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Ficha de cátedra Nº 1
Neurofisiología II
Índice
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1. Síntesis del tema
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1.3. Subsistemas atencionales
Figura 1. Redes atencionales y estructuras del SNC vinculadas con las redes atencionales. Imagen
extraída de Fuentes Melero, y García Sevilla (2006).
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habitualmente para hacer referencia a un estado de incremento de la actividad mental
asociado a cambios en la actividad cerebral comprobable, por ejemplo, por
electroencefalografía1.
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La red de alerta está sujeta a los ritmos circadianos (ritmos de alrededor de 24 horas) por lo que las
personas están normalmente más atentas en ciertos momentos del día y menos en otros. Hay además
diferencias individuales respecto a la influencia de los ritmos circadianos, por lo que algunos individuos
parecen estar más activos y atentos durante la mañana (alondras) y otros más durante la noche (búhos).
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La atención sostenida o "vigilancia" es el tipo de fenómeno atencional dependiente del subsistema de
alerta. Entre los instrumentos de evaluación de este estado se puede mencionar el "Continuos Perfomance
Test" (CPT), que mide el mantenimiento de la capacidad responder ante la aparición de estímulos en un
contexto de ausencia de refuerzos.
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2.2. Subsistema de orientación
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El reflejo de orientación se presenta en animales y humanos. Consiste en una respuesta conductual y
fisiológica (cambios viscerales y electroencefalográficos) ante estímulos novedosos que se presentan en el
entorno del individuo. Constituye un cambio fásico del estado de alerta y el desplazamiento de los
sistemas sensoperceptivos hacia la fuente del estímulo novedoso. Los tubérculos cuadrigéminos
(colículos) del mesencéfalo son estructuras del SNC que reciben información visual y auditiva,
participando de manera destacada en los mecanismos del reflejo de orientación. En los seres humanos, los
colículos superiores se conectan con el núcleo pulvinar del tálamo y éste con la corteza parietal posterior,
integrando el "subsistema atencional posterior".
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Investigaciones en individuos sanos utilizando la técnica TEP mientras los sujetos debían responder ante
la presentación de estímulos especiales (letra objetivo “X”), en el campo visual izquierdo o derecho,
mostraron que el núcleo pulvinar se activó en mayor grado cuando la letra objetivo se presentaba junto
con estímulos distractores (letras G y Q), que cuando se presentaba en forma aislada. Estos resultados
sugieren que el núcleo pulvinar participa de los mecanismos por los cuales los estímulos relevantes son
"amplificados" y los estímulos irrelevantes son "filtrados".
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Pacientes con lesión en la corteza cerebral fronto-parietal derecha pueden
desarrollar un cuadro denominado heminegligencia caracterizado por la incapacidad o
dificultad para explorar la mitad del campo visual contrario a la lesión. Esto los lleva,
por ejemplo, a dejar la comida que está en la parte izquierda del plato o a tropezar con
objetos ubicados en el espacio extrapersonal inatendido. La inatención de la
heminegligencia no se reduce a la modalidad sensorial visual, sino que se verifica
también en la inatención a estímulos auditivos y somatosensoriales (en ocasiones los
pacientes con heminegligencia asean sólo la mitad de su cuerpo)6.
Este componente del modelo hace referencia a los procesos que permiten el
control voluntario de la atención, la utilización de la atención ante situaciones
novedosas, la flexibilidad de cambio de objetivo atencional, la autorregulación del
comportamiento, y al mantenimiento de un objetivo o meta pese a las interferencias.
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En pacientes que presentan síndrome de heminegligencia leve, asociado a lesión de la corteza
frontal o parietal posterior, se puede comprobar el signo de extinción: Al presentar en forma sucesiva dos
estímulos en los campos visuales izquierdo y derecho, los pacientes son capaces de identificarlos, pero
cuando se presentan en forma simultánea, estas personas, frecuentemente, no son capaces de identificar el
estímulo presentado en el lado contralateral a la lesión (generalmente en el hemisferio derecho). Se
interpreta que el fenómeno de extinción resulta de la incapacidad del paciente de desplazar el foco de
atención hacia el espacio contralateral cuando éste está centrado en el hemicampo ipsilateral. El
fenómeno de extinción es independiente de la modalidad sensorial, ya que puede comprobarse en la
identificación de objetos por el tacto.
