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¿EXIGENTES O EXIGIDOS?
Comencemos identificando a la EXIGENCIA:
Se le atribuye la cualidad de ser el camino para la excelencia.
Es el resultado de la relación entre 2 aspectos: exigente y
exigido.
Se manifiesta en la relación intrapersonal y en la interpersonal.
Como sostiene Norberto Levy, es una manera IGNORANTE porque parece creer
que actuamos como máquinas, creemos que debemos HACER ALGO SÍ O SÍ...
aunque te duela la cabeza o no, SIN EXCUSAS.
El perfil del Exigente:
Es el jinete o arquitecto (quien da las órdenes).
Es quien piensa... es el cerebro.
Es ignorante para pedir.
Te ordena ("tienes que hacer las cosas”)
Cree que "no hay que equivocarse".
No consulta al realizador (El exigente cree tener razón).
Es la energía, la fuerza, es el combustible.
El perfil del Exigido:
Es el caballo, el obrero que ejecuta la tarea.
Es quien hace… es el cuerpo.
Se adapta y responde al principio, pero luego se cansa.
Es el realizador, quien ejecuta la orden del Exigente.
El Exigido también busca la excelencia.
El exigente ORDENA, por lo tanto excluye la posibilidad del NO por parte del
exigido.
El exigido carece de recursos para decir NO, por lo tanto compromete su
dignidad.
Enfermedades habituales donde se reconoce una relación exigente - exigido:
Agotamiento psicológico (burn out)
Síndrome de fatiga crónica
Stress
Úlcera
Depresión
¿Qué preguntarle a nuestro aspecto exigente?
¿A ti qué te parece?
¿Qué necesitas de mi?
¿Tienes ganas?
¿Estás eligiendo o estás obligado?
¿Disfrutas lo que haces
Proponte no preocuparte tanto por los resultados. Proponte estar más atento al
proceso.
Céntrate en el sentido que para ti tienen las cosas, y bríndale a estas cosas, la
importancia que verdaderamente tienen.
Sigamos practicando.