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Capítulo 5

Los principios de la práctica deliberada en el trabajo

Se fundamenta en lo que realizaron los estadounidenses para ganar los combates de


caza de la marina y la fuerza aérea en la guerra de Vietnam. Dado a que no les iba
demasiado bien crearon la hoy famosa academia Top Gun. Allí se enseñaría a los
pilotos de la marina a combatir de manera más eficaz.

Este programa diseñado por la marina tiene muchos elementos de la práctica


deliberada, en concreto brinda a los pilotos novatos la posibilidad de probar cosas
distintas en diferentes situaciones, y así obtener retroalimentación sobre su nivel de
ejecución y luego aplicar lo que han aprendido.

Esta academia se llevó a cabo con la elección de los mejores pilotos de la marina
para ser instructores, haciendo simulacros de un combate y una vez terminado el
ejercicio, se les preguntaba a los estudiantes: ¿Qué sintió usted cuando estaba allá
arriba? ¿Qué acciones emprendió? ¿Por qué decidió hacer eso? ¿Cuáles fueron sus
errores? ¿Qué podría haber hecho de manera distinta? En caso necesario los
instructores podían echar mano de las filmaciones de los enfrentamientos y señalar
lo que exactamente había ocurrido. Y tanto durante ese interrogatorio como después,
los instructores hacían sugerencias a los alumnos acerca de que podían hacer de
manera distinta, qué debían esperar y qué habían de pensar en diversas situaciones.
Los resultados de esta instrucción fueron espectaculares, cada vez que los pilotos de
la marina entraban en contacto con el enemigo derribaban uno de sus aviones.

El autor escribe que, aunque no hay demasiados ámbitos en los que el precio de un
mal nivel de ejecución sea la muerte o un campo de prisioneros, sí los hay en los que
el coste de los errores puede resultar inaceptablemente elevado, como por ejemplo
en medicina, los médicos no están en riesgo, pero la vida de los pacientes sí, y en el
mundo empresarial un error puede costar dinero, tiempo o futuras oportunidades.
También dice que nunca es fácil diseñar un programa de entrenamiento eficaz, ya
sea para pilotos, cirujanos o gerentes de empresa, debido a que se debe conocer el
error con exactitud, buscar estrategias para llevar una mejora a cabo y que ese
mecanismo resulte el correcto.

Con esto se puede resumir que, si seguimos los principios de la práctica deliberada,
podemos desarrollar diferentes formas de identificar a los ejecutantes que más
sobresalgan en una disciplina y entrenar a los que estén menos dotados para
acercarlos más a ese nivel superior. Si realizamos esto es muy probable que se
eleve el nivel de ejecución de toda una organización o profesión.
Este capítulo me deja una gran enseñanza con respecto a las radiografías, pues los
médicos hacían el dictamen de lo que veían en las imágenes, pero muy pocas veces
conocían el verdadero avance del caso, y esto lo hacían sin darse cuenta de cuanto
acertaban a los distintos problemas que presentaba el paciente.
Entonces, ya sea para derribar aviones enemigos o para interpretar radiografías, es
su énfasis en el hacer. Lo esencial es lo que se es capaz de hacer, no lo que se
sabe, aunque se entiende que hay que saber ciertas cosas para poder hacer el
trabajo. Esta diferencia entre conocimientos y destrezas marca la diferencia entre las
formas tradicionales de adquirir una habilidad y el enfoque de la práctica deliberada.

Capítulo 6
Principios de la práctica deliberada en la vida cotidiana

capítulo en que el autor nos cuenta la historia de Dan, una persona que había
estado leyendo acerca de sus estudios sobre la práctica deliberada en diversas
publicaciones, y quería aplicarla a sus esfuerzos por convertirse en golfista
profesional. Dan nunca había jugado, es mas dejó su trabajo de fotógrafo comercial y
paso seis años aprendiendo a jugar golf. En una entrevista le preguntaron ¿por qué
lo hacía?, él respondió ; “ quería demostrar que todo es posible si hay la disposición
de dedicarle tiempo”.

