Está en la página 1de 12

INTRODUCCIÓN

Se llama dualismo a la doctrina que afirma la existencia de dos principios


supremos, increados, contornos, independientes, irreductibles y antagónicos,
uno del bien y otro del mal, por cuya acción se explica el origen y evolución
del mundo; y también, en un sentido más amplio, a las doctrinas que afirman
dos órdenes de ser esencialmente distintos, con más o menos radicalismo: por
ejemplo, ser ideal y ser real, Dios y mundo, naturaleza y gracia (en el
plano cognoscitivo razón y fe),materia y espíritu, orden físico (de la necesidad)
y orden moral (de la libertad y el deber) (en el plano cognoscitivo constatación y
valoración ética), conocer y querer (plano de la actividad consciente), bien y
mal (plano de la actividad moral), etc. En el primer caso se trata del dualismo
en el sentido más estricto y usual del término, y se puede llamar dualismo
teológico, cosmogónico (relativo al origen del cosmos) o religioso; en el
segundo caso se puede hablar de un dualismo filosófico o metafísico, que se
opone de modo irreductible al panteísmo y el holismo.
En la filosofía china se utilizan los términos yin y yang para indicar la dualidad
de todo lo existente en el universo yendo más allá de dos principios supremos
e irreductibles y pudiendo ser aplicados a cualquier objeto o situación.
El dualismo cuerpo y alma consiste en distinguir que el hombre está formado
por cuerpo y alma. Se puede considerar como uno de los principios básicos de
la religión cristiana.

Podemos considerar tanto a Kant como a Descartes como los padres del


dualismo.
EL ORIGEN DEL DUALISMO

Empédocles de Aciagas (492-432 a.C) acepta la eternidad del ser sin desnudar
el universo físico y perceptible de toda realidad. Comenta: “Te diré otra cosa,
no hay nacimiento de ningún ser mortal, ni ningún fin en el execrable muerto,
sino mezcla y separación de aquello que es mezclado; nacimiento es el nombre
que los hombres dan a estas dos cosas”. Como investigador de la naturaleza,
Empédocles se enfrenta a una múltiple revelación de lo divino, descubierto, en
primer término, en las formas primarias de la existencia corpórea. Después, en
las fuerzas de la amistad y la discordia, una centípetra y otra centrífuga, según
él, la causa genuina que, al actuar sobre la materia de los elementos, propicia
su unión y su separación. La temporalidad queda así reservada a los seres
compuestos, las cosas y los entes de este mundo, mientras que la eternidad se
refiere únicamente a los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire,
juntamente con las fuerzas del amor y la discordia. Un periodo de progresiva
purificación tendrá que desplazar la discordia u odio respecto a los límites
externos del shairos, y en este punto comenzará un movimiento opuesto o de
dispersión, en que ahora nos encontramos, que llevará al dominio del principio
antes en retirada.

El dualismo que cruza la cosmología de Empédocles tiene, como era de


esperar, consecuencias antropológicas. Las almas encarnadas en los cuerpos
mortales son espíritus divinos que deben expiar alguna falta y desde este
momento se elevarán a la categoría que les corresponde, como “adivinos,
médicos, poetas, médicos y príncipes entre los hombres que hay sobre la
tierra”.

Empédocles, en el inicio de su poema Purificaciones, se presenta a sí mismo


como un “dios inmortal, honorado como conviene”, con la elevada y concreta
misión de mostrar a sus compatriotas el camino de la salvación. Afirmación que
pasa por el estudio y conocimiento de la divinizada naturaleza. De esta
manera, el sistema de Empédocles, una física regida por la más estricta
causalidad mecánica, implica un amplio abanico de creencias religiosas,
presididas en lo esencial por el orfismo, en una filosofía de la naturaleza. Al
reducir drásticamente el olimpo homérico a los cuatro dioses personificados en
los elementos, avanzó por la vía de la forma religiosa ante la tradición del mito,
potenció el conocimiento racional del universo y preparó el camino al
pensamiento posterior con su tesis pre darwiniana de la supervivencia de las
formas más aptas, con más logos, para la vida.
ORIGEN DEL TÉRMINO DUALISMO

El término dualismo es utilizado por primera vez por Tomás Hyde en sentido


teológico para designar el dualismo de la religión persa; la misma significación
tiene en Pierre Bayle y Gottfried Leibniz. Por su parte Christian Wolff  introdujo
su sentido metafísico y ontológico, al emplear el término dualismo para
significar las relaciones del alma con el cuerpo.

