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¿Hacia un

mundo
bipolar?
JUAN IGNACIO BRITO
Fotografía: Scott Walsh.

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¿ u n m u n d o p o s l i b e r a l ? e n s ayo

B ill Clinton tenía una sola idea en mente cuan- como su disposición para cooperar con Estados
do, el 8 de marzo de 2000, subió al estrado de Unidos y otras naciones en un amplio espectro de
la Escuela de Estudios Internacionales Avan- temas”1. El mandatario norteamericano estaba
zados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins, utilizando lo que Thomas J. Wright, investi-
en Washington D.C.: necesitaba convencer al gador del Brookings Institution de la Universi-
Congreso de que aprobara la Ley de Comercio dad de Stanford, califica como “el más poderoso
con China. El mandatario norteamericano había instrumento de política exterior de las décadas
vivido un agitado segundo período presidencial de 1990 y 2000”: la idea de que “a medida que
y deseaba terminar su gestión en alto. Derribar los países abrazan la globalización, se conver-
los obstáculos para la plena incorporación de la tirían en miembros más ‘responsables’ del orden
emergente potencia asiática a la economía global internacional y, con el tiempo, avanzarían hacia
pondría un broche de oro a una administración la liberalización doméstica”2.
que en 1994 había echado a andar el Acuerdo de Menos de dos décadas después, parece increíble
Libre Comercio de América del Norte (Nafta), en que esa noción, tan extendida entonces, encuen-
1995 había impulsado el nacimiento de la Orga- tre ahora escasos defensores. La promoción de
nización Mundial de Comercio, y a lo largo de la democracia, la expansión del libre merca-
ocho años de expansión económica había visto do global y la cooperación internacional bajo el
consolidarse la globalización a través del auge liderazgo norteamericano que promovieron Bill
del libre mercado, la explosión de internet y el Clinton, George W. Bush y, en menor medida,
boom de las empresas puntocom. Barack Obama, se encuentran hoy cuestionadas
Esa tarde en SAIS, Clinton quiso persuadir a la y contra las cuerdas. “Vemos que la arquitectu-
audiencia recurriendo a un argumento típico de ra que apuntala al mundo como lo conocemos
la época: “China no está simplemente accedien- es un rompecabezas que se ha roto en pequeños
do a importar más de nuestros productos; está pedazos”, reconoció en febrero Angela Merkel,
accediendo a importar uno de los valores más la canciller alemana que va de salida y cuyo
preciados de la democracia: la libertad económi- liderazgo es un símbolo del sistema que se ex-
ca. Cuando los individuos tengan el poder no solo tingue. Hoy cede terreno el orden liberal en el que
de soñar, sino de hacer realidad sus sueños, van Merkel brilló y se sintió cómoda. Ganan espacio
a demandar una voz más fuerte en la toma de de- e influencia, en cambio, políticos populistas —
cisiones”, dijo el presidente. El propósito no era incluso declarados iliberales, como el premier
solo abrir mercados, sino atraer un socio clave al húngaro Viktor Orbán—, el interés nacional
orden internacional liberal. Años más tarde, en
sus memorias, Clinton escribiría que el ingreso 1 Bill Clinton, My life (Nueva York: Alfred A. Knopf,
de Beijing a la OMC pretendía “continuar la inte- 2004), Edición Kindle, posición 15907.
gración de China a la economía global y aumentar 2 Thomas J. Wright, All measures short of war. The con-
tanto su aceptación de las reglas internacionales test for the 21st century & the future of American power
(New Haven: Yale University Press, 2017), 1.

