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Facultad de Derecho
DERECHO CONSTITUCIONAL
GENERAL Y COMPARADO
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I
NOTAS
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO II
El presidente
El "Poder" Judicial
El Parlamento
El Gobierno
La Corona
Los Tribunales
El Gobierno
El Parlamento
El estado de "derecho" en Alemania Federal
El Gobierno Federal
El Presidente Federal
El Tribunal Constitucional
La Corona
El Parlamento.
El Gobierno
El Gobierno
El Emperador
El Tribunal Supremo
NOTAS
CAPÍTULO III 20
El constitucionalismo latinoamericano
El régimen político y el presidencialismo en México
El Presidente
El Congreso
El Presidente
El Poder Judicial
NOTAS
CAPITULO IV
El constitucionalismo SOCIALISTA
NOTAS
BIBLIOGRAFÍA
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Si a alguien tengo que agradecer que después de años de trabajar en el tema del
Derecho Constitucional comparado me decidiera a sistematizar algunos de los
conocimientos adquiridos y recogerlos en los capítulos que ahora tiene en sus manos el
lector, es a mis alumnos y a los compañeros del colectivo de la asignatura de Derecho
Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, quienes han
insistido reiteradamente en que acometiera esta tarea.
Así las cosas y a partir de loa apuntes del mencionado postgrado y otros materiales que
con anterioridad utilicé, comencé la labor de sintetizar en algunas cuartillas los
problemas del sistema de organización política de algunos estados capitalistas a los
que agregué dos países de América Latina, así como un capítulo dedicado a loa
principios del Derecho Constitucional Socialista.
Era evidente que un libro de esta naturaleza necesitaba un capitulo inicial dedicado a
las cuestiones generales del Derecho Constitucional, rama del derecho que constituye
el fundamento jurídico de toda la organización estatal contemporánea, lo que
condicionó, que a partir de trabajos publicados con anterioridad, preparase el capitulo I
de esta obra.
Así las cosas y contando con la paciencia y cariño de mi compañera, Norma Montalván,
quien ha padecido este libro, pues a él tuvo que consagrar las numerosas noches libres
y domingos que dediqué a trabajar en él, así como sacrificar parte de las vacaciones,
he logrado concluir un estudio de los sistemas políticos de varios estados a partir de
sus constituciones ficticias y reales.
No creo que el resultado satisfaga plenamente las inquietudes de los que durante todos
estos años me han apremiado para que llevara al papel estas cuestiones. Sin embargo,
el obvian el criterio de que el camino del infierno está empedrado de buenas
intenciones, sabrán a partir de mis buenas intenciones, disculparme por les omisiones y
los problemas que les produzcan insatisfacción.
El lector encontrará en primer lugar, que en el estudio de los diversos sistemas políticos
no abordo uno de los elementos fundamentales de éstos, los partidos políticos, que
ejercen una considerable influencia sobre la formación de la política nacional y el
funcionamiento de todo el mecanismo estatal y que con frecuencia formen parte
integrante de ese mecanismo. En las condiciones del régimen político democrático
burgués no es posible ejercer el poder estatal sin los partidos políticos, mientras que es
inconcebible el régimen socialista sin el papel rector del partido marxista leninista.
Sin embargo, no incluí en los casos en que describí y analicé el sistema político de
diversos estados, a estos partidos porque me conducirla a un voluminoso trabajo que
iría más allá de mi propósito inicial, precisar algunos de los componentes básicos,
fundamentalmente los refrendados en la Constitución, del sistema político de los
estados estudiados.
Por otra parte, la inclusión de los partidos políticos no responderla exactamente al titulo
del libro, Derecho Constitucional General y Comparado, pasando por encime del sutil
limite entre la ciencia política y esta rama de derecho que por su carácter
eminentemente político algunos han denominado Derecho Político.
Si esta obra, fruto de numerosas noches de vigilia y del uso de mi escaso tiempo libre,
sirve al menos como punto de partida para que otros continúen el estudio del Derecho
Constitucional Comparado en nuestro país, me sentiré retribuido con creces.
CAPÍTULO I
Al afirmar que el Derecho Constitucional es una rama del derecho, no estamos diciendo
nada nuevo. Sin embargo, esta aseveración que constituye un criterio generalmente
compartido, necesita ser fundamentada.
Cada rama es una subdivisión independiente dentro del sistema jurídico e incluye
normas organizadas en instituciones jurídicas, reguladoras, mediante un método
especifico, de relaciones sociales cualitativamente homogéneas en una determinada
esfera de la vida social. Es decir, dentro del Derecho se diferencian grupos de normas
que se refieren a sectores específicos de la vida social y se basan en principios
comunes que le dan unidad y coherencia interna y los distinguen de otros grupos de
normas jurídicas, por lo que se consideran ramas autónomas.
Por supuesto que esta autonomía de una rama del Derecho y de su correspondiente
ciencia, es relativa, pues el objeto del derecho es uniforme, lo constituyen las relaciones
sociales, y si determinados sectores tienen particularidades, no puede olvidarse que el
derecho es un sistema único.
El Derecho Constitucional responde a estos requisitos para ser una rama autónoma,
pues está integrado por un grupo de normas que regulan, mediante un método
concreto, una esfera de la vida social, aquella vinculada con las bases del régimen
económico social, el sistema político y el ejercicio del poder.
Podríamos definir al Derecho Constitucional como la rama del derecho que agrupa a las
normas jurídicas que refrendan las bases de la estructura de la sociedad y el estado,
los principios de organización, sus objetivos, las tareas básicas del estado y las
direcciones de su política, los principios de las relaciones entre el individuo y el estado,
el mecanismo de ejercicio del poder estatal y la dirección de los asuntos del estado y de
toda la sociedad.
De esta forma, la especificidad de las relaciones sociales que constituyen el objeto del
Derecho Constitucional condiciona el importante papel que le corresponde. Esto se
expresa en que sus normas forman las instituciones más importantes del derecho, las
que, en última instancia, son determinantes para que las demás ramas del derecho
puedan regular otras relaciones sociales.
El contenido y la naturaleza de todas las otras instituciones jurídicas son determinados
por el régimen social y por las normas del Derecho Constitucional que refrendan ese
régimen.
Por otra parte, el argumento de que al utilizar la expresión constitucional se, oculta la
existencia de otras fuentes de esta rama a la par de la Constitución, carece de
fundamento, pues aunque otras disposiciones normativas pueden ser y son fuentes del
Derecho Constitucional, la Constitución ea la principal y de ella se derivan las demás.
Así, por ejemplo, las leyes electorales, importante fuente del Derecho Constitucional,
desarrollan y precisan los principios del sistema electoral, el ejercicio del derecho
electoral activo y pasivo, etc., cuyas bases están recogidas en la Constitución, por lo
que al denominar a la rama del Derecho con su nombre tradicional no se oculta ni
mucho menos, la existencia de otras fuentes y normas, a la par que la Constitución.
En la Constitución, la clase que tiene el poder político plasma sus conquistas, los
resultados de la lucha contra su enemigo de clase, así como las concesiones obligadas,
es decir, refrenda el régimen de relaciones económicas y políticas que aseguran sus
intereses, establece la organización de su poder; las formas del Estado, la forma de
dirección, las bases del régimen político, los principios de organización del estado, el
sistema de órganos de poder, su estructura territorial, el mecanismo de ejercicio del
poder. Precisamente por eso, la Constitución es la Ley fundamental del Estado y acorde
con ello se le ha denominado Ley de Leyes, Ley Suprema, Carta Magna, Ley
Fundamental, Ley Orgánica Principal, Código de organización estatal, etc.
En el siglo XVIII, Thomas Paine indicó que "una Constitución no es algo, solamente, de
nombre, sino de hecho. No es un ideal, sino una realidad. Y si no se produce en forma
visible no es nada" 4.
De todo esto se evidencia que la Constitución es un hecho jurídico y como instrumento
jurídico es la forma y fuente principal de expresión del Derecho del Estado. El estado
crea todas las normas basándose en la Constitución, pues ésta es el presupuesto
inviolable de la legitimidad de las demás leyes.
Es por tanto una categoría clasista que expresa los intereses de la clase dominante y
su esencia reside en que refleja la real correlación de fuerzas de clase existente en el
momento en que es dictada, Por supuesto, que esta correlación no es sólo expresada
por la Constitución, sino por todo el conjunto de disposiciones o normas que reflejan la
lucha de clases en el momento dado.
"¿Qué es une Constitución? Una hoja de papel, en la que están escritos los derechos
del pueblo. ¿fin qué consiste la garantía del efectivo reconocimiento de esos derechos?
En la fuerza de las clases del pueblo que tienen conciencia de esos derechos y
supieron conquistarlos" 5.
Por eso definimos a la Constitución como un fenómeno social objetivo que consolida la
base económica del Estado, las formas de propiedad y el sistema de economía, las
formas de gobierno y los principios fundamentales de organización y actividad de los
órganos del Estado, determinando las relaciones entre loa órganos del poder publico y
entre el Estado en conjunto y sus partes y los deberes y derechos fundamentales de los
ciudadanos.
La mayor parte de las definiciones actuales de los ideólogos de la burguesía del término
Constitución, son formales, algunas van de la afirmación de que es un código cuya
función es la organización del Estado, hasta la de que es "el sistema general por el que
la comunidad ha admitido ser gobernada" 6, que es un complejo normativo en el que de
manera sistemática se establecen las funciones del estado y se regulan los órganos, el
ámbito de sus competencias y las relaciones entre ellos.
Se atribuye a Aristóteles haber dicho que es la organización del Estado. Pero lo cierto
es que la expresión en su concepción actual de conjunto de normas jurídicas que
refrendan las bases del sistema social y económico y de la organización política de la
sociedad, es utilizada por primera vez por los ideólogos de la burguesía.
Sin embargo, mucho antes que Lasalle, Marx y Engels habían dado los elementos
básicos para el análisis del término e incluso, teóricos no marxistas han intentado dar
interpretaciones económicas del término, como Charles Beard en su "Interpretación
económica de la Constitución de los Estados Unidos", publicada en 19138, donde la
calificó de "documento económico preparado con soberbia habilidad".
Es Marx quien sienta las bases pera el análisis científico del término Constitución. Baste
mencionar el discurso pronunciado durante el proceso entablado contra la Nueva
Gaceta Renana y al esclarecer el problema de la correlación entre la revolución y el
derecho, precisa la cuestión de la relación entre las leyes y las relaciones sociales
reales, las que requieren una regulación jurídica 9.
A partir de los postulados básicos del marxismo -leninismo, la ciencia del Derecho
Constitucional, estudia la esencia de la Constitución, su surgimiento y su papel en la
vida de la sociedad y el Estado.
El papel de la Constitución en la vida de la sociedad es multifacético y sólo puede ser
analizado a le luz de las funciones fundamentales que desempeña. Según un texto de
Derecho Constitucional soviético, publicado en Moscú en 1983, por un colectivo de
autores encabezado por la profesora El. Kozlova, la Constitución tiene tres funciones
fundamentales: política, jurídica e ideológica 10.
Lenin dividió a las Constituciones en ficticias y reales, aseverando que las ficticias son
aquellas en que la Ley y la realidad difieren y reales aquellas en que no difieran 11
Esta misma línea sigue la clasificación de Constitución material, para la que existe de
hecho y formal para el texto jurídico o formalmente vigente.
Otra clasificación habitual en la ciencia jurídica burguesa es la de constituciones
escritas y no escritas, la que se hace a partir sólo de aspectos formales. Así, se
cataloga de constituciones escritas a las normas que rigen un Estado, en su mayor
parte leyes escritas en una Constitución; en algún estatuto parlamentario u otros
documentos legales, y no escritas a aquellas otras normas que siendo sobre todo,
costumbres, convenciones y usos rigen también para el Estado, pero que no han sido
formuladas ni escritas. La ausencia de Constitución escrita da mayor amplitud de
maniobra política a la clase dominante e incluso a la arbitrariedad.
Partiendo de esta última clasificación se dice que la Constitución del Reino Unido es la
única superviviente de las no escritas, sin embargo, también en Inglaterra existen textos
constitucionales escritos como la Magna Carta Libertatum (1215), el Bill of Rights (1689)
o el Bill of Parlament (1911) o el propio Estatuto de Westminster de 1931, por
mencionar sólo algunos.
