Está en la página 1de 5

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/28272702

La nomenclatura botánica en las plantas cultivadas

Article · January 1993


Source: OAI

CITATIONS READS

0 173

1 author:

Juan Pablo Del Monte


Universidad Politécnica de Madrid
42 PUBLICATIONS   247 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

El riesgo de la introducción de especies vegetales View project

PROBIOCOM View project

All content following this page was uploaded by Juan Pablo Del Monte on 19 October 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


La nomenclatura
botánica
en las plantas cultivadas
SU IMPORTANCIA Y NECESIDAD
Por: J.P. del Monte Díaz de Guereñu*

Las especies que tienen relación con homogeneidad idiomática y como prue- denominación nos podemos referir a las
la actividad económica del hombre, a ba de ello y refiriéndonos a las especies siguientes especies: Asperugo procum-
pesar de ser muy numerosas, no supo- antes citadas, en España, en función de bens L.; Galium aparine L.; Setaria verta-
nen más que una pequeña parte de la las distintas zonas y autonomías, la cillata (L.) Beauv.) y lapa (con esta de-
diversidad vegetal existente en el Plane- amapola puede tener hasta 58 denomi- nominación nos podemos referir a: Arc-
ta. Es muy difícil precisar cuál es el nú- naciones vulgares; 34 el aligustre, 6 la tium lappa L.; Arenaria cerastioides Poi-
mero de especies existentes a nivel lechuga; 2 la lenteja y hasta 39 el trigo ret; o Galium aparine L.).
mundial, pero de forma aproximada se
(refiriéndonos como trigo únicamente a En los ejemplos anteriores, debido a
establece que de las Ilamadas "plantas
la especie T. aestivum (L). Thell.) (Ceba- la gran diversidad de las denominacio-
con semillas" existen alrededor de unas
Ilos, 1986. "Diccionario ilustrado de los nes existentes y en el caso de las espe-
250.000 especies (Prance considera que
existen unas 240.000 especies; por otro nombres vernáculos de las plantas en cies introducidas por la ausencia de
lado, Grant, estima que el número de es- España"). nombres vulgares (el mejor ejemplo
pecies de plantas superiores es de unas También se produce la situación in- pueden ser muchas de las especies or-
261.000). versa, es decir, puede existir más de namentales), este sistema no puede ser
Ante semejante diversidad queda una especie bajo un nombre vulgar, por válido como método universal de identi-
claro que el hombre precisa de un siste- ejemplo: Amor del hortelano (bajo esta ficación, denominación y comunicación.
ma de identificación y de comunicación
que le permita moverse dentro del mun-
do vegetal, que no es más que una parte
del de los seres vivos.
Toda especie vegetal debe ser de-
nominada, a efectos de comunicación, e
indentificada bajo un nombre. Uno de
los métodos más usuales dentro de la
agronomía es referirnos a las especies
por medio de los nombres vulgares. Si-
tuándonos en el momento actual, pen-
sar en la posible confusión o en el no
entendimiento cuando nos referimos
por ejemplo a la lenteja, trigo, amapola o
aligustre, nos parece prácticamente im-
posible, y en realidad es difícil siempre y
cuando estemos hablando en un espa-
cio o entomo idiomáticamente homogé-
neo. Sin embargo casi nunca se da esta

(') Dpto. de Producción Vegetal: Botánica y


Protección Vegetal. E.T.S. Ingenieros Agró- Almendro. Prunus dulcis (Miller) D. A. Webb (= P. amygdalus Baisch; P. communis (L.) as-
nomos. Madrid. can. non Hudsosn; Amygdalus comunis L.; A. dulcis Miller)