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autoconcebido como realista y el nacionalismo. y su presidente en el conflicto, con el objetivo
Ellos emergen por doquier, amparados en re- “de hacer al mundo seguro para la democracia”
alidades ineludibles que han sido ignoradas y de “pelear la guerra para terminar todas las
durante demasiado tiempo por las élites. Estas guerras”, como le dijo Wilson al Congreso el 2
apostaron por un triunfo definitivo del capitalis- de abril de 1917, fecha en que pidió autorización
mo, la democracia y el orden liberal, pero hoy se para abrir hostilidades contra el Imperio Alemán.
encuentran de bruces con que, en lugar de haber Una vez concluida la guerra, Wilson tuvo
llegado a su fin, la historia vuelve con ánimo de un papel protagónico en el fomento de la
revancha, en la forma de una configuración geo- autodeterminación de los pueblos, para insta-
política distinta. lar democracias allí donde habían imperado
Como siempre, el ocaso de un paradigma es monarcas absolutos, y en la creación de la So-
el amanecer de su reemplazante. El nuevo or- ciedad de las Naciones, el ente multilateral que
den que despunta ofrece pretendía regular las re-
un panorama distinto al laciones entre estados y
que hemos presenciado establecer un régimen de
durante las últimas tres La promoción de la democracia, la seguridad colectiva bajo
décadas y al que soña- expansión del libre mercado global la tutela norteamericana.
ba Bill Clinton en el año El experimento fracasó:
y la cooperación internacional bajo
2000. Ahora el poder se Wilson obtuvo la So-
encuentra cada vez más
el liderazgo norteamericano se ciedad de las Naciones
repartido entre distintas encuentra hoy cuestionadas al precio de sembrar
npotencias que defienden y contra las cuerdas. la semilla de un nue-
sus intereses de manera vo conflicto. Cedió ante
egoísta; un modelo donde los conflictos y el ries- las ambiciones de Francia y Gran Bretaña, que
go se encuentran a la vuelta de la esquina y en el hipotecaron el futuro de Alemania con elevadí-
cual la cooperación se hace más difícil, pues Es- simas compensaciones de guerra, pero no logró
tados Unidos ya no parece dispuesto a regular un convencer al Senado para que Estados Unidos in-
sistema en el cual, como sostiene Robert Kagan, gresara al organismo y sufrió un accidente vas-
“la jungla vuelve a crecer”3. cular que lo dejó postrado y paralizó su gobierno.
La debilidad de las democracias, el surgimiento
Del auge a la decadencia de los fascismos y del comunismo bolchevique
en Europa, y el auge militarista japonés, junto
Fue una paradoja que le correspondiera a con la severa crisis económica provocada por la
Woodrow Wilson desempeñar un rol central Gran Depresión, crearon las condiciones para
en el primer intento por forjar el orden interna- una nueva conflagración global que involucró a
cional liberal. Wilson tenía nulos conocimientos Estados Unidos en una masacre de alcance global.
de relaciones internacionales, al punto que poco El triunfo en 1945 dejó a Washington en una
después de su primera inauguración en 1913, le posición única. Al concluir la guerra, contaba
había confesado a un amigo que “sería la ironía con las fuerzas armadas más poderosas, el mo-
del destino que mi administración tuviera que nopolio del arma nuclear, un aparato productivo
lidiar principalmente con cuestiones de políti- en pleno funcionamiento, un territorio intac-
ca exterior”. No obstante, pese a sus deseos, el to y un número menor de bajas comparado con
estallido de la Primera Guerra Mundial en Eu- las otras potencias que participaron en el con-
ropa terminó involucrando a Estados Unidos flicto. Aunque tuvieron que vencer algún grado
de resistencia interna, los principales líderes
norteamericanos estaban convencidos de que
3 Robert Kagan, The jungle grows back. America and involucrar al país en el escenario internacional
our imperiled world (Nueva York: Alfred A. Knopf,
2018), 10.

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Fotografía: Manuel Balce Ceneta/AP.


Muchas veces, la lógica de la Guerra Fría hizo que Washington
apoyara a dictadores que combatían a la Unión Soviética. Entre
1945 y 1991, el alcance del orden internacional liberal se vio
constreñido a América del Norte, Europa Occidental y Japón.

era necesario e inevitable. Como decía Averell esta buscara florecer”4. Estados Unidos usaría su
Harriman, embajador en Moscú, en 1945 ya no enorme poder y su posición como “locomotora a
era posible aprovechar la geografía para volver la cabeza de la humanidad” (la imagen pertenece
a encerrarse a “ir a ver películas y tomar Coca al secretario de Estado Dean Acheson) para crear
Cola”. La guerra había demostrado que la exis- un ambiente en el que Washington defendería
tencia de potencias dominantes en Asia y Europa sus intereses, alineándolos con los de un orden
constituía una amenaza para el interés nacional internacional liberal cuya principal motivación
norteamericano. Ahora Estados Unidos estaba sería evitar que volvieran a darse las condiciones
obligado a dejar de lado su tradición aislacionista económicas y geopolíticas que permitieron el
y tendría que involucrarse activamente en los estallido de la Segunda Guerra Mundial. Ello
asuntos del mundo. suponía fomentar la integración entre las po-
La pregunta era cómo hacerlo. Los “hom- tencias afines, promover la democracia y el libre
bres sabios” que, según Isaacson y Thomas, mercado y ejercer una hegemonía benigna.
diseñaron el nuevo esquema, se inclinaron por No siempre Estados Unidos fue fiel a esos ob-
una estrategia de hegemonía liberal para dar jetivos. Muchas veces, la lógica de la Guerra Fría
forma “a un nuevo orden mundial que com- hizo que Washington apoyara a dictadores que
prometió a una nación que antes se mostraba
reticente, a defender la libertad dondequiera que
4 Walter Isaacson y Evan Thomas, The wise men. Six
friends and the world they made (Nueva York: Simon
& Schuster, 1986), 19.

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combatían a la Unión Soviética. Entre 1945 y amenaza para su seguridad, reduciendo de esa
1991, el alcance del orden internacional liberal manera sus compromisos políticos y militares
se vio constreñido a América del Norte, Euro- globales y actuando como un “país normal”. O,
pa Occidental y Japón. Aun así, consiguió logros por el contrario, podía hacer una interpretación
importantes, como transformar a este último y a amplia de su interés nacional, vinculándolo con
Alemania Federal en democracias comprometi- la expansión de la democracia y el libre merca-
das con la paz, y convertir a Occidente en una do, lo cual lo obligaría a mantener o ampliar su
potencia económica que dejó muy atrás a los so- vasta presencia militar y actuar como guardián
cialismos reales. de los principios liberales, bajo la creencia de que
Fue el derrumbe de la URSS el que permitió a la mejor manera de garantizar su seguridad era
Estados Unidos desplegar a escala planetaria conseguir que el mundo se pareciera a Estados
la estrategia definida después de la Segun- Unidos. La decisión fue clara: desde el gobierno
da Guerra Mundial. Extinguida la amenaza de George H. W. Bush en adelante, escribe
soviética, el campo quedó libre para la tercera Stephen M. Walt, “los líderes norteamericanos
ola democratizadora descrita por Samuel optaron por la hegemonía liberal porque la co-
Huntington, la expansión global del libre munidad de política exterior creyó que pro-
mercado y la consolidación de lo que Charles mover los valores liberales resulta esencial para
Krauthammer definió como “el momento uni- la seguridad de EEUU y fácil de llevar a cabo”6.
polar” de Estados Unidos. Una marea de optimis- En ausencia de rivales relevantes, Washington
mo hizo soñar a los liberales que su triunfo era perseguiría lo que John Mearsheimer define
definitivo. “Mirando el mundo a fines del siglo como el propósito de la estrategia de hegemonía
XX, uno podía sentirse excusado por pensar que liberal de Estados Unidos: “convertir la mayor
la historia se estaba moviendo en una dirección cantidad posible de países en democracias libe-
progresista y liberal”5, señala John Ikenberry. rales como él, mientras promueve también una
En un famoso ensayo cuya tesis luego amplió economía internacional abierta y se construyen
en un libro, Francis Fukuyama sostuvo que la instituciones internacionales”7.
democracia y el capitalismo habían vencido a los La idea de un orden internacional liberal des-
fascismos, al marxismo y a los autoritarismos de cansa sobre algunas nociones que son compar-
derecha y que, por lo tanto, la lucha dialéctica tidas, desde la izquierda progresista liderada
que había enfrentado a la idea liberal con sus ad- por Barack Obama hasta los neoconservadores
versarios a lo largo de la historia había conclui- que apoyaron a George W. Bush, por toda la
do. Lo único que podría amenazar al pacífico y élite vinculada al diseño de la política exterior
victorioso orden liberal, según Fukuyama, era el estadounidense. Según Walt, estas ideas son la
surgimiento del aburrido y vacuo “último hom- teoría de la paz democrática, según la cual las
bre” descrito por Friedrich Nietzsche. democracias están naturalmente inclinadas ha-
cia la cooperación y no van a la guerra entre ellas;
Todos somos liberales el liberalismo económico, que promueve la aper-
tura, el libre comercio, el tránsito sin cortapisas
De cara al escenario geopolítico de la unipo- del capital y la mano de obra —la globalización
laridad, Estados Unidos debió preguntarse económica, en definitiva— como mecanismos
cómo debía desplegar su política exterior bajo para generar crecimiento e interdependencia
las nuevas condiciones. Podía definir su interés para la paz; y el institucionalismo liberal, que
nacional de manera restrictiva, limitando las
intervenciones externas a aquellas situaciones
6 Stephen M. Walt, The hell of good intentions: Ameri-
que significaran una verdadera o potencial ca’s foreign policy elite and the decline of U.S. primacy
(Nueva York: Farrar, Straus and Giroux, 2018), xi.
7 John J. Mearsheimer, The great delusion: Liberal
5 John Ikenberry, “The end of liberal international or- dreams and international realities (New Haven: Yale
der?”, International Affairs, enero 2018, 8. University Press, 2018), 1.

