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Procesos y Sistemas Atencionales

Ficha de cátedra Nº 1

Neurofisiología II

Mario Squillace, Gabriela Sánchez Negrete, Pilar Kuffa, Alberto Yorio.

Índice

1. Síntesis del tema………………………………………………………… 2


1.1. Concepto de atención……………………………………………………. 2
1.2. Tipos de atención………………………………………………………... 2
1.3. Subsistemas atencionales………………………………………………... 3
2. El modelo multicomponente de Michael Posner………………………... 4
2.1. Subsistema de alerta……………………………………………………... 4
2.2. Subsistema de orientación………………………………………………. 5
2.3. Subsistema ejecutivo……………………………………………………. 7
2.3.1. El componente ejecutivo atencional y la memoria de trabajo………….. 7
2.3.2. El componente ejecutivo y la inhibición de interferencias…………….. 8
2.3.3. Alteraciones de la red ejecutiva………………………………………… 10
3. Conclusiones.…………………………………………………………… 10
4 Refencias bibliográfícas………………………………………………… 12

1
1. Síntesis del tema

1.1. Concepto de atención

La atención es un conjunto de procesos psicológicos a través de los cuales se


selecciona tanto la información del entorno como del organismo y la mente. Los
procesos de atención cumplen una importante función adaptativa, ésta consiste en
procesar en forma prioritaria y preferencial la información que es relevante para
satisfacer necesidades y perseguir objetivos, en especial en condiciones en las que los
estímulos externos e internos son abundantes. Los mecanismos atencionales subyacen a
todos los demás procesos cognitivos, como la percepción, el reconocimiento, la
intención y la acción, otorgándoles a estas actividades mentales la direccionalidad y
coherencia necesarias para alcanzar metas.

La variedad de procesos atencionales es tan numerosa y diversa que algunas


teorías psicológicas consideran la existencia de un “sistema atencional”, compuesto a su
vez por un conjunto de subsistemas, cada uno de los cuales participa de los diferentes
mecanismos atencionales.

1.2. Tipos de atención

Cuando hablamos de atención podemos estarnos refiriendo a diferentes tareas


cognitivas. Por eso nos referiremos a éstas como diferentes subtipos de atención. De
acuerdo a algunos autores (p.e. Muñoz Céspedes, Tirapu Ustárroz, 2001), se denomina
atención focalizada a la capacidad de dirigir la atención a estímulos específicos. La
atención sostenida es la capacidad de mantener la concentración sobre un objeto o una
actividad durante un tiempo prolongado, resistiendo la fatiga y la distracción de
estímulos perturbadores. La atención selectiva es la capacidad de mantener la atención
focalizada sobre un estímulo eludiendo la influencia de otros estímulos distractores. La
atención alternante es la flexibilidad cognitiva para cambiar el foco de atención entre
distintos estímulos en forma alternante o consecutiva. Finalmente, se llama atención
dividida a la capacidad de responder a varios estímulos simultáneos presentados en la
misma o en distintas modalidades sensoriales.

2
1.3. Subsistemas atencionales

Los estudios neurofisiológicos y las evidencias neuropsicológicas apoyan la


existencia de la atención entendida como un sistema compuesto de múltiples
componentes en los cuales parecen tener un papel crucial diferentes estructuras del
sistema nervioso central (SNC). Algunos autores (p.e. Posner & Petersen, 1990),
proponen la idea de considerar al sistema atencional constituido por tres subsistemas o
redes atencionales que funcionan en serie y en paralelo sosteniendo el control de los
diferentes tipos de atención. Las tres redes son: a) el subsistema de alerta; b) el
subsistema de orientación, y c) el subsistema ejecutivo. Aunque estos subsistemas están
especialmente vinculados con los distintos tipos de procesos atencionales, son sin
embargo, interdependientes. Por ejemplo, la actividad del subsistema de alerta es tanto
necesaria para la actividad de los sistemas de orientación como del ejecutivo.

Figura 1. Redes atencionales y estructuras del SNC vinculadas con las redes atencionales. Imagen
extraída de Fuentes Melero, y García Sevilla (2006).

