
al 21%, en torno al 18% el año pasado. El porcentaje de parcelas con presencia,
Colonia de araña roja en ambas ocasiones, registró valores próximos al 100%. Destacar que en este
periodo, marzo-abril, las temperaturas máximas fueron más suaves que las
registradas hace un año, disponiendo la araña roja, por tanto, de un ambiente más favorable para su desarrollo y
dispersión.
A partir de mediados de abril, su incidencia cae significativamente tras los
primeros máximos de temperaturas cercanos a los 30ºC y al buen
establecimiento de la fauna auxiliar. Además, en la segunda semana de mayo
se da un hecho meteorológico importante que hace que la incidencia
disminuya de nuevo. Desde el día 8 de mayo hasta el 12 se registraron
abundantes precipitaciones acompañadas de un brusco descenso de las
temperaturas máximas y luminosidad, registrándose valores en torno al 12%
de hojas con presencia de hembras.
Del total de tratamientos insecticidas realizados en la provincia el 54%
correspondió al control de este agente (55’6% la campaña pasada), siendo el Síntomas de araña roja
porcentaje de parcelas tratadas del 55’7% (72’5% la campaña pasada). La
principal materia activa empleada en dichos tratamientos fue la Abamectina seguida, con diferencia, del Etoxazol.
Contra este agente se han realizado sueltas de auxiliares con Phytoseiulus persimilis.

PULGONES (Aphis gossypii principalmente)

Al igual que en campañas anteriores, la presencia de pulgones (principalmente Aphis gossypii) se detectó a principios
de diciembre, registrándose durante este mes valores en torno al 3’6% de plantas ocupadas, valor similar al registrado
hace un año.
A partir de enero su incidencia aumenta, registrándose durante los meses de
febrero y marzo valores en torno al 6% de plantas ocupadas y en torno a un
62% de parcelas con presencia, valores, de nuevo, similares a los registrados
hace un año.
Pero es en abril, y a diferencia de campañas anteriores, cuando la incidencia
de este agente aumenta significativamente hasta registrar valores en torno al
8’5% de plantas ocupadas y en torno a un 62% de parcelas con presencia
(3’7% de plantas ocupadas y presencia en el 37% de parcelas hace un año). Adulta alada A. gossypii
Entre otros factores, las suaves temperaturas registradas desde finales de
marzo, junto a una humedad relativa moderada, favorecieron el desarrollo y
establecimiento de este agente, observándose, además, especies como
Chaethosyphon fragaefolii y Acirthosyphon rogersii.
Matizar que, debido a que esta plaga se presenta fundamentalmente por rodales
o focos, aunque a nivel provincial su intensidad de ataque ha sido leve, hubo
parcelas donde se registró, en momentos ocasionales, un nivel moderado.
Del total de tratamientos insecticidas realizados en la provincia el 14%
Chaethosyphon fragaefolii
correspondió al control de pulgones (5’3% la campaña pasada), siendo el
porcentaje de parcelas tratadas del 21’7% (18% la campaña pasada). La principal materia activa empleada en dichos
tratamientos fue el Metil clorpirifos. Contra este agente se han realizado sueltas de auxiliares con Aphidius colemani.
LEPIDÓPTEROS

Históricamente las orugas de lepidópteros provocan los daños más importantes al inicio del cultivo, en post-plantación,
y en primavera, a partir de marzo. De estas dos etapas, la más crítica es la primera ya que dificulta el desarrollo adecuado
de la planta recién trasplantada en octubre repercutiendo negativamente en el rendimiento final.
Las especies que destacan en el cultivo por su importancia y proporción son
Helicoverpa armigera, Spodoptera littoralis, Spodoptera exigua y Chryxodeisis
chalcites, si bien la incidencia de cada una de ellas va a depender de la zona y
de la campaña, recomendándose la monitorización de cada una de ellas como
sistema de apoyo a los muestreos.
En esta campaña, grosso modo, las especies con mayor presencia fueron:
heliotis (Helicoverpa armigera) seguida de plusias (Chryxodeisis chalcites y
Autographa gamma) también conocidas como medidoras o gusanos verdes.
En cuanto a los daños producidos, éstos han sido de mayor importancia en el
periodo comprendido desde finales de octubre hasta finales de diciembre, la
etapa más crítica, en el que la intensidad de ataque llegó a registrar, durante
Plusia y daños en hoja varias semanas, un nivel grave. Destacar así el mes de noviembre en el que se
registró una media del 16% de plantas con daños nuevos y/o presencia de
larvas coincidiendo con temperaturas máximas en torno a los 24ºC, valor similar al registrado hace un año. En la última
semana de noviembre- principios de diciembre los valores comienzan a descender de manera significativa tras un
descenso de las temperaturas mínimas desde medias en torno a los 11º a los 4ºC, situándose la intensidad de ataque en
el nivel moderado, al igual que en la campaña pasada. Desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre el porcentaje
de parcelas con presencia registró una media del 52% (63% el año pasado).
A partir de enero, y hasta el final de la recolección para fresco, la
intensidad de ataque por lepidópteros se mantuvo en el nivel leve al
registrarse valores en torno al 2’5% de plantas con daños y/o presencia
de larvas, valor similar al registrado en el mismo periodo del año pasado.
En todo caso destacar un ligero aumento de su incidencia a partir de
mediados de mayo hasta valores próximos al 5% de plantas con daños
y/o presencia de larvas coincidiendo con un aumento importante de las
temperaturas máximas y mínimas. El porcentaje de parcelas con
presencia ha sido del 28%, valor similar al registrado en el mismo periodo
de la campaña pasada.
Del total de tratamientos insecticidas realizados en la provincia el 23’1%
Daños de lepidópteros en hojas
correspondió al control de orugas de lepidópteros (31% la campaña
pasada), siendo el porcentaje de parcelas tratadas del 47’2% (64% la campaña pasada). La principal materia activa
empleada en dichos tratamientos fue la Emamectina seguida del Metil clorpirifos.

