Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
13 PDF
13 PDF
{200}
14/09/2011}
MARTA RODRÍGUEZ:
MEMORIA Y RESISTENCIA
aceptado:
16/08/2011 ·
Marta Rodríguez:
memory and resistance
recibido:
{original
Carlos Andrés Bedoya Ortiz*
Este ensayo tiene como objetivo realizar un acercamiento a los archivos y la obra de la documentalista Marta
Rodríguez, y describir cómo, en el archivo, los correlatos existentes son una posibilidad de creación audiovisual y
antropológica. Allí coexisten más relatos de los conocidos hasta el presente, y su legado no es un objeto inamovible y
sí reinterpretativo. De este modo, la idea no es la de un pasado estático, sino uno que se extiende en la configuración
del presente y del futuro.
Palabras clave: Marta Rodríguez, memoria, archivo, documental, cine, correlato, resistencia.
Este ensaio faz uma aproximação aos arquivos e à obra da documentarista Marta Rodríguez, e descreve como, no
arquivo, os correlatos existentes são uma possibilidade de criação audiovisual e antropológica. Coexistem lá, mais
relatos dos que são conhecidos até o presente, e seu legado não é um objetivo imóvel e sim reinterpretativo. Assim,
a idéia não é a de um passado estático, mas de um passado que se estende na configuração do presente e do futuro.
This essay is aimed to study the documents and work of the documentary filmmaker Marta Rodriguez and to describe
the way in which, in the record, the existent correlates are a possibility of audiovisual and anthropological creation.
There coexist more stories than those known today, and her legacy is not an immovable object but a re-interpretative
one. So, there is not a changeless past, but one prolonging itself in the configuration of present and future.
nomadas@ucentral.edu.co · Págs. 201~212
Key words: Marta Rodriguez, memory, record, documentary, film, correlate, resistance.
* Antropologo de la Universidad de Caldas. Trabaja con Marta Rodríguez desde 2007 como investigador de archivo en la Funda-
ción Cine Documental/Investigación Social, Bogotá (Colombia). Junto con Marta realizó el guión del documental Testigos de un
etnocidio: memorias de resistencia (2011). E-mail: bedoyaandres@gmail.com
{201}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
He dedicado cuarenta antropológica. Acogiendo como li- principio, pareciera que no existe un
años al documental, pero neamiento metodológico, orden allí, pero sí lo hay, aunque no
no únicamente como género. en el sentido de la catalogación es-
Marta Rodríguez que la relación que un creador tricta: el orden está en la memoria
sostiene con su obra y, por ello, la
de Marta, y un modelo rústico idea-
P
róxima a cumplir sus ochen- obra misma, se encuentran afec-
do por ella misma, que forma un sis-
tadas por el sistema de las relacio-
ta años, Marta Rodríguez (1 tema de conexiones con diferentes
nes sociales en las cuales se realiza
de diciembre de 1933), si- la creación como acto de comuni- soportes cuya columna vertebral son
gue realizando documentales con cación o, con más precisión, por la los diarios de campo, cuadernos que
el mismo ahínco con el que inició posición del creador en la estruc- son la bitácora de los secretos conte-
su obra hace más de cuarenta años. tura del campo intelectual (Bour- nidos en el archivo.
Su filmografía comprende quince dieu, 2002: 9).
documentales que se han estableci- Particularmente, Marta ha con-
do como referentes mundiales del Al asumir este principio de relación servado muchos elementos de su
género, y que le han permitido po- entre artista y obra, y, en consecuen- existencia, tanto personales como
sicionarse como la más reconoci- cia, su construcción como tal, en- de su trayectoria de investigación.
da documentalista colombiana. Sus contramos en el camino los distintos Su archivo se podría dividir en dos
obras han generado gran cantidad estudios, intenciones, y los sopor- grandes partes: personales y de in-
de documentos que interpretan y tes que los sustentan en el proceso vestigación.
reinterpretan sus imágenes, pero de realización. Estos materiales y la
más allá de lo que nos muestran sus propia obra hacen parte del archivo • Archivos personales: en éstos está
realizaciones y las diferentes diserta- que va generando la documentalista su intimidad y familia en cartas,
ciones sobre éstas, Marta ha confor- en su trayecto de vida y de creación. fotografías, cine, video y audio,
mado un apéndice de sus películas y De esta manera, nos acercamos a que traen a la memoria de Marta
su trayectoria en el campo audiovi- Marta Rodríguez, explorando el ar- alegrías y tristezas, y que van des-
sual que constituye aún un espacio chivo como hilo conductor de lo no cribiendo cómo se formó su carác-
virgen de investigación: su archivo. narrado; el archivo en su dimensión ter en el transcurso de los años.