En sus conocidos Ensayos sobre historia y jurisprudencia, Lord Bryce clasifica a las
constituciones en flexibles y rígidas denominando con el primer término a las que
pueden ser enmendadas sin ningún trámite especial y como rígidas a las que requieren
trámites especiales 12.
Resulta evidente lo formal de esta clasificación, que no dice mucho acerca de las
constituciones. Los términos conducen a error y nos puede llevar a pensar que una
Constitución cuya enmienda dependa de numerosos obstáculos será de más difícil
modificación. Esta diferencia se refiere sólo a determinadas exigencias formales en el
procedimiento legal de enmienda.
Uno de los teóricos del anarquismo, Pierre Joseph Proudhon en su obra Confesiones
de un revolucionario, habla de "dos constituciones de naturaleza absolutamente diversa
y aún incompatible". Una de ellas se la Constitución política y la otra, la social. La
primera, según Proudhoun, es esencialmente "fáctica, restrictiva y transitoria" y la
segunda, "intima a la humanidad, liberal, necesaria y cuyo desarrollo consiste sobre
todo en debilitar y eliminar a la política.
La parte orgánica está dedicada a establecer la organización del Estado, los diferentes
órganos e instituciones que lo integran, el mecanismo de ejercicio del poder político.
Por otra parte, las constituciones del primer Estado socialista; de la RSFSR de 1918, de
la URSS de 1924 y de 1936 carecían de preámbulo, parte que encontramos ahora en la
vigente Constitución de 1977.
Las normas jurídicas que regulan las relaciones sociales objeto del Derecho
Constitucional reciben la denominación de normas jurídico - constitucionales, son parte
del sistema de derecho y poseen los rasgos característicos de las normas de todas las
demás ramas. Igual que cualquier norma jurídica, las de Derecho Constitucional son
dictadas por el estado o sancionadas por éste y gozan de su protección.
Las normas del Derecho Constitucional tienen, peculiaridades que las diferencian de las
de otras ramas. Todas las normas jurídicas regulan relaciones sociales pero su objeto
directo de regulación no es idéntico. Las normas del Derecho Constitucional, en primer
lugar, refrendan las bases del régimen social y estatal y establecen el, mecanismo de
ejercicio del poder por una clase o un grupo social.
Las normas del Derecho Constitucional, como regla, no poseen la estructura tradicional
de tres elementos (tesis, disposición y sanción) característica de la mayoría de las
normas jurídicas. En muchas de ellas no se indica el destinatario, cuales las
condiciones en que son aplicadas y cual es la responsabilidad por su violación. Sin
embargo, esto no reduce la importancia de esas normas como básicos medios jurídicos
de orientación social para establecer modelos de conducta. Por ejemplo, el articulo 4 de
la Constitución cubana define que en la República de Cuba todo el poder pertenece al
pueblo trabajador, que lo ejerce por medio de las Asambleas del Poder Popular y
demás órganos del Estado que de ellas se derivan, o bien directamente y de esta forma
establece el principio del poder del pueblo y el papel y el lugar de las Asambleas del
Poder Popular en el sistema de órganos del estado cubano y, en este sentido, contiene
indicaciones para los ciudadanos, los órganos estatales y las organizaciones en
general.
Las normas del Derecho Constitucional se agrupan en instituciones. Una institución del
Derecho Constitucional es un conjunto de normas de esta rama, regulador de una parte
determinada del sistema de relaciones sociales que forman el objeto del Derecho
Constitucional. Esto nos permite hablar de la institución de la ciudadana, de la
institución de los derechos, deberes y libertades fundamentales del ciudadano, de los
principios de organización y funcionamiento de los órganos estatales, etc.
Todas estas instituciones están orgánicamente vinculadas y sólo integralmente
aseguran la regulación jurídica de las relaciones sociales que constituyen el objeto del
Derecho Constitucional.
Como resultado de la realización de las normas de esta rama, o sea como resultado del
cumplimiento de lo establecido en estas normas por los participantes de las relaciones
sociales, surgen las relaciones jurídico constitucionales.
Si por relación jurídica entendemos una relación social regulada por el derecho, en
otras palabras, una relación entre personas a las que la ley atribuye efectos, la relación
jurídico constitucional será la relación social regulada, protegida o tutelada por el
Derecho Constitucional, la relación social en la que los participantes están vinculados
por derechos y obligaciones establecidas por el Derecho Constitucional.
Las relaciones jurídico constitucionales como un tipo de las relaciones jurídicas poseen
los rasgos que caracterizan a todas las relaciones sociales, son un vinculo jurídico entre
los participantes de las relaciones sociales, cuyo carácter y limites están definidos por
las normas del Derecho Constitucional y son relaciones volitivas porque dependen de la
voluntad y de la conciencia de los hombres y son protegidas por el Estado.
Por supuesto, las relaciones jurídico constitucionales tienen peculiaridades que las
diferencian de otras relaciones jurídicas en lo que concierne a su contenido,
condicionado por el carácter especifico del objeto del Derecho Constitucional, de su
papel en el sistema de relaciones jurídicas, del circulo de sujetos y otros factores.
NOTAS:
1. Basson, Dion y Viljoen, Henning: South African Constitucional Law. Juta & Co., Ltd.
Cape Town Wetton Johannesburg, 1988, página 14.
4. Paine, Thomas. Rights of man. London. Pelican Classics. 1977, página 93.
5. Lenin, V. I.: "Entre dos combates". Obras completas Editorial Progreso. Moscú.
Tomo 12, 1982, página 54.
6. Ver: K.C. Wheare: Las Constituciones modernas. Editorial Labor. Barcelona. 1975.
páginas 7-19.
7. Lasalle, Fernando: ¿Qué es una Constitución? Ediciones Siglo XX. Buenos Aires.
1957, página 15.
8. Ver: McDonald, Forrest: We The people. The University of Chicago Press. 1958,
página 415, .Refiriéndose a la Constitución de los EE.UU., Martí dijo que "estaba
manchada por un vicio original: había transigido con la esclavitud de una raza". Ver:
"Filiación política" en: Obras completas de José Martí, Tomo 10, página 93, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 1975.
9. Ver: Ratner, L. I.: "Carlos Marx, jurista". En el libro Carlos Marx sobre el Estado y el
Derecho. Editorial Literatura Jurídica. Moscú, 1968. Páginas 140-174. (en ruso).
10. Colectivo de autores: Derecho Estatal Soviético. Editorial "Literatura Jurídica,
Moscú, 1983, páginas 41 y 42 (en ruso).
11. Lenin, V. I.: Obras Completas, Tomo.17, Moscú, página 345 (en ruso).
12. Lord Bryce: Studies in history and jurisprudence. Citado por K. C. Wheare: Las
Constituciones modernas. Obra citada, página 21.
13. Proudhon, Pierre J.: "Les confessiona d'un revolutionnaire". Citado por Pedro
Agustín Díaz Arenas en el libro Estado y Tercer Mundo. Editorial Temis. Bogotá, 1980,
páginas 341 y 342.
14. Castro, Fidel: La historia me absolverá. Editorial Política. La Habana, 1964, página
163.
CAPITULO II
En otras palabras, la burguesía presentaba como un orden ideal, aquel en que a través
de un sistema de normas, cuyo centro era la Constitución, se lograba un ejercicio
limitado del poder, que a su vez era controlado mediante la división de ese poder en
tres grandes ramas entregadas a diversos detentadores, el aparato legislativo, el
ejecutivo y el judicial.
Fue Bonaparte quien precisó con mediana claridad esta confusión al decir que "no
hemos llegado todavía a definir concretamente que es lo que se entiende por Poder
Ejecutivo, legislativo y judicial. Montesquieu nos ha dado definiciones falsas; no porque
este hombre ilustre fuera incapaz de dárnoslas exactas, sino porque su obra, como el
mismo manifestó, no ea más que un conjunto de notas entresacadas de sus viajes o de
sus lecturas. Habiendo fijado sus ojos en el Gobierno de Inglaterra, definió en general
los poderes ejecutivo, legislativo y judicial tal como los habla definido el legislador
inglés" 2.
La burguesía en los siglos XVII y XVIII cobra conciencia de su papel como sujeto activo
de las transformaciones sociales y descubre que el mundo no ha sido siempre igual y
que hay una historia de desarrollo progresivo y que tiene fin, que es un orden, el orden
burgués. Por ello, su aspiración de clase se identifica con la razón, porque sus intereses
coinciden con los de la mayor parte de la sociedad y la consecución de sus fines
particulares significa entonces, el establecimiento de la armonía social.
Asimismo, se deriva el criterio de que la libertad sólo puede ser asegurada con la
separación de poderes, tripartición que para Marx no era más que la habitual división
industrial del trabajo, aplicada al mecanismo estatal en forma de simplificación y control.
Sobre esta base se concluía que destruir el despotismo feudal era crear un régimen
basado en el contrato social y establecer el estado de la razón.
No puede abordarse el estudio del Derecho Constitucional burgués sin comenzar por la
Constitución de los Estados Unidos de América y el régimen político que al amparo de
ésta y en ocasiones, al margen y a contrapelo de ésta, se ha desarrollado en el coloso
del Norte. El sistema constitucional británico, resultante de la tradición, la costumbre, la
norme escrita y ante todo, la Revolución burguesa victoriosa, compromiso entre clases,
tampoco puede ser obviado si nuestro propósito es dar una visión de los sistemas
políticos burgueses contemporáneos. Es necesario agregar a ello, el sistema de la V
República en Francia, cuyas peculiaridades y características no permiten clasificar a
ese estado ni como régimen parlamentario ni presidencial clásicos y ha llevado a
algunos especialistas a crear el término "semipresidencial".
Incluimos Alemania Federal y Japón, dos importantes estados del mundo capitalista
contemporáneo. Uno, el primero, con su estructura federal y su régimen parlamentario,
en que la figura central del canciller con sus poderes regulados o no en la Constitución,
le confiere características peculiares y el segundo, gigante asiático prácticamente
desconocido en nuestro pala, en lo que concierne a su estructura y organización
estatales.
Vale la pena reiterar que no nos limitamos al estudio de las constituciones, sino también
a los usos y prácticas constitucionales, que en ocasiones, no sólo completan, sino
también modifican sustancialmente al texto constitucional, creando instituciones no
previstas o dándole un contenido diametralmente opuesto al que el texto, la constitución
formal, les confiere.
En otras palabras, nos guiamos para analizar el régimen político de esos estados, no
sólo por el texto constitucional sino también por la Constitución de facto o factores rea
reales de poder.
Entre las antiguas constituciones de este grupo, se menciona a la del Reino Unido de la
Gran Bretaña e Irlanda del Norte, porque sus normas escritas las constituyen
disposiciones normativas promulgadas algunas de ellas en el pasado lejano como la
Carta Magna de 11 de febrero de 1215, el Bill de derechos de 13 de febrero de 1689, el
Acta de establecimiento (Act of settlement) de 12 de junio de 1701, etc. aunque también
hay otras disposiciones más cercanas en el tiempo, como la Ley de 18 de agosto de
1911, la de 16 de febrero de 1918, sobre representación popular, el Parliament Act de
16 de diciembre de 1949, etc.
De este primer grupo forman parte también, algunas otras adoptadas a principios de
este siglo, como la austríaca de 1920, puesta en vigor nuevamente en 1945 en su
redacción de 1929 y de la que forman parte la Ley Federal sobre neutralidad de 1955 y
la Ley Fundamental del estado de 1867 en lo que concierne a parte de los derechos
fundamentales de los ciudadanos, así como las constituciones de Finlandia, integrada
por varias normas de 1919, 1928 y 1922 y la de Australia (1900) y la de Irlanda de
1937.
Si comparamos desde el punto de vista formal estas "nuevas" constituciones con las
"viejas", veremos como las más recientes se caracterizan por un mayor número de
artículos y una estructura más detallada. Así la Constitución de los Estados Unidos de
1787 tiene sólo siete artículos, mientras que la Constitución francesa de 1958 posee 92,
la italiana mucho más amplia, se divide en 139 artículos, la de la R. F. A tiene 146 y la
del Reino de España posee 169.
