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ORACIÓN SÁBADO NOCHE

ENTRADA:
Los chicos y chicas entran en silencio al comedor, donde un/a
catequista los colocará formando varias filas a derecha e
izquierda,
La sala estará ambientada con luz tenue de las velas y música de
oración. Presidiendo el espacio, estará la pantalla del proyector y
tras él, en la pared, papel continuo pegado en vertical (del suelo
al techo). Bajo el proyector, habrá una maceta llena de tierra.
Tambien habrá en el suelo bolígrafos, semillas y palitos de polo.
Cuando estén todos y todas sentados y en silencio, se hará una
breve introducción que contextualizará la oración.

PRIMERA PARTE:
1. Se visionan 13 minutos de la película “Mary’s Land”. En este
vídeo se explica de una manera bastante visual y resumida la
historia del génesis, la expulsió n de Adá n y Eva del Paraíso y el
por qué del envío de Jesucristo al mundo.

2. Alguien leerá una breve reflexió n sobre el vídeo y explica el


significado de que Cristo muera por la humanidad:

Jesús vino al mundo para enseñarnos con su vida y su palabra


como tenemos que comportarnos como “hijos amados de Dios”.
El pecado de las personas, nuestros pecados, no cierran nunca
la relación con Dios, aunque a veces consigan alejarnos de Él.
Dios nunca rompió con nosotros, sino que siguió siempre
llevándonos por caminos de su amor. Esto lo podemos ver en la
historia del pueblo de Israel, pero también en la vida personal de
muchas de las personas que nos rodean.
Entonces… ¿Para qué vino al mundo, Jesús, el Hijo único del
Padre? Anunciar el Reino de Dios fue el centro de su mensaje y
la razón de su venida. Jesús fue enviado por el Padre, para
enseñarnos a ir construyendo ese Reinado de Dios en este
mundo (todavía imperfecto), pero que culminaría en la otra vida,
ya llegando a su plenitud. Para ello, Jesús con su vida nos marca
cuál es la voluntad del Padre, y cómo podemos cumplirla en esta
vida. Una voluntad de Dios que se traduce, en fraternidad,
justicia, paz, verdad, amor a Dios y al prójimo, fe, esperanza…
Jesús es la manifestación más clara y convincente de ese Reino
de Dios, porque murió por amor, para salvarnos. Murió por
cumplir la voluntad de Dios. En definitiva: tuvo que morir para dar
fruto.
Y tú? Quieres hacer la voluntad de Dios? Crees en la fraternidad,
la justicia y la paz que Dios nos ofrece? Nosotros creemos que
no debemos de quedarnos de brazos cruzados ante los males
del mundo cuando precisamente Jesús murió con los brazo
abiertos.
3. Se canta la canció n “Bienaventuranzas” de Kairoi y se proyecta
la letra

Felices somos en la pobreza,


si en nuestras manos hay amor de Dios,
si nos abrimos a la esperanza,
si trabajamos en hacer el bien.

Felices somos en la humildad,


si como niños sabemos vivir.
Será nuestra heredad
la tierra, la tierra.

SI EL GRANO DE TRIGO
NO MUERE EN LA TIERRA
ES IMPOSIBLE QUE NAZCA FRUTO.
AQUÉL QUE DA
SU VIDA PARA LOS DEMÁS
TENDRÁ SIEMPRE AL SEÑOR.

Felices somos si compartimos,


si nuestro tiempo es para los demás,
para quien vive en la tristeza
y para quien camina en soledad.

Felices somos si damos amor,


Si en nuestras manos hay sinceridad.
Podremos siempre mirar
y ver a Dios, y ver a Dios.

Felices somos si ofrecemos paz,


y nuestra voz denuncia la opresión,
si desterramos odio y rencores,
será mas limpio nuestro corazón.

Felices somos en la adversidad,


si nos persiguen cuando no hay razón,
la vida entonces tendrá
sentido en Dios, sentido en Dios.

GESTO 1

En silencio, cada uno/a reflexiona, y se van levantando por


turnos y escribiendo en el papel continuo, alrededor de la cruz (no
dentro) que significa para ellos/as “morir y dar fruto”, si lo practican
o có mo podrían aplicarlo a su vida cotidiana. Apoyando su reflexió n
en la letra de la canció n.

Una vez lo escriban cogen una semillas y las entierran en la


maceta grande que está a los pies de la cruz, simbolizando el morir y
dar fruto.
SEGUNDA PARTE:
1. Texto Huellas en la arena

"Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la


playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi
vida. Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos
pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del
Señor.
Cuando la última escena pasó delante nuestra, miré hacia atrás,
hacia las pisadas en la arena, y noté que muchas veces en el
camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.
Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de
mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al
Señor:
- Señor, Tú me dijiste, a través de tu palabra, que siempre irías
conmigo a lo largo del camino de mi vida. Sin embargo durante
los peores momentos de mi existencia veo que hay en la arena
sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tú me
abandonabas en las horas en que yo más te necesitaba-.
Entonces, Él, fijando en mí su bondadosa mirada me contestó:
- Mi querida hija. Yo siempre te he amado y jamás te abandoné
en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un
par de pisadas fue justamente en los momentos de tu vida donde
te llevé en mis brazos-."
2. Pequeñ a reflexió n sobre el texto
Piensa en todos aquellos momentos en los que te has
sentido solo, angustiado. Aquella discusió n con un amigo,
ese problema que tanto te agobia, o las palabras de desprecio
que le dijiste a tus padres en un momento de tensió n familiar.
Realiza un viaje al interior de tu corazó n y pregú ntate cuá les
son tus miedos má s profundos, que es todo aquello que te hace
sentir vulnerable. Todo aquello que quieres poner en manos de
Dios para ser má s libres y vivir acordes a su Fe, con alegría y
esperanza. Escríbelo brevemente en el trozo de madera.

Lectura Mt. 11, 27-30.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os


29
aliviaré. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
30
vuestras almas; porque mi yugo es suave, y mi carga ligera

Jesús dice a sus discípulos: “venid a mí”. Unas palabras que


entendemos como una invitación a compartir la intimidad con Él.
Somos invitados, efectivamente, a descansar en la experiencia
de su amistad. La amistad con Jesús, la intimidad con Él,
significa aprender a ser tolerantes y humildes. Solo así
encontraremos descanso y alivio para nuestras almas.
GESTO
A medida que van acabando de escribir, se van levantado y se
acercan a una persona en la que confíen y se abrazan en
agradecimiento a esas veces en las que esa persona le ha ayudado a
llevar su carga, sus miedos, sus problemas. Después esa persona se
acercara con él a la cruz y le ayudará pegar su palito de madera en
la cruz del papel continuo (dentro).

MATERIAL:
Velas
Maceta con tierra
Palitos madera
1 Cuter
1 tijeras
Papel continuo
Gomets
Proyector portátil
Altavoces
Pantalla portátil
10 Folios
60 Bolis

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