La práctica deliberada no está solamente diseñada para niños que empiezan a


entrenarse para ser maestros de ajedrez, deportistas olímpicos o músicos de talla
mundial. Tampoco es solo para miembros de grandes organizaciones, como la
Armada estadounidense, que puede permitirse el desarrollo de programas formativos
de alta intensidad. Es para todo aquel que sueñe, que quiera aprender, quiera
mejorar sus habilidades, es para todo aquel que quiera controlar su vida, generar
habilidades propias y que no se quede en el estancamiento de que no le puede ir
mejor que ahora.

Como primer (1) pasó buscamos un buen entrenador, que tenga experiencia en la
disciplina y que tenga destreza para enseñar. Resaltando que una de las cosas más
importantes es ayudar a desarrollar representaciones mentales para que se pueda
supervisar y corregir por cuenta propia.

En el paso dos (2) encontramos el compromiso, es importante enfocarse a una


práctica decidida y no a una repetición mecánica sin un plan claro de mejora.
También es clave para el máximo rendimiento de cualquier actividad, desde clases
particulares o en grupo hasta entrenamientos solitarios, juegos o competiciones, la
concentración. Aprender a mostrar una dedicación, desarrollar y perfeccionar
conscientemente las destrezas, es una de las mejores maneras de potenciar la
efectividad de una práctica.
En el tercer (3) paso conseguimos idear nuestros propios ejercicios si no hay
maestro. Un ejemplo del que habla el libro fue aquel escritor que no tenía maestro y
quería que sus escritos fueran complejos, entonces por si solo fue descubriendo
maneras para que en su redacción fluyeran palabras poco comunes. Esta persona
tomaba de los periódicos textos y los hacia poesía, rimas y versos, con el fin de
ampliar su vocabulario. Él se lo propuso y lo logró.
Por lo tanto, para practicar adecuadamente una aptitud sin profesor es útil tener tres
cosas en mente: feedback, concentración y solución. Se separa la aptitud en
componentes que se puedan llevar a cabo repetidamente, se analiza con eficacia, se
determina carencias y se encuentra maneras de compensarlas.

El en cuarto (4) paso se hace superior el estancamiento en caso de que ocurra, ese
es el mayor motivo por el que gente de todos ámbitos deja de progresar. La mejor
manera de superarla es planteando nuevos desafíos al cerebro o al cuerpo.
Teniendo en cuenta que la fe es importante también, creer en uno mismo, los
pensamientos positivos, la buena energía y el ánimo hace parte de seguir adelante.
Si no existe una mentalidad de afrontar retos o superar obstáculos es casi imposible
salir de esta fase, es por esto que la disposición va de la mano con el cumplimiento
de metas, para trazar objetivos y lograrlos se necesita de actitud.

Por quinto (5) y último paso mantener la motivación. Uno de los mejores consejos es
la organización, de manera que se vea en todo momento signos concretos de
mejora, aunque no siempre sean mejoras importantes. Se puede desmenuzar el
largo trayecto en una serie razonable de objetivos y abordarlos uno a uno, incluso
concediendo una pequeña recompensa cada vez que se logre una meta.
Por otro lado, la práctica deliberada es esencialmente una actividad solitaria y gran
parte del progreso depende de ella, pero se puede reunir a un grupo de individuos
con ideas afines para recibir apoyo o aliento si es necesario. Esta técnica puede
utilizarse en cualquier ámbito, como motivación extra para alcanzar lo propuesto.

Dando a conocer como ejemplo el sueño de Dan, que se cumplió tras conocer la
práctica deliberada. Entonces, si existe un camino para materializar ese sueño, luego
de todas las historias e investigaciones se demuestra que hay razones. La práctica
deliberada puede abrir la puerta a un mundo de posibilidades que tal vez se creían
fuera de alcance.