EL DUALISMO TEOLÓGICO

El dualismo religioso aparece en muchos pueblos antiguos,


como China y Egipto, pero especialmente en Persia. Su religión, impulsada y
reformada por Zoroastrohacia el s. VI a. C., establece un principio divino del
bien, Ormuz o Ahura Mazda, y otro del mal, Ahrimán. Formas de dualismo se
encuentran después en el orfismo(hacia el s. VI a. C.), en el gnosticismo (s. II
a. C.), en el maniqueísmo, en la doctrina gnóstico-maniquea de Prisciliano, y ya
en la Edad Media, en los bogomilos,albigenses y cátaros. La más influyente de
estas doctrinas, después del mazdeísmo de Zoroastro, fue el maniqueísmo.

RASGOS COMUNES DE LAS DOCTRINAS DUALISTAS

En líneas generales, las doctrinas dualistas coinciden en los siguientes rasgos:


el principio del Bien es identificado con la Luz y el Espíritu; el principio del Mal
con las Tinieblas y la Materia, o con el diablo o demonio (maniqueísmo). La
materia es, pues, mala, y principio del mal; o bien creada por
un demiurgo distinto del dios bueno (gnosticismo de Marción), o por el diablo,
principio del mal (Prisciliano), rigorista y extrema; o bien ceden ante lo
inevitable y justifican la relajación: porque no es posible resistir al principio del
mal que inclina a pecar, y es ese principio, no la persona singular, el
responsable del pecado.

PRINCIPALES REFUTADORES

Los principales autores que refutaron con más profundidad el dualismo


fueron Santo Tomás de Aquino y San Agustín. San Agustín, que antes de su
conversión había sido maniqueo, le opuso después la doctrina del mal como
privación: todo procede y participa de Dios, y, en cuanto tiene ser, es bueno.
Los maniqueos preguntaban de entrada: ¿de dónde procede el mal? San
Agustín se dio cuenta de que ese planteamiento presuponía la existencia del
mal como algo positivo y forzaba así la respuesta maniquea. También entendió
que era anterior otra pregunta: ¿qué es el mal?. Santo Tomás de Aquino
combatió el dualismo en su forma albigense utilizando similares argumentos. El
conjunto de su pensamiento es, sin embargo, más eficaz contra el dualismo por
la importancia que da a la materia en la constitución del hombre y en el
conocimiento, siguiendo a Aristóteles.
DUALISMOS FILOSÓFICOS

En diferentes autores se han dado formas muy diversas de dualismo


ontológico. Se encuentra en Pitágoras, con la oposición entre límite e ilimitado,
par e impar, a las que corresponden otras ocho oposiciones; en Empédocles,
con el contraste entre la amistad y el odio, que Aristóteles interpreta como el
Bien y el Mal; en Anaxágoras con el caos primitivo y la inteligencia (Nous); en
los atomistas, con el vacío infinito y la multiplicidad de corpúsculos invisibles.
Se acentúa en Platón, con los dos mundos: el mundo inteligible de las ideas,
eterno, inmutable y necesario, y el mundo sensible de la materia, temporal,
mudable y corruptible (alma encerrada en un cuerpo). Platón desvaloriza el
mundo de la materia; de su doctrina procede la imagen del cuerpo como cárcel
del alma. El dualismo platónico reaparece completo en los neoplatónicos,
aunque en éstos se añade la doctrina de la emanación, que liga ambos
mundos.