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Fotografía: Jorgen Haland.

postula el fortalecimiento de regímenes interna- países”. Palabras similares fueron pronunciadas


cionales como la OMC, la OTAN, la Unión Europea por Barack Obama en su discurso sobre el Estado
o la Carta Democrática de la OEA, con el propósi- de la Unión en 2012, cuando afirmó que “Estados
to de tejer un entramado de reglas que minimice Unidos continúa siendo la única nación indis-
las probabilidades de conflicto y reafirme los pensable en los asuntos mundiales”.
principios de la democracia y el libre mercado. Desde la propuesta del nuevo orden mundial
Sin embargo, todo lo anterior choca con una lanzada por George H. W. Bush en 1990 hasta el
realidad que el triunfalismo estadounidense no apoyo de Obama a los movimientos de protesta
fue capaz de ver: el orden internacional liberal durante la “primavera árabe” en 2011, pasando
no es una creación de la naturaleza, sino del por la estrategia de ampliación de la democracia
hombre. Para alcanzar sus objetivos requiere consagrada en la “doctrina Clinton” en 1993 y
la existencia de una potencia hegemónica con la visión de George W. Bush de crear en Irak “la
vocación universal que esté en condiciones de primera democracia árabe”, Estados Unidos se
gestionarlo. En 1993, el secretario de Estado comprometió a consagrar la creación de un or-
Warren Christopher reconocía ante el Comité de den liberal donde imperaran la integración y la
Relaciones Exteriores del Senado que “el nuevo paz. Sus esfuerzos no se limitaron a la dimen-
mundo que buscamos no emergerá por su cuen- sión política. La “nación indispensable” tam-
ta. Debemos darle forma a la transformación que bién desplegó su capacidad militar y económi-
está en marcha”. Debido a razones históricas y ca: combatió guerras y envió tropas a distintos
motivaciones de poder, los norteamericanos lugares del planeta, mientras promovía el lla-
se sentían especialmente llamados para cum- mado Consenso de Washington y la apertura de
plir dicha tarea. Lo dijo la secretaria de Estado mercados, firmaba acuerdos de libre comercio y
Madeleine Albright en 1998, al señalar que “so- financiaba paquetes de rescate para México y las
mos la nación indispensable que permanece de economías asiáticas en momentos de crisis.
pie y mira más lejos hacia el futuro que los otros

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Fisuras en el edificio tentados de volver a nuestra ciudad imaginaria,
cerrar la puerta y dejar que los otros se las arre-
Los ataques terroristas de 2001, junto con las glen por su cuenta”8.
guerras en Irak y Afganistán, y el crash finan- No cabe duda dónde se ubica Donald Trump en
ciero de 2008, fueron golpes muy duros para la ese debate. Su arribo a la Casa Blanca confirmó
confianza de los ciudadanos de Estados Unidos y la pérdida de convicción norteamericana respec-
otros lugares en la receta liberal. El consenso se to del orden internacional liberal y la distancia
resquebrajó y el optimismo de los 90 y los 2000 con la élite que lo diseñó e implementó. Trump
fue reemplazado por un sombrío realismo, pues puso como prioridad la reconstrucción del poder
quedó claro que el proyecto tenía fronteras muy norteamericano, revigorizando a los ciudadanos
palpables. Mientras a nivel interno en distintos largamente postergados y restringiendo los
países surgieron liderazgos populistas y movi- compromisos externos del país. El cumplimien-
mientos nacionalistas, en el ámbito internacio- to de sus promesas de poner a “Estados Uni-
nal el orden liberal también comenzó a desnudar dos primero” y de “hacer a América grande de
sus limitaciones. nuevo” pasa por excluir a la superpotencia de
El principal problema fue que el promotor del los Acuerdos de París y del Tratado TransPa-
orden liberal empezó a perder la convicción de cífico, exigir a sus socios de la OTAN un mayor
que debía continuar jugando el rol excepcio- compromiso para su defensa, disminuir el flujo
nal que este le demandaba. Bajo la presiden- de inmigrantes desde México, acercarse a Isra-
cia de Barack Obama aparecieron las primeras el y Arabia Saudita, revocar el acuerdo nuclear
señales en ese sentido. En 2011, un funcionario con Irán, enfrentar a China, restringir el libre
de la Casa Blanca señaló, a propósito de la par- comercio cuando el interés nacional lo aconseje,
ticipación norteamericana en la ofensiva militar expandir el gasto militar, abandonar acuerdos de
de la OTAN que respaldó a los rebeldes que der- desarme nuclear, mostrarse hostil a Cuba, retirar
rocaron y asesinaron al jerarca libio Muamar las tropas de Siria y, en general, hacer que Esta-
Gadafi, que Estados Unidos “lideraba desde dos Unidos siga un curso más cercano a la defen-
atrás”. La frase terminó siendo una metáfora de sa y promoción de su interés nacional concebido
la forma en que Obama condujo la política exte- de manera restrictiva, lejano a la gran estrategia
rior de EEUU, una mezcla incoherente de excep- liberal que ese país persiguió por décadas.
cionalismo y realismo que optó por mantener, El predominio unipolar de Washington llevó a
pero reduciéndola, la presencia militar en Irak la creencia liberal de que el conflicto internacio-
y Afganistán; que promovía la democracia, pero nal había sido domado para siempre y que la ver-
llegaba a acuerdos con Irán y Cuba; y que, luego dadera competencia se había trasladado desde la
de haber aplaudido la primavera árabe, apoyó el política a la economía. O sea, desde un juego de
golpe militar en Egipto y la instalación allí de una suma cero a otro donde todos ganan y caminan
dictadura que atropella los derechos humanos. unidos hacia el progreso. Pero, como sostiene
Según Bret Stephens, con Obama Estados Uni- Walter Russell Mead, en realidad se trató solo
dos se puso “en retirada”. Stephens señala que de un “hiato histórico” que “ahora ha llega-
a partir de la administración del presidente do a su término”9. Una vez más, la noción libe-
demócrata volvieron a enfrentarse una vez más ral del avance irrefrenable hacia el progreso ha
neoaislacionistas e internacionalistas, en la
reedición de un debate que ha dividido a los nor-
teamericanos durante 240 años de vida inde- 8 Bret Stephens, America in retreat. The new isolatio-
nism and the coming global disorder (Nueva York,
pendiente. En esta ocasión, los primeros tenían
Sentinel, 2014), xiii.
la mano ganadora. “De vez en cuando, nos vemos 9 Walter Russell Mead, “Geopolitics trumps the
markets”, The Wall Street Journal, 29 de octubre
de 2018, https://www.wsj.com/articles/geopoli-
tics-trumps-the-markets-1540852514.