Capítulo 7
El camino hacia lo extraordinario

En este capítulo se da a conocer la historia de dos personas particulares que deciden


casarse para hacer un experimento con sus futuros hijos. Dicho experimento era
comprobar que, con la educación adecuada, cualquier niño podía convertirse en
genio.
La pareja ponderó varias opciones, los idiomas eran una de ellas: ¿cuántos idiomas
se les puede enseñar a un niño? Las matemáticas era otra, contaba con la ventaja
añadida de que en aquel momento no había mujeres de alto nivel en dicha disciplina.
Pero le contaron más tarde a una periodista que se puede hacer lo mismo con
cualquier asignatura si se empieza pronto, se le invierte mucho tiempo y se le dedica
mucho amor, eligiendo el ajedrez, que es muy objetivo y fácil de medir.

El ajedrez siempre se había considerado un juego para la mente masculina en el que


las mujeres eran tratadas como ciudadanos de segunda. Tenían torneos y
campeonatos propios porque parecía injusto que se enfrentaran a los hombres, y
nunca había existido una gran maestra. Esta pareja o “Los Polgár” como cita el texto,
tuvieron tres hijas, que fue mejor aún para demostrar el argumento.
Las educaron en casa para pasar el máximo tiempo posible concentrados en el
ajedrez, el experimento no tardó en convertirse en un éxito. Las hermanas Polgár
eran expertas. Todas figuraban entre las mejores del mundo en una disciplina en la
que la valoración de la ejecución es extremadamente objetiva, en el ajedrez no
cuenta el estilo o un historial académico. Por lo que se había logrado el objetivo de
enseñarlas desde niñas para que grandes alcanzaran grandes niveles, fueran
genios.

Entonces podemos resumir que la ventaja de empezar de joven es el tiempo, el


cuerpo y la mente, siendo gran desventaja para los adultos, más cuando se trata de
deporte o baile. Estos factores son más adaptables en la infancia y adolescencia que
en la edad adulta. El cuerpo humano crece y se desarrolla durante la adolescencia
hasta pasado los veinte años, pero una vez llegada esa edad, la estructura
esquelética está establecida, lo cual tiene consecuencias para ciertas aptitudes.
Pero, el hecho de que pocos adultos disponen de cuatro o cinco horas diarias para
dedicar a la práctica deliberada, es a menudo un problemático más considerable que
algo físico o mental.
Sin embargo, la relación entre edad y adaptabilidad varía considerablemente según
las características que se tenga en mente, y los patrones de adaptación mental y
física son muy distintos.

El aprendizaje del cerebro adulto es un campo de estudio relativamente nuevo que


está desterrando la creencia tradicional de que el cerebro se vuelve estático al final
de la adolescencia. Por lo cual, puede adquirir nuevas destrezas cuando envejece,
pero la manera de hacerlo cambia.

El capítulo enseña que podemos concebir el proceso de volvernos expertos como la


construcción de una escalera peldaño a peldaño. Trepamos lo más alto que
podemos y construimos otro peldaño, subimos uno más, construimos otro y así
sucesivamente. Una vez que lleguemos al límite de nuestra especialidad, es posible
que no sepamos adónde vamos con exactitud, pero conocemos la dirección en
general y hemos pasado buena parte de nuestra vida construyendo esa escalera.
Los investigadores han descubierto que siempre es un proceso largo, lento y
reiterativo posible con esfuerzo y concentración.

En resumen, el salir adelante con cada una de las metas solo lo pueden materializar
aquellas personas que trabajen en la delgada línea de lo conocido y lo que está a
nuestro y a lo posible, no aquellas personas que no han puesto ningún esfuerzo para
llegar a el límite en el ámbito al que desean llegar, así que debemos asesorarnos con
un profesional que nos ayude a progresar y así estar más cerca del límite.

Capítulo 8
Pero ¿qué hay del talento natural?