Descartes acentúa el dualismo entre el espíritu (res cogitans) y la materia (res


extensa). Kant introduce un nuevo dualismo: entre la razón pura y la razón
práctica, el mundo natural de la apariencia (fenómeno) y el determinismo, y el
mundo moral de la realidad en sí (nóumeno) y la libertad.
Los espiritualistas posteriores insisten en el dualismo entre naturaleza y
espíritu. A algunas de estas formas de dualismo se opone el monismo, que
concibe todo lo real como un ser único, con diferencias no irreductibles, sólo
graduales, entre sus manifestaciones; las diferencias pueden parecer
irreductibles, en todo caso, por la limitación de nuestro conocimiento.

El dualismo es un desgarro cosmológico y existencial. Hans Jonas señala que


en los comienzos del mundo moderno ese dualismo es reformulado
por Descartes con el lema del “yo pienso”. Husserl en el siglo XX se propone
culminar tal empresa, sin darse cuenta que así ahondaba el dualismo que deja
a la Naturaleza abandonada a la categoría de lo inerte, pasivo, inorgánico y
desvitalizado. Profundizando con este nihilismo la categorización de esa
Naturaleza como objeto de estudio y entregada a la demiurgo tecnológica. Esta
omisión husserliana determinó las investigaciones de la madurez de Hans
Jonas sobre naturaleza y tecnología.

DUALISMO ANTROPOLÓGICO

Toda concepción que admita la tesis de que el hombre está compuesto de dos
elementos radicalmente distintos defiende el dualismo antropológico. El
dualismo antropológico tradicional mantiene que el hombre consta de alma y
cuerpo y se encuentra claramente en la filosofía de Platón, en la tradición
aristotélico-tomista (aunque más moderado) y en casi todas las filosofías hasta
el empirismo.
La polémica alma/cuerpo se debate ahora en los términos mente/cuerpo, o más
exactamente mente/cerebro, defendiendo algunos de los que en ella participan
un dualismo antropológico tan marcado como el del Descartes. Frente al
dualismo antropológico, en nuestro siglo muchos autores creen más razonable
un monismo que generalmente se concreta en un materialismo reduccionista,
es decir en la idea de que la mente es una propiedad que tiene su origen en la
materia, y exactamente en el cerebro y el sistema nervioso. Todos los que
defienden el dualismo antropológico tienden a considerar que las explicaciones
psicológicas deben ser radicalmente distintas a las explicaciones de las
ciencias naturales. Sin embargo, en el campo de los que defienden el monismo
hay muchos que no aceptan un estatuto peculiar para la psicología y distinto a
los astros ciencias, aunque también encontramos algunos autores (Fodor por
ejemplo) que reclaman para la psicología unas explicaciones no fiscalistas.

DESCARTES Y EL DUALISMO

Su dualismo se caracteriza porque distingue entre cuerpo y alma. El primero es


el que se encarga de distinguir entre lo que es bueno y malo. Mientras que el
segundo es el que se deja influir por el mundo que le rodea. Además según
Descartes uno no podía existir sin el otro y viceversa.

El alma en este tipo de Dualismo podía ser considerada también como la


mente, por eso era la encargada de diferenciar lo bueno y lo malo.

También dentro del dualismo Descartes trata otros temas como las pasiones.

Kant y el dualismo

El dualismo de Kant distingue dos tipos de conocimientos: a priori y a posteriori.


Sobre el primero dice que el conocimiento es independiente a la experiencia y
los individuos lo obtienen antes de ellas. Mientras el conocimiento a posteriori
se basa en la experiencia, es decir es el que obtenemos como consecuencia
de las acciones y acontecimientos llevados a cabo por cada persona.

El Dualismo de Kant está representado en los siguientes libros:

 Crítica de la razón práctica

 Crítica de la razón pura

 Crítica del juicio.