como medio de comunicación. Se • Archivos de investigación: éste es
El universo que Marta ha creado trata, entonces, de un acercamien- el grueso del archivo y contiene su
en su colección contiene lo que no to no desde las obras, sino desde sus manera de producción audiovisual
vio la luz del proyector; su obra es descartes, ensayos, registros, erro- e investigativa en una amplia gama
sólo una porción de lo que está sin res, secretos e intimidades. de soportes que se clasifican en
verse y que espera ser descubierto. impresos (revistas, prensa, libros,
Una estela de memoria que devela afiches, postales, dibujos, diarios),
objetos más profundos, que en las Origen del archivo fotográficos (fotos, diapositivas,
películas sólo quedan enunciados; negativos), fílmicos (cintas de 16
en este sentido, ¿cómo se establece En un edificio del sector de Chapi- mm, 35 mm, 8 mm) video (beta-
la relación entre la obra documen- nero en Bogotá se encuentra la sede cam, HI8, video 8, mini dv, dvcam,
tal y la memoria, como objeto an- de la Fundación Cine Documental/ 3/4, VHS), audio (uher, nagra, ca-
tropológico, contenida en el archivo Investigación Social, cuya directo- sete) multimedia (CD, DVD) y di-
de Marta Rodríguez? Esta pregun- ra es Marta Rodríguez. La sede de gital (discos duros).
ta será la guía que nos llevará por la Fundación es a la vez la casa de
su obra en sus contextos históricos Marta y las instalaciones del archivo. Volvamos al origen del archivo, es
y en relación con su vigencia. De Casi no hay lugar en los rincones del decir, a la vida personal y familiar de
esta manera, buscaremos describir espacio para guardar más documen- Marta. Hija de doña Conchita Ote-
en el archivo los correlatos como po- tos, entre periódicos, libros, revistas, ro y don Juvenal Rodríguez, Marta
sibilidad de creación audiovisual y postales, afiches y películas. En un es huérfana desde antes de nacer, su
{202}
carlos andrés bedoya ortiz | marta rodríguez: memoria y resistencia
padre muere a los 33 años contan- do en la ciudad, con él hablaba lar- familia y con el peso de su madre,
do la señora Conchita con seis me- gamente, su mutismo desaparecía quien está siempre pendiente de sus
ses de embarazo. Las diferencias cuando le contaba del conflicto que hijas; aún no se ven trazos de la do-
con un hermano del señor Juvenal se desencadenó en el Bogotazo y de cumentalista que logrará ser con el
por la herencia, exilian a la familia a la violencia que sufría el país. tiempo. Este periodo, en el archivo,
un pequeño terreno a las a fueras del está documentado por fotografías fa-
casco urbano de Subachoque (Cun- Finaliza el colegio a los diecisiete miliares que van desde las fotos de
dinamarca). Obtienen una subven- años, tiempo después, su madre ven- boda de sus padres, momentos de la
ción insuficiente para sobrevivir con de la finca en Subachoque, compra niñez y de sus primeros años de ju-
sus cuatro hermanos (Guillermo, un pasaje de barco para España y se ventud en tierras españolas. En 1957
Mariela, Conchita y Lucy). Una in- embarcan al encuentro de Guiller- hay una ruptura, Marta vuelve a Pa-
fancia rural y humilde, en medio de mo, el hermano mayor, que estudia rís, pero esta vez sola, sin su madre y
fincas de recreo de familias burgue- medicina en Madrid; llegan a Barce- sus hermanos.
sas de la región que discriminan lo lona en 1953.
pobre, indígena y campesino. Afor-
tunadamente para su familia, cuenta Arriban a la España de
con la ayuda de una mujer, maestra la posguerra durante la
de escuela, que les apoya y da con- dictadura franquista, sin
suelo en estos duros años. distinguir los bandos en
contienda, cosa que apren-
Con la colaboración de la maestra, de con la práctica. En un
trabajos, venta de madera y ahorros, principio, Marta intenta
toda la familia Rodríguez Otero mi- estudiar filosofía, pero por
gra hacia Bogotá, construye dos ca- desconocimiento de la-
sas y vive de la renta de una de éstas, tín y griego no puede es-
años después, adquieren una casona tudiar, se trata de idiomas
en Chapinero, hace ya setenta años, que nunca enseñaron en el
que Marta habita en este sector de colegio en donde estudió.
