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La depresión o crisis económica es la fase más baja del ciclo, esta no es más que una
recesión particularmente larga asociada con escasez de bienes y servicios. Al final del
ciclo económico se encuentra la recuperación donde la actividad económica se reactiva y
crece ligeramente. Conforme avanza la recuperación la producción se acerca cada vez
más a su potencial, aumentado los salarios, la inversión y los tipos de interés.
La duración de los ciclos económicos es un tema muy debatido ya que se han observados
las cuatro fases en dos años y en otras ocasiones en más de 10 años, no obstante, estos
se clasifican en cortos cuando tienen una duración de 40 meses, medios entre 7 y 11
años y largos de 47 a 60 años.
Periodicidad
Duración
Se puede hablar de duración al periodo de tiempo que abarca un ciclo económico. Esta
duración, es muy difícil de medir ya que estas oscilaciones están sujetas a diferentes
variaciones que ocasionan un cambio en cualquier instante del periodo del ciclo, así como
también influyen en su recurrencia.
a) Los ciclos económicos con periodo aproximadamente de 50 años. Los llamados ciclos
de Onda Larga.
Amplitud
Nos indicara el tamaño en el que se establece el ciclo económico, en el cual influyen las
diferentes perturbaciones económicas que son las que lo determinan. Es decir, que tan
grande puede ser la cima o fondo de un ciclo.
Recurrencia
Forma
¿Por qué se produce? Seguro que actúan muchos factores, que además no son los
mismos en todas las crisis: por ejemplo, en los años setenta un factores muy
importantes fue el súbito encarecimiento del petróleo. Pero un factor que suele
repetirse es el crédito barato, que tiene una doble consecuencia. Por un lado, anima la
inversión, pero puede animarla en exceso y llevar a conclusiones equivocadas. Por
otro lado, desanima el ahorro. En efecto, ¿para qué ahorrar si los tipos de interés son
bajos? Más bien conviene consumir y endeudarse para comprar, por ejemplo,
viviendas, que además suben de precio, con lo cual la inversión es segura y siempre
podremos vender la vivienda en el futuro a un precio mayor que el que hemos pagado
para comprarla. Todo esto lleva a un desajuste que al final estalla cuando se
comprueba que la inversión ha sido excesiva y equivocada.