EL DUALISMO Y SU IMPORTANCIA EN LA RELIGIÓN

A lo largo de los años el dualismo ha cobrado una gran importancia en la


religión desde el punto de vista del cuerpo y el alma. Ya que uno de los
principios fundamentales del cristianismo es que el hombre está formado por
cuerpo y alma. Además según ellos cuando llega la muerte, acaba con el
cuerpo pero nunca con el alma.

También destacar que relacionado con la religión, más bien con la iglesia, se
encuentran todos los libros escritos distinguiendo entre un dios bueno o dios
malo, sería otro caso más de dualismo, es decir entre el bien y el mal.

CONTRAPOSICIÓN AL DUALISMO: MONISMO

El principio fundamental del monismo es que considera que todo está formado
por materia.

A diferencia del dualismo ellos no consideran que el hombre esté formado


cuerpo y alma sino todo sólo por materia. Entre los principales filósofos
monistas destacamos: Parménides, Heráclito, Hegel...

EL DUALISMO Y LA RELIGIÓN CATOLICA

Como la mayoría de términos filosóficos, ha sido empleado en diferentes


significados por diferentes escuelas.

En primer lugar, el nombre ha sido utilizado para designar el sistema religioso o


teológico que explicar el universo como el resultado de dos eternamente
opuestos y coexistentes principios, concebida como el bien y el mal, la luz y la
oscuridad, o algún otro tipo de poderes en conflicto. Encontramos esta teoría
muy extendida en el Oriente, y especialmente en Persia, durante varios siglos
antes de la Era Cristiana. El Zend-Avesta, atribuido a Zoroastro, que
probablemente vivió en el siglo VI aC y se supone que es el fundador o
reformador de la religión medo-persa, explica el mundo como el resultado de la
lucha entre Ormuz y Ahriman. Ormuz es la luz infinita, la suprema sabiduría, y
el autor de todo bien; Ahriman es el principio de la oscuridad y de todos los
males. En el siglo III después de Cristo, Manes, por un tiempo un converso al
cristianismo, ha desarrollado una forma de gnosticismo, el maniqueísmo estilo
posteriormente, en los que trató de fusionar algunos de los elementos de la
religión cristiana con la religión dualista del zoroastrismo (véase el
maniqueísmo y Zoroastro). la filosofía cristiana, expuesta con pequeñas
diferencias por los teólogos y filósofos de la baja de San Agustín, tiene en
general que el mal físico es el resultado de las necesarias limitaciones de los
seres creados finitos, y es que el mal moral, que es el único mal en el
verdadero sentido, un consecuencia de la creación de los seres dotados de
libre albedrío y es tolerado por Dios. Tanto el mal físico y moral se concibe
como una forma de privación o defecto de ser, no como entidad positiva. Su
existencia no es, pues irreconciliables con la doctrina del monismo teísta.

En segundo lugar, el dualismo término se emplea en oposición al monismo,


para significar el punto de vista común de que el universo existente contiene
dos tipos radicalmente diferentes de ser o sustancia - materia y espíritu, cuerpo
y mente. Este es el uso más frecuente del nombre de la filosofía moderna,
donde es común en contraste con el monismo. Pero no hay que olvidar que el
dualismo, en este sentido es muy conciliable con un origen monista de todas
las cosas. La doctrina teísta de la creación da una cuenta monista del universo,
en este sentido. El dualismo es lo que diferencia a ambos el materialismo y el
idealismo. El idealismo, sin embargo, del tipo de Berkeley, que mantiene la
existencia de una multitud de distintas mentes sustancial, puede, junto con el
dualismo, se describe como el pluralismo.