2. El modelo multicomponte de Michael Posner

2.1. Subsistema de alerta

El alerta se define como el estado propio de la vigilia en el cual existe un alto


grado de sensibilidad a la influencia de los estímulos y una elevada disposición para
realizar acciones con velocidad y precisión. El término "arousal" se utiliza

3
habitualmente para hacer referencia a un estado de incremento de la actividad mental
asociado a cambios en la actividad cerebral comprobable, por ejemplo, por
electroencefalografía1.

El estado de alerta puede fluctuar dentro de cierto rango, y de acuerdo a la


duración y magnitud de las variaciones pueden distinguirse el alerta tónico como el
nivel de alerta que se mantiene en forma más o menos estable y el alerta fásico como la
variación transitoria, rápida y breve del estado de alerta. De manera esquemática puede
decirse que el alerta tónico es principalmente "endógeno" (generado por motivaciones o
intereses del individuo), mientras que el alerta fásico es "exógeno" (generado por
estímulos del entorno), aunque ambos componentes del alerta se consideran
interactivos.

Las estructuras del SNC que están principalmente involucradas en la integridad


funcional del subsistema de alerta son la formación reticulada del tronco cerebral la
corteza prefrontal del hemisferio cerebral derecho. Dentro de la formación reticulada,
se destaca la vía noradrenérgica originada en el locus coeruleus. Se ha demostrado que
si se bloquea la acción de la noradrenalina central, se reduce el efecto facilitador que
tienen las señales de aviso sobre la velocidad de respuesta a los estímulos 2. Por otra
parte, la participación de la corteza prefrontal derecha en el estado de alerta ha sido
demostrada, tanto a través de los pacientes con lesiones en esas áreas que evidencian
dificultad para mantener el estado de alerta, como por estudios de medición del flujo
cerebral en tareas que requieren atención sostenida, en los que se verifica mayor flujo
regional. Entre los trastornos de estado de alerta se pueden incluir el "estado
confusional", las "alteraciones de conciencia", y el "síndrome narcoléptico".3
1

El electroencefalograma (EEG) es el registro gráfico de la actividad eléctrica del encéfalo. El trazado


EEG se caracteriza por los ritmos (variaciones periódicas de voltaje), que se denominan delta, theta, alfa,
beta y gama de acuerdo a la frecuencia del ritmo. El ritmo alfa (8 a 13 ciclos por segundo), se presenta
fundamentalmente durante la vigilia en reposo. El ritmo beta (14 a 30 cps), se presenta generalmente
durante la actividad mental ("arousal"). Los ritmos lentos (delta y theta), se presentan normalmente en el
adulto en determinadas etapas del sueño.

2
La red de alerta está sujeta a los ritmos circadianos (ritmos de alrededor de 24 horas) por lo que las
personas están normalmente más atentas en ciertos momentos del día y menos en otros. Hay además
diferencias individuales respecto a la influencia de los ritmos circadianos, por lo que algunos individuos
parecen estar más activos y atentos durante la mañana (alondras) y otros más durante la noche (búhos).

3
La atención sostenida o "vigilancia" es el tipo de fenómeno atencional dependiente del subsistema de
alerta. Entre los instrumentos de evaluación de este estado se puede mencionar el "Continuos Perfomance
Test" (CPT), que mide el mantenimiento de la capacidad responder ante la aparición de estímulos en un
contexto de ausencia de refuerzos.

4
2.2. Subsistema de orientación

La orientación se define como la capacidad de los sistemas sensoperceptivos de


enfocar un área determinada del campo sensorial, para detectar y discriminar estímulos
particulares. La orientación no implica solamente el enfoque hacia el sector del espacio
extrapersonal, sino que requiere el desenganche de la atención del enfoque previo. La
orientación atencional visual se acompaña generalmente de movimientos oculares, sin
embargo también es posible realizar una orientación encubierta sin movimientos de los
ojos, tal es el caso cuando se focaliza la observación de una escena "con el rabillo del
ojo". Por otro lado, la orientación no es sólo un mecanismo reflejo o automático (reflejo
de orientación), sino que también puede ser dirigida en forma voluntaria4.

