Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La crisis del Estado de Bienestar estuvo acompañada de una profunda pérdida de legitimidad de
los partidos políticos y las estructuras parlamentarias en las sociedades capitalistas. Los déficit
fiscales y los galopantes procesos inflacionarios provocaron la incapacidad del Estado de Bienestar
de dar respuestas mínimas a la ciudadanía formal que concede la democracia representativa. La
consecuencia más visible es el origen de un nuevo modelo económico y social caracterizado por
fuertes retrocesos sociales, una pérdida de poder efectivo de las instituciones políticas y una
menor capacidad de integración social y participativa de los sectores sociales y populares en las
democracias actuales. 1
Por ello, se hace necesario analizar los cambios en el capitalismo mundial y las transformaciones
en las relaciones sociales, indicando las mutaciones provocadas en la relación con el Estado y
observando la viabilidad de una democracia real, donde los ciudadanos tengan el poder y la
capacidad de gestionar el Estado
Ante esta situación y como respuesta a la grave crisis institucional ocurrida en al año 2001 en
toda la República Argentina; se hizo necesario la aplicación de políticas públicas que modifiquen la
1
“Presupuesto Participativo y formas de recuperar la Democracia”, Ricardo Romero, 2002.
distribución del ingreso y del poder, y que conduzcan a la integración de los distintos sectores
sociales.
No sólo se debe tener como objeto el control del Estado por parte de la Sociedad Civil en la
eficiencia de las cuentas públicas, sino que debe a su vez, politizar a quienes participan en el
mismo por medio de un profundo y constante proceso educativo, a ampliar la movilización popular
y a democratizar las decisiones que se adoptan respecto a que es lo que se hace con aquéllos
recursos públicos.
La influencia de la aplicación de dicha política en la ciudad de Porto Alegre por parte del
Partido de los Trabajadores de Brasil desde fines de los 80’ es crucial para el desarrollo de la
misma en la Ciudad de Buenos Aires. El contexto en el cual surgió el PP en Porto Alegre tuvo 3
características distintivas:
La experiencia brasileña fue un motor fundamental para que los sectores progresistas de nuestra
ciudad (CTA / FLACSO / Poder Ciudadano / CIPPEC / Partidos Políticos) iniciaran las
reuniones necesarias para llevar a buen puerto esta iniciativa. Los resultados positivos obtenidos
2
“Presupuesto Participativo en la Ciudad de Buenos Aires”, Jorge Novarro, 2004.
3
“Democracia y Gestión Local. La experiencia del Presupuesto Participativo”, Raúl Pont, 2001.
2
en Brasil con respecto a la inclusión social, la radicalización de la democracia y la descentralización
política administrativa fueron claves para llevar a cabo esta política a nivel local. 4
Este trabajo se centrará en la implementación del PP del año 2004 en la Ciudad de Buenos Aires,
la selección de este año se debe a que se lo considera el momento de consolidación de la
herramienta de participación analizada. Se tomarán en cuenta los antecedentes en la aplicación
de la misma en años anteriores y se evaluará su aplicación en el año en curso.
A pesar de la importancia de una política de este tipo, los resultados en los primeros años de
implementación en la Ciudad de Buenos Aires, distan de ser los obtenidos en distintas ciudades y
estados de Brasil. La falta de una conciencia participativa en amplios sectores sociales, como a su
vez, el temor de la dirigencia política ante la posibilidad de perder poder de gestión en manos de
la ciudadanía; dan cuenta del poco avance de la misma en la dirección deseada. Esto no quita la
posibilidad de realizar cambios para mejorar la implementación del presupuesto, solo que en el
contexto actual de poca movilización, el camino se muestra como un largo proceso de avances y
retrocesos, que esperamos, finalmente llegue al objetivo buscado.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, surgieron 112 Asambleas Populares sobre un total de
272 registradas en todo el territorio nacional. La mayor participación en las mismas, estuvo
representada por sectores pertenecientes a las clases media, media-alta y media-baja; debido a
la agudización del empobrecimiento de las mismas en el contexto social de crisis continua.
Otro canal de expresión espontáneo fueron los llamados “cacerolazos”, según encuestas
publicadas en los medios de comunicación, se registraron entre fines de diciembre de 2001 y
fines de marzo de 2002, en la Ciudad de Buenos Aires, 2014 cacerolazos. 5
4
“Presupuesto Participativo: La experiencia de Porto Alegre”, Tarso Genro – Ubiratán De Souza, Eudeba – CTA, 1998.
3
Ante este marco, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Secretaría de
Descentralización y Participación Ciudadana, comenzó a convocar a los ciudadanos para
decidir en conjunto, las prioridades de inversión pública. En ese contexto, se abrió un espacio de
participación directa de los vecinos en los asuntos públicos; ya que la misma demanda nuevas
respuestas, nuevos canales de control y participación, nuevas formas de hacer política. 6
Dentro de una cobertura constitucional y debido al extendido reclamo popular por la ciudad, se
lanzó el Presupuesