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LA MADRE

TERESA DE
CALCUTA
Había una vez una niña
llamada Agnes que nació en
Uskub, un pequeño pueblo de
la República de Macedonia.
Agnes era la
más pequeña
de todos sus
hermanos y
como ellos iba
todos los días
Le gustaba mucho cantar y se
apuntó al coro de su parroquia.
Al poco tiempo, como era muy
trabajadora, se hizo la encargada
de la dirección del coro.
A los doce años se
fue a Calcuta y
decidió hacerse
monja, por lo que
cambió su nombre
por el de Madre
En el convento estudió mucho y
se hizo profesora de geografía e
historia.
Al cabo de los años se convirtió
en directora del colegio.
Pero llegaron malos tiempos.
Comenzaron las guerras, morían
los enfermos sin atención médica
y faltaba la comida por lo que la
gente pasaba hambre.
Teresa sufría mucho al ver tanto
dolor y decidió hacerse enfermera
para curar a los enfermos y ayudar
a los más pobres y necesitados.
Tras muchos años dedicando su
tiempo a ayudar a los demás, les
preguntó a otras personas si
querían colaborar con ella.
Muchos hombres y mujeres felices
por poder ayudar a los demás
decidieron unirse a ella y formaron
“Los misioneros y las misioneras
de la caridad”
Con el tiempo cada vez había
más personas en su grupo.
Se unieron muchísimas personas
para ayudar a la gente más
necesitada de todo el mundo.
Como la Madre Teresa había sido
tan buena durante toda su vida,
todas las personas a las que ella y su
grupo habían ayudado decidieron
darle una recompensa.
Le otorgaron el “Premio Nobel de
la Paz”, que es el premio más
importante que se le puede dar a
una persona por realizar buenas
acciones a lo largo de su vida.
A pesar de ser
mayor y de haber
ganado el premio,
continuó ayudando
a los demás durante
el resto de su vida.
Hoy en día todo el mundo la
recuerda con mucho cariño y es un
ejemplo a seguir por su bondad y
entrega a los demás.
Como podéis ver, a las
personas bondadosas
siempre les pasan
cosas buenas, tarde o
temprano terminan
recibiendo su
merecida recompensa
Y colorín colorado este
cuento se ha acabado.

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