Si las constituciones de la primera generación eran parcas en lo que concierne a los
derechos del ciudadano, o como la de los EE.UU. no tenían referencia asestes
derechos introducidos en ella posteriormente mediante las primeras diez enmiendas,
las de la segunda generación, por el periodo y las circunstancias en que han sido
aprobadas dedican a los derechos del ciudadano varios artículos. De esta regla, una
excepción es la Constitución de la V República en Francia con muy breve referencia a
los derechos del hombre.
Las más antiguas constituciones del capitalismo no tienen referencia alguna a los
partidos políticos, a pesar de que éstos son un importantísimo elemento del régimen
político. Un ejemplo de ello son las Constituciones de los EE.UU. y la británica, a pesar
de que el sistema bipartidista desarrollado en ambos estados es parte integrante de
todo el mecanismo constitucional.
Todos estos elementos sirven para configurar lo que se ha dado en llamar régimen
democrático burgués que se caracteriza por el reconocimiento formal del principio de la
tripartición de poderes, el establecimiento en normas constitucionales de los derechos y
libertades democrático burgueses, la existencia de una oposición legal, la proclamación
del imperio y supremacía de la Constitución, etc,
Abordamos algunos de los principales estados capitalistas desarrollados tomando como
base sus constituciones y la práctica, usos y convenciones para analizar su régimen
político, sin entrar en el estudio de loe partidos políticos, a pesar de que éstos son un
elemento importante de ese régimen, y que un rasgo característico del desarrollo del
estado burgués en la etapa actual es que los partidos que sostienen el sistema político
existente ocupan un importante lugar en el sistema de relaciones del estado burgués y
la sociedad. Participantes activos del proceso político, los partidos desempeñan un gran
papel en la formación y el funcionamiento de los órganos estatales, así como en la
elaboración y aprobación de las decisiones del estado y su propia existencia ea una
premisa del régimen democrático burgués. A estos estados, EE.UU., Reino Unido,
Francia, Alemania Federal y Japón, agregué España, no sólo por los tradicionales
vínculos de Cuba con la Madre Patria, de donde arranca parte de la nación cubana,
sino porque la Constitución de la monarquía española es un moderno modelo del
constitucionalismo, desde el ángulo jurídico formal.
Crossman apunta que ese texto constitucional era "una reacción contra le vehemencia
revolucionaria, un esfuerzo, con buen éxito, para poner alto en el progreso hacia el
verdadero gobierno del pueblo y lograr que las instituciones representativas no
amenacen nunca al derecho natural de propiedad" 5.
"La Declaración de Independencia fue la expresión genuina del gran espíritu que
animaba a los héroes y a los predicadores de la libertad, el que batalló en Bunker Hill, el
que triunfó en Yorktown. La Constitución política no fue en cambio sino un pacto; un
pacto con el infierno, habla de llamarla más tarde Wendel Phillips. 6
Siguiendo el texto y uniendo a ello la práctica del ejercicio del poder político, analicemos
el mecanismo de poder del estado en nuestro "buen vecino" del Norte. El articulo I de la
Constitución tiene diez secciones. En ellas encontramos las normas que en conjunto
determinan y caracterizan el status constitucional del órgano legislativo del país, el
Congreso de los EE.UU.
La Cámara de representantes está compuesta por miembros elegidos cada dos años
"por el pueblo" de los diferentes estados y proporcionalmente a su población. Para ser
representante el ciudadano de los EE.UU. debe haber cumplido 25 años de edad y
residir en el estado por el cual será elegido.
Aunque el texto constitucional establece que se elige un representante por cada treinta
mil habitantes, este postulado no tiene vigencia en la actualidad pues el Congreso limitó
el número de representantes a 435. Al mismo tiempo, la Constitución establece que
como mínimo cada estado tendrá un representante.
El Senado está constituido por cien senadores, dos por cada estado, elegidos por los
electores de loe correspondientes estados por un período de seis años. El Senado se
renueva por tercios cada dos años.
Para ser senador, el ciudadano norteamericano debe tener más de treinta años de edad
y residir en el estado que habrá de elegirlo.
El mandato de los representantes dura sólo dos años y el de los cenadores seis, lo que
confiere a estos últimos mucho más tiempo para dedicarse a los problemas generales
de la política, mientras que los representantes apenas elegidos tienen que comenzar a
pensar en la reelección.. La Cámara se renueva por esto cada dos años, mientras que
el Senado lo ea por tercios, lo que le da mayor continuidad.
Los congresistas son los únicos funcionarios federales elegidos directamente por los
electores, pues los votos para el presidente son filtrados a través de colegios de
compromisarios.
El presidente
El llamado sistema presidencialista de gobierno nació en Estados Unidos, por ello este
país es considerado el clásico modelo de este sistema y en él, el Presidente ocupa un
lugar preponderante. Al referirse a esto, el jefe del estado cubano ha indicado que en
Estados Unidos "el presidente tiene un poder mayor, más grande que un emperador
romano
Al hacer esta afirmación, Fidel Castro decía en pocas palabras, lo que politólogos,
especialistas en Derecho Constitucional y políticos al estudiar el carácter de la
presidencia norteamericana consideran una verdad incontrovertible.
En efecto, la amplitud de las funciones del presidente es enorme. Es el jefe del estado,
jefe del poder ejecutivo, jefe supremo del ejército y la armada de los Estados Unidos,
así como de la milicia de los diversos estados, es fuente de sugestiones legislativas,
última fuente de las decisiones ejecutivas, exponente autorizado de la política exterior
de la nación y muchas otras atribuciones que le confieren el texto constitucional
norteamericano y las costumbres y prácticas.
Por supuesto, que ninguna institución política burguesa importante ea lo que la ley se
limita a definir. La presidencia estadounidense como toda institución recoge tradiciones,
convenciones, formas de conducta y otros elementos que influyen poderosamente en
ella.
El presidente ejerce los poderes a su cargo con entera independencia, de acuerdo con
el espíritu de la Constitución. Esta independencia se basa en el principio impuesto por
la práctica y ratificado por el Tribunal Supremo de que corresponde al jefe de estado
interpretar el ejercicio de sus poderes.
Los poderes que competen al presidente como jefe supremo del ejército y de la armada
son también enormes. Más de un centenar de disposiciones aprobadas por el Congreso
en diversos periodos, le confieren poderes especiales extraordinarios, por lo que el
presidente en caso de insurrección o de guerra, se convierte en jefe real del aparato
militar y del esfuerzo bélico del país y en el teatro de operaciones bajo la ley marcial, se
sustituye la autoridad civil de las leyes por la autoridad militar, cuya jefatura ostenta el
presidente.
Durante los cuatro años para los que ha sido elegido el presidente no puede ser
revocado. La Constitución norteamericana solamente prevé la acusación del presidente
en el caso en que cometa un delito o crimen de alta traición (impeachment), mediante
un complejo procedimiento en que la Cámara de Representantes se convierte en
acusador y el Senado en tribunal, procedimiento al que se ha acudido en una sola
oportunidad en el pasado siglo y no resultó por el margen de un voto y que se esgrimió
como una amenaza para hacer renunciar a Richard Nixon.
Aunque está claro cuales son las fuerzas que gobiernan en los Estados Unidos, resulta
tan importante .quién o quiénes las representan desde el cargo de presidente, figura
que además es considerado el jefe de su partido y vocero de toda la nación.
Por eso con toda justeza, Fidel nos decía que "si usted pone un loco en la presidencia
de Estados Unidos, puede incendiar al mundo por los poderes casi omnímodos con que
cuenta. _Y en el caso de un hombre con ese poder, sin ninguna restricción para
determinadas cosas que son fundamentales, su actitud, su pensamiento, su conducta,
influyen considerablemente en la política del pala, digamos en un grado bastante alto,
dentro de determinadas normas, determinadas concepciones, determinados marcos y
determinados intereses" .12
El presidente cuenta entonces con un enorme aparato no elegido por nadie que puede
manejar a su antojo. Resulta además, paradójico que la primera figura del estado
norteamericano sea elegido indirectamente por el sistema del colegio de
compromisarios, lo que posibilita que pueda alcanzar la más alta magistratura quien no
obtenga la mayoría de votos de los ciudadanos, como fue en los casos de Adama, en
1824; Haya en 1870 y Harrison en 1888.
Actualmente, para ganar la presidencia, un candidato debe obtener como mínimo 270
votos en el colegio electoral, ya que el colegio lo componen 538 electores. California
envía 47, Nueva York 36 y Texas 29, por lo que ganando esos trae estados y los nueve
que le siguen en población, se tienen asegurados 279 votos, suficientes para la victoria.
El sistema de las listas de electores de los partidos permite conocer desde el mismo día
de las elecciones (el martes posterior al primer lunes de noviembre de un año bisiesto)
que candidato ha obtenido la victoria, pues en cada estado se vota por la lista
republicana o demócrata y vence la que obtiene la mayoría relativa de los votos del
estado aunque sólo sea la mitad más uno y se lleva a todos los compromisarios.
Más grave ea el hecho que puede ocupar el cargo de presidente alguien que no sea
elegido por nadie. En efecto, la enmienda XXV ratificada en 1967, establece que en
caso de quedar vacante la vicepresidencia, el presidente designará un vicepresidente
que ea aprobado por el Congreso, quien puede acceder a la presidencia de faltar el
presidente, lo que ya ocurrió al suceder Gerald Ford a Richard Nixon, pues el primero
ocupó la vicepresidencia al renunciar a esta Spiro Agnew.
El "Poder" Judicial
El Tribunal, al igual que todos los tribunales, aplica las leyes, pero si su función se
redujese a ello, no tendría en la vida norteamericana la importancia que todos le han
reconocido. Citando al excanciller mejicano Antonio Carrillo Flores digamos con el que
"la Suprema Corte ha podido hacer la ley y también deshacerla sin subordinarse,
cuando ha creído que está mezclada una cuestión constitucional, a la voluntad de los
cuerpos legislativos, tanto federal como locales” 15.
Resulta entonces que los jueces del Tribunal Supremo pueden declarar
anticonstitucional una ley que ellos consideren contraria a su noción de lo razonable,
arrogándose un órgano no elegido, la capacidad de anular los actos de las otras dos
instituciones del poder, elegidas al menos formalmente.
El Tribunal Supremo es una institución que se enfrenta a cuestiones de gran
envergadura de le vida de los Estados Unidos a partir de las convicciones de sus jueces
y no tiene mis limites que éstas, pues no está constreñida de manera formal, ni por la
opinión pública, ni por poder público alguno, ni por las decisiones del cuerpo electoral, a
partir de que los jueces no son elegidos sino designados.
Es claro que no existe en este estado un acto normativo proclamado oficialmente Ley
Fundamental, que el sistema de gobierno no se basa en ningún documento
constitucional único y que la Constitución está compuesta por normas diversas; las
normas del derecho precedente (case law), las del derecho estatutario (normas
escritas) y las costumbres constitucionales, a las que corresponde un importante papel
en el sistema del Derecho Constitucional británico. Cuando la Constitución es así, una
agrupación de normas escritas, convenciones, costumbres, algunas de las cuales no
han sido expresadas explícitamente, existe un gran peligro de que sea violada con
facilidad, pues ella concede a la clase dominante una amplia capacidad para maniobrar.
Por normas del derecho estatutario, son conocidas habitualmente en el Reino Unido,
todas las disposiciones escritas, los actos legislativos aprobados por las cámaras del
Parlamento y firmados por el monarca. Entre las normas del derecho estatutario a las
que se les atribuye carácter constitucional, podemos mencionar el "Bill of rights" de
1689, la Ley de sucesión del trono de 1701, las leyes sobre el parlamento de 1911 y de
1949. Los constitucionalistas británicos agregan a estos documentos la famosa Carta
Magna de 1215, documento de marcado carácter feudal.
Theo Stammen nos dios que el nombre de "gobierno parlamentario de gabinete" podría
expresar el estado de cosas, o sea, que el verdadero poder se ejerce desde el gabinete
que se apoya en el Parlamento o en una mayoría parlamentaria en la Cámara de los
Comunes. Sin embargo, esta expresión tampoco refleja la realidad pues hay que tener
en cuenta en primer lugar, la posición preponderante del Primer Ministro.
Las instituciones políticas características del sistema de gobierno británico tales como el
Parlamento, el sistema bipartidista, oposición legal, gabinete, Premier, es desarrollaron
en el siglo XVIII y tienen su origen básico, aunque lo nieguen muchos británicos, en la
Revolución burguesa inglesa del siglo XVII que culmina con la victoria del Parlamento
sobre la Monarquía.
