En un espacio en el transcurso del tiempo, donde el odio, resentimiento y xenofobia, invadía a un
ser, rodeado de otros, en los cuales también llegaría a habitar sentimientos que desgarran la esencia natural del hombre; sentimientos que tendrían su exteriorización a través de acciones reprochables, acciones desviadas del eje de principios y valores sobre los cuales se conformó la sociedad; existe un fin implícito dentro la concepción que se tiene sobre el ser humano, el cual busca la convivencia pacífica, integradora, con una eminente inclinación a la complementariedad y la vivencia en armonía. Todo sentimiento y pensamiento se materializaría a través de la llegada al poder. EL ángulo de la óptica adoptada dentro este ensayo es la moral y la ética como rector del ser humano. El largometraje se desarrolla en el transcurso donde la sociedad estaba inmersa en una guerra, la II guerra mundial para ser precisos; varios factores habrían influido para el inicio y desarrollo de la guerra, entre uno de ellos, los sentimientos de una persona, la necesidad de levantar a una nación que caía lentamente; Hitler, hablando sobre este personaje, creo que al momento de filosofar sobre los problemas y situaciones de diversa índole que atravesaba su nación (a pesar de tener raíces Judías), no inicio con el impulso con el que la mayoría lo asocia, el genocidio, imagino que algún factor tuvo que ver con la desviación del plan central, que Alemania se levantara y fuera una nación renovada era la misión, a raíz de una política nacionalista que debía y fue implementada por Hitler. Gernstein un miembro de la SS, una de las figuras más importantes dentro el largometraje, se entera que su sobrina había muerto, la causa no era natural; uno de los procesos que realizaban los nazis consistía en poner a prueba la estrategia que fue diseñada para la eliminación del ser humano a gran escala; reclutaban a la gente que los del gobierno consideraban “improductivas” y los llevaban a centros, donde eran diagnosticados y posteriormente introducidos con alevosía en cuartos, donde eran eliminados a través de químicos expulsados dentro del cuarto, de esa manera prohibían del derecho de vivir a los enajenados mentales, discapacitados y los que sufrían algún tipo de retraso, al mismo tiempo analizaban la puesta a prueba de los mecanismos utilizados para este fin; no se encuentra el respeto a la vida, se la toma como un objeto que puede ser detentado y a la vez desechado por el capricho de una tercera persona, la mentira y la falsedad dentro de sus intenciones daban a relucir la falta de evolución en el pensamiento, en la conciencia y en la importancia de la percepción de la vida. Pero así como existen personas con conductas reprochables, también podemos encontrar personas con una ética direccionada hacia el bien común, tal es el caso de Gernstein y el Jesuita Ricardo; Gernstein luego de haber presenciado con sus propios ojos la muerte del pueblo Judío empezó a ir en contra de todo paradigma del poder nazi, anteponiendo sus costumbres, normas y creencias, dejando de lado de esa forma todo tipo de lealtad que se pedía a cualquier funcionario del poder político y militar nazi, hacía Hitler y el régimen. Con una motivación de solidaridad y empatía hacia el pueblo Judío, pero en específico al hombre como un ente que tiene derecho a la vida, derecho a la libertad, sea cual sea su orientación religiosa, su forma de percibir la vida y formular sus pensamientos. Se puede observar que a Gernstein no le importa morir a causa de revelar los secretos nazis. Por su parte Ricardo el Jesuita siente interés desde el primer momento en que escucha la situación contada por Gernstein al cardenal establecido en Alemania. Me parece que es una actitud que debería ser tomada por todos nosotros, la de actuar frente a cualquier situación que denigre la vida del ser humano, sin importar nada, porque al final somos uno y como tal debe existir un principio de altruismo, introducido en lo más profundo de nosotros; Ricardo a pesar de que prácticamente la iglesia le había cerrado las puertas no se detuvo, él a través de sus actos demostraba la necesidad de una evolución en nuestro pensamiento, sus actos gritaban la defensa de la vida, la valoración de la misma, la actuación conjunta de todos para su resguardo frente a cualquier peligro; hacia un llamado desesperado para la protección de la dignidad humana y el cese de toda matanza fría y sin límites. Mencionando anteriormente la actitud de Ricardo, la cual superpone la ética y principios morales frente a una ética adoptada por la iglesia católica; la cual era puramente diplomática y así funcionando como una mera institución y no como debería ser – un cuerpo protector del ser humano-. Creo que la moral ha sido sobreestimada en gran manera, al punto de pensar que no es necesaria y que tranquilamente él hombre podría ser amoral; por otra parte la ética, si bien es cambiante en relación al tipo de persona y su percepción, no debería ser individualista, como bien sabemos vivimos en una sociedad que cada día que pasa es mucho más egoísta, tal actitud no aporta al desarrollo de la humanidad, es una contraposición al avance tanto tecnológico, científico, espiritual y mental que una sociedad necesita, acertada es la frase “la unión hace la fuerza”, si bien lo que para cierta persona una situación puede ser buena, para otra puede ser lo contrario, a tal grado que afecte su integridad mental y física; el punto es que debería tomarse en cuanta dentro de todos nuestros actos, a las personas que nos rodean, sus costumbres, sus normas y de esa forma lograr una convivencia en armonía y sin daño ocasionado a terceros. Me quedo con la interpretación que se realiza al respecto de la autoestima, la cual eleva la autoestima como un principio característico del desarrollo personal y por consecuente un desarrollo social; aprender a conocerse y quererse uno mismo a tal punto que nuestro desarrollo personal sea efectivo, para luego exteriorizar todo aquello a través de la capacidad de dar amor libremente. Un cambio cognitivo y emocional. El ser humano cambia.