la ciudad. Entra como asistente a la
universidad, donde acude a
La educación básica de Marta fue historia del arte y literatu-
dada por monjas en el colegio Ma- ra. En los ratos libres visita
ría Auxiliadora, relación que nunca el Museo Nacional del Pra-
fue la mejor, siendo apodada como do en Madrid, deleitándose
Autoría: Desconocida. | Marta Rodríguez, 1953. Archivo
“La Muda” por su silencio en clase. con Velázquez y el Greco, y Fundación Cine Documental / Investigación Social
La educación femenina en los años cultiva su sentido artístico.
cuarenta del siglo pasado era triste: la Decide estudiar sociología
mujer era formada para ser ama de en el instituto León XIII, en cuyo Cuando Lucy deja la familia Ro-
casa y su voluntad era doblegada por pénsum está excluido el marxismo u dríguez, siendo la primera en libe-
la severidad de las monjas y del mo- otras tendencias que vayan en contra rarse, anima a Marta a buscar suerte
delo educativo. Estando en el colegio del Estado establecido por la dicta- lejos del hogar, y ésta viaja a Fran-
vivió el 9 de abril de 1948. Mientras dura. Vive un año en París con una cia sin nada en las manos y con un
en las calles el país convulsionaba, en beca para estudiar francés y retorna a destino incierto. Busca refugio en
los muros de la institución no se po- España para terminar sociología. un sitio de caridad donde reparten
día hablar de lo que pasaba, era un comida y arriban obreros españoles
tema vetado. Fue un primo policía el Hasta este momento, la vida de muy pobres; en este espacio ocu-
que le describió lo que estaba pasan- Marta está muy relacionada con su rre su primer acercamiento a las
{203}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
organizaciones políticas de izquierda, La beca de la cual gozaba para es- de Promoción Comunal (Muniproc)
conoce el movimiento de curas fun- tudio termina y debe regresar a Co- en el barrio Tunjuelito al sur de Bo-
dado por el Abate Pierre que creó lombia. Nuevamente toma un barco gotá. A Tunjuelito llegan muchas fa-
los Traperos de Emaús1. y llega el 11 de noviembre de 1958 milias desplazadas de la violencia de
a Cartagena, en esta ciudad conoce a 1948; las condiciones de vida son mí-
El cura español Antonio Luterano le otra persona que le cambiaría la vida: nimas. Marta hace parte de este mo-
propone a Marta enseñarle español a el sacerdote Gustavo Pérez. Este ha- vimiento alfabetizando; es en este
un grupo de monjas francesas, a cam- bía sido compañero de Camilo Torres lugar donde tiene su primer contacto
bio de ello, vivirá en una habitación en en Lovaina y ambos trabajan hacien- con los chircales. A sus clases llegan
la cárcel de mujeres de La Roquette. do intervención social, Gustavo le los niños en las más tristes condicio-
Estudia en la Sorbona lenguas y civi- ofrece vincularse con su labor sien- nes, con los brazos rotos, golpeados
lización francesa, pero su tiempo está do investigadora, gracias a su título por sus padres y desnutridos, la curio-
más dedicado a trabajar con los curas de sociología. Su trabajo es hacer en- sidad por saber de dónde vienen estos
de izquierda en la acogida de obreros cuestas y entrevistas en Bogotá. infantes tan maltratados la impulsan a
que llegan de España para las cosechas seguirlos hasta sus casas; pasa la ave-
de remolacha y las minas de carbón. En 1959 empieza a estudiar sociolo- nida Caracas, sigue unas cuadras más
El movimiento de curas de izquierda gía en la Universidad Nacional, Cami- y ve, desde la distancia, cómo estos ni-
toma fuerza y empieza a escuchar so- lo Torres es maestro en esta escuela. ños son, literalmente, mulas de carga.
bre el cura Camilo Torres, éste estudia Constantemente las clases se dictan Esta imagen, este momento es el que
sociología en Lovaina, Bélgica, y hace fuera de las aulas, incentivando a los la impulsa a hacer cine: alguien debe
lo mismo que ella: ayudar a los obreros estudiantes a tomar acción. Camilo contar esta historia, alguien debe de-
que llegan buscando trabajo. funda el Movimiento Universitario nunciar lo que ahí está pasando.