Históricamente, en la filosofía griega ya en el año 500 AC se encuentra la


escuela eleática, con Parménides como su jefe, la enseñanza de una unidad
universal del ser, por lo tanto una cierta afinidad con el monismo alemana
moderna. Estar solo existe. Es absolutamente uno, eterno e inmutable. No hay
devenir real o principios del ser. Pareciendo cambios y la pluralidad de seres
son meras apariencias. Para esta unidad del ser, Platón se opuso a una
dualidad original - Dios y la materia no producidos, existentes al lado del otro
desde toda la eternidad. Esta cuestión, sin embargo, fue concebido como
indeterminado, caótico, fluctuante, y se rige por una ciega necesidad, en
contraste con la mente que actúa de acuerdo al plan. El orden y la disposición
se debe a Dios. El mal y el desorden en el mundo tienen su origen en la
resistencia de la materia que Dios no ha vencido del todo. Aquí parece que
tenemos un rastro de la especulación oriental. Una vez más hay otro dualismo
en el hombre. El alma racional es una sustancia espiritual distinta del cuerpo en
el que se habita, un poco como el auriga en el carro. Aristóteles es dualista en
varios temas importantes. El contraste entre las concepciones fundamentales
de la materia y la forma - un potencial y un principio de actualizar - se ejecuta a
través de todas las ramas de su sistema. Necesariamente co-eterno con Dios,
que es pura actualidad, no ha existido el principio pasivo de la materia, que en
este sentido, sin embargo, es mera potencialidad. Pero además, junto con
Dios, que es el primer motor, también debe haber existido desde toda la
eternidad del mundo movido por Dios. En su tratamiento del conocimiento de
Aristóteles adopta el punto de vista ordinario de sentido común de la existencia
de objetos individuales distintos de nuestras percepciones e ideas de ellos. El
hombre es un individuo ser sustancial resultante de la fusión de los dos
principios - la forma (el alma) y la materia.

El cristianismo rechaza todas las formas de un doble origen del mundo, que
erigió la materia, o el mal, o de cualquier otro principio en un segundo eterno
coexistente con Dios, y le enseñó el origen monista del universo de uno,
espiritual infinito, auto-existente Ser que libremente creó todas las cosas. La
concepción familiar de la creación libre, sin embargo, se reunió con una
considerable oposición en las escuelas de filosofía y fue abandonado por varias
de las herejías antes. Los neo-platónicos tratado de disminuir la dificultad
emanastic formas de panteísmo, y también mediante la inserción de los seres
intermedios entre Dios y el mundo. Pero el primer método implica una
concepción materialista de Dios, mientras que el segundo sólo aplaza la
dificultad. A partir del siglo XIII, a través de la influencia de Alberto Magno y
más aún de Santo Tomás de Aquino, la filosofía de Aristóteles, aunque
sometido a algunas modificaciones importantes, se convirtió en la filosofía
acreditados de la Iglesia. La hipótesis dualista de un mundo eterno existente al
lado de Dios, por supuesto, rechazó. Pero la concepción de los seres
espirituales en contraposición a la materia recibió más completa definición y
desarrollo. La distinción entre el alma humana y el cuerpo que la anima se hizo
más claro e hizo hincapié en su separabilidad, pero la ultra-dualismo de Platón
fue evitado por insistir en la íntima unión de alma y cuerpo para constituir una
importante estar bajo la concepción de la forma y materia.