Sin embargo, esta clasificación es engañosa, pues puede llevarnos a concluir que sólo
el gobierno y el Parlamento tienen importancia política y eficiencia, mientras que a la
corona queda reservado el papel de institución figurativa, lo que algunos han querido
expresar con la frase de que el monarca reina pero no gobierna, cuando la monarquía
en el Reino Unido despliega una considerable y valiosa fuerza de integración política y
desempeña un importante papel en el mecanismo institucional británico y sirve de
instrumento para el dominio de las clases pudientes en la conciencia de, los oprimidos.
El Parlamento
Una peculiaridad que garantiza que sólo puedan ser candidatos los que pertenezcan a
los grandes partidos británicos y que a personas aisladas le resulte muy difícil para no
decir imposible, ser candidato, es que para registrarse como tal es necesario depositar
una fianza de mil libras esterlinas, las que pasan a propiedad del estado si el candidato
no reúne al menos el 5% de los votos del distrito en que se presenta.
El derecho al voto para elegir a los miembros de la Cámara de los Comunes es, según
el derecho consuetudinario inglés, un derecho análogo al de propiedad, o sea, algo
sacrosanto, como sagrada es la institución de la propiedad privada.
Así, el Gobierno determina ampliamente el orden del día de las sesiones parlamentarias
y de esa forma, dirige y controla el trabajo del Parlamento. En lo que concierne a la
legislación, todos los proyectos que se discuten en la Cámara son elaborados y
presentados por el Gobierno. Se alegan para justificar esto, razones técnicas, como que
sólo el Gobierno posee el aparato capaz de calcular y dirigir los efectos de una ley. Sin
embargo, lo indiscutible es que sólo el Gobierno posee en la actualidad, la iniciativa
legislativa, pues la oposición, minoritaria en la Cámara no puede contar con que un
proyecto de ley presentado por ella sea aprobado. Por ello, la Cámara baja es, en gran
medida, un órgano que registra y legaliza la voluntad del Gabinete.
Al aprobarse en 1911 la Ley del Parlamento, la duración de éste se fijó en cinco año,
aunque puede ser disuelto, celebrándose elecciones generales, antes de que expire
ese plazo.
Los títulos de parea seculares son conferidos por el soberano por recomendación del
Primer Ministro, lo que posibilita que tanto la Corona como el Premier puedan influir en
la composición de este órgano. La Cámara de loa loras siempre está representada en el
Gabinete pues de acuerdo can la Ley, dos secretarios de estado deben pertenecer a la
Cámara alta.
Aunque la ley del Parlamento ha reducido el papel de la Cámara de los Lores a un lugar
secundario, pues no puede tocar las medidas financieras y son de esta naturaleza
todas las que el Speaker de los Comunes certifique como tal, esta institución puede
conseguir la demora o la revisión de determinadas normas y por ello frenar la
legislación de un gobierno progresista que tenga mayoría en los Comunes, al menos,
durante un determinado periodo de tiempo.
El Gobierno
Al definir al Gabinete en el Reino Unido, Harold Laski asegura que éste, en esencia, es
una comisión del Partido o coalición de Partidos que cuenta con la mayoría en la
Cámara de los Comunes 21, Pudiera tomaras a primera vista como cierta esta
definición que seria válida si los grandes partidos tradicionales británicos se rigieran por
principios verdaderamente democráticos y no imperara en ellos el criterio de un líder,
que en el caso del Partido que tiene mayoría en los Comunes, es, al mismo tiempo, el
jefe del Gobierno.
El Gabinete, además de ser el instrumento que vincula al ejecutivo con el aparato que
formalmente legisla, sea el cuerpo que dirige a ese órgano legislativo. Confecciona el
programa sobre el cual el Parlamento debe tomar decisiones, dirige todo el aparato
administrativo y elabora los proyectos de leyes.
Un elemento importante a considerar, es que al ser el Jefe del Gobierno, Jefe del
Partido mayoritario le permite imponer su voluntad tanto al Gabinete como al
Parlamento. Esto es lo que ha permitido, como ya se ha dicho, con anterioridad, afirmar
que en el Reino Unido existe un sistema peculiar, el denominado "Gobierno del Primer
Ministro" y que tanto el ejecutivo como el legislativo tienen su asiento en la calle
Downing No. 10, residencia oficial de los Premieres.
El centro del Gabinete británico es el Primer Ministro quien es más que un "primero
entre iguales", desempeña un papel decisivo, tiene una enorme autoridad que se
manifiesta no solo en que escoge libremente a sus ministros con la sola limitaci ón de
que deben ocupar un asiento en las Cámaras, sino también en que ejerce en todas las
partes del Gabinete una considerable influencia.
En teoría la elección del Primer Ministro está en manos del monarca, pero en la
práctica, ;ate no puede designar a otro que no sea el líder del Partido que consiguió la
mayoría en la Cámara baja en las elecciones, por lo que la libertad del rey en esta
esfera es bastante restringida.
De Consejo Privado del Rey, instrumento en manos del monarca, evolucionó hasta la
autonomía y la presidencia de un Premier, surgido de un incidente histórico, cuando los
primeros monarcas de la casa de Hannover, Jorge I y Jorge II, como alemanes, no
entendían ni sabían hablar bien el inglés dejando de tomar parte en las sesiones del
Gabinete, confiando su conducción al primero de los ministros del Rey, titulo que es
inicialmente, casi furtivo e inconstitucional. Recordemos que el titulo oficial del Primer
Ministro es el de Primer Lord del Tesoro.
Como las facultades del Gobierno no están claramente definidas en la ley y se basan
en las costumbres, esto posibilita que este órgano y su jefe, si se trata de una figura
fuerte, actúen de manera independiente e interprete, a su antojo, sus facultades. Esto
permite incluso, que se interprete la costumbre en el sentido de que compete al
Gobierno y no al Parlamento la facultad de declarar la guerra. Así Winston Churchill
afirma que "de acuerdo con la Constitución británica, la Corona declara la guerra con el
consejo de los ministros, y el Parlamento se ve frente al hecho consumado" 22
La Corona
Bagehot coloca a la corona en las "partes dignas" de la Constitución británica. La
Corona es el elemento unificador del estado. Las facultades del gobierno son
prerrogativas de ella, la legislación aprobada por el Parlamento es considerada un acto
de la Corona, el órgano legislativo es la reunión del monarca con sus lores y sus
comunes, los ministros lo son de su majestad y la bandera y el propio himno nacional
están referidos al Rey o la Reina, podemos entonces entender como a esta sacrosanta
institución corresponde en el mecanismo ideológico institucional desempeñar un
importante lugar.
No obstante, la Corona es una institución compleja y difícil de definir, aún para los
propios constitucionalistas británicos, pues si por ésta entendemos al Monarca y al
Gabinete, a partir de que es el conjunto de prerrogativas, derechos y facultades de
gobierno, sus poderes son muy amplios.
Cada acto legislativo, después de aprobado por las Cámaras pasa a la aprobación real,
quien formalmente puede rechazarlo. Sin embargo, la costumbre determina lo contrario
pues el último rechazo real a un acto aprobado por el Parlamento tuvo lugar en 1707.
Lo anterior no significa que sea absolutamente cierta la frase de que el rey reina pero
no gobierna, o que no desempeña ningún papel en el ejercicio del poder estatal,
aunque por si mismo no resuelva ningún asunto del estado, pues puede influir e influye
en la solución de numerosas cuestiones por parte de otros funcionarios del estado
británico y su papel más importante, en la actualidad, es de servir de mito protector al
régimen económico social burgués imperante en el Reino Unido, pues es una institución
con un simbolismo, una importancia política y social y un carácter nacional que ninguna
presidencia difícilmente posea.
Los Tribunales
El más alto tribunal en el Reino es la Cámara de los Lores y la más baja instancia son
como los tribunales feudales.
Los tribunales británicos parten del principio de soberanía del Parlamento, pues ;ate
puede crear nuevo derecho, modificar y derogar el vigente. Así todo el orden jurídico
desde el regido por el "common law" y definido por los tribunales hasta los del orden y
las llamadas libertades individuales dependen del Parlamento y este con la sanción de
la Corona, puede modificarlos.
Los tribunales son una sola jurisdicción y la actuación de los jueces es pública y no
controlada por la Corona.
No existe en el Reino Unido un texto articulado con la enumeración de los derechos del
súbdito de su majestad británica y sus garantías, por lo que ninguno de esos derechos
tiene carácter de fundamental desde el punto de vista jurídico formal, así que en virtud
de las facultades del Parlamento, este puede modificarlos o simplemente derogarlos, lo
que encierra, en última instancia, un peligro para estos derechos.
Los derechos del súbdito británico han sido modelados en gran medida por el juez y ello
ha permitido a Dicey, decir que los limites de la libertad de expresión del pensamiento
son aquellos que doce jurados estiman que está permitido 24.
Existen los derechos en virtud del principio de que ea licito lo que no está prohibido y de
que sólo ea ilegal lo que está definido como tal. Sin embargo, y vale la pena destacarlo,
el derecho de propiedad y su inviolabilidad ea uno de los que se he reflejado con mayor
amplitud en los textos escritos, lo que expresa la esencia clasista de estas instituciones
en el Reino Unido.
Para concluir, seria conveniente citar a Jennings quien nos ha dicho que "la libertad
apenas existe en Inglaterra desde el punto de vista legal y si aún queda un margen de
ella ea porque el Gobierno no usa los instrumentos que posee para reprimirla" 25.
Reflejo de las concepciones del General Charles de Gaulle, quien ha sido denominado
el inspirador del proyecto constitucional, la Constitución de la V República establece un
régimen peculiar que algunos constitucionalistas han. llamado semipresidencial, para
diferenciarlo del clásico sistema presidencialista, el norteamericano.
De Gaulle describe el régimen político en que la figura del presidente sobresale como el
eje central y en el que, según el mismo "la autoridad indivisible del estado es delegada
en su totalidad al presidente por el pueblo que le ha elegido y ninguna autoridad, ya sea
ministerial, civil, militar o judicial, puede ser conferida o mantenida de otra forma que a
través de él. A él corresponde conciliar la acción de los poderes que le son propios con
la de aquellos otros cuyo ejercicio delega" 28.
Desde el punto de vista jurídico formal, la Constitución francesa actual es sólo una ley
constitucional de organización del poder estatal pues carece de lo que los
constitucionalistas burgueses llaman parte dogmática.
Entre sus amplias facultades, el Jefe del estado francés puede someter a referendum
cualquier proyecto de ley que trate de la organización del poder, en realidad de la
modificación de la Constitución. Puede también, previa consulte al Primer Ministro,
disolver la Asamblea Nacional.
Asimismo, firma las ordenanzas y decretos del Consejo de Ministros, nombra a los
funcionarios civiles y militares del Estado, acredita a loa embajadores, es el Jefe de las
Fuerzas Armadas y preside los consejos y juntas. supremas de la Defensa Nacional,
posee el derecho de gracia.
Se ha señalado que el articulo 16 de la Constitución, que otorga al Presidente la
facultad de adoptar medidas extraordinarias o según el texto, "las medidas exigidas por
las circunstancias" cuando las instituciones de la República la independencia de la
Nación, la integridad del territorio o la ejecución de los compromisos internacionales se
vean amenazados de una manera grave e inmediata y se interrumpa el funcionamiento
regular de los poderes, encierra la posibilidad que esta asuma, pretextando esas
circunstancias, todo el poder bajo la denominación de poderes excepcionales, o que en
casos de crisis del poder burgués, el jefe del estado acuda a estas medidas para tratar
de salvar los intereses de clase que el estado representa y defiende. La lectura de ese
articulo confirma esa posibilidad y muestra las amplias facultades del Presidente
francés. Francois Mitterrand afirmó (antes de ser presidente, por supuesto) que el
articulo 16 viola abiertamente las reglas democráticas 30
Para ser elegido presidente es necesaria la mayoría absoluta de los votos emitidos. Si
esta mayoría no se obtiene en el primer escrutinio, se procede a una segunda vuelta 14
días después (el segundo domingo siguiente dice la Constitución), en la que sólo
pueden participar como candidatos los dos que hayan obtenido mayor número de votos
en la primera vuelta.
