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Agape, El Amor de Dios PDF
Agape, El Amor de Dios PDF
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INDICE
Recomendable para tener un estudio semanal en su iglesia, recorriendo los ocho capítulos.
En el tiempo del “resfriamiento de la caridad” (Mateo 24:12) hoy más que nunca es
necesario afianzar el concepto y práctica de lo que es el amor cristiano verdadero en las
congregaciones cristianas evangélicas.
La predicación del evangelio será más efectiva, cuando el mundo perciba, que predicamos
un amor que experimentamos en nuestra vida y en nuestra iglesia.
Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos
con los otros.
Juan 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa; que el
mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mí me has
amado.
La Biblia define de una manera muy particular la relación entre lo que es el amor y
lo que es Dios.
No dice que: Dios "tiene amor..." sino que lo define mas profundamente como una
cualidad implícita en su divinidad al decir "es amor".
Esto nos lleva a reconocer ineludiblemente que Él es la única fuente del "verdadero
amor". Y que no hay otra fuera de Él.
Por ejemplo en el griego para definir el amor carnal entre dos personas del sexo
opuesto se usa la palabra "EROS".
Se comenta que esta palabra había degenerado con el tiempo, a fin de representar
hechos vulgares, por tal motivo se omite en el nuevo testamento. (Palabras Griega
del NT - William Barclay - Pag.15)
Pero el amor cristiano necesitaba una palabra con significado mayor, que va mas
allá del afecto natural que podemos tener por nuestros familiares o personas que
apreciamos. (Lucas 6:32)
Dios es "ágape". Esta clase de amor solo viene de Él, y que va mas allá de nuestras
naturales emociones.
Es fácil amar a los que nos aman. Es natural amar a nuestros hijos o padres en el
amor "PHILIA".
Es común para el ser humano enamorarse con el amor "EROS".
Ese sublime amor es el amor "AGAPE" y la mayor manifestación del mismo es "EL
SACRIFICIO DE CRISTO EN LA CRUZ POR NOSOTROS."
Juan 3:16 Porque de tal manera amó (ágape) Dios al mundo, que ha dado á
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.
Todo estudio que se haga respecto al "amor ágape" siempre será pequeño, porque
no se puede abarcar lo inabarcable, porque el amor de Cristo "excede a nuestro
conocimiento" (Efesios 3:19)
Efesios 3:18 Podáis bien comprender con todos los santos cuál sea la
anchura y la longura y la profundidad y la altura, Y conocer el amor de
Cristo, que excede á todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios.
Juan 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor (ágape) los unos con los otros.
Dios es amor, por tanto no es extraño que la primera cualidad que el Espíritu Santo
ponga en un corazón renacido sea el amor ágape.
Se nombra en la lista de los frutos del Espíritu como el primero, queriéndonos decir
que todos los demás frutos, gozo, paz etc. Carecerían de verdadero significado si
no está presente el amor.
Por eso se nos dice en otra porción de las Escrituras por ejemplo que si bien puedo
tener aparentemente”el fruto de la fe... sin amor... nada soy.
1Corintios 13:2 ...y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los
montes, y no tengo caridad, nada soy.
A menudo reflexionamos acerca de los Frutos del Espíritu que tienen que
manifestarse en nuestra vida, y pensamos en el fruto del amor ágape como un
fruto más, y no tomamos en cuenta que de su prominencia en nosotros, depende la
manifestación de los demás frutos.
Podría dedicarme con todas mis fuerzas a la obra del Señor, podría predicar
elocuentemente, podría asombrar a todos con mi aparente sabiduría, pero... ¿Sin
amor?
¿Si falta este fruto del Espíritu... que propósito tiene lo que hago.? Si no es el
“amor del Señor” lo que mueve mi vida... entonces que la “está moviendo?” La
conclusión sale por simple lógica: Nuestra iniciativa carnal.
1Juan 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene
para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y
Dios en él.
Antes de conocer a Cristo, teníamos amor quizás por las personas, pero no era
ágape.
¿Acaso el mundo desconoce el amor ágape.? Claro que sí, lo desconoce porque no
conoce a Dios.
Lo desconoce porque el Espíritu de Dios “no mora” en sus corazones, por tanto el
“amor ágape” es una cualidad desconocida para ellos.
