Está en la página 1de 3

INSTITUTO MÉXICO UNIVERSIDAD

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
DISEÑO DE PROGRAMAS DE ENSEÑANZA
Actividad: Investigación Educativa
Alumno: Luis David Hernández Sánchez
La tarea del diseño de un proyecto curricular resulta fundamental en la
planeación educativa en todos los niveles educativos, lo cual requiere una
estructura metodológica que permita la congruencia en todos los niveles: desde lo
que se propone en las esferas institucionales ya sea internacionales y/o
nacionales, hasta lo que se lleva a cabo en los salones de clases.

En ese sentido se propone que, para construir un diseño de programas, se


comience por plantear una visión, dentro de un determinado número de años para
que este programa pueda llevarse a cabo. No debemos olvidar que para que este
proyecto pueda cumplirse, se necesitan de la participación de estudiantes,
maestros, personal pedagógico y asesores, pues el trabajo en conjunto y bajo un
mismo objetivo permitirá que pueda existir una lógica entre el planteamiento
institucional y el desarrollo personal de cada actor antes mencionado. El
planteamiento de la visión permitirá establecer bases sólidas sobre el cual se
construye el proyecto planteado.

Posteriormente debe realizarse un diagnóstico a partir de las necesidades


sociales, de los fundamentos disciplinares, el campo profesional, los lineamientos
del programa educativo. El resultado que arroje dicho diagnóstico permite
establecer una ruta de partida, a partir de un contexto para establecer un proyecto
educativo con cimientos firmes.

Habiendo entonces realizado nuestro diagnóstico, procederemos a la


construcción del ideario, la misión y los objetivos, pues se intenta poner las
primeras piedras de elementos fundamentales, a raíz del diagnóstico como
pueden ser necesidades, problemáticas sociales, ámbitos del campo profesional,
identificación de las funciones de los profesionales tras su egreso y aquellos
saberes que necesitan haber desarrollado y las experiencias educativas que se
pretenden fomentar. Todos los avances obtenidos hasta este momento deben
discutirse y analizarse meticulosamente ya que, a partir de aquí se aprobará de
manera general la nueva estructura curricular.

A continuación, se procederá a la elaboración de los programas educativos.


En este punto, los profesores y asesores técnicos y pedagógicos deben de realizar
una retroalimentación extensa ya que resulta enriquecedor durante este proceso.
El docente así debe planear las unidades de competencia que los estudiantes
deben desarrollar a lo largo del curso haciéndose las preguntas cómo, con qué,
quiénes y para qué, ya que esto le permitirá establecer de manera más clara su
trabajo dentro del aula. Es en este momento donde los profesores pueden plantear
algunos ajustes a la estructura curricular en cuanto a las horas, la experiencia
educativa, los créditos, la modalidad, etcétera.

En el quinto momento se deberá verificar la viabilidad del proyecto curricular


a través de un mapa curricular y a su vez, se deberán establecer las estrategias
de operación. Estas dos actividades permiten revisar los ajustes propuestos con
anterioridad mediante sus experiencias de aprendizaje y además permite modificar
la estructura curricular, si se cree pertinente.

Posteriormente se debe presentar la estructura curricular con sus debidos


ajustes así como con sus experiencias educativas planteadas y el documento de
organización del plan de estudios. Es preciso señalar que aunque la evaluación y
el seguimiento no forman parte del proyecto curricular, conviene incluirlos para dar
cuenta de que lo planeado se ejecute de manera satisfactoria.

Nuestra mirada como docentes debe fijarse en lo que hacemos para llegar
al currículo propuesto que se propone desde instancias nacionales, además de la
participación de todos los miembros de la comunidad educativa basándose en las
necesidades del contexto, que exista un orden y lógica de tipo didáctico y que
además tenga en cuenta los ritmos y estilos de aprendizaje de los alumnos para
que el plan de estudios, lejos de ser inamovible resulte dinámico y flexible.
La importancia de llevar a cabo el objetivo de los programas, reside en lo que cada
alumno aprende de manera significativa, que se queda en la memoria a largo
plazo y que además lo lleva actuar de manera competente en diversas
situaciones. En ese sentido sabremos y determinaremos si el currículo es exitoso
o necesita de adecuaciones mediante la aplicación de instrumentos de evaluación
de la práctica pedagógica que permitan a los estudiantes, directivos y docentes,
comprender el alcance de los programas que se proponen.

Bibliografía
Lozano, A. y. (2013). Diseño de programas educativos basados en competencias. México: Editorial
Digital. Tecnológico de Monterrey.

Tejeda, J. (2004). Elaboración de planes, programas y cursos de formación. Grupo CIFO.

También podría gustarte