Autoría: Enrique Forero. | Marta Rodríguez con su esposo Jorge Silva en la filmación de Chircales.
Bogotá, 1970. Archivo Fundación Cine Documental / Investigación Social
{204}
carlos andrés bedoya ortiz | marta rodríguez: memoria y resistencia
Autoría: Juan José Vejarano. | Marta Rodríguez y su hijo Lucas Silva, 1992.
Archivo Fundación Cine Documental / Investigación Social
Marta había dejado la sociología a ideologías de izquierda. Su posi- sonido sincrónico, cineastas como
en la Universidad Nacional y había cionamiento en el campo intelec- Godard sacan las cámaras a las ca-
entrado a estudiar etnología en una tual ha empezado a tomar ruta y las lles, el documental toma un nuevo
escuela que existía en el Museo Na- relaciones que ha cultivado la han aire con Jean Rouch, los documen-
cional, allí dictaban clases Paul Ri- acercado al origen de su obra como tados empiezan a tener voz en las
vet y Virginia Gutiérrez de Pineda; documentalista; ya existe la inten- películas, se expresa la subjetividad
permaneció en esta institución has- ción de hacer Chircales y su decisión de los personajes como posibilidad
ta 1961. En este año volvió a Euro- de estudiar cine, revelándose a ser de investigación. El documental re-
pa, primeramente para casarse con ama de casa y esposa de un extran- toma a Flaherty y a Dzinga Vertov,
un suizo que era su novio. Llegó a jero. En París conoce al que sería su el primero propone la metodología
España y en este punto su vida dio maestro y mayor influencia para su y el segundo su fundamento teórico.
un giro: cambió los pasajes de Suiza obra posterior, el antropólogo y do- Jean Rouche los une y adiciona la
para volver nuevamente a París con cumentalista Jean Rouch. perspectiva del sujeto del documen-
la firme intención de estudiar cine. tal como una disyuntiva entre la sub-
En 1961, estando en París, se forma jetividad, el arte y la ciencia.
Han pasado veintiocho años de la la documentalista. Durante cuatro
vida de Marta Rodríguez, su trasegar años Marta estudia cine etnográfí- Son cuatro años en Francia estu-
la ha llevado a conocer varios países co, la Ciudad Luz vive un momento diando cine y etnología, Marta Ro-
y personas que le han empezado a de esplendor, el existencialismo está dríguez toma clases con Claude
cambiar su forma de comprender el de boca en boca en los círculos inte- Levi-Strauss y otros intelectuales
mundo, más sensible y comprometi- lectuales, el cine entra en la revolu- de le época, pero la admiración por
da con causas sociales, más próxima ción de las cámaras portátiles y del Jean Rouch es grande, éste le ense-
{205}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
{206}
carlos andrés bedoya ortiz | marta rodríguez: memoria y resistencia
zadores, no tendría salida si era tan to con la familia Castañeda, y los ha Los chircales de este sector fueron
larga, hecho que Marta lamentó, considerado su familia; Alcira Casta- cerrados en 1996 por disposiciones
pues salió material que era muy va- ñeda es en este momento su mano de la Secretaría del Medio Ambien-
lioso para la obra, aún así, varios crí- derecha y quien la ha acompañado te de la Alcaldía Mayor. Esta deci-
ticos consideran que es muy lenta, por cuarenta años. sión dejó cesantes a muchos de los
pero igualmente así era la vida de los trabajadores del ladrillo; varias de las
chircales. Los descartes por conteni- Chircales nos sirve como un pri- familias alfareras compraron los lo-
do fueron por la violencia que se vi- mer ejemplo de cómo lo que no tes donde vivían a la familia Pardo
vía en los chircales y que fue filmada vemos, que está en el archivo, nos Morales, dueños de la hacienda, otra
y registrada durante los cinco años genera correlatos dispuestos para porción de la tierra fue invadida por
de realización, material que por res- ser interpretados y reinterpretados. urbanizadores piratas (Diana Tur-
peto no fue incluido. ¿Qué pasó con la familia Castañeda bay, Los Puentes, El Rosal) y otra
y la hacienda Los Molinos? La fami- cantidad fue vendida a planes de in-
Originalmente, la familia que pro- lia Castañeda, gracias a Chircales, se terés social del Gobierno y la Alcal-
tagonizaría la película era otra, pero volvió el signo de la explotación la- día (las urbanizaciones Molinos I, II
esta familia se fue y no pudo con-
tinuarse con ellos, ahí conocieron
a los Castañeda que serían final-
mente los protagonistas. El archivo
que acompaña a Chircales es muy
nutrido, en este encontramos foto-
grafías, periódicos, entrevistas y fil-
maciones. Adicionalmente en este
periodo se filmaron otros aconteci-
mientos de la ciudad que se enmar-
can en esos años, como la toma del
Ejército a la sede de la Universidad
Nacional en 1966 en la visita del
magnate Rockefeller, y la formación
del barrio Policarpa.