AGRICULTURA-785
SEMILLAS • CULTIVOS
En el siglo XVIII un eminente botáni- AI margen de los condicionantes que do cumplido las normas del ICBN, sien-
co, C. Linneo, propuso y fue aceptado puede imponer el ICNCP queda claro, y do por tanto nombres legítimos, diferen-
un sistema binómico de denominación así se refleja en su artículo 7, que las ciándose únicamente en su autoridad,
de las especies vegetales, utilizando el plantas de cultivo "... se denominarán a es decir en el nombre o iniciales de sus
latín como idioma patrón, como forma tres niveles fundamentafes: género, es- descriptores.
de conseguir que las especies sean de- pecie y cultivar". A partir de este mo- Esta situación surge como conse-
nominadas, identificadas y caracteriza- mento sólo nos referiremos a los dos cuencia de que diferentes investigado-
das con precisión. Este sistema de de- primeros niveles, esto es género y espe- res denominaron al mismo espécimen
nominación consta de un nombre gené- cie. con distinta denominación o a distintos
rico (por ejemplo: Galium) y un epíteto Los nombres utilizados en latín (gé- espécimenes bajo el mismo nombre, sin
específico (por ejemplo: Galium aparine nero y especie) y en un ámbito eminen- conocer unos el trabajo de los otros; o
o G. aparine) seguido del nombre o de temente comercial y no científico, no ca- bien porque taxa que en un momento se
las iniciales del autor (autoridad) que pri- be duda que pueden presentar dificulta- consideraron distintos no son conside-
mero publicó el nombre de la especie des de uso. Estos nombres en sí mis- rados ahora como tales; o bien porque
(en el ejemplo G. aparine L.). Estas ini- mos da igual cuáles fueren, si bien algu- los autores han acuñado nombres como
ciales o nombre es lo que se conoce co- nos epítetos específicos hacen referen- consecuencia de diferentes plantea-
mo citación del autor, que como vere- cia a alguna característica morfológica o mientos o para corregir nombres inco-
mos posteriormente es fundamental pa- ecológica, pero en tanto en cuanto sean rrectos, etc. Todos estos nombres se
ra definir con precisión la especie, si nombres que cumplan las normas dicta- conocen como sinónimos, considerán-
bien con demasiada frecuencia no se das por el ICBN suponen un mecanismo dose siempre como nombre correcto el
representan dando lugar a ambig ^edad de comunicación, de homogeneización más antiguo (criterio de prioridad), to-
e indefinición. de la información y de precisión. Ade- mándose como punto de origen la obra
Para establecer un sistema nomen- más todo nombre supone una fo^ma de de C. Linneo "Species Plantarum" publi-
clatural se precisa de una serie de nor- sistematización de una gran cantidad de cada en 1753. Existe una obra, "Index
mas, y las que regulan la denominación información. Por el mero hecho de Ila- Kewensis" (con periodicidad quinquenal
de las especies vegetales se recogen en marse una planta de una determinada desde 1885, siendo el último suplemen-
el Código Intemacional de Nomenclatu- manera implica que posee una serie de to el de 1990; a partir de 1986 tambien
ra Botánica (ICBN), el cual es revisado características morfológicas, fisiológi- tiene suplementos anuales y se denomi-
cada cuatro años. Para las especies de cas y ecológicas comunes con todos na "Kew Index"), cuyo objetivo es la pu-
cultivo, dada su especial complejidad, el los espécimenes denominados con el blicación de las sinonimias, de su co-
ICBN manifiesta numerosas deficiencias mismo nombre y con independencia del rrespondencia con los nombres correc-
y por ello ha de ser complementado por lugar del mundo donde se encuentre tos puestos al día, así como de las de-
el Código Intemacional de Nomenclatu- (esta propiedad es lo que se denomina nominaciones de nuevas especies.
ra de las Plantas de Cultivo (ICNCP), del como valor de predicción del nombre). Por lo que antecede vemos la nece-
cual ya hemos hablado en una ocasión Muchas especíes pueden tener más sidad de que tras el epíteto específico fi-
anterior (véase "La denominación de las de un nombre, o incluso bajo un mismo guren las iniciales del o de los autores,
plantas de cultivo" Agricultura n° 718: nombre (género y especie) puede haber en la forma adecuada según el ICBN. En
394-397). más de una especie, todos ellos habien- algunos casos nos podemos encontrar
con que la forma en la que se escriben
los autores es más compleja, usándose
los paréntesis o introduciendo la pala-
bra latina ex, teniendo cada una de es-
tas formas un significado concreto. Se-
gún establece el ICBN, cuando un autor
usa un nombre acuñado por otro con
anterioridad pero no válidamente publi-
cado por este, ambos autores aparecen
en la citación del autor el primero prece-
diendo al segundo separados por la pa-
labra ex. Los autores no se encierran en-
tre paréntesis salvo que el epíteto espe-
cífico no sea usado en la misma combi-
nación que fue adoptado por el autor
original, en cuyo caso el nombre de la
autoridad original se sitúa entre parénte-
sis seguida por el nombre de la autori-
dad que propuso el nombre del taxón
en su forma actual, por ejemplo: Fesiu-
ca bromoides L. fue descrita por Linneo
pero posteriormente Gray, estudiándola
de nuevo, consideró que por sus carac-
Rama de almendro terísticas encajaba mejor en el género