”Ágape” Amor de Dios
Por eso lo terrible de un creyente que se pone de novio con alguien del mundo... o
peor, se casa con un incrédulo, es que este carece de amor ágape, que viene de
Dios. Él no puede inducirte a lo malo, ni puede contradecirse, es tu propia voluntad
la que toma esa decisión.
Pero reflexionemos... si alguien del mundo me dice “te amo”: ¿Que clase de amor
está utilizando...?
De seguro “ágape” no, ya que este solo viene como fruto del Espíritu.
Sin duda el amor carnal “Eros” muchas veces se disfraza para pasar por verdadero
amor.
El amor “Eros” es tan impetuoso como pasajero, y tan ardiente como efímero.
Hoy es y mañana ya no es.
¿Edificaríamos nuestro “hogar” sobre la base de este amor inconsistente.?
Sobre la arena del amor “Eros” no hay firmeza, pero solidez encontramos en la roca
del amor ágape, el amor de Cristo.
Con respecto del amor hacia nuestro prójimo... si el amor ágape, es un fruto del
Espíritu de Dios, quiere decir que la forma de amar a los hombres es de la misma
forma que Dios lo hace.
El mundo se equivoca cuando piensa que el “amor” es un ambiente permisivo, en
donde no hay oposiciones, y en donde uno es libre de hacer lo que se le plazca.
En el amor ágape, porque es un fruto del Espíritu hay justicia. Dios ama al
hombre, pero no por eso olvida el justo castigo por el pecado si este no se
arrepiente.
Así de la misma forma, no puede haber en nosotros consentimiento de pecados...
en “pro” del amor.
En el amor ágape, bien podemos presentar oposición a los hombres... pero por el
bien de sus almas.!
El amor ágape, busca el bien de las almas, y muchas veces señalar el pecado, no es
como se piensa un acto de “insensibilidad” sino al contrario, es un acto que busca
un bien, que es la salvación eterna de una vida!
Así también nuestra relación hacia un hermano “que está errando de la verdad”
¿Cual es la verdadera demostración del fruto del amor ágape.?
1Juan 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que
amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.
De las tres frases... es mejor "confiéselo" ya que se ajusta mas a lo planteado por
la Palabra según Romanos 10:10.
Ante un hecho así pensamos satisfechos: "un alma pasó de muerte a vida"...
Pero con el paso de los días... esperamos ver a esta "nueva criatura" (2Cor 5:17)
congregándose con los hermanos, asistiendo a las reuniones de culto... pero no
ocurre así.
¿En que conocemos que una persona "ha pasado de muerta a vida" que equivale a
decir que "ha aceptado a Cristo." ?
Como alguien dijo por ahí... "no tenemos acceso al libro de la vida para saberlo", lo
cual... es verdad. (Solo el Señor lo sabe.)
No obstante podemos tener un indicador externo que nos plantea la Biblia respecto
a la condición que se presenta en aquel que ha pasado de muerte a vida: EN QUE
AMA A LOS HERMANOS.
Desde luego un reconocimiento que "ahora está en una nueva familia" ya que
conoció al Padre Celestial del cual antes estaba apartado.
El mismo Espíritu Santo, que viene a morar en el corazón del renacido, es el motor
que impulsa ese amor por "los hermanos".
La comunión, la fraternidad, el congregarse... es producto de ello.
La diferencia entre un cadáver y un cuerpo vivo es que este tiene, calor, se mueve,
su corazón late!
Alguien que manifestó aceptar a Cristo, pero no hay el más mínimo indicio de vida,
posiblemente siga muerto. Lo cual nuestra actitud hacia el alma tiene que ser
netamente evangelística. (Con sumo tacto cristiano... pero con una actitud sincera
comentando al alma en que consiste el nuevo nacimiento. para sacarlo de cualquier
hipocresía.)
”Ágape” Amor de Dios
Pero este pasaje de Juan también tiene una exhortación a los creyentes (que
hemos pasado de muerte a vida) en que el amor Ágape, el verdadero amor, ES
EXTROVERTIDO.
1Juan 3:16 En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por
nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los
hermanos.
