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Introducción: ¿Por qué fue en una cruz? Es lo que me preguntaba tratando de encontrar una razón al por
que Jesús tuvo que morir en una cruz y no de otra forma.
Alguna vez leía una explicación que me llamo mucho la atención, no sé si teológicamente sea la correcta, pero
es la que me impacto y fue revelador a mi vida. Este escrito decía que Jesús murió por amor, y la manera de
demostrarlo en su muerte era a través de una cruz, morir con los brazos abiertos expresando amor en sentido
vertical (a Dios) y expresar amor en sentido horizontal (a las personas).
Esta explicación demuestra la esencia de la palabra de Dios, el amor. Alguien le pregunto a Jesús en que
mandamiento se puede resumir toda la ley de Dios y esto fue lo que respondió.
Mateo 22:34-40 (NVI)
34
Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos. 35 Uno de ellos, experto en la ley,
le tendió una trampa con esta pregunta: 36 ―Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
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―“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” [c] —le respondió Jesús—.
38
Este es el primero y el más importante de los mandamientos. 39 El segundo se parece a este: “Ama a tu
prójimo como a ti mismo”.[d] 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.
El amor termina siendo lo esencial de los mandamientos de Dios, en amor en lo vertical (a Dios) y en lo
horizontal (a las personas). Esta es la esencia y si usted quiere cumplir la ley de Dios, la palabra de Dios,
entonces debe amar en los dos sentidos, vertical y horizontal.
Romanos 13:8-10 (NVI)
8
No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo
ha cumplido la ley. 9 Porque los mandamientos que dicen: «No cometas adulterio», «No mates», «No robes»,
«No codicies»,[a] y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu prójimo como a ti
mismo».[b] 10 El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley.
I. Mi relación con el prójimo tiene que ver con mi relación con Dios.
A Jesús le preguntaron por el mandamiento más importante, pero Jesús término hablando de los dos
mandamientos, amor a Dios y amor al prójimo, esto quiere decir que los dos están estrictamente
relacionados. Que su amor con Dios está relacionado con el amor a que tienes para con los demás.
1 Juan 4:7-8 (NVI)
7
Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha
nacido de él y lo conoce. 8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Aquí en este texto no hay ambigüedades, juan es claro en decir que quien no ama no conoce de Dios.
Tu relación con Dios se demuestra en cuanto amas a los demás. Tu relación con Dios no se demuestra en
cuanto lo publicas, o en cuanto vengas a la iglesia, o en cuantos capítulos lees. Si quieres demostrar que amas
a Dios entonces tienes que empezar amar a los demás.
No puedes decir que conoces de Dios si estas odiando o no estas amando a alguien. Tiene que haber una
relación entre tu amor a Dios y tu amor a los demás.
1 juan 2:7-11 (NVI)
7
Queridos hermanos, lo que les escribo no es un mandamiento nuevo, sino uno antiguo que han tenido desde
el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron. 8 Por otra parte, lo que les escribo es un
mandamiento nuevo, cuya verdad se manifiesta tanto en la vida de Cristo como en la de ustedes, porque la
oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera. 9 El que afirma que está en la luz, pero odia a su
hermano, todavía está en la oscuridad. 10 El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su
vida[c] que lo haga tropezar. 11 Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a
dónde va porque la oscuridad no lo deja ver.
Demuestra que el odiar a alguien nos lleva a vivir en la oscuridad, no se puede ver, por ende no sabe dónde va,
el odio se convierte en una atadura en la persona y le es difícil ver y andar. Toda su vida es oscuridad.
1 juan 4:20-21 (NVI)
20
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su
hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. 21 Y él nos ha dado este mandamiento:
el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Este pasaje demuestra la contundencia para aquellos que dicen amar a Dios y odian a alguien, sencillamente la
biblia los llama mentirosos. Porque no puede decir que amas a quien no ves, pero odias a quien si ves.
Si o si, hay una estricta relación entre mi amor con el prójimo y mi amor a Dios, La mejor manera de demostrar
nuestro amar a Dios es amando a nuestro prójimo. Por eso creo que es un amor en Cruz.
Jesús fue claro en mencionar que el perdón de Dios para con nosotros dependía de cuanto estamos dispuesto
a perdonar, en la misma medida que perdones, en esa misma medida Dios también te perdonara.
Es muy probable que nuestra relación con Dios no haya mejorado, porque primero no ha mejorado nuestra
relación con el prójimo.
Mientras el corazón de alguien este ofendido a causa suya, Dios también estará ofendido, a tal punto que no
te perdonará.
Si tu pareja esta ofendida por lo que has hecho o has dicho, de igual manera lo estará Dios. Si tus hijos están
ofendidos contigo por lo que hiciste o dejaste de hacer, también lo estará el corazón de Dios, si algún familiar
esta ofendido o “peleado” contigo también lo estará Dios, si alguno de tus amigos está dolido por tus actos o
tus ofensas, de igual manera lo está Dios, y si fuera poco, Dios también esta ofendido si tu enemigo lo está.
Ya que en este pasaje Jesús no discrimina a quien se debe o no perdonar, es claro que el perdón debe ser para
TODOS, independientemente de los hechos, el perdón debe estar siempre en nosotros, de lo contrario Dios no
estará dispuesto a hacerlo.
1 juan 3:14-15 (NVI)
14
Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que
no ama permanece en la muerte. 15 Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en
ningún asesino permanece la vida eterna
Si por no perdonar, Dios tampoco nos perdona, este pasaje nos es más contundente al decirnos que al no
amar demuestra que no hemos nacido de nuevo, que no hay vida en nosotros, pero también es claro en
mencionar que prácticamente nuestra eternidad está en juego, porque nos convertimos en asesinos al odiar a
alguien y el ser un asesino no tiene vida eterna.
En otras palabra estas matando cuando odias a otra persona, o eres alguien que produce vida en otros, o eres
alguien que mata al no amar. Pero se condena a sí mismo.