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Las estructuras del SNC que están principalmente involucradas en la integridad
funcional del subsistema de control ejecutivo son la corteza prefrontal (que incluye el
área motora suplementaria y el campo ocular frontal), la corteza cingular anterior,
estructuras subcorticales (ganglios de la base como el neoestriado, etc.). Tanto la
corteza frontal como la corteza cingular anterior que reciben proyecciones
dopaminérgicas provenientes del área tegmental central en el tronco cerebral.
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DORSOLATERAL
VENTROLATERAL
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inhibitorio atencional provoca diferencias individuales, algunas personas harán más
rápido y otras más lento este ejercicio. Esta demora se la llama efecto stroop (por el
psicólogo Stroop que desarrollo el test) y podemos tener una medida objetivable de que
capacidad de control inhibitorio atencional tiene un individuo. Cuanto menos tarda en
realizar la tarea de Stroop, mejor es este control voluntario sobre las respuestas
automáticas.
Bush, et al., (2000) muestran que la corteza cingulada anterior ventral se activa
para inhibir este tipo de conflictos. También los mismos autores mostraron que las dos
áreas (dorsal y ventral) se inhiben mutuamente dependiendo de la calidad de la tarea que
deba realizar el individuo (sea esta emocional o cognitiva).
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Región cognitiva
Región emocional
Figura 3. División anatómica cognitiva y afectiva para el control de las interferencias. Imagen extraída del
artículo Bush, Luu, y Posner (2000).
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3. Conclusiones
Los tres subsistemas propuestos por Posner, aunque han sido descriptos por
separado por una cuestión didáctica, funcionan en permanente interacción. Tal
coordinación de los subcomponentes del sistema permite que la atención emerja en
apariencia como un “fenómeno unitario”. Cada uno de los distintos aspectos de la
atención puede requerir de la actividad de más de un subsistema atencional. En
ocasiones los componentes de un subsistema antencional pueden dañarse de manera
independiente, alterando algunos aspectos de la atención, no obstante la indemnidad
funcional de los otros subsistemas pueden intentar compensar el déficit ocurrido.
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4. Referencias bibliográficas
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anterior cingulated cortex”, en Trens in Cognitive Science, N° 4, pp. 215-222.
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visoespacitial attention”, en The Journal of Neuroscience, N° 13, pp. 1202-1226.
Duncan, J., y Owen, A. M. (2000). “Common regios of the human frontal lobe recruited
by information processing”, en Cognition, N° 23, pp. 475-482.
Raichle, M. E., Fiez, J. A., Videen, T. O., McLeod, A. M., Pardo, J. V., Fox, P. T., y
Petersen, S. E. (1994). “Practice-related change in human brain functional anatomy
during nonmotor learning”, en Cerebral Cortex, N° 4, pp. 8-26.
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Posner, M. I., y DiGirolamo, G. J. (1998): Executive attention: conflict, target, detection
and cognitive control, del libro The attentive brain. MIT Press, Cambridge,
Massachusetts, editorial Parasurama, pp. 401-423.
Posner, M. I., y Petersen, S. E. (1990). “The attention system of the human brain”, en
Annual Review of Neuroscience, N° 13, pp. 25-42.
Rafal, R. D., Posner, M., Friedman, J. H., Inhoff, A. W., y Bernstein, E. (1988).
“Orienting of visual attention in progressive supranuclear palsy” en Brain, N° 111, pp.
267-280.
Ro, T., Farne, A., y Chang E. (2003). “Inhibition of return and the human frontal eye
fields”, en Experimental Brain Research, N° 150, pp. 290-296.
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