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resultado ser un mito, una idea nacida del deseo, su antojo las reglas de convivencia.
no de la observación atenta de la realidad y la Eso fue lo que ocurrió inmediatamente después
experiencia. El voluntarismo detrás del proyecto del fin de la Guerra Fría: Estados Unidos quedó
liberal llevó a sus promotores a creer que una su- solo al timón y se vio por fin en condiciones de
perpotencia democrática y capitalista como Es- impulsar sin cortapisas el proyecto del orden
tados Unidos sería capaz de derrotar a la historia liberal soñado por Wilson y concebido por los
y podría rediseñar el orden internacional a su “hombres sabios” en 1945. Si se miran las co-
imagen y semejanza. Pero ahora el hibris liberal sas desde la perspectiva propuesta por Waltz, se
se ha topado de frente con una realidad que con- llega a una conclusión muy distinta a la que han
tradice sus aspiraciones. alcanzado los tribunos liberales en las últimas
El problema para los liberales es que décadas: la “paz larga” —el término pertenece
confundieron una configuración de poder al historiador John Lewis Gaddis— que ha ex-
unipolar con un cam- perimentado el mundo
bio esencial de la natu- a partir del fin de la Se-
raleza del hombre y el gunda Guerra Mundial
orden internacional. Lo El predominio unipolar de no respondió al triun-
que ocurrió después de la Washington llevó a la creencia fo definitivo de la razón
Guerra Fría no fue que el (como propone Steven
liberal de que el conflicto
ser humano evolucionó y Pinker en su libro En
dejó de lado las tenden- internacional había sido domado defensa de la ilustración)
cias oscuras, egoístas y para siempre y que la verdadera ni al avance irrefrenable
destructivas que muchas competencia se había trasladado de la humanidad hacia la
veces habitan en el fon- democracia y el capitalis-
desde la política a la economía.
do de su alma; tampoco mo (como sugirió Francis
fue que se extinguió la Fukuyama en El fin de la
tendencia anárquica propia del sistema interna- historia y el último hombre), sino a que el poder
cional. Lo que sucedió, simplemente, fue que el estuvo distribuido en el sistema internacional
poder global pasó a manos de una superpotencia en sus dos configuraciones más estables: la bi-
única con vocación universalista liberal. Ahora polaridad durante la guerra fría y la unipolaridad
que la unipolaridad se extingue y Estados Unidos luego de la caída del muro.
no muestra la inclinación liberal de antaño, las Lo riesgoso es que el escenario estratégico
fuerzas dormidas vuelven a despertar. que despunta amenaza con una configuración
inestable: la multipolaridad. Por todas partes,
La importancia de la estructura actores que tenían un rol de reparto buscan un
papel protagónico que les permita definir su des-
El gran teórico de las relaciones internacionales tino. China es el mejor ejemplo, pero está lejos de
Kenneth Waltz (1924-2013) pasó su vida tratan- ser el único. Según Xi Jinping, secretario gene-
do de demostrar cómo las distintas estructuras ral del Partido Comunista, “el león chino se ha
de poder afectaban el comportamiento de los despertado” y el vínculo con EEUU “es un nuevo
actores en la escena global. Según Waltz, la dis- tipo de relación entre países grandes”. En pa-
tribución unipolar del poder supone la configu- labras de Elizabeth Economy, Pekín se plantea en
ración más estable que se puede concebir. En ella condiciones de igualdad, exige respeto y “usa su
reina la paz, porque nadie está en situación de nuevo estatus para dar forma a instituciones re-
desafiar a la superpotencia única, que impone a gionales y globales de manera que se acomoden