Es un capitulo en el que ejecutantes expertos desarrollan habilidades extraordinarias


después de años y años de práctica entregada, mejorando paso a paso en un largo y
laborioso proceso. Varios de estos tipos de práctica pueden resultar eficaces, pero la
mejor es la práctica deliberada porque esta aprovecha la adaptabilidad natural del
cerebro y el cuerpo humano para generar nuevas habilidades, nos permiten analizar
y responder a situaciones con mucha más eficacia.

El texto propone que los estudios que el que ha realizado sobre expertos apuntan a
varias teorías sobre por qué algunas personas desarrollan mayores destrezas que
otras en área específica, y la práctica deliberada es la protagonista. Se debe separar
el mito de la realidad, el talento y el entrenamiento en desarrollo hace la habilidad
extraordinaria.

El texto relata varios casos como Morzat, la magia de Paganini, el saltador de altura
mágica, entre otros, pero en todos se llega a la misma conclusión y es que nunca se
ha encontrado un caso realmente convincente de alguien que desarrolle grandes
habilidades sin una práctica intensa y prologada. Siempre hay dos preguntas para
entender la experticia y son: ¿cuál es la naturaleza exacta de la habilidad? Y ¿qué
clase de entrenamiento la ha hecho posible? La gente no deja de aprender y mejorar
porque haya alcanzado un límite innato de rendimiento, sino porque, por alguna
razón, ha dejado de practicar o ni siquiera ha empezado a hacerlo. Entonces se
descubre al final que una habilidad extraordinaria son producto de mucha práctica y
entrenamiento.
Se puede considerar a lo largo de la lectura que las características innatas pueden
influir en el rendimiento de quienes están aprendiendo una nueva habilidad, pero la
efectividad del entrenamiento es más importante a la hora de determinar quién
sobresale entre todos los que han trabajado para desarrollarla, la capacidad natural
del cuerpo y la mente para adaptarse a los desafíos supera cualquier diferencia
genética que al principio pueda otorgar ventaja a algunas personas.

Existe un motivo para subrayar el papel de la práctica por encima de las diferencias
innatas, y es el peligro de la profecía condenada a cumplirse.
Cuando la gente da por sentado que el talento tiene un papel importante e incluso
determinante en lo buena que puede ser una persona en una actividad, esa
suposición lleva a varias decisiones y acciones.
Si se da por hecho de que la gente sin un don nato nunca sería buena en algo,
entonces a los niños que no destacan inmediatamente se los anima a probar otra
cosa. Los torpes son apartados del deporte, a los que no pueden entonar bien una
melodía se les dice que no lo intenten con la música, y a los que no se sienten bien
con los números se les dice que no se les dan bien las matemáticas. Y como se
esperaría, las predicciones se hacen realidad, la niña a la que le dijeron que se
olvidara del deporte nunca golpea bien una pelota, el niño al que aseguraron que no
tenía oído jamás aprende a tocar un instrumento o a cantar bien, y los niños a los
que se les dijo que no eran buenos en matemáticas llegan a creérselo. La profecía
acaba cumpliéndose.
En cambio, los niños que recibieron elogios, más atención y más apoyo de
profesores, entrenadores o padres acaban desarrollando mucho más sus habilidades
que aquellos a los que nunca se les dijo que lo intentaran, lo cual convence a todo el
mundo de que las predicciones iniciales eran las correctas y para el escritor ese es el
lado oscuro de la creencia en el talento innato.

La mejor manera de evitar que suceda lo escrito anteriormente es reconocer el


potencial que cada uno tiene y encontrar maneras de desarrollarlo, fortalecer esa
destreza que más nos gusta. Se debe invertir esfuerzo, tiempo, dinero, enseñanza y
apoyo lo que cause un mayor impacto positivo y no negarse una decepción, no está
mal equivocarse. Lo peor que se puede hacer es dar pie a la tendencia de suponer
que unos tienen un talento innato para algo y otros no, y que la diferencia se puede
detectar muy pronto. Si lo hacemos, estamos animando y respaldando a las
personas “con talento” desanimando al resto.

