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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO

TORIBIO DE MOGROVEJO
FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CARÁCTER NORMATIVO DE LA
CONSTITUCION PERUANA
Docente:

Hernández Rengifo, Freddy

Estudiante:

Segura Montenegro , Brayan

Chiclayo, 2020
CARÁCTER NORMATIVO FUNDAMENTAL DE LA
CONSTITUCION PERUANA
La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico-estatal y, como
consecuencia de ello, la validez de todos los actos y normas que lo poderes públicos
emiten se encuentran sometidos a los principios y valores que ésta consagra. Existe
consenso en que la Constitución contiene los derechos, principios y valores que dotan
de legitimidad a toda regulación. Una importante consecuencia de la
constitucionalización de nuestro sistema jurídico es el que los derechos
constitucionales informan por todos los sectores del ordenamiento jurídico, asimismo,
que la actual relevancia de los derechos fundamentales es el factor que mayor peso ha
jugado en el proceso de transformación del Estado de Derecho en Estado
Constitucional.
I. CONSTITUCION COMO FUNDAMENTO DEL ORDENAMIENTO JURIDICO.
La Constitución busca la limitación del poder político y la garantía de los derechos
fundamentales, el propio legislador ve reducido su ámbito para tipificar
comportamientos e imponer los límites máximos o mínimos de la pena, pues debe
respetar las garantías materiales y procesales propias de un Estado democrático de
Derecho.
El principio de supremacía constitucional establece que la Constitución es la norma
suprema que prevalece sobre cualquier otra del ordenamiento jurídico, las
disposiciones normativas y los actos del poder público deberán mantener conformidad
con las disposiciones constitucionales, ya que caso contrario carecerán de eficacia
jurídica.
La Constitución contiene como una de sus características más distintivas el ser
suprema. Esta supremacía radica en dos vertientes esenciales: en primer lugar, la
Constitución formal, la cual fundamenta y ordena la validez de todo un sistema
jurídico, estableciendo un procedimiento dificultoso para su reforma, así como los
criterios para la creación de otras normas. Y, en segundo lugar, la Constitución
material, en la cual se concentran los valores y principios fundamentales que rigen a
una organización político-social, los cuales solventan las necesidades vitales de justicia
de sus integrantes.
Estos valores y principios dan sustento y razón de ser al sistema constitucional, pues
expresan no solo los anhelos sociales trascendentales para una comunidad política
determinada, sino también aquellos que son universales e inherentes a la persona.
Podemos señalar que existen, a nivel mundial, dos grandes sistemas de control
constitucional, entre ellos: el europeo o de Justicia Constitucional concentrada,
generalizado a partir de la constitución austríaca de 1920 y de la obra de Hans Kelsen,
en el que un órgano autónomo especializado y constitucionalmente designado para
ello tiene la potestad de revisar la constitucionalidad de las normas legales y los actos
de poder. El segundo sistema es el americano o de control difuso (también
denominado de la Judicial Review), permite que sea el mismo órgano jurisdiccional
ordinario el que desarrolle la función de control de la constitucionalidad inaplicando
una norma que contraviene la constitución para el caso en concreto, manteniendo la
norma en cuestión en el ordenamiento.
Es así que el ordenamiento jurídico peruano en materia de control constitucional nos
ofrece un sistema dual o mixto debido a que ambas formas han sido recogidas. En
materia de control concentrado tenemos al Tribunal Constitucional que es un órgano
colegiado reconocido constitucionalmente, encargado de analizar la constitucionalidad
de las diversas normas legales. Por otro lado, tenemos también al control difuso el cual
es ejercido tanto por los órganos judiciales como los administrativos.
A. CONTROL CONCENTRADO: El texto constitucional peruano establece en su artículo
201 que el Tribunal Constitucional es el órgano de control de control de la
constitución, siendo considerado como el máximo intérprete debido a la intensa labor
que viene desarrollando en la actualidad dirigiendo controversias en las cuales estén
en juegos derechos fundamentales o pronunciándose sobre la constitucionalidad de
normas legales de inferior rango como leyes ordinarias, decretos legislativos, decretos,
reglamentos, entre otros. De acuerdo a lo expresado, el control concentrado está
reconocido y regulado por la misma Constitución Política del Perú.
B. CONTROL DIFUSO: El texto constitucional peruano reconoce en su artículo 138 la
segunda forma de control constitucional, donde se señala que: “En todo proceso, de
existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal, los jueces
prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de
rango inferior”.
A diferencia del anterior sistema, este nos ofrece más acceso a la justicia constitucional
debido a que un ciudadano no estaría limitado por el artículo 203 de la Constitución
(Sujetos legitimados para imponer demanda de inconstitucionalidad). En este sentido,
si un particular inicia un proceso judicial y considera que una norma contraviene lo
dispuesto en la constitución, podrá solicitar que se inaplique la norma. De igual forma,
el juez puede optar por inaplicarla sin la solicitud de alguna de las partes, lo cual quiere
decir que el control difuso en sede judicial es a pedido de parte o de oficio.
Por tanto, el control difuso en sede judicial tiene su propio procedimiento debido a
que las sentencias expedidas por los jueces pueden ser elevadas en consulta para su