AL caracterizas el papel del jefe del estado y mucho antes de ocupar la primera
magistratura, Francois Mitterrand afirmó que el Presidente de la V República dispone
del derecho de vida y muerte sobre el futuro de su pueblo 33,
El Gobierno
Uno de los principios en que se basa el orden constitucional vigente en Francia es que
el Gobierno es nombrado libremente por el Presidente de la República y goza de su
confianza. El jefe del Estado nombra al Primer Ministro y a propuesta de éste, a los
demás miembros del Gobierno y pone fin a sus funciones.
De esta forma resulta difícil que el parlamento ejerza efectivo control sobre el Gobierno,
aunque el mecanismo constitucional lo prevea en determinada medida. Se obtiene así
una institución que combina elementos del parlamentarismo clásico y del sistema
presidencialista en que los miembros del Gabinete responden ante el jefe del Estado.
Entre las funciones más importantes del Gobierno podemos mencionar: la iniciativa
legislativa, atribuida de manera concurrente al Primer Ministro, previa deliberación del
Consejo de Ministros y a los miembros del Parlamento. Tienen prioridad los proyectos
de ley presentados por el Gobierno.
El Gobierno posee la facultad de dictar ordenanzas o leyes delegadas, así como la
potestad reglamentaria atribuida en términos muy amplios al Primer Ministro. Esta
facultad ea ilimitada pues el articulo 34 del texto constitucional determina las materias
que son objeto de ley y toda la que no esta; comprendida en esa enumeración tiene
carácter reglamentario.
A estas facultades se agrega que el Consejo de Ministros decreta el estado de sitio por
un periodo de doce días, sólo prorrogable con la autorización del Parlamento.
El Gobierno tiene participación directa en el proceso legislativo. Además de beneficiarse
de prioridad en el orden del día para sus proyectos, puede presentar enmiendas y pedir
que la Asamblea se pronuncie sobre todo o parte del texto en debate, limitándose a las
enmiendas propuestas por el.
El Gobierno puede también pedir con el apoyo del Presidente, una segunda
deliberación de una ley y el Primer Ministro puede apelar al Consejo Constitucional
sobre la constitucionalidad de una ley, lo que unido a la prioridad concedida en el orden
del día, o la posibilidad de comprometer la responsabilidad del Gobierno sobre la
votación de un texto, en cuyo caso este se considera adoptado si una moción de
censura no es depositada en las 24 horas siguientes y a que el Gobierno puede
oponerse a las diversas enmiendas bajo distintos argumentos, configuran la facultad del
Gobierno de intervenir en el proceso legislativo.
El Parlamento
Los diputados de la Asamblea Nacional son elegidos por sufragio directo de los
ciudadanos mayores de 18 años y los integrantes del Senado son elegidos
indirectamente.
La Constitución no ha previsto el régimen electoral pero los diputados a partir de una
ordenanza de 1958 son elegidos por distritos con elección en dos sueltas, en caso de
que en la primera el candidato no alcance la mayoría absoluta, quedando entonces la
mayoría simple para la segunda vuelta.
El Parlamento francés se reúne dos veces al año en periodos ordinarios cuya duración
oscila entre los 80 y los 90 días y puede ser convocado a sesiones extraordinarias a
solicitud del Primer Ministro o de la mayoría de los miembros de la Asamblea Nacional.
Estos periodos extraordinarios san abiertos y clausurados por decreto del Presidente de
la República.
Las sesiones de las cámaras son públicas y sus actas publicadas en el Diario Oficial
aunque pueden celebrar reuniones secretas a solicitud del Primer Ministro o de la
décima parte de sus miembros. La Asamblea Nacional elige su presidente para toda la
legislatura, mientras que el Senado lo hace en cada renovación parcial.
Todas las demás materias poseen un carácter reglamentario, es decir, son objeto de
regulación mediante ordenanzas y decretos adoptados por el Gobierno y escapan de la
acción del Parlamento, lo que limita sustancialmente la competencia del órgano
legislativo.
Las decisiones del Consejo no pueden ser sometidas a recurso alguno y se ocupa
también de velar por la regularidad de la elección presidencial y de los referendos.
El nuevo estado fue creado de acuerdo con las exigencias de los tiempos; "guerra fría",
lucha contra el socialismo, impulso a la integración de Europa occidental.
Sólo después de 1918 se eliminan los obstáculos que durante el siglo anterior se
habían opuesto al desarrollo constitucional democrático burgués y la República de
Weimar, nacida después de esa fecha, tuvo que enfrentar situaciones económicas y
sociales agudas que impidieron, junto a las tradiciones militaristas y las aspiraciones
dictatoriales de los monopolios alemanes, la implantación de una democracia tradicional
burguesa.
El Tercer Reich hitleriano fue el fin del intento de establecer un estado liberal burgués y
condujo a Alemania a la catástrofe nacional.
Aunque todos tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad, esto se limita por
los derechos de otro, el orden constitucional y la ley moral (artículo 2).
Es significativo también que el referido artículo indique que el legislativo está sometido
al ordenamiento constitucional mientras que los otros dos poderes, el ejecutivo y el
judicial se subordinan a "la ley y al derecho".
El Bundestag es elegido por sufragio universal, directo, libre, igual y secreto por los
ciudadanos mayores de 18 años y que vivan en el territorio de la RFA no menos de 3
meses. Pueden ser diputados los mayores de 21 años y que ostenten la ciudadanía
federal alemana por un período de no menos de un año.
Las reuniones de este órgano son públicas, salvo que a petición de una décima parte
de sus miembros o del Gobierno Federal, se celebren sin la presencia del público,
decisión que debe adoptarse por una mayoría de dos tercios.
Las elecciones al Bundestag se realizan de acuerdo con un sistema mixto por el cual la
mitad de los diputados es elegida en las circunscripciones en la que a esos efectos se
dividen los landers y la otra mitad por listados de los partidos presentados a nivel de
provincia. El elector vota al mismo tiempo por un candidato en la circunscripción y por la
lista de uno u otro partido. El Bundestag (Cámara Federal) es elegido por cuatro años y
del mismo forman parte 496 diputados.
Cada una de las cámaras cuenta con diversos comités permanentes. Los del
Bundestag se constituyen de acuerdo al principio de representación proporcional de las
fracciones de los partidos en él representados y los del Consejo Federal según la
representación proporcional de las provincias.
Los proyectos de leyes preparados por el Gobierno Federal son introducidos al Consejo
Federal que está obligado a expresar sus criterios sobre ellos en un plazo de tres
semanas, después de lo cual pasan al Parlamento Federal, independientemente del
criterio que formule el Bundesrat. Loa proyectos presentados por los diputados del
Parlamento Federal también son vistos inicialmente por el Consejo Federal y después
transferidos al Bundestag por el gobierno que los acompaña de sus opiniones.
En la sesión plenaria del Parlamento el proyecto tiene que pasar por tres "lecturas"; en
la primera, el proyecto es discutido en conjunto, en la segunda, por artículos y cada
diputado puede proponer enmiendas y en la tercera, estas enmiendas pueden ser
propuestas por grupos de no menos de 15 diputados y sólo después de las tres lecturas
el proyecto es votado.
El Gobierno Federal
El Gobierno Federal está integrado por el Canciller Federal y los ministros y aunque no
se denomina ni gabinete ni Consejo de ministros, es un órgano colegiado encabezado
por el Canciller.
Los ministros son también designados por el Presidente pero a propuesta del Canciller.
Tiene razón José Pomares Bory cuando nos dice que "un Canciller en la RFA es un
político que disfruta de amplias facultades, que desborda incluso la tradición
parlamentaria de Europa Occidental. Estas facultades pueden ser incluso peligrosas en
determinadas circunstancias (art. 81) ya que puede asumir emergencia legislativa e
imponer su voluntad mediante medidas legales personales"36.
El Presidente Federal
El Jefe del Estado es elegido por un período de cinco años por una Asamblea Federal
Especial en la que participan loa diputados y un numero igual de representantes
designados por escrutinio proporcional por los parlamentos provinciales. Para ser
elegido a la primera magistratura es necesario obtener la mayoría absoluta de los votos
de la Asamblea Federal, pero en la primera o en la segunda vuelta de la votación, pues
ya en la tercera vuelta sólo es necesaria una mayoría relativa.
El Presidente Federal no puede formar parte del Gobierno ni de los cuerpos legislativos
de la Federación y de las provincias, ni ejercer ninguna otra función retribuida, ni oficio
ni profesión.
Este Jefe de Estado elegido indirectamente por un órgano constituido al efecto, posee
también la facultad de disolver al Parlamento Federal aunque a proposición del
Canciller y su existencia y facultades según Biscaretti Di Ruffia se deben a "las Sólidas
tradiciones autoritarias del país"37.
El Tribunal Constitucional
Para las jurisdicciones ordinaria, administrativa, financiera, laboral y social han sido
creados con carácter de Tribunales Supremos (artículo 95 de la Ley Fundamental) un
Tribunal Federal, el Tribunal Administrativo Federal, el Tribunal Federal de Hacienda, el
Tribunal Federal del Trabajo y el Tribunal Social Federal, cuyos jueces son designados
por el ministro federal competente conjuntamente con una comisión de jueces, los
ministros de los landers competentes del sector correspondiente y un número igual de
miembros elegidos por el Parlamento Federal.
Se parte del postulado de que el estado de derecho es aquel que asegura el imperio de
la ley y que ésta, independientemente de los intereses de clase que refleje y defienda,
ea expresión de la voluntad popular.
Antonio Hernández Gil dice que la Ley de Leyes española no se preocupa sólo de
configurar un amplio cuadro de derechos y libertades, sino que ofrece una visión global
de setos, se afirma en un sistema de valores jusnaturalista, consagra el derecho natural
y presenta una clara ruptura con el estricto positivismo formal 40.
La Corona
Monarquía parlamentaria, España tiene como jefe de estado, al Rey, quien además es
símbolo de la unidad y permanencia del estado, arbitra y modera el funcionamiento de
las instituciones estatales y asume la más alta representación en las relaciones
internacionales.
Además, el Rey de España puede utilizar otros títulos que le corresponden como
monarca, tales como los de Maestre de la Orden de Santiago, de Calatrava, Montesa y
Alcantar, así como el de Capitán General de los Ejércitos.
Algo peculiar que diferencia al jefe de estado español de otros y que lo equipara al
británico es que su persona es inviolable y no está sometido a responsabilidad. Rige
entonces para el monarca el mismo principio inglés de que el Rey no puede cometer
errores y sus actos son refrendados por otra instancia que será la que asuma la
responsabilidad.
Como jefe de estado, el Rey español firma las leyes, es decir, las sanciona y promulga,
siendo la firma real el requisito final para su publicación y entrada en vigor junto con el
refrendo del Presidente del Gobierno.
Como jefe de estado expide los plenos poderes de los embajadores españoles y los
representantes diplomáticos extranjeros están acreditados ante él, firma los tratados
internacionales, siempre refrendado por la previa ratificación de las Cortes.
Vale destacar que el monarca, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará
un juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la
Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las
comunidades autónomas 42.
El Parlamento
Los senadores son elegidos por un período de cuatro años al igual que los diputados y
tanto unos como otros gozan de inmunidad e inviolabilidad parlamentaria.
El Senado puede vetar por mayoría absoluta las leyes adoptadas por el Congreso de
Diputados, pero como admiten los propios especialistas españoles, resulta difícil que
este veto se produzca, en primer lugar porque los proyectos de leyes son generalmente
elaborados por el Gobierno que encabeza el dirigente del Partido que tiene mayoría en
las Cortes y lo normal es que ese Partido tenga no sólo la mayoría del Congreso de los
diputados sino también la del Senado.
Por otra parte, el veto del Senado en realidad no es tal, pues no puede impedir la
decisión del Congreso de los Diputados ya que sólo puede retrasarla por dos meses y
pasado ese tiempo, una decisión de los diputados por mayoría simple rompe el veto
senatorial.
El Senado puede introducir enmiendas, las que deben ser debatidas por el pleno del
congreso de los Diputados para aprobarlas o rechazarlas una vez votadas, el texto
resultante es remitido al monarca para su firma y promulgación.