El problema del dualismo, sin embargo, fue levantada en una posición bastante
nueva en la filosofía moderna por Descartes. De hecho, ya que su tiempo ha
sido un tema de interés central en la especulación filosófica. Su manejo de dos
cuestiones distintas, la epistemológica, la otra metafísica, interpuso el presente
sobre. La mente está en una relación cognoscitiva con el mundo exterior, y en
una relación de causalidad con los cambios en el cuerpo. ¿Cuál es la
naturaleza exacta de cada una de estas relaciones? Según Descartes el alma
es res cogitans. Su esencia es el pensamiento. Es simple y no prorrogado. No
tiene nada en común con el cuerpo, pero está conectado con él en un solo
punto, la glándula pineal en el centro del cerebro. En contraste con esto, la
esencia de la materia se encuentra en la extensión. Así que las dos formas de
ser son totalmente dispares. En consecuencia, la unión entre ellos es de
carácter accidental o extrínseca. Descartes, por lo tanto se aproxima a la
concepción platónica del auriga y el carro. Alma y cuerpo son en realidad dos
aliados simplemente seres. Entonces, ¿cómo se relacionan? Real influencia
recíproca o interacción causal parece imposible entre dos cosas tan dispares.
Geulincx y otros discípulos de Descartes fueron impulsados a inventar la
hipótesis de ocasionalismo y la asistencia divina, según el cual es Dios mismo
quien los efectos del cambio apropiado, ya sea en cuerpo o la mente con
motivo de la modificación correspondiente en el otro. Para que este sistema de
interferencias milagrosa Leibniz sustituido la teoría de la armonía
preestablecida de acuerdo a los pares que Dios ha unido de los cuerpos y las
almas que están destinadas a ejecutarse en series paralelas de los cambios
como dos relojes comenzaron juntos. La misma dificultad insoluble de
paralelismo psico-físico permanece en manos de los psicólogos y filósofos en
el día de hoy que rechazan la doctrina del alma como un ser real capaz de
actuar sobre el cuerpo que se informa. El ultra-dualismo de Descartes fue
seguida de inmediato en el continente por el monismo panteísta de Spinoza,
que identificó la mente y la materia en una sustancia infinita de la que son
meramente "modos".

La cuestión cognoscitiva Descartes resuelve por una teoría del conocimiento,


según la cual la mente percibe inmediatamente sólo a sus propias ideas o
modificaciones. La creencia en un mundo exterior que corresponden a estas
ideas es la naturaleza de una inferencia, y la garantía de esta inferencia o la
construcción de un puente confiable del mundo subjetivo del pensamiento al
mundo objetivo de ser material, a partir de entonces fue el principal problema
de la filosofía moderna. Locke igualmente enseña que la mente aprehende
inmediatamente sólo a sus propias ideas, sino que supone un mundo exterior
real que corresponde a estas ideas, al menos en lo que respecta a las
cualidades primarias de la materia. Berkeley, aceptando supuesto de Locke de
que la mente de inmediato llega a conocer sólo a sus propias ideas, planteó la
pregunta: ¿Qué razones tenemos para creer en la existencia de un mundo
material que corresponde a esas ideas? Concluye que no hay ninguno. La
causa externa de estas ideas es Dios, que los despierta en nuestra mente por
las leyes ordinarias. La oposición dualista entre la mente y la materia es lo que
se deshizo de al negar un mundo material independiente. Pero Berkeley sigue
siendo postulados multitud de mentes real sustancial distintos unos de otros y
al parecer de Dios. Tenemos el pluralismo tanto idealista. Hume llevó el
escepticismo de Berkeley es un paso más allá y negó la existencia de las
sustancias espirituales permanentes, o la mente, por motivos similares a los de
Berkeley, que rechazó las sustancias materiales. Todo lo que sabemos que
existen son las ideas de mayor o menor intensidad. Kant repudia este
escepticismo más extrema y adopta, por lo menos en la segunda edición de su
obra principal, una forma de dualismo basado en la distinción de los fenómenos
y noúmenos. La mente de inmediato percibe sólo sus propias
representaciones. Estos son modificados por las formas mentales innatas. Ellos
nos presentan fenómenos solamente. Pero los noúmenos, las cosas en sí
mismas, las causas externas de estas representaciones fenomenal, están fuera
de nuestro poder de cognición. Fichte rechazó las cosas en sí mismas fuera de
la mente, y redujo el dualismo kantiano al monismo idealista. Los defensores
más fuertes y más constantes de dualismo en la filosofía moderna ha sido la
escuela escocesa, incluyendo a Reid, Stuart, y Hamilton. Entre los escritores
de Inglés en tiempos más recientes Martineau, McCosh, Mivart, y de haber
llevado a cabo la misma tradición en líneas similares.