respectiva observación ante la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema para
que se pronuncie sobre el tema. Todo esto se encuentra contenido en la Ley Orgánica
del Poder Judicial.
II. CONSTITUCIÓN COMO NORMA JURÍDICA.
La Constitución como norma jurídica engendra una necesidad de definir límites al
poder por relación a los ciudadanos o, en otros términos, derechos de éstos tanto a
una vida privada exenta de poder, como a la dominación e instrumentación de este
poder por los ciudadanos, para promover la libertad efectiva y la igualdad. Dentro de la
vinculación de los poderes públicos, tenemos a los siguientes:
A. DE LA VINCULACIÓN AL PODER JUDICIAL: La actuación de los órganos
jurisdiccionales en la etapa de ejecución de sus decisiones constituye un elemento
fundamental e imprescindible en el logro de una efectiva tutela jurisdiccional, siendo
de especial relevancia para el interés público, dado que el Estado de derecho no puede
existir cuando no es posible lograr la justicia a través de los órganos establecidos para
tal efecto. Esta obligación viene impuesta desde la Constitución debido a que la
satisfacción de este derecho tiene por finalidad que las sentencias y resoluciones
judiciales no se conviertan en simples declaraciones de intención sin efectividad
alguna.
B. DE LA VINCULACIÓN AL PODER EJECUTIVO: El artículo 118 de la Constitución prevé
las obligaciones que corresponden al presidente de la República y la primera de sus
obligaciones impuesta por la Constitución es “cumplir y hacer cumplir la Constitución y
las leyes”.
C. DE LA VINCULACIÓN AL PODER LEGISLATIVO: Esta se encuentra en el artículo 102
inciso 2 de la Constitución, que dispone “es atribución del Congreso velar por el
respeto de la Constitución”. El razonamiento que se desprende de este dispositivo,
señala, es que, si la atribución constitucional del Parlamento es velar por el
cumplimiento de la Constitución, necesariamente deberá también respetar aquello
cuyo cuidado se le encarga y; que el término “atribución” debe ser interpretado no
como una facultad de la cual pueda prescindir el Parlamento, sino más bien en el
sentido de deber que siempre ha de cumplir.
III. APLICACIÓN INMEDIATA DE LAS NORMAS CONSTITUCIONALES QUE RECONOCEN
DERECHOS.
La aplicación inmediata de la Constitución es por supuesto la consideración de que
esta como norma jurídica tiene la disposición de ser directamente aplicada, y una
norma solo es aplicable en la medida en que se cumplan los supuestos para que sea
eficaz, es decir, para que tengan plena capacidad de producir efectos jurídicos.
La regla general de directa aplicabilidad de los derechos constitucionales no tiene
problema cuando se trata de normas sobre derechos que, por su propia naturaleza,
desde que se encuentran en el texto constitucional pueden desplegar toda su
virtualidad normativa.
Teniendo en cuenta que, si bien toda la Constitución es auténtica norma jurídica, sin
embargo, no todos sus preceptos gozan de las mismas posibilidades de aplicación, en
unos casos porque el mismo texto constitucional limita estas posibilidades y en otros
porque la misma estructura de la norma impide alguna de ellas, sobre todo en lo que
se refiere a su accionabilidad ante los tribunales.
IV. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.
La actual Constitución Política en su artículo 201, crea el Tribunal Constitucional como
órgano de control de la constitucionalidad de las leyes. El TC es el órgano de control de
la Constitución, y supremo intérprete. Mediante el conocimiento de los Procesos
Constitucionales, cumple funciones de valoración, ordenación y pacificación del orden
constitucional, tanto a nivel jurídico como social, garantizando la protección de los
derechos fundamentales de las personas y la defensa de la Constitución, asimismo,
Es un órgano autónomo e independiente de los demás constitucionales. Se encuentra
sometido sólo a la Constitución y a su Ley Orgánica. Puede, por acuerdo mayoritario de
sus miembros, tener sesiones descentralizadas en cualquier otro lugar de la República.
El Tribunal puede dictar reglamentos para su propio funcionamiento, así como sobre el
régimen de trabajo de su personal y servidores dentro del ámbito de autorizados por
su presidente, se publican en el Diario Oficial El Peruano.
Dentro de las funciones tenemos que la labor del Tribunal Constitucional es simple:
defiende la constitución y se asegura que el país la cumpla. Es decir, si se presenta
alguna acción de inconstitucionalidad contra una ley, el TC se encarga de revisarla y
decidir, en única instancia, si cumple o no con la carta magna. Por último, el TC
también debe conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por
la Constitución.
En cuanto el TC como Comisionado del Poder constituyente, se le ha confiado una
serie de competencias cuyo conocimiento varía según se trate de los procesos en
ciernes.
a) Por un lado, conoce en última y definitiva instancia los procesos constitucionales
relativos al Hateas Corpus, Acción de Amparo, Habeas Data y Acción de Cumplimiento
que hayan merecido resoluciones denegatorias de tutela ante el Poder Judicial.
b) En segundo lugar, para conocer en única y definitiva instancia, los procesos
constitucionales de Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra leyes o normas
con rango, valor y fuerza de ley, así como el llamado conflicto de competencias entre
órganos constitucionales.
En efecto, el Tribunal Constitucional es la institución más importante del sistema de
justicia, y una de las más importantes del Estado.

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