La facultad de legislar que poseen las Cortes Generales puede ser delegada en el
Gobierno, lo que significa que la función legislativa que distingue al Parlamento, puede
ser asumida por el Ejecutivo. A este respecto la Constitución en su artículo 82 establece
que el parlamento puede delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango
de ley sobre determinadas materias que no se refieran a los derechos fundamentales y
las libertades públicas, los estatutos de autonomía, el régimen electoral, etc.
consideradas como leyes orgánicas.
El Gobierno
El Gobierno español está encabezado por el Presidente, quien coordina toda la labor
del gabinete y tiene importantes prerrogativas como son: decidir sobre la disolución de
las cámaras, responder a las mociones de censura, decidir sobre la renuncia del
Gobierno en pleno y otras. Un elemento importante a considerar cuando nos referimos
al Presidente del Gobierno español es que al desempeñar también la actividad de jefe
del partido mayoritario en las Cortes, dirige de manera efectiva no sólo al gabinete sino
al Parlamento, lo que es característico de los sistemas parlamentarios actuales en que
la tendencia dominante es el ejercicio del poder efectivo por el jefe del gobierno,
cuestión que ya vimos en el Reino Unido y también en Alemania Federal y que en esos
estados los politólogos denominan "dictadura del Premier" y "democracia del canciller",
respectivamente.
Además del Presidente, forman parte del Gobierno los vicepresidentes, cuyo número es
variable y atienden distintas áreas o actividades como la defensa, cuestiones sociales,
económicas, etc., y los ministros. A éstos hay que agregar los secretarios de estado
creados en 1977.
La mayor parte de los miembros del Gobierno son parlamentarios aunque no existe
disposición expresa al efecto: Esto refrenda el criterio de algunos especialistas de que
en España no existe un régimen de dominio parlamentarista. Los ministros que no son
parlamentarios pueden asistir a las sesiones.
Por otra parte, la moción de censura que teóricamente pudiera ser un instrumento en
manos del parlamento para controlar al ejecutivo por las características que reúne,
resulta difícil de lograr.
El Presidente del Gobierno puede presentar una cuestión de confianza sobre una
declaración de política general o sobre su programa. La confianza es otorgada por el
Congreso cuando vota a favor de ella la mayoría simple de los diputados, de ser
rechazada, el Gobierno debe dimitir.
El Gobierno que posee amplias facultades, adquiere otras mayores en los casos de
emergencia como son el estado de alarma, el de excepción y el de sitio, que pueden
ser proclamados el primero por quince días por el Gobierno dando cuenta al Congreso
de Diputados, el segundo, mediante Decreto adoptado en Consejo de Ministros previa
autorización del Congreso, y, el tercero sólo por la mayoría absoluta de los diputados a
solicitud del Gobierno.
Este Consejo está integrado por el propio Presidente del Tribunal Supremo, así como
por veinte miembros más, también designados por el Rey por un período de cinco años.
Estos miembros son seleccionados por el jefe de estado a razón de 12 de entre los
juristas de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio de la
profesión.
Ante el Tribunal Constitucional pueden acudir en recurso de amparo todas las personas
naturales y jurídicas que invoquen un interés legítimo, así como el Defensor del Pueblo
y el Ministerio Fiscal.
Este Tribunal Constitucional es una alta institución del Estado español y como dice su
propia Ley Orgánica de 13 de octubre de 1979 es "el intérprete supremo de la
Constitución..." lo que le confiere una categoría especial en el Derecho Constitucional,
colocándolo por encima de todos los demás órganos estatales.
De esta forma, los magistrados de este Tribunal, designados por el Rey por un período
de nueve años, pueden impedir la aplicación de una ley aprobada por las Cortes
Generales al atender un recurso de inconstitucionalidad y declarar la incompatibilidad
de esa ley con la Constitución, mediante sentencia publicada en el Boletín del Estado.
A partir del artículo 6 de la Constitución, relativo a los partidos políticos, al cual nos
referimos con anterioridad, el Tribunal Constitucional podría declarar ilegal a un partido,
de alegarse que éste no es democrático y si la mayoría de los doce miembros de ese
Tribunal llegase a esa conclusión43.
El control constitucional que ejerce este Tribunal es de carácter político, pues es una
actividad estatal que se cumple en ejercicio del poder político. Cuando el Tribunal
ejerce el control se convierte en detentador del poder, superior y por encima de loa
otros órganos. Cabe pues, para el Tribunal Constitucional, aplicar la frase de que un
detentador del poder no elegido, tiene la capacidad de anular los actos de otros
detentadores elegidos y responsables ante los electores.
Para el país del sol naciente, la era del constitucionalismo moderno comienza en 1889,
cuando el emperador Meiji puso en vigor la Constitución de 11 de febrero, que sobre la
base de la Constitución prusiana de 1850, había redactado una comisión especial de
juristas, presidida por el príncipe Ito.
Así la Constitución, que como afirma Biscaretti Di Ruffia permaneció monárquica sólo
porque los norteamericanos temieron que una república surgida bruscamente pudiera
posibilitar la victoria de las izquierdas, privó al Emperador del poder ejecutivo,
reduciendo en gran medida su papel al del monarca británico, refrendó entre los
derechos fundamentales del hombre, declarados indestructibles y eternos, derechos
socioeconómicos como el derecho al trabajo y a la educación, además de los
tradicionales derechos y libertades políticas individuales.
Este elemento, así como la fecha de promulgación coloca a la Constitución del Japón
entre los textos constitucionales de la II Generación.
El papel dirigente en el régimen político japonés que habían tenido las fuerzas armadas
con consecuencias tan graves para la nación, fue eliminado radicalmente, lo que se
reflejó en el artículo 9 de la Ley de Leyes nipona que postula textualmente: "Aspirando
sinceramente a una paz internacional basada en la justicia, el pueblo japonés renuncia
para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza y uso de
la fuerza como medios para solucionar los litigios internacionales. Para alcanzar el
objetivo señalado en el párrafo precedente, nunca más serán mantenidas Fuerzas
Armadas de Tierra, Mar o Aire, así como cualquier otro medio para la guerra. No será
reconocido el derecho del Estado a hacer la guerra".
A esto se agrega que el artículo 66 establece que el gobierno estará compuesto por
civiles.
Estos claros postulados de la Constitución no han impedido que fueran creadas las
denominadas Fuerzas de Autodefensa virtual nuevo ejército a contrapelo de lo
establecido en la Carta Magna.
Los diputados son elegidos por un período de cuatro años por los ciudadanos mayores
de 20 y para poder figurar como candidato es necesario hacer un depósito de un millón
de yenes, que no son devueltos si el candidato no obtiene más de la quinta parte del
número de votos que resulte de la división de la cantidad de votos válidos emitidos en la
circunscripción entre el número de diputados elegidos en esa circunscripción.
Los consejeros son elegidos por prefecturas que envían a esta cámara de dos a ocho
miembros, aunque otro grupo es elegido de listas de los partidos a nivel de todo el país.
Es habitual que la composición partidista de las dos cámaras del parlamento sea similar
lo que hace prácticamente imposible que surjan conflictos entre ellas, pues el partido de
gobierno es el mayoritario en toda la Dieta.
Poseen la iniciativa legislativa el Gobierno y los miembros de las cámaras, pero estos
últimos deben tener, en el caso de los diputados el apoyo de 20 colegas y en el de los
consejeros, el de 10. En realidad, la iniciativa legislativa es monopolizada por el
Gobierno y las reglas de pro cedimiento legislativo reducen aún más las posibilidades
de que miembros aislados del parlamento, así como las pequeñas fracciones puedan
proponer con éxito proyectos de ley.
La composición similar de las dos cámaras hace prácticamente imposible que surjan
grandes diferencias entre ellas al aprobar un proyecto de ley introducido por el
Gobierno. No obstante, en caso de que las decisiones sobre el proyecto adoptadas en
las cámaras sean. diferentes, es sometido nuevamente a discusión en la Cámara de
Diputados y si ésta lo aprueba por una mayoría de dos tercios, se convierte en ley.
Las sesiones de la Dieta comienzan con un discurso del Jefe del Gobierno en el que
puntualiza la política general del gabinete y tras él hacen uso de la palabra el ministro
de asuntos exteriores y el de finanzas.
El Gobierno
Ya hemos apuntado que el artículo 66 de la Constitución establece que sólo pueden ser
ministros personas civiles, excluyendo con esto a los militares de la posibilidad de
acceder a esos cargos y además precisa que la mayoría de los miembros del Gabinete
deben tener escaños en la Dieta.
El Primer Ministro es designado por el Emperador, quien a propuesta del jefe del
Gobierno designa también a los ministros.
Sin embargo, el jefe de estado no puede designar libremente a un premier sino que el
nombramiento debe recaer en la persona que las cámaras reunidas por separado elijan
por mayoría de votos, lo que garantiza que sea jefe del Gobierno el líder del Partido
mayoritario en la Dieta.
En caso de que las cámaras no coincidan en la elección del candidato a Primer Ministro
es convocada una comisión de conciliación integrada por representantes de las dos
instituciones y si esta no puede llegar a acuerdo, es considerada definitiva la decisión
de la Cámara de Diputados. Al Gabinete corresponden las funciones ejecutivas; poner
en ejecución y ejecutar las leyes, dirigir los asuntos del estado, las relaciones
exteriores, la firma de los tratados internacionales, que deben ser aprobados por el
Parlamento antes y después de concertados, la preparación y propuesta a la Dieta del
proyecto de Ley sobre el presupuesto del estado, la adopción de decisiones sobre las
amnistías, etc.
Una importante facultad del Gabinete es la potestad de dictar normas "con el fin de
ejecutar la Constitución y las leyes" la que es utilizada con frecuencia para legislar,
independientemente del Parlamento y posibilita que el ejecutivo tenga amplia capacidad
de actuar.
En la práctica esto, como en todos los gobiernos parlamentarios, resulta casi imposible
pues tanto el Gobierno como la mayoría parlamentaria corresponden a un mismo
partido, sujeto a una disciplina por lo que la política del Gabinete será la misma que la
de la mayoría parlamentaria.
El Emperador
Las facultades del jefe de estado ya no descansan en la concepción de su divinidad y
en la superioridad del pueblo japonés, sino en que es "símbolo del Estado y de la
unidad del pueblo" y en que "su posición deriva de la voluntad del pueblo, del cual parte
toda autoridad estatal"45.
El trono imperial pasa por herencia de padre a hijo y están excluidas de la sucesión de
la corona las mujeres.
Pero el papel fundamental del Emperador es servir como símbolo del Estado y de la
unidad del pueblo para encubrir el carácter de clase del estado. No es casual que los
ocupantes norteamericanos no se decidieran a abolir la monarquía japonesa ante el
temor de que como resultado de las conmociones de la guerra pudiera la república
posibilitar transformaciones de otro tipo. La institución de la monarquía profundamente
arraigada en las tradiciones nacionales, que se coloca por encima de los avatares de la
lucha de clases, cumple un papel ideológico de primer orden.
El Tribunal Supremo
Esta instancia judicial está integrada por 15 jueces, de los cuales al igual que en su
homólogo norteamericano, uno ocupa el cargo de juez principal (Chief Justice).
Este es designado por el Emperador a proposición del Gabinete y los restantes catorce
lo son por el Gobierno.
Cada diez años y junto con las elecciones a la Cámara de los Diputados, se lleva a
cabo una especie de referendo en el que los electores se manifiestan en favor de
excluir del Tribunal a un juez determinado y en caso de que así sea, éste debe
abandonar su cargo. En realidad, esto no sucede y los jueces permanecen en el
Tribunal Supremo y el referendo solo tiene un carácter formal.
Resulta evidente que los redactores del texto constitucional tomaron como modelo el
Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
4. Ver: Mc Donald, Forrest: We The people. The University of Chicago Press 1958.
6. Martí, José: "Filiación política". En: Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales.
Tomo 10, La Habana, 1975.
10. El Congreso, altivo protector de su independencia. "US news and World report", 28
da enero de 1985.
11. Castro, Fidel: Un encuentro con Fidel, Entrevista realizada por Gianni Miná. Oficina
de publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1988.
12. Idem.
14. Hughes, Charles Evans: La Suprema Corte de los Estados Unidos. Fondo de
Cultura Económica, México, 1971.
15. Carrillo Flores, Antonio: Prólogo a la primera edición en español del libro La
Suprema Corte de los Estados Unidos de Charles Evans Hughes. Fondo de Cultura
Económica, México, 1971.