Las estructuras del SNC que están principalmente involucradas en la integridad


funcional del subsistema de orientación son: a nivel cortical la corteza parietal posterior
y la corteza prefrontal especialmente del hemisferio derecho, a nivel subcortical el
núcleo pulvinar del tálamo y a nivel del tronco cerebral los colículos superiores5.

Investigaciones en individuos sanos durante tareas atencionales por medio de la


técnica TEP mostraron que cuando la atención se desplaza al hemicampo visual
izquierdo se activa solo la corteza parietal posterior derecha. Cuando la atención se
desplaza al hemicampo visual derecho se activan las cortezas parietales en forma
bilateral. Se presume que la corteza parietal izquierda permite el desenganche atencional
de objetivos ubicados sólo en el hemicampo visual derecho, mientras que la corteza
parietal derecha permitiría el desenganche de ambos hemicampos visuales, derecho e
izquierdo.

4
El reflejo de orientación se presenta en animales y humanos. Consiste en una respuesta conductual y
fisiológica (cambios viscerales y electroencefalográficos) ante estímulos novedosos que se presentan en el
entorno del individuo. Constituye un cambio fásico del estado de alerta y el desplazamiento de los
sistemas sensoperceptivos hacia la fuente del estímulo novedoso. Los tubérculos cuadrigéminos
(colículos) del mesencéfalo son estructuras del SNC que reciben información visual y auditiva,
participando de manera destacada en los mecanismos del reflejo de orientación. En los seres humanos, los
colículos superiores se conectan con el núcleo pulvinar del tálamo y éste con la corteza parietal posterior,
integrando el "subsistema atencional posterior".

5
Investigaciones en individuos sanos utilizando la técnica TEP mientras los sujetos debían responder ante
la presentación de estímulos especiales (letra objetivo “X”), en el campo visual izquierdo o derecho,
mostraron que el núcleo pulvinar se activó en mayor grado cuando la letra objetivo se presentaba junto
con estímulos distractores (letras G y Q), que cuando se presentaba en forma aislada. Estos resultados
sugieren que el núcleo pulvinar participa de los mecanismos por los cuales los estímulos relevantes son
"amplificados" y los estímulos irrelevantes son "filtrados".

5
Pacientes con lesión en la corteza cerebral fronto-parietal derecha pueden
desarrollar un cuadro denominado heminegligencia caracterizado por la incapacidad o
dificultad para explorar la mitad del campo visual contrario a la lesión. Esto los lleva,
por ejemplo, a dejar la comida que está en la parte izquierda del plato o a tropezar con
objetos ubicados en el espacio extrapersonal inatendido. La inatención de la
heminegligencia no se reduce a la modalidad sensorial visual, sino que se verifica
también en la inatención a estímulos auditivos y somatosensoriales (en ocasiones los
pacientes con heminegligencia asean sólo la mitad de su cuerpo)6.

Pacientes con lesión en las áreas de la corteza de asociación temporo-parietal


pueden presentar el trastorno denominado simultagnosia, que se caracteriza por la una
normal identificación de figuras en un mismo campo visual cuando se presentan en
forma sucesiva, pero la incapacidad de hacerlo cuando las figuras se presentan en forma
conjunta o superpuesta. En este caso el desorden no depende del lado del espacio
extrapersonal del paciente sino de la incapacidad para integrar estímulos presentados en
el mismo lado del espacio.

2.3. Subsistema ejecutivo

Se define como control ejecutivo a un conjunto de procesos que se manifiestan


1) cuando se intenta realizar una conducta dirigida a un fin, que requiere planificación y
organización de la actividad, 2) durante actividades no rutinarias en situaciones
novedosas, 3) ante demandas cambiantes o ante la necesidad de resolución de
conflictos.