Autoría: Carlos Andrés Bedoya Ortiz. | Marta Rodríguez, 2011. Archivo personal
Si salimos del periodo de filmación
de Chircales y continuamos con la boral y del abandono del Estado de y III). Aún existen lotes de la familia
familia Castañeda, nos encontrare- los sectores más desprotegidos, ac- Pardo Morales en disputa con inva-
mos con que después de ser expul- tualmente parte de la familia vive en sores, y el parque ecológico distrital
sados de la hacienda Los Molinos, Ciudad Bolívar en una casa construi- de Montaña Entrenubes, ubicado
donde estaba la fábrica de ladrillos, da por ellos durante cuarenta años en las localidades de San Cristóbal,
en el archivo se hallan fotografías en la que cada integrante de la fami- Usme y Rafael Uribe Uribe en parte
del proceso de construcción de la lia tiene un espacio, la señora María es de la misma familia. La vieja caso-
casa donde se instalaron los Casta- murió hace tres años, el padre don na de la hacienda fue tomada como
ñeda, cuyo lote fue pagado en parte Luis Alfredo murió a los pocos años patrimonio de la ciudad, y está en
por las ganancias de la película. En de finalizada la película, haciendo el espera de ser un centro cultural para
video HI 8, en 1992, está el entierro único oficio que sabía realizar: chir- la localidad.
de uno de los integrantes de la fa- calero. Varios de los hermanos han
milia, muerto de forma violenta en sufrido enfermedades relacionadas Esta información hace parte del ar-
Ciudad Bolívar mientras trabajaba. con el monóxido de carbono de los chivo que se relaciona con la obra. En
Marta nunca dejó de tener contac- hornos para ladrillos. cuarenta años después de Chircales,
{207}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
{208}
carlos andrés bedoya ortiz | marta rodríguez: memoria y resistencia
de los castigos de las haciendas cafe- el acervo de la Fundación Cine Do- rras y la recuperación de la memoria,
teras dirige la línea argumental, pues cumental/Investigación Social. en este caso con el mito de la Hue-
de este se deduce cómo los campe- cada. Su diferencia radica en el mo-
sinos, por medio de la organización, Para el rodaje de Campesinos y de delo de producción: con los pueblos
se liberaron del yugo de los terrate- Nuestra voz de tierra, Marta y Jorge indígenas era el yo colectivo, los Sil-
nientes. Los castigos son recreados y recorrieron varias regiones del país va siempre fueron acompañados por
los Silva solamente dan consejos téc- donde se estaban dando recupera- miembros del CRIC en todo el tiem-
nicos y filman, luego en la mesa de ciones de tierras por campesinos e po de la producción y posproduc-
montaje respetan las indicaciones de indígenas. He tenido personalmente ción, con constantes interrogantes y
los campesinos. el honor, gracias al archivo, de escu- sugerencias que ponían a los reali-
char a juglares de Sucre cantar sus zadores en conflicto con sus propios
Un archivo, que podría llamarse de luchas en décimas, y entrevistas de conocimientos de cine y la metodo-
la infamia, es donado a la fundación; estos campesinos sobre cómo lle- logía de investigación antropológica.