TRIPS (Frankliniella occidentalis)

En relación al trips (Frankliniella occidentalis) resaltar que, a diferencia de la campaña


pasada en la que las frescas temperaturas registradas en enero y febrero ralentizaron
su establecimiento en el cultivo, esta campaña se ha caracterizado por una rápida
colonización del mismo al registrarse temperaturas medias cálidas para la época, en
torno a los 12’5ºC, y una abundante floración. Así, destacar en este periodo valores en
torno al 10% de flores ocupadas (en torno al 3’5% el año pasado). Aunque dicho valor
se considera bajo, destacar que su presencia abarcaba en torno al 70% de las parcelas
muestreadas a finales de febrero.
Posteriormente, en marzo, aunque con temperaturas medias ligeramente por debajo
de su umbral de desarrollo, los 15ºC, su incidencia fue en aumento hasta alcanzar en
la segunda quincena alrededor de un 25% de flores ocupadas (en torno al 14% el año
Adulto trips pasado). El porcentaje de parcelas con presencia fue, en ese momento, del 78%.
A partir de abril, al contrario de lo que históricamente suele suceder, su incidencia en
vez de aumentar disminuye, registrándose valores en torno al 23% de flores ocupadas. Ello se debió, principalmente, a
los frecuentes días con precipitaciones y al ambiente fresco para la época, produciéndose además una ralentización de
la floración. Así, mientras que hace un año la campaña finalizó con una media del 25% de flores ocupadas, esta finalizó
con una media del 22%, valor que se considera como nivel de intensidad de ataque bajo. Eso sí, su presencia se
constató en el 80% de las parcelas muestreadas (en torno al 84% hace un año).
Del total de tratamientos insecticidas realizados en la provincia el 9% correspondió al control de este agente (8’1% la
campaña pasada), siendo el porcentaje de parcelas tratadas del 27’6% (33’1% la campaña pasada). La principal materia
activa empleada en dichos tratamientos fue el Spinosad. Contra este agente se han realizado sueltas de auxiliares con
Orius laevigatus.

Drosophila suzukii

Drosophila suzukii es una plaga de reciente aparición en España, cuya principal


característica es su capacidad de atacar a la fruta sana de piel fina gracias a su
oviscapto aserrado a diferencia de otras especies de Drosophila.
En Andalucía se halla distribuida de manera generalizada, habiéndose detectado
en Huelva en noviembre del 2012 en municipios de la costa oriental,
concretamente en el área del cultivo de los Frutos Rojos.
Actualmente el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Pesca y
Medio Ambiente, en colaboración con el sector, está estudiando las distintas Larva Drosophila sp.

medidas a tomar para abordar un manejo integrado de la plaga y disminuir en la


medida de lo posible la repercusión a los productores. Por otro lado, el Laboratorio
de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva tiene establecida una red de
monitoreo que abarca, en el espacio y en el tiempo, aquellos cultivos susceptibles
de ser atacados por D. suzukii.
En el caso concreto de la fresa, y por cuarto año consecutivo desde que se
detectara esta plaga, informar que, no se han registrado incidencias destacables.
Aunque es demasiado pronto para obtener y/o exponer conclusiones,
probablemente, y a diferencia de la Frambuesa, el bajo porte de la planta no
Adulto macho D. suzukii
proporcione a D. suzukii el refugio necesario ante las altas temperaturas y baja
humedad relativa registradas en el interior de los túneles en determinados
momentos de la campaña.
A través de este enlace se tiene acceso al apartado específico que este agente tiene en la página Web de la RAIF.

Nematodos del suelo

Por último, señalar que, tras haberse registrado en la campaña pasada un 0’6%
de plantas afectadas en abril, durante esta no se han registrado.

Las principales especies asociadas al cultivo de la fresa en Huelva son, por orden
de importancia: Meliodogyne spp., seguida, en todo caso, de Pratylenchus sp..
De manera anecdótica, se ha identificado en los últimos años Hemicycliophora
spp.. Los síntomas son patentes en los primeros meses de desarrollo de las
plantas: ralentización del crecimiento, visualmente se observa un
escalonamiento en el tamaño de las plantas del mismo lomo, engrosamiento y
necrosis radicular, principalmente.
Síntomas por nematodos

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