786-AGRICULTURA
^
Vulpia por lo que la denominó Vulpia especies (siempre y cuando haya dife- pueden observar en diversos tipos de
bromoides (L.) Gray, tal y como se la co- rencias morfológicas entre ellas, y que publicaciones de listados de especies
noce actualmente. éstas se mantengan en la descenden- como son los catálogos de viveros, si
En el mundo agrícola, dada la impor- cia), mientras que en las obras de mejo- bien esto no tiene nada que ver con la
tancia del comercio de especies, lo uni- ra vegetal y de botánica agrícola, por el calidad del material comercializado, o
versal de este comercio, y la importan- contrario, se admite un reducido núme- en listados oficiales.
cia de la manipulación de las especies ro de especies, considerando la variabi- Caso 1. Utilización de rangos ta-
por parte del hombre hace estrictamen- lidad presente con rango infraespecífi- xonómicos inexistentes en la actuali-
te necesaria la correcta denominación co. Por este motivo puede aparecer, en dad o incorrectos.- En el BOE antes ci-
de las especies. Esta exigencía que co- algunas especies, un desajuste nomen- tado y en la misma orden existe el Ane-
mo ya comentamos se contempla en el clatural entre ambos ámbitos. xo I en el que se hace referencia a una
ICNCP en su artículo 7, se contempla A pesar de una normativa tan estric- serie de especies y variedades de espe-
también en alguna normativa generada ta, la denominación de las especies ve- cies hortícolas entre las que figuran las
por la CEE e incluso en órdenes ministe- getales, dentro de las plantas cultiva- siguientes reseñas:
riales de ámbito nacional. Por ejemplo das, con bastante frecuencia no es co- Brassica oleracea L. convar. botrytis
con fecha 31 de diciembre de 1991 se rrecta. Los errores de denominación (L.) Alef. var. botrytis.
publicó en el Diario Oficial de las Comu- que hemos podido observar en diferen- Brassica oleracea L. convar. botrytis
nidades Europeas la Directiva del Con- tes publicaciones se deben con mayor (L.) Alef. var. itaiica Plenk.
sejo de 19 de diciembre de 1991, relati-
va a la comercialización de los materia-
les de reproducción de las plantas oma-
mentales y de plantas omamentales, en
la que se establece en el artículo 9 que
"los materiales de reproducción y las
plantas ornamentales se comercializa-
rán con una referencia a la variedad o al
grupo de plantas al que pertenecen" de
manera que no pueda haber confusión
posible. En el artículo 4 establece que
se elaborará una ficha que contenga
una referencia a las condiciones de or-
den fitosanitarío fijadas en la Directiva
77/93/CEE que sean aplicables al Géne-
ro y Especie de que se trate.
Del mismo modo en el BOE de 17 de
marco de 1992, Orden 6245 del 9/III/92,
se establecen las bases fitosanitarias
para la producción de planteles de hor-
talizas y material de reproducción de or-
namentales y ordena que en el pasapor-
te fitosanitario debe figurar el nombre
botánico y el nombre comercial. Prunus spinosa L. . Su nombre vulgar puede ser. Endrino; bruño; arañon; y 90 nombres más
según el "Diccionario ilustrado de /os nombres vernáculos de p/antas en España" (Ceballos,
Como ya hemos dicho los nombres
1986).
botánicos de las especies de cultivo se
ajustarán a la normativa que establecen frecuencia a las siguientes causas: Lo mismo ocurre en la publicación
el ICBN, y por supuesto a las últimas va- 1° Utilización de rangos taxonómi- "Listas de variedades Comerciales" del
riaciones que se hayan aceptado en las cos inexistentes o incorrectos; INSPV de 1991.
últimas reuniones de la Comisión, y el 2° Utilización de nombres específi- En estas denominaciones se incu-
ICNCP. cos sin las iniciales del autor (autoridad) rren en dos errores:
Aún ajustándonos a los códigos co- que la describió o que estén incomple-
mentados la denominación científica de tas; a) Las variedades que aquí figuran
las plantas en general y de las de cultivo 3° Utilización de epítetos específicos no son variedades de cultivo o cultiva-
en particular no está resuelta en todos inexistentes, y res, sino que son variedades botánicas,
los casos de una manera única y defini- 4° Utilización de nombres incorrec- por tanto el rango de convariedad no
tiva. En esos casos la dificultad reside tos. puede figurar ya que el ICBN no lo con-
en las diferentes concepciones del con- sidera como rango taxonómico infraes-
cepto "especie", en los cuales no vamos A continuación exponemos como pecífico. EI ICBN únicamente considera
a entrar, sólo comentaremos las dificul- ejemplos una serie de errores en la de- como rangos infraespecíficos los si-
tades que esto supone utilizando como nominación de plantas cultivadas, ha- guientes: subespecie; variedad; subva-
ejemplo el caso del trigo. En este géne- ciendo especial mención en las plantas riedad; forma y subforma; si bien los
ro, según las claves botánicas al uso, ornamentales por el mayor número de más ampliamente usados son subespe-
comprende un número muy elevado de especies que se suelen manejar, que se cie, variedad y forma.