Este componente del modelo hace referencia a los procesos que permiten el
control voluntario de la atención, la utilización de la atención ante situaciones
novedosas, la flexibilidad de cambio de objetivo atencional, la autorregulación del
comportamiento, y al mantenimiento de un objetivo o meta pese a las interferencias.
6
En pacientes que presentan síndrome de heminegligencia leve, asociado a lesión de la corteza
frontal o parietal posterior, se puede comprobar el signo de extinción: Al presentar en forma sucesiva dos
estímulos en los campos visuales izquierdo y derecho, los pacientes son capaces de identificarlos, pero
cuando se presentan en forma simultánea, estas personas, frecuentemente, no son capaces de identificar el
estímulo presentado en el lado contralateral a la lesión (generalmente en el hemisferio derecho). Se
interpreta que el fenómeno de extinción resulta de la incapacidad del paciente de desplazar el foco de
atención hacia el espacio contralateral cuando éste está centrado en el hemicampo ipsilateral. El
fenómeno de extinción es independiente de la modalidad sensorial, ya que puede comprobarse en la
identificación de objetos por el tacto.
6
Las estructuras del SNC que están principalmente involucradas en la integridad
funcional del subsistema de control ejecutivo son la corteza prefrontal (que incluye el
área motora suplementaria y el campo ocular frontal), la corteza cingular anterior,
estructuras subcorticales (ganglios de la base como el neoestriado, etc.). Tanto la
corteza frontal como la corteza cingular anterior que reciben proyecciones
dopaminérgicas provenientes del área tegmental central en el tronco cerebral.

2.3.1. El componente ejecutivo atencional y la memoria de trabajo

La memoria de trabajo utiliza este componente ejecutivo atencional para


acceder, seleccionar y manipular información. Wagner, et al., (2001) demuestra que la
corteza prefrontal lateral permite operaciones de repaso (rehearsal) sobre la información
que se atiende. A su vez, en la activación de la corteza prefrontal lateral pueden
observarse dos subcomponentes:

1) El componente de la corteza prefrontal ventrolateral es la que permitiría


acceder a representaciones procedentes del cortex posterior y mantenerlas activas
(generando un repaso superficial).

2) Luego, esa información que se sostiene puede ser seleccionada y manipulada


a través de la corteza prefrontal dorsolateral (esto permite un repaso elaborado). Ver
figura 2.

7
DORSOLATERAL

VENTROLATERAL

Figura 2. Áreas anatómicas implicadas en el componente ejecutivo de la memoria de trabajo.

2.3.2. El sistema ejecutivo y la inhibición de interferencias.

Bush, Luu, y Posner (2000) ponen de manifiesto que la corteza cingulada


cumple funciones de supervisión del conflicto entre respuestas automáticas y acciones
nuevas. También esta función tiene dos subcomponentes, que pueden localizarse
neuroanatomicamente:

1) La corteza cingulada anterior dorsal resuelve interferencias de tipo cognitivo.


Por ejemplo inhibir la actividad automática de leer palabras que denominan colores,
cuando la actividad que debe realizarse es decir el color de la tinta en que se encuentran
impresas dichas palabras. Este tipo de tarea ocasiona cierta dificultad haciendo que el
individuo tarde más tiempo en poder realizarla, que si solo tuviera que denominar los
colores o solo tuviera que leer. También es más difícil está tarea de denominar el color
de la tinta de palabras escritas de colores, que denominar el color de la tinta si lo que
estuviera escrito fueran solo no-palabras (por ejemplo conjuntos de XXXX). La demora
se produce porque el individuo debe inhibir la tarea automática de leer y tiene que
realizar, a velocidad, una tarea con la que no está familiarizado. La capacidad de control

8
inhibitorio atencional provoca diferencias individuales, algunas personas harán más
rápido y otras más lento este ejercicio. Esta demora se la llama efecto stroop (por el
psicólogo Stroop que desarrollo el test) y podemos tener una medida objetivable de que
capacidad de control inhibitorio atencional tiene un individuo. Cuanto menos tarda en
realizar la tarea de Stroop, mejor es este control voluntario sobre las respuestas
automáticas.

