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ITESO

Economía I 16/10/19
Dr. Ignacio Román

Manifiesto comunista
Síntesis de lectura
Lo primero que me llamó la atención al realizar la lectura del manifiesto fue el
talante filosófico que tiene este. Más allá del contenido económico e histórico que
describe la transformación de las relaciones de producción, hay también una
descripción filosófica de la antropología burguesa y una metafísica intramundana
que permitirá la instauración de relaciones de producción que sean justas e
igualitarias.
El hombre de la burguesía, como está plasmado en el manifiesto es solamente
importante por las relaciones de trabajo que se llevan a cabo. El crecimiento de la
burguesía lo que generó fue una ruptura de toda relación social que no fuera la del
salario, lo que llevó a hacer abierta una explotación que antes se había llevado a
cabo en lo oscuro mediante instituciones como la religión y otras; esta explotación
se retrata como algo cada vez más cruento y agresivo contra las clases bajas.
Ya en el plano económico es importante en primer lugar el papel de la burguesía
como clase en el constante proceso de lucha de clases. La burguesía es una clase
que nació al desecharse los mecanismos de producción feudales, cuando estos
desaparecen se dio un aumento en la productividad que le dio gran poder al modo
burgués de industria pero que se convirtió en un poder demasiado grande.
Es desde esta posición de poder desde donde la burguesía fue imponiendo su
modelo de producción desde las naciones más industrializadas a las naciones
agrícolas. Es importante recalcar que la burguesía que fue tomando fuerza es la
burguesía industrial, otras burguesías, las clases medias bajas, más bien se
fueron proletarizando y cayendo en la clase baja.
Con la exportación del modelo industrial burgués se dio un proceso de
mundialización en el cual se fueron rompiendo los lazos nacionales y a su vez los
lazos gremiales y fueron sustituyéndose por relaciones de producción. Sin
embargo, el modelo burgués de producción parece que ha conducido solamente a
una crisis constante que va acabando con otras relaciones para quedarse solo con
las relaciones industriales y acrecentar la brecha entre burgueses y proletarios.
El proceso de producción es importante para entender las propuestas comunistas.
El manifiesto denuncia que el proletario no puede crecer ni crear capital ya que le
está destinado únicamente un papel de trabajador que ayude a acrecentar el
capital. Así la producción es producto del trabajo que, al efectuarse, va
produciendo capital; la base del capital es entonces el trabajo del asalariado que
es forzado a entrar en un proceso de competencia para superar a otros ante la

Juan Carlos Zavala Jonguitud


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Economía I 16/10/19
Dr. Ignacio Román

precarización de los salarios y la entrada de las maquinas que llevan al asalariado


a hacer un trabajo cada vez más básico e intercambiable.
El problema es que el capital, al ser fruto del trabajo colectivo, es una fuerza
social, sin embargo, el capital está monopolizado en las manos de unos cuantos,
del capital. La acumulación del capital es la que permite que estas dinámicas de
separación entre proletarios se vayan acrecentando, en contraste con la supuesta
“mano invisible” que regularía las relaciones de producción.
Ante esto es necesario para el comunismo abolir la propiedad privada pero no
cualquiera sino la que está en manos de la burguesía para lograr que el capital
vuelva a ser socializado como lo es en principio. Para apoyar la abolición de la
propiedad privada el manifiesto ironiza al decir que se escandalizan por suprimir la
propiedad cuando, de facto, esta está suprimida para el 90% de la población
debido a las relaciones de producción imperantes que están concentradas en
manos de unos pocos, “aquellos que trabajan no ganan, y los que ganan no
trabajan”1
Para esto el comunismo propone que la propiedad privada de los medios de
producción pase a manos del estado. Que el estado que en el modelo burgués era
solamente un comité administrativo de negocios se convierta en el detentor de los
medios de producción, transporte y de los terrenos agrícolas. Los proletarios
deben convertirse en una clase directora que destruya las relaciones de
producción imperantes para sustituir el esquema de clases por uno que permita el
desenvolvimiento libre de todos.2
Como señalaba en un principio me pareció fascinante el trasfondo filosófico que
sustenta el manifiesto comunista. Ciertamente la simplificación del modelo en
burgueses y proletarios refuerza el argumento, pero lleva a perder muchos
matices que resultan de vital importancia en el porvenir del comunismo; sin
embargo, reconozco también que gran parte de su crítica al sistema económico
sigue vigente y refleja todavía gran parte de las relaciones de producción.

REFERENCIAS
Engels, Federico y Marx, Carlos, Manifiesto comunista, El Aleph, 2000.

1
Federico Engels y Carlos Marx, Manifiesto comunista, El Aleph, 2000, p. 56.
2
Ibid, p. 65-66.

Juan Carlos Zavala Jonguitud

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