AGRICULTURA-787
SEMILLAS • CULTIVOS
b) En 1986, Alefeld introdujo el térmi- sa, de tal forma que únicamente con gé- Juniperus chinensis L. 'Blue Alps' o bien
no "grupo varietal" que posteriormente nero y especie no se está seguro de la como Juniperus chinensis L. cv. Blue
Ilegaría a ser la categoría taxonómica identidad de la planta, por ejemplo: bajo Alps, con lo cual queda perfectamente
convariedad (convar.; conv.), pero esta las denominaciones de Eleagnus angus- identificada tanto la especie como el
categoría fue desaconsejada y se susti- tifolia y de Acer saccharinum (especies cultivar, máxime en especies como esta
tuyó por el "grupo de cultivares" en la de uso omamental) hay dos especies en donde hay un gran número de cultiva-
edición del ICNCP de 1986, el cual figu- cada una de ellas (hay casos en los que res.
rará delante del cultivar. la situación es mucho más compleja).
Las diferencias las marcan los autores: b) La especie Prunus mirabolano.
Por lo que antecede las denomina- Bajo esta denominación específica no
ciones antes citadas no se ajustan ni al * Eleagnus angustifolia L. existe ninguna especie. EI nombre espe-
ICBN ni al ICNCP. Eleagnus angustifolia Blanco = " E.
cífico más parecido que existe es Pru-
Su denominación correcta es: latifolia L.
nus myrobalana (L.) Loisel, si bien este
nombre no es sino una sinonimia, sien-
Brassica oleracea L. var. botrytis L. * Acer saccharinum Wangenh
do el nombre correcto el de Prunus ce-
Acer saccharinum L. _* A. dasycar-
Brassica oleracea L. var. italica Plenk rasifera J. F. Ehfi. (en castellano tienen
pum Ehrh.
La primera de estas especies tiene siendo los nombres correctos los mar- entre otros nombres vulgares los de mi-
rabolán y mirobalano; en Argentina, mi-
robolán; en francés, myrobolan; en ita-
liano, mirabolano; y en portugués,
abrunheiro mirobolano). La posible justi-
ficación del uso del epíteto mirobolano
puede ser por deformación de myroba-
lana o por el uso de alguno de los nom-
bres vulgares.

Caso 4. Utilización de nombnes in-


correctos.- Sírvanos como ejemplo la
denominación Cupressus lambertiana.
Este nombre ha sido y es ampliamente
usado (su origen data de 1858) y sin em-
bargo nunca fue válidamente publicado,
por lo que bajo las normas del código
ICBN no es válido. Su nombre correcto
es Cupressus macrocarpa Hartweg.
En resumen y como conclusión la
nomenclatura botánica de las plantas
de cultivo lejos de crear dificultades, y
Rasa pendulina L. . Especie de rosa con 67 nombres vulgares según el "Diccionario ilustrado en tanto que supone un método univer-
de los nombres vernáculos de las plantas en España" (Ceba/los, 1986). sal de denominación y comunicación es
necesaria:
como sinónimos los siguientes: Brassi- cados con un asterisco, según "Index
ca botrytis (L.) Mill., Brassica cauliflora Kewensis".
Caso 3. Utilización de epltetos es- 1) para asegurar la identidad del ma-
Dod., Brassica cauliflora Gars., y Brassi-
pecíficos inexistentes.- En este caso terial utilizado en propagación de las es-
ca multiflora J. Bauh.; y la segunda:
Brassica asparagoides Calwer. se utiliza como epíteto específico o bien pecies de cultivo y en la obtención de
Dentro de cada variedad botánica el nombre castellanizado que se utiliza nuevas variedades de cultivo (cultiva-
existen múltiples variedades de cultivo 0 como vulgar, o incluso el nombre del res);
cultivares (Véase "Listas de varíedades cultivar que se lo asignan a la especie.
comerciales" del INSP^. Los ejemplos que exponemos son to- 2) para asegurar la identidad del ma-
mados de un catálogo de plantas oma- terial comercializado;
Caso 2. Utilización de nombres mentales editado en 1992 donde figuran
específicos sin las iniciales del autor entre otras las siguientes especies:
3) para asegurar los derechos de los
(autoridad) que la describió o que es-
obtentores (para lo que se precisa ade-
té incompleto.- Como hemos dicho re- a) Juniperus Blue Alps. Bajo esta de-
más de la existencia de un Registro de
pe^tidas veces hay muchas especies que nominación específica no existe ningu-
na especie. En este caso se utiliza como variedades)
puieden tener más de un nombre (ya co-
m^sntado al final del caso 1, con los sinó- epíteto específico el nombre del cultivar.
nirnos de ambas especies) o a la inver- En realidad debe denominarse como 4) y en definitiva para evitar fraudes.

788-AGRICULTURA

View publication stats

También podría gustarte