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mejor a sus intereses y cumplan sus objetivos, más frecuentes. Lo anterior no significa, por
en algunos casos apoyando las normas tradicio- supuesto, que avanzamos hacia una confla-
nales, mientras que en otras sustituyéndolas”10. gración inevitable, sino que nos hallamos en
Bajo el mandato del nacionalista Narendra Modi, una etapa de transición en la que cada uno de
India es el otro coloso emergente de Asia que los actores relevantes busca encontrar un es-
busca una voz propia, invirtiendo en armas y de- pacio que le acomode. Aunque el recambio
safiando a sus vecinos para establecer su poderío. genera incertidumbre, es un fenómeno común.
Algo similar ocurre con el Japón liderado por el “Eventualmente, inevitablemente, incluso los
nacionalista Shinzo Abe, que ha reformado la órdenes mejor administrados llegan a su fin”11,
legislación para permitir la proyección del poder indica Richard Haass. El reordenamiento en
de las Fuerzas de Autodefensa japonesas más curso causará conflictos de intensidad variable,
allá de su territorio y ya no confía por completo lo cual obligará a las grandes potencias y sus
en el paraguas de seguridad que le provee Esta- liderazgos a actuar con prudencia y a mostrar un
dos Unidos. Lo mismo le pasa a Europa, donde el manejo diplomático de excelencia que ayude a
presidente francés Emmanuel Macron propone evitar que las crisis escalen y se produzcan en-
la creación de un ejército propio en la medida que frentamientos mayores.
la OTAN no brinda las certezas de antaño. En Ru- Aunque parezca que entramos a un mun-
sia, por último, el autoritario Vladimir Putin se do nuevo, la verdad es que estamos haciendo
aferra al poder disuasivo del arsenal nuclear para exactamente lo contrario. El orden internacio-
defender incluso por las armas su esfera de in- nal liberal ha sido una excepción, no la regla.
fluencia en Georgia o Ucrania, en cumplimiento Probablemente desde el Imperio Romano no
de lo que su biógrafo Steven Lee Myers ha descri- existía una unipolaridad como la que tuvo, por
to como la autoasignada “misión histórica” del un breve lapso, Estados Unidos después de la
presidente ruso: sacar a su país de la postración y Guerra Fría. Ahora que la historia ha vuelto y la
convertirlo de nuevo en una nación respetada e, geopolítica recupera el lugar que siempre tuvo,
incluso, temida. el planeta vuelve a ser el lugar hostil y peligroso
Las ambiciones contrapuestas de estas poten- que usualmente fue.
cias sugieren que el mundo ingresa a un nuevo
escenario donde los roces y el conflicto se harán

Juan Ignacio Brito es periodista de la Pontificia Universidad


Católica de Chile y Master of Arts in Law and Diplomacy del
Fletcher School en la Universidad de Tufts, EEUU. Actualmente es
decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los
Andes. Ha trabajado en distintos medios de comunicación, como
El Mercurio, El Metropolitano, Qué Pasa, La Tercera y El Líbero.

10 Elizabeth Economy, The third revolution. Xi Jinping 11 Richard Haass, “How a world order ends”, Foreign
and the new Chinese state (Nueva York: Oxford Uni- Affairs, enero/febrero 2019, p. 22.
versity Press, 2018), 187.

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