Necio sería de nuestra parte pensar que este pasaje solo se aplica "al tiempo de
persecución de la iglesia." Sino que también hoy tiene vigencia, en el sentido que
muchas veces debemos poner (por el bien de la vida de nuestros hermanos) en
segundo plano nuestros intereses personales (nuestra vida.)
Se entiende entonces que el amor Ágape, busca primeramente el bien del otro
antes de pensar en sí mismo... por eso es extrovertido.!
Hechos 1:8 Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre
vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y
hasta lo último de la tierra.
Este pasaje puede ser difícil de entender y se puede llegar por una mala
interpretación al distorsionar su significado.
Puede parecer a simple vista que el amor puede llegar a ser una permisividad para
el pecado. En el sentido que se malinterpreta el pasaje, pensando que ante una
Situación de pecado (ya sea propia o de otro), hay que tener amor ferviente... que
es lo que importa y prevalece. (como tolerando el pecado.)
Nos da la pauta de que pare rescatar un alma del pecado, debe haber en nosotros
una “amor ferviente” de predicarle.
La palabra griega que utiliza el versículo respecto a “cubrir” es la misma que se usa
en:
Santiago 5:20 Sepa que el que hubiere hecho convertir al pecador del
error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de
pecados.
No está diciendo que “por nuestro amor” se va cubrir los pecados de un alma, nó!,
ya que esto solo lo puede hacer la sangre de Cristo (1 Juan 5:7)
Lo que plantea el versículo es que una cualidad del amor ágape es que es un “amor
ferviente”.
El mayor problema de este tiempo es que ese amor ferviente es apagado por el
pecado de este mundo.
Un creyente que perdió “su primer amor” como la iglesia de Efeso,(Ap. 2:4) el
Diablo tiene una victoria asegurada en cuanto a que ese creyente que perdió “su
amor ferviente por el Señor”, ahora ya no cumplirá con su labor de ganar almas.
Obedecer es un acto más noble que "invocar el perdón del Señor" luego de haber
pecado.
Claro que no. Muy a menudo se nos hace la idea que nuestro amor al Señor es
mayor cuando mayor números de veces venimos a Él llorando por nuestros
pecados.
Por eso el amor ágape no se prueba con nuestras palabras sino con nuestros
hechos.
Mateo 21:28 Mas, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al
primero, le dijo: Hijo, ve hoy á trabajar en mi viña. :29 respondiendo él,
dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fue. 30 Y llegando al otro, le
dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo, señor, voy. Y no
fue.31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dicen ellos: El
primero. ...
Pero el otro hijo... a primera vista parecía ser un "hijo modelo", que rápido
asentimiento, que predisposición por su padre...! pero lo cierto, es que luego no le
importó que su padre y su otro hermano llevaran consigo la fatiga y el calor del día
trabajando en la viña... mientras él descansaba!
Esta parábola fue dicha a los fariseos, cuya religión consistía en palabras, en largas
oraciones de pretexto pero en poca obediencia al Señor.
De nuevo como en todos los temas de estos estudios nos encontramos ante dos
extremos:
2) Así también una pasividad en las cosas espirituales es indicativo que no hay
predisposición, ni amor por cumplir la voluntad del Señor.
Pero luego al pensar que a nuestro Padre para engendrarnos hijos, le costó la vida
de SU HIJO en la cruz, empezamos a desistir.
La obediencia nace del amor... por ello es la prueba visible del mismo.
”Ágape” Amor de Dios
AGAPE - Amor que no teme.
1Juan 4:18:En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el
temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto
en el amor.
Pero la valentía que parte de "la confianza en el amor de Dios" echa fuera todos
nuestros temores.
1Juan 4:17 En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos
confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este
mundo.
Entiéndase por este tipo de temor, al temor reverencial, que busca agradar a Dios,
y que lo reconoce Señor de nuestra vida.
Pero hay un tipo de temor que no es bueno, y que tiene como base "la confianza en
nosotros mismos".
El texto nos habla del "día del juicio" ¿Acaso alguien podrá justificarse por sus
propios medios delante de Dios? Imposible.!
Pero los que han creído en Cristo han depositado toda su confianza en la obra
salvadora en la cruz, y no temen ninguna condenación. Este es estar en el perfecto
amor.