Lo que me queda de enseñanza en este capítulo es que la seguridad empieza por


nosotros mismos, tenemos que estar cien por ciento seguros de nuestras
habilidades, y tener amor propio, pues si tenemos la certeza de que somos capaces,
lograremos grandes cosas.

Capítulo 9
¿Y ahora qué?

La gran diferencia de la práctica deliberada y el enfoque tradicional en el aprendizaje


radica en el énfasis que se pone en las aptitudes respecto del conocimiento: lo que
se puede hacer frente a lo que se sabe. La práctica deliberada se centra en las
destrezas, adquiriendo los conocimientos necesarios para desarrollarlas. Y una gran
diferencia entre tiempo atrás y después es el cambio en la manera del aprendizaje.
Hace doscientos años, una persona podía aprender un oficio y estar bastante segura
de que esa educación le bastaría para toda la vida. La gente de esta generación
creció pensando lo mismo: recibe una educación, consigue un trabajo y se tendrá
todo solucionado hasta la jubilación. Pero, eso ha cambiado, muchos trabajos que
existían hace cuarenta años han desaparecido o cambiado tanto que resultan casi
irreconocibles y la gente que entra hoy en el mundo laboral probablemente cambie
de profesión varias veces a lo largo de su vida.

El autor formula un interrogante:¿Cómo podemos prepararnos para el futuro como


sociedad? Y se respondería que en el futuro la mayoría de gente no tendrá más
opción que aprender nuevas aptitudes de forma continua, de modo que será esencial
enseñar a estudiantes y adultos a aprender eficientemente. La revolución tecnología
sería de gran ayuda y de nuevas oportunidades para que la enseñanza sea mejor
cada vez más. Por ejemplo, sería posible grabar en vídeo las experiencias reales de
los médicos, deportistas y profesores y crear bibliotecas y centros de aprendizajes
para que las personas no tengas que aprender en su puesto de trabajo y colocar en
riesgo el bienestar de pacientes, alumnos y clientes.

Por esto , se tiene que empezar desde ahora a desarrollar mejores técnicas de
formación, basadas en el principio de la práctica deliberada y dirigidos a crear
representaciones mentales más efectivas, que no solo ayuden a mejorar las
destrezas, sino que se puedan tomar las riendas del propio potencial.

En el capítulo me llamo la atención y en especial porque nos pone a reflexionar sobre


el regalo más preciado que como padres le podemos dejar a nuestros hijos y es la
confianza y su capacidad para reivindicarse, el apoyo y los métodos para llevarlo a
cabo, necesitarán comprobar de primera mano, a través de sus experiencias en el
desarrollo de habilidades que consideraban fuera de su alcance, que puedan
controlar sus destrezas y que no son prisioneros de una idea anticuada sobre el
talento natural. Sólo habrá que proporcionarles conocimientos y respaldo para
mejorar en lo que ellos deseen desarrollar.
No existen personas dotadas, no existe un talento innato, solamente existe la
práctica constante detrás de esa destreza. La física, la literatura, los deportes, el
baile, la música es posible para todos.
Nosotros, los humanos, a diferencia de cualquier otra especie, podemos cambiar
conscientemente y mejorar la manera en que deseemos vivir. En mi opinión
personal, este libro me abrió los ojos para ver desde otra perspectiva y salir de esa
vieja creencia que alguien es bueno por talento natural. Sé que no me desmotivaré si
algo me sale mal porque sería la consecuencia de una falta de práctica y que si
quiero resaltar en alguna actividad debo esforzarme.
Doy por terminado este resumen, con mucho agradecimiento pues es un libro que a
nivel personal ha alimentado de manera increíble mi pensamiento, y me ha dado la
motivación de que puedo ser buena en todo lo que me proponga a hacer lo único que
tengo que hacer es practicar, ser paciente, perseverante, dedicar el tiempo cada día
y así lograré cualquier meta que me proponga.

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