El problema del dualismo, como su historia lo indica, consiste en dos


cuestiones principales:

¿Existe un mundo material fuera de nuestras mentes e independiente de


nuestro pensamiento?

Suponiendo un mundo que existe, ¿cómo la mente alcanzar el conocimiento de


la misma?

La primera cuestión pertenece a la epistemología, la lógica material, o filosofía


general, esta última a la psicología. Es cierto que el dualismo es en última
instancia rechazada por el materialista, que reduce los estados conscientes a
las funciones, o "aspectos" del cerebro, pero las objeciones de este punto de
vista será más adecuadamente tratado en el materialismo y el monismo. La
teoría idealista desde Berkeley, en todas sus formas, sostiene que la mente
sólo puede conocer sus propios estados o de las representaciones, y que lo
que supone que debe ser un mundo independiente, el material es, en último
análisis, sólo una serie de ideas y sensaciones la creencia más en la
posibilidad de otras sensaciones. Nuestra convicción de la realidad objetiva de
un sueño coherente vivos es análoga a la nuestra convicción de la validez de
nuestra experiencia de vigilia. El dualismo afirma, en oposición a toda forma de
idealismo, la realidad independiente, extramental del mundo material. Entre sus
principales argumentos son los siguientes:

Nuestra creencia en la existencia de otras mentes es una inferencia de sus


cuerpos. En consecuencia, la negación de un mundo material externo implica el
rechazo de todas las pruebas de la existencia de otras mentes, y las tierras
idealista en la posición de "solipsismo".

La ciencia física supone la existencia de un mundo material, existente en el


momento sin ser visto, que posee varias propiedades, y ejercer diversas
atribuciones de acuerdo con leyes definidas constante. Así, la astronomía se
describen los movimientos de los cuerpos celestes moviéndose en el espacio
de tres dimensiones, que atrae a sí con las fuerzas inversamente proporcional
al cuadrado de la distancia. Que postula el movimiento y la acción de los
órganos cuando son invisibles, así como cuando se ven a través de largos
períodos de tiempo y en vastas áreas del espacio. A partir de estos supuestos
se deduce posiciones futuro y predice los eclipses y tránsitos muchos años por
delante. Observaciones llevadas a cabo por las generaciones posteriores
verificar las predicciones. Si no hay un mundo extramental cuyas partes existen
y actúan en un espacio y el tiempo realmente refleja en nuestros conocimientos
e ideas, tal resultado no sería posible. Las ramas de la ciencia que trata con el
sonido, la luz, el calor y la electricidad son igualmente incompatibles con el
idealismo. Las enseñanzas de la fisiología y la psico-física del ser
particularmente absurdo en la teoría idealista. ¿Cuál es, por ejemplo, se
refieren al decir que la memoria depende de las modificaciones en la sustancia
nerviosa del cerebro, si todo el mundo material, incluyendo el cerebro, no es
más que una colección de estados mentales? Psicología igualmente asume la
realidad extramental del cuerpo humano en su cuenta del crecimiento de los
sentidos y el desarrollo de la percepción. Fueron la hipótesis idealista cierto su
lenguaje no tendría sentido. Todas las ramas de la ciencia lo que presuponen y
confirman la visión dualista del sentido común.

De acuerdo, entonces, la verdad del dualismo, la cuestión psicológica surge:


¿Cómo funciona la mente llegar a conocer el mundo material? En términos
generales hay dos respuestas. De acuerdo con un la mente de inmediato
percibe sólo sus propias representaciones o ideas y de estos se deduce
objetos externos materiales como la causa de estas ideas. De acuerdo con la
otra, en algunos de sus actos que de inmediato percibe objetos extendidos o
parte del mundo material. Como Hamilton dice: "Lo que es captar directamente
la no-yo, no una modificación del Yo". La teoría que mantiene una percepción
inmediata de la no-yo que él llama dualismo natural o realismo natural. La otra,
que tiene un conocimiento mediato de la no-ego, como la causa deduce de una
representación inmediatamente detenido, que él llama dualismo hipotética o el
realismo hipotético. La doctrina de la percepción inmediata o representativo es
la adoptada por la gran masa de los filósofos escolásticos y se manifiesta en el
dicho de que la idea, concepto o acto mental de aprehensión no es percipitur
quod Identificación sed medio quo percipitur resolución - no lo que es percibido,
pero el medio por el cual se percibe el objeto en sí. Esta parece ser la única
cuenta de la naturaleza del conocimiento que no conduce lógicamente al
idealismo, y la historia del sujeto confirma esta opinión. Pero la afirmación de la
capacidad de la mente para la percepción inmediata de la no-ego y la
insistencia en la distinción entre quod Identificación y percipitur quo
Identificación, no disponen de toda la dificultad. La psicología moderna se ha
convertido en genética. Su interés se centra en el seguimiento del crecimiento y
desarrollo del conocimiento de las sensaciones más simples y elementales de
la infancia. El análisis de los procesos perceptivos de una edad más avanzada,
por ejemplo, captura de tamaño, forma, solidez, la distancia, y otras cualidades
de los objetos a distancia, demuestra que las operaciones aparentemente
instantánea e inmediata puede implicar la actividad de la memoria, la
imaginación, juicio, razonamiento, y el subconsciente contribuciones de la
experiencia pasada de otros sentidos. Existe, pues, mucho de lo que es
indirecto e inferencial en casi todos los actos perceptor de la vida madura. Esto
debe ser francamente admitido por el defensor del dualismo naturales, y el
principal problema psicológico para él en el día de hoy es para seleccionar y
discriminar lo que es inmediato y directo de lo que es mediata o un
representante en las operaciones cognoscitivas cierto complejo de la vida
adulta normal.

REACCIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA CONTRA EL DUALISMO

Desde el punto de vista de la doctrina católica, la inconsistencia del dualismo


quedaría de manifiesto por los siguientes enunciados:

 Dios es único, infinito y omnipotente;

 El principio del mal no puede ser Dios ni puede limitar la potencia infinita
del único Dios.

 Todo ha sido creado por Dios, y como tal bueno;

 Todo lo que existe es bueno (Dios miró todas las cosas que había
creado y vio que eran buenas: Génesis 1.4.7.10.12.18.21.25.31);
 También lo es, por tanto, la materia (además, el Verbo se encarnó;
la Encarnación, en el cristianismo es una revalorización de la materia y
del cuerpo humano frente al platonismo y al maniqueísmo, y una
doctrina optimista).

El mal no es ser en sí mismo, no es algo positivo; es sólo privación de bien,


carencia de la perfección debida a una naturaleza. Lo positivo es el bien
carente o privado; el mal sólo se da en el bien como defecto. Un mal absoluto,
existente en sí, sería una contradicción: una nada que existe. Como el mal no
es un ser positivo, no necesita causa; sólo el ser tiene causa o principio, y todo
ser es bueno. Tiene causa la entidad positiva a la que le acontece estar privada
de la perfección debida; esa privación es querida accidentalmente, o sólo
permitida, y siempre en función de un bien mucho mayor. Por tanto, no hay que
buscar una causa primera del mal, un principio o Dios del mal. No hay, pues,
un principio del mal que sea Dios, o simplemente un mal absoluto y positivo. El
dualismo es contrario a la creación universal (habría algo distinto de Dios que
se sustrae a su acción creadora) y a la trascendentalita del bien (todo ser, en
cuanto ser, es bueno). El mal ha sido introducido en el mundo por el pecado de
la criatura inteligente y libre. Lejos de ser la materia, es el espíritu el origen del
mal. Sólo la obra de Dios fue material, la obra del pecado es enteramente
espiritual. No hay cosas malas, sino malas voluntades, y éstas no pueden
hacer malas las cosas. Los católicos hablan, pues, de un bien de la creación y
de un mal de la caída o pecado.

También podría gustarte