Sabemos que no podemos justificarnos, pero hemos puesto nuestra fe en Aquel que
nos amó y se entregó por nosotros, para justificarnos, para que tengamos
”Ágape” Amor de Dios
confianza en el día del juicio, el cual para el creyente, no será un tribunal de
condenación (como el caso de los incrédulos) sino el tribunal galardonador.
Ahora muchas veces este temor se manifiesta en nuestra vida cristiana en cuanto a
la obra y a la vida cristiana la cual nos da temor encarar.
¿Cuantas veces el Espíritu Santo nos impele a ser valientes en la su obra, y muchas
veces nuestro temor nos paraliza y dejamos de hacer su voluntad?
Por supuesto que encarar la obra con loca temeridad hará mucho daño al cuerpo de
Cristo.
Como así también nuestros temores que nos atan a la pasividad y a la mediocridad
espiritual.
Ese tipo de temor, no es temor de Dios, sino más bien un amor propio.
Somos lo vil y lo menospreciado ¿Que podemos hacer para el Señor?... ah, pero Él
nos escogió, nos lavó con su sangre y nos dio SU ESPIRITU SANTO.
El amor de Cristo como dice un himno: "me rodea, me sostiene"....! Cuando estoy
en su amor, no tengo temores... pues Cristo es mi confianza... es mi FORTALEZA.
Llevémoslo delante de Cristo, y que su amor los eche fuera, los envíe lejos de
nosotros, y nos libre de ellos.
”Ágape” Amor de Dios
Uno de los ejemplos más claros, que la iglesia no es una sociedad con bases
humanas es: “la unanimidad”. Solo Dios puede plantear este concepto para su
iglesia, diferenciándola y haciéndola única en su forma de gobierno: Teocrática –
Bíblico – Congregacional.
En este pasaje de Filipenses, se nos dice que para sentir lo mismo y estar unánimes
es preciso que se tenga “un mismo amor (ágape)”
Allí encontramos el elemento base para “todas” las decisiones. ( Claro está, que
nadie tiene que torcer las escrituras para adecuarlas a su forma de pensamiento...
pero ese es otro tema.)
Por eso la unanimidad llega cuando el amor triunfa sobre nuestra resistencia
humana a no acatar la voz del Espíritu.
Podremos decir como miembros del cuerpo de Cristo: ¿-“Por amor voy a aceptar
algo en lo que no estoy de acuerdo” ?
Por tanto como creyente un temor reverencial tiene que privar ante las decisiones
tomadas en la iglesia.
Como vemos en la unanimidad del cuerpo de Cristo “hable o calle” tengo una
responsabilidad.
Colosenses 2:2 Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor,
y en todas riquezas de cumplido entendimiento ...
Es este pasaje comprendemos el máximo ideal que nos conduce el amor de Cristo.
La Biblia dice que el amor de Cristo, nos impulsa ineludiblemente a pensar que si ÉL
murió, nosotros también.
Él “YO” es nuestra propia voluntad, que por naturaleza está enemistada con Dios.
En el “YO” se forja el orgullo y la rebeldía, por lo tanto tiene que morir, tiene que
ser crucificado.
El ser humano no puede controlar su vida, por la sencilla razón que fue creado para
una dependencia constante de Dios.
Dios hizo a sus criaturas para que estén en comunión con El, bajo su guía,
protección y amor.
Pero el pecado ha separado al hombre de Dios. Antes vivían con Dios y para Dios.
Ahora el pecado hizo que el hombre viva sin Dios, y viva “para sí mismo”.
2) Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí.
Cuando comprendemos que los padecimientos en la cruz por parte de Cristo, fueron
por mí...
Cuando nos maravillamos con el milagro de la resurrección... que fue para mí...
Es ahí cuando nuestra vida entrega su voluntad como quien le entrega las llaves de
una casa a su nuevo dueño.
El amor Ágape nos lleva como meta final a que Cristo sea nuestro dueño.
Cuando todas nuestras aspiraciones de vida se basan para esta tierra y las cosas
materiales: No vivimos para Cristo. Vivimos para nuestros gustos.
Pero cuando vivimos para Cristo: Allí hallamos el valor de la nueva vida, porque
AQUEL QUE MURIO Y RESUCITO ahora nos hace victoriosos espiritualmente.!
ÁGAPE.