16. Citado por: Carrillo Flores, Antonio: Prólogo a la primera edición en español del libro
la Suprema Corte de los Estados Unidos de Charles Evans Hughes, Fondo de
Cultura Económica, México, 1971.
17. Citado por: Loewenstein, Karl: Teoría de la Constitución Ediciones Ariel, Barcelona,
1962.
19. Laski, Harold: El gobierno parlamentario en Inglaterra. Editorial Abril, Buenos Aires,
1947.
21. Laski, Harold: El gobierno parlamentario en Inglaterra. Editorial Abril. Buenos Aires,
1947.
23. Citado por: Laski, Harold: El gobierno parlamentario en Inglaterra. Editorial Abril,
Buenos Aires, 1947.
24. Citado por: Sánchez Agesta, Luis: Curso de Derecho Constitucional Comparado.
Facultad de Derecho. Universidad de Madrid, 1980.
25. ídem
27. De Gaulle, Charles. Citado por: Pomares Bory, José: Estudios de las Constituciones
de Europa Occidental. Primera Parte: Los cuatro mayores países. Francia.
Eurotemas. N.62, 1980, Centro de Estudios sobre Europa Occidental. La Habana.
28. De Gaulle, Charles. Citado por: Miterrand, Francois: El golpe de estado permanente.
Editorial Cuadernos para el diálogo. Madrid, 1968, página 130.
44. Citado por: Stammen, Theo: Sistemas políticos actuales. Ediciones Guadarrama,
Madrid, 1969.
El Constitucionalismo latinoamericano
Con frecuencia, se afirma que el modelo del gobierno presidencial norteamericano fue
trasladado a Latinoamérica) y que los estados de la región, al conquistar su
independencia en el siglo pasado, tomaron como referencia el modelo norteamericano y
que la Constitución de los Estados Unidos fue el modelo a seguir por los redactores de
los textos constitucionales latinoamericanos.
No puede olvidarse que la Constitución de los EE.UU. era en ese período, o al menos
en los primeros años del siglo pasado, el único modelo de una forma republicana y que
otras constituciones de la época se inspiraron también en el modelo constitucional
estadounidense y hasta llega a afirmarse que la Declaración de los derechos del
hombre y del ciudadano toma como ejemplo la Declaración de Independencia
norteamericana.
El intento de unión, por los factores objetivos y el nivel de desarrollo, fracasó a pesar
del sentimiento de solidaridad que se desarrolló durante las guerras de independencia
en América del Sur.
El estudio del régimen político en dos estados de nuestra América sobre la base de sus
constituciones y la realidad sociopolítica, permitirá mostrar al lector interesado las
diferencias a las que hemos hecho referencia en estas páginas.
Cuba socialista, país latinoamericano, el último en liberarse del yugo colonial español y
el primero en hacerlo del imperialismo norteamericano, no se incluye en este estudio,
por el carácter de su régimen social, la naturaleza y esencia del poder político basado
en el poder del pueblo trabajador encabezado por la clase obrera, que la diferencian
sustancialmente del resto del continente, aunque en su sistema político, no obstante las
diferencias de clase, se dejan sentir las tradiciones constitucionales latinoamericanas y
en primer lugar, las de las constituciones cubanas revolucionarias del pasado siglo. Por
esas razones y por contar el lector del patio con el reciente estudio del Derecho
Constitucional revolucionario cubano elaborado por el profesor Juan Vega Vega, creí
conveniente no referirme al constitucionalismo socialista en Cuba y limitarme al país
que dio inicio por vez primera en el mundo al llamado constitucionalismo social y cuya
Constitución, a pesar de haberse adoptado a comienzos de siglo, 1917, puede
caracterizarse por su contenido, como típico de la II generación, México y a un estado
latinoamericano que inició grandes transformaciones revolucionarias, Nicaragua.
Como sostiene Moya Palencia, cuando se inicia en el mundo la era de las revoluciones
liberales burguesas y México en el curso de ella llega a la independencia por el
esfuerzo de los indígenas conducidos por criollos y mestizos, el nuevo estado se
encuentra ante el dilema de todos los que surgieron en el siglo XIX; crear instituciones
políticas propias o copiar las de otros países y en México esta alternativa fue resuelta
por un procedimiento mixto, tomando instituciones políticas ajenas con prestigio
racionalista, mezclándolas con las aspiraciones propias del país que surgía.
Tanto el presidencialismo como El sistema federal que caracterizan al régimen político
mexicano se establecen ya en la Constitución de 1824 y se recoge en ellas la tradición
de un ejecutivo fuerte.
Esta Constitución todavía vigente, produce, como afirma David Tieffenberg, por primera
vez en el mundo la apertura a una vertiente socialmente revolucionaria en el campo del
Derecho Constitucional5, el antes mencionado constitucionalismo social y que sería
recogida en las posteriores Leyes Fundamentales de otros estados, especialmente en
las de denominadas constituciones de la II Generación.
La simple lectura de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nos hace
pensar en la función ideo lógica de este instrumento legal que puede resumirse en el
contenido del articulo 123 6.
La Constitución establece un gobierno republicano y presidencial, un estado federal, y
trazó el esquema del sistema de gobierno del país sobre bases que se mantienen hasta
hoy y que el ya citado Mario Moya Palencia resume en un ejecutivo unitario, electo por
votación popular, no reelección absoluta del Presidente, iniciativa de las leyes y de veto
en favor del Presidente, facultades constitucionales del jefe de estado y otros poderes
no otorgados por la Constitución formal pero asumidos en virtud de la Constitución real.
El Presidente
Las bases del sistema de gobierno mexicano resumidas por Moya Palencia y citadas
con anterioridad, indican la presencia de un ejecutivo fuerte con características tales,
que ha llevado a algunos especialistas a calificarlos de monarca sexenal, al tener en
cuenta el período de seis años por los que es elegido.
Vale destacar que este no es un fenómeno típicamente mexicano sino que es un hecho
difundido de acercamiento del liderazgo constitucional con la jefatura del Partido de
Gobierno.
En palabras del ya citado Moya Palencia el Presidente por "su responsabilidad de líder
del Partido da la decisión final sobre la persona que debe ser postulada como candidato
a la Presidencia y que tendrá que someterse a la verdadera elección". Elección que
como es sabido, hasta ahora, ha recaído siempre en el candidato del PRI, designado
por su antecesor.
El Presidente, con un enorme poder durante seis años, el período en que dura su
mandato, lo pierde automáticamente cuando deja de ser jefe de estado lo que conduce
a que también pierda el liderazgo del PRI.
En caso de que la falta del Presidente se produzca en los últimos años del período, el
Congreso, si está en sesiones, designará a un presidente sustituto para que concluya
todo el período y si no está en sesiones la Comisión Permanente procederá nombrando
a uno provisional a fin de que el órgano legislativo elija después al sustituto.
El Congreso
Esta última la forman 500 diputados, 300 de ellos electos de acuerdo al sistema de
votación mayoritaria por distritos electorales uninominales y 200 según el principio de
representación proporcional por listas regionales, lo que permite a los partidos políticos
minoritarios tener representación en la Cámara de Diputados.
El Senado lo forman los senadores elegidos por seis años a razón de dos por cada
estado y dos también por el Distrito Federal, lo que hace un total de 64 senadores. De
estos, la mitad se renueva cada tres años.
Tanto para ser diputado como senador, el ciudadano mexicano debe serlo por
nacimiento y ser originario o vecino del estado con residencia efectiva en él de más de
seis meses anteriores a la fecha de la elección. En el caso de los diputados, deben ser
mayores de 21 años y en el de los Senadores, mayores de 30.
Cada una de las cámaras tiene además, facultades propias o su competencia exclusiva.
Por ejemplo, el Senado aprueba los tratados internacionales, las designaciones para
cargos diplomáticos y cargos militares superiores, etc.
La Suprema Corte la forman 21 jueces, a los que se les llama ministros numerarios y
funciona en Pleno o en salas. A ello hay que agregar que existen hasta cinco ministros
supernumerarios.
Como su homóloga de los Estados Unidos, la Suprema Corte de México tiene la función
de máximo intérprete de la Constitución, lo que posibilita que este órgano pueda
ejercer, si así lo desea la clase dominante, la potestad constituyente, mediante el
expediente de modificar la Constitución formal al dar interpretaciones de uno u otro
postulado constitucional. Aunque aquí, como afirma Carrillo Flores, la "Suprema Corte
no ha desempeñado ni, por razones de carácter político e histórico, podría desempeñar,
la función de poder omnímodo aunque sustituto, que cumple la Suprema Corte de los
Estados Unidos" 8.
Los Estados Unidos Mexicanos son un estado federal formado por 31 estados y un
distrito federal lo que tiene su antecedente en la Constitución de 1847. Sin embargo,
esta denominación de federación parece artificial pues en realidad, los estados son
provincias creadas por actos constitucionales y la tendencia a aumentar el poder central
en detrimento de los estados, es cada vez más preponderante. Otro elemento peculiar
de este federalismo es que los estados no poseen el derecho de abandonar la
federación.
Este texto, como cualquier otro, no puede verse al margen de las tradiciones del país
que alcanzó la soberanía formal a principios del pasado siglo y aprobó en 1826 su
primera Constitución Política como parte de la Federación de Centroamérica y cuya
historia es similar a la de otros estados de la región.
El triunfo de las fuerzas populares en 1979 dio inicio a un nuevo período en la historia
constitucional del país, pues no sólo es el inicio del Constitucionalismo revolucionario y
popular, sino también a un genuino constitucionalismo nacional o patriótico.
El libertador concebía ese cuarto poder electoral o moral como también lo llamara,
como una institución con "facultades que no le estaban señaladas en otros gobiernos
que se estiman entre los más liberales" y que representara las necesidades e intereses
de las provincias y sirviera para quejarse de las infracciones de las leyes y de los
abusos 12.
Sin embargo, aunque exista similitud en la denominación de este cuarto poder, los
revolucionarios nicaragüenses atribuyen a éste facultades más amplias que las que el
libertador concebía para esa instancia.
Como es clásico en América Latina, el sistema de gobierno del país, establecido por la
Constitución Política de 1987, es el presidencial, en el que se combinan un alto grado
de concentración de facultades en el jefe de estado como una necesidad histórica que
recoge las tradiciones nacionales y el propósito de profundizar la revolución y defender
sus conquistas, con los rasgos democráticos de un Presidente elegido por votación
popular y sujeto por tanto al control de sus electores.
Con el objetivo de que los integrantes del órgano legislativo no se vean mezclados en
negocios de cualquier índole aprovechando su condición de representante, como
ocurría en la época de los Somoza, se introdujo la prohibición de que éstos obtengan
concesión alguna del estado ni ser apoderados o gestores de empresas públicas,
privadas o extranjeras en contrataciones con el Estado y en caso de que esto sucediera
el legislador perdería su escaño así como serían anuladas las concesiones o ventajas
obtenidas.
El jefe de estado puede vetar total o parcialmente una ley aprobada por la Asamblea
Nacional, la que remitirá de vuelta a ésta con los motivos del veto. Para superar el veto
presidencial, la Asamblea debe reunir el voto de la mitad más uno de todos sus
integrantes y en este caso la ley será publicada por el presidente del Parlamento lo que
hace que entre en vigor.
El Presidente de la República es la figura principal del sistema político nicaragüense, a
tenor, como ya se ha dicho, con la tradición presidencialista latinoamericana y
nicaragüense y con la necesidad de un ejecutivo fuerte capaz de enfrentar con energía
y rapidez las tareas planteadas ante la sociedad nicaragüense por el proceso
revolucionario y la agresión extranjera que desde los primeros momentos del triunfo
popular sandinista ha sufrido el hermano país.
Por otra parte, el presidente posee la potestad reglamentaria por la cual al dictar
reglamentos de las leyes coadyuva a su mejor aplicación e interpretación.
Como jefe del ejecutivo, el Presidente nombra y remueve libremente a los ministros y
viceministros de estado, a los ministros y delegados de la presidencia y a los
presidentes y directores de entes autónomas y gubernamentales, así como a otros
funcionarios.
Responde además por las relaciones exteriores, concerta tratados y nombra a los .jefes
de las misiones diplomáticas nicaragüenses.
Una importante atribución del jefe de estado es la de decretar y poner en vigor el estado
de emergencia, mediante decreto que debe ser ratificado por la Asamblea Nacional en
un plazo no mayor de 45 días.