2) Por otra parte la corteza cingulada anterior ventral supervisa también el


conflicto, pero en este caso de tipo emocional. Por ejemplo al realizar el control
atencional sobre imágenes y palabras con carga emocional el individuo debe controlar
las interferencias de tipo afectivo. Así como se desarrollo una tarea Stroop cognitivo
hay otras tareas Stroop pero de tipo emocional. Por ejemplo imagine que tiene que
denominar los colores en las que están impresas palabras de las cuales muchas tienen
significados que provocan una alta carga emocional para determinadas personas. Así,
una persona con fobia social que debe denominar colores de palabras que dicen cosas
como “humillación”, “vergüenza”, “burla”, etc., tendrá posiblemente efectos
emocionales a partir de la lectura automática de estas palabras. Este tipo de contenidos
ocasiona un conflicto de tipo emocional donde el subsistema ejecutivo atencional debe
supervisarlo e inhibir dichas interferencias para poder continuar realizando la tarea de
denominación de colores.

Bush, et al., (2000) muestran que la corteza cingulada anterior ventral se activa
para inhibir este tipo de conflictos. También los mismos autores mostraron que las dos
áreas (dorsal y ventral) se inhiben mutuamente dependiendo de la calidad de la tarea que
deba realizar el individuo (sea esta emocional o cognitiva).

9
Región cognitiva

Región emocional

Figura 3. División anatómica cognitiva y afectiva para el control de las interferencias. Imagen extraída del
artículo Bush, Luu, y Posner (2000).

2.3.3. Alteraciones de la red ejecutiva

En la clínica neuropsicológica son centrales las alteraciones de la red ejecutiva


en los “síndromes frontales” y en el “déficit de atención”, para poder explicar muchos
aspectos de su sintomatología.

El “síndrome frontal” se presenta en pacientes con lesiones frontales extensas.


Los trastornos atencionales del síndrome frontal incluyen dificultad en el sostenimiento
de la concentración, pérdida de la selectividad, distractibilidad e incapacidad para
realizar conductas dirigidas hacia metas, en tanto que no pueden inhibir respuestas a
estímulos irrelevantes.

El trastorno por “déficit de atención” (con o sin hiperactividad), está relacionado


con alteraciones de los sistemas de neurotransmisores moduladores que proyectan sobre
la corteza prefrontal. Estos pacientes tienen dificultades para inhibir la interferencia de
estímulos distractores lo que no les permite concentrarse en una tarea determinada. Esta
dificultad se asocia frecuentemente con problemas de planificación y organización de
sus actividades en que incurren estos pacientes. Las limitaciones que exhiben en el
ámbito académico resultan de la inconstancia y el mayor esfuerzo cognitivo requerido
para alcanzar logros.

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3. Conclusiones

La atención es un proceso psicológico que modula redes neurales del cerebro,


organizando y seleccionando información tanto del medio exterior como de nuestros
pensamientos y sensaciones internas. Es el principal modulador de otros sistemas como
la percepción, la memoria, el lenguaje, etc. Sin atención es prácticamente imposible
organizar la conducta.

Las redes que constituyen la atención están distribuidas ampliamente en el


encéfalo. Sin embargo esto no implica que el cerebro funcione como un todo para
sostener la función atencional. Por el contrario cada nodo de la red procesa diferentes
aspectos de la tarea y la red neural entera genera la función completa. Las redes
atencionales controlan el procesamiento de la información interactuando y cooperando
entre sí.

Los tres subsistemas propuestos por Posner, aunque han sido descriptos por
separado por una cuestión didáctica, funcionan en permanente interacción. Tal
coordinación de los subcomponentes del sistema permite que la atención emerja en
apariencia como un “fenómeno unitario”. Cada uno de los distintos aspectos de la
atención puede requerir de la actividad de más de un subsistema atencional. En
ocasiones los componentes de un subsistema antencional pueden dañarse de manera
independiente, alterando algunos aspectos de la atención, no obstante la indemnidad
funcional de los otros subsistemas pueden intentar compensar el déficit ocurrido.

Muchos trastornos neurológicos, neuropsicológicos y psicopatológicos tienen


como característica alguna alteración de este sistema complejo. Con su conocimiento
tenemos más chánces para obtener un mayor entendimiento de los mismos, y desarrollar
técnicas terapéuticas para su abordaje.

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4. Referencias bibliográficas

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