En relación con
La voz de los sobre-
vivientes, este tra-
bajo cuenta con un
archivo que es más
amplio que el corto-
metraje. Esta obra
es una seguidilla de
testimonios sobre
la violencia ejercida
contra los pueblos
indígenas del Cauca,
pero detrás de estos
testimonios queda
un documental in-
concluso; uno de los
líderes fundadores
del CRIC, Benjamin
Dindicue, asesina-
do en 1979, sería un
Marta Rodríguez | Turbo (Antioquia). Filmación de Nunca más, 2000. personaje de un do-
Archivo Fundación Cine Documental / Investigación Social cumental que relataría la creación
del Consejo, pero su asesinato llevó
a la denuncia directa. El documen-
una colección de fotografías de la Vio- garon a las tierras que eran impro- tal es dedicado a este líder, cuya me-
lencia llega a manos de Marta y Jor- ductivas y tomarlas, con el lema: “La moria aún es conservada en cintas de
ge. Precisamente una de esas fotos es tierra para quien la trabaja”. nagra, fotografías y en rollos de die-
usada en la película, acompañada de ciséis milímetros.
un relato de un campesino de Villari- Nuestra voz de tierra, memoria y
ca. La cámara recorre unos caminos futuro, aunque comparte mucho ma- En la década del ochenta, Marta
hasta que toda la imagen es develada: terial con Campesinos, es bien distin- y Jorge se interesan por los proble-
es un niño de entre diez y doce años ta. El tema en el fondo es el mismo, mas del medio ambiente y el uso de
asesinado. Esta colección aún está en la problemática y la lucha por las tie- pesticidas en la industria de la flori-
{209}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
Archivo de investigación:
video
{210}
carlos andrés bedoya ortiz | marta rodríguez: memoria y resistencia
{211}
Nómadas 35 | octubre de 2011 | universidad central | colombia
Nota
1 En la actualidad, el movimiento 3. , 2007, EI sentido práctico, gotá, Fundación Patrimonio Fílmico
Emaús sigue fiel a su fundador. Está Buenos Aires, Siglo XXI. Colombiano.
presente en treinta y seis países de
4. CADAVID, Amparo, 1985, En bús- 9. Les podcasts de la Sorbonne Nouve-
todos los continentes. Emaús Inter-
queda de la memoria popular: el cine lle, 2008, Cineastes Colombiens: Mar-
nacional continúa la obra del Abate
de Marta Rodríguez y Jorge Silva, ta Rodríguez, disponible en: <http://
Pierre, defendiendo los derechos hu-
Bogotá, Unesco. webcast.univ-paris3.fr/podcasts/
manos fundamentales, siempre con
pistes/Entr%C3%A9es/2008/10/4_
un doble objetivo: el trabajo cotidia- 5. CINEMATECA Distrital, 2008, Jor-
no junto a los más excluidos y la lucha ge Silva/Marta Rodríguez, 45 años C i n % C 3 % A 9 a s t e s _
contra las causas de la miseria. de cine social en Colombia. Retros- colombiens_%3A_Marta_
pectiva integral, Bogotá, Imprenta Rodr%C3%ADguez_-_1._Les_
ann%C3%A9es_de_formation.
Referencias
Distrital.
6. CRUZ, Isleni, 2003, “Marta Ro-
dríguez y Jorge Silva”, en: Antonio
Paranaguá (ed.), Cine documental
htm>, consultado en agosto de 2011.
10. MINISTERIO de Cultura, 2009,
Premio nacional vida y obra 2008,
bibliográficas de América Latina, Madrid, Cáte- Bogotá, Kimpres.
dra. 11. PATIÑO, Sandra, 2009, Acerca-
1. BONNET, María, 2006, Martha Ro- 7. Derrida, Jaccques, 1995, Mal miento al documental en la historia
dríguez, mi vida es mi obra. Viven- de archivo, Buenos Aires, disponi- del audiovisual colombiano, Bogotá,
cias de una documentalista, Bogotá, ble en: <http://www.jacquesderri- Universidad Nacional de Colombia.
Universidad Javeriana. da.com.ar/textos/mal+de+archivo.
12. ROLNIK, Suely, 2010, “Furor de
htm>, consultado en agosto de 2011.
2. Bourdieu, Pierre, 2002, Campo archivo”, en: Revista de Artes Vi-
de poder, campo intelectual, itine- 8. FUNDACIÓN Patrimonio Fílmico suales Errata, No. 1, Bogotá, Fun-
rario de un concepto, Buenos Aires, Colombiano, 2010, Principios y téc- dación Gilberto Alzate Avendaño,
Montressor. nicas en un archivo audiovisual, Bo- abril, p. 48.
{212}