Este Decreto presidencial suspende en todo o en parte del territorio nacional los
derechos y garantías consagrados en la Constitución con algunas excepciones, en caso
de guerra, cuando lo exija la seguridad del país o las condiciones económicas o en
caso de catástrofe nacional.
El Poder Judicial
Los tribunales forman un sistema unitario, al frente del cual está la Corte Suprema de
Justicia y configuran el denominado Poder Judicial, que es el encargado de impartir
justicia en nombre y por delegación del pueblo.
i
Como es habitual, los magistrados y jueces en el cumplimiento de su actividad como
tales, son independientes y se subordinan o deben obediencia sólo a la ley.
Este poder, que por el nombre recuerda al cuarto poder electoral o moral que incluyera
el libertador Simón Bolívar en su proyecto de Constitución, al que ya hicimos referencia,
está integrado por el Consejo Supremo Electoral, los Consejos electorales y las juntas
receptoras de votos.
El Consejo Supremo Electoral lo forman cinco magistrados con sus suplentes, elegidos
por la Asamblea Nacional de ternas propuestas por el Presidente de la República.
Afirman los autores del citado informe que el sistema electoral nicaragüense permite el
desarrollo de un sistema político pluralista y multipartidista que garantiza los derechos
de la oposición, lo que es el más rotundo mentís al propio Presidente norteamericano
que la calificó de restrictiva y falsa.
Cuando este libro estaba listo para el trabajo editorial, se produce el 25 de febrero de
1990, la victoria de la coalición Unión Nacional Opositora y de su candidato presidencial
en las elecciones nicaragüenses. El nuevo gobierno, en el decir del Comandante
Bayardo Arce Castaño, "ha comenzado a ejecutar un plan encaminado a desmontar la
Revolución Sandinista", por lo que el análisis del sistema político de Nicaragua válido
para el período de gobierno del FSLN ya no es actual.
Se ha dicho que la historia nos muestra ahora una de sus ironías pues el revés electoral
puede que se convierta para los sandinistas en una nueva oportunidad histórica, pues
son a pesar de todo, el partido más fuerte del país y pudiera ser a la larga más
favorable el no haber continuado en el poder en tan dificilísima crisis y coyuntura
económica que la UNO no puede resolver. El enemigo más irreconciliable del
sandinismo, el expresidente norteamericano Ronald Reagan, dijo que las elecciones y
sus resultados eran un ardid sandinista, con el que pasaban a la oposición y no
enfrentarían una crisis económica que no tenia solución.
7. Smith, Peter: Los laberintos del poder. El reclutamiento de las élites políticas en
México, 1900-1971. El Colegio de México. 1981.
11. Ibidem.
EL CONSTITUCIONALISMO SOCIALISTA
Otra importante ley política objetiva que condiciona el carácter del Derecho
Constitucional socialista es la del internacionalismo proletario o socialista, como
manifestación externa de la naturaleza sociopolítica del socialismo, resultante de la
relación entre lo nacional y lo internacional, cuando en al mundo se manifiesta
objetivamente la línea a la internacionalización de la economía.
Estas tres leyes políticas fundamentales forman la base, junto a otras, del sistema del
Derecho Constitucional socialista como rama principal de todo el sistema de derecho.
Las formas y métodos de la revolución es algo a decidir sólo por los oprimidos y su
vanguardia en el país que inicia esa revolución. La experiencia de la revolución
socialista en Cuba prueba que cuando la elección del socialismo la hace el pueblo
trabajador por sí mismo, sin interferencia externa, los cambios sociales son
irreversibles, y la causa de la construcción del socialismo, tarea ingente que exige
numerosos sacrificios para las generaciones empeñadas en construirlo, se convierte en
causa de toda la nación.
Los verdaderos marxistas leninistas han sabido siempre de manera creadora, utilizar
todas las formas para conducir a los trabajadores al asalto al cielo que significa le toma
del poder.
Refiriéndose a ésto Lenin indicó que "Marx no se ataba las manos -ni se las ataba a los
futuros dirigentes de la revolución socialista- en cuanto a las formas, métodos y
procedimientos de la revolución, comprendiendo muy bien cuán grande sería el número
de problemas nuevos que se plantearían, cómo cambiaría toda la situación en el curso
de la revolución, con qué frecuencia y en qué medida habría de cambiar esa
situación"1.
Por ello no pueden existir recetas únicas para la conquista del poder, le estructura del
aparato estatal y la organización del sistema político del poder, para los métodos y
formas de construcción de la sociedad socialista, lo que en el terreno del Derecho
Constitucional y el constitucionalismo socialista se traduce en distintas expresiones de
la regulación constitucional y en la diversidad de estructura, organización y
funcionamiento de los órganos del estado, aunque existan principios generales
comunes.
El poder que surge como resultado de la revolución socialista no puede ser otra cosa
que la dominación política de la clase obrera manifestado en forma estatal, o sea, el
establecimiento de la dictadura del proletariado para lo cual es necesario destruir la
máquina estatal burguesa.
Esta idea la encontramos en las primeras obras de Marx y Engels, aunque el término
dictadura del proletariado es utilizado por éstos, por vez primera, en la obra La Lucha
de Clases en Francia de 1848 a 1850, en la que la conquista del poder político por la
clase obrera es considerada la tarea fundamental de la revolución proletaria.
Si el texto constitucional recoge este papel sin que el Partido goce de prestigio y
autoridad, sin que sea el alma de la Revolución, la frase de la norma no pasará de eso,
una expresión vacía y sin contenido, una fórmula de la Constitución ficticia y no de la
real.
Como fuente principal, la Constitución es la ley fundamental del estado que refrenda, de
acuerdo con la voluntad de los trabajadores, las bases del régimen socialista, el status
jurídico de los ciudadanos, la estructura del estado y los principios de organización y de
la actividad de los órganos estatales.
El poder del pueblo trabajador es ejercido tanto en forma directa como a través de
instituciones representativas o representantes por él elegidos. Se expresa también en la
actividad de la vanguardia comunista y de otras organizaciones políticas, sociales y de
masas y, en la actividad de los colectivos laborales.
La base económica del estado es el fundamento real del poder y de la soberanía del
pueblo que constituye la fuente del poder del estado. El pueblo trabajador sólo puede
ser soberano, tanto de jure como de facto, cuando su poder político se basa en el poder
económico. Al poseer los medios de producción, las tierras, el subsuelo, las minas, los
recursos marítimos, naturales y vivos dentro de la zona de la soberanía estatal, los
bosques, las aguas, las visa de comunicación, las fábricas, los medios fundamentales
del transporte, las empresas, bancos, instalaciones y otros bienes, el pueblo trabajador
tiene la posibilidad real de manifestar su voluntad soberana y ejercer el poder.
Esta soberanía es una realidad política cuando se fundamenta en fuerzas sociales tales
como la clase obrera, el campesinado, la intelectualidad, en los trabajadores manuales
e intelectuales, cuando estos grupos constituyen la base social de esa soberanía.
I
Importante lugar en el Derecho Constitucional socialista corresponde al status jurídico
del individuo y a los principios constitucionales de ese status. Con esos principios el
estado socialista determina sus relaciones con los ciudadanos, define su lugar en la
sociedad, les confiere derechos y les impone obligaciones, así como asegura las
condiciones y garantías para su ejercicio.
Esos principios constitucionales del status del individuo son expresión de las relaciones
sociales y se fundamentan en la acertada combinación de los intereses sociales y los
individuales y en la unidad de derechos, libertades y obligaciones.
1. Lenin, V.I: Acerca del infantilismo "izquierdista". Obras Completas, Tomo 36, Editorial
Progreso, Moscú, 1986.
3. Castro, Fidel: Informe Central. Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Imprenta Federico Engels, Empresa de Medios de Propaganda, La Habana, 1976.
.
4. La denominación Derecho Estatal es la más utilizada en la ciencia jurídica soviética.
Incluso se ha aplicado al Derecho Constitucional de otros estados. Mencionemos como
ejemplo las obras: Derecho Estatal Burgués contemporáneo de un colectivo de autores
bajo la dirección del profesor V.A. Tumanov, publicada en ruso por la Editorial Ciencia
en 1987, el texto Derecho Estatal de los países burgueses v recién liberados, publicado
también en ruso por la Editorial Escuela Superior en 1986. Sin embargo, en el libro
Introducción al Derecho soviético del Instituto del Estado y del Derecho de la Academia
de Ciencias de la URSS, editado por Progreso en español en 1988, se utiliza la
expresión Derecho Constitucional y el autor del capitulo II de esa obra, M. Krutogolov
afirma en él, que en la ciencia, soviética se emplean las denominaciones Derecho
Estatal y Derecho Constitucional para la misma rama.
Se relacionan sólo las principales obras utilizadas, la mayor parte de las cuales el lector
cubano puede encontrar en bibliotecas y otros centros. Las que fueron empleadas en la
parte general y que también sirvieron para el Derecho Comparado no se repiten para no
hacer la relación muy extensa.
Cotteret, Jean Marie y Emeri, Claude: Los sistemas electorales. Oikos-Taus S.A.
ediciones, Barcelona, 1973.
Duverger, Maurice: Los Partidos Políticos. Fondo de Cultura Económica, México, 1980.
Lasalle, Fernando: Qué es una Constitución? Ediciones siglo veinte, Buenos Aires,
1957.
Laski, Harold: Introducción a la política. Ediciones siglo veinte, Buenos Aires, 1957.
Laski, Harold: Reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo. Editorial Abril, Buenos
Aires, 1945.
Laski, Harold: La crisis de la democracia. Ediciones siglo veinte, Buenos Aires, 1950.
Laski, Harold: La libertad en el estado moderno. Editorial Abril, Buenos Aires, 1946.
Wheare, K. C.: Las constituciones modernas. Editorial Labor S.A., Barcelona, 1975.
II PARTE
Castro, Fidel: Un encuentro con Fidel. Entrevista realizada por Gianni Miná. Oficina de
publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1988.
Livantsev, K.E.: Historia del Estado del Derecho Burgueses. Editorial de la Universidad
de Leningrado, Leningrado, 1986 (en ruso).
Estados Unidos
Colectivo de autores: Historia de los EE.UU. Editorial Ciencia, Moscú, 1983 (en ruso).
Colectivo de autores: Régimen estatal de los EE.UU. Editorial Jurídica, Moscú, 1976 (en
ruso).
Hughes, Charles Evans: La Suprema Corte de los Estados Unidos, Fondo de Cultura
Económica, México, 1971.
Valdés López, Edgardo: Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.
Zhidkov, O.A.: El Tribunal Supremo de los EE UU: Derecho y política. Editorial Ciencia,
Moscú, 1985 (en ruso).
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Butler, D. E.: The electoral system in Britain, 1918-1981, Oxford University Press,
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Curta, Francis: Las tradiciones del Parlamento británico, Juventud Rebelde, 1983, 06,
05.
López Ortega, Lourdes y Pomares Boris, José: El Partido Conservador de Gran Bretaña
y sus perspectivas en el contexto actual. Investigaciones, Centro de Estudios sobre
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García Arias, Silvia: Algunos aspectos de la gestión de gobierno del Partido Socialista
Obrero Español. 1982-1986 Investigaciones, Centro de Estudios sobre Europa
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Progreso, Moscú, 1986.
Lenin V.I.: Acerca del Partido y la dictadura del proletariado. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1973.
Lenin V.I.: Acerca de los principios de organización del Partido de Nuevo Tipo, Editorial
de la Agencia de Prensa Novosti, Moscú, 1975.
PCC: Programa del Partido Comunista de Cuba. Editora Política, La Habana, 1986.
Stepanov, I.M.: El constitucionalismo socialista: esencia, experiencia, problemas. El
estado y el derecho soviéticos, N.10, 1987 (en ruso).
Legislación utilizada
EE.UU.
Declaración de Derechos.
Reino Unido
Bill de Derechos.
Acta de Establecimiento.
Francia
España
Constitución Española.
México
Nicaragua
Ley N.43 (Ley Electoral), La Gaceta, Diario Oficial, 18 de octubre de 1988, N.197.
Ley N.56 (Reformas a la Ley Electoral), La Gaceta, Diario Oficial, 25 de abril 1989,
N.77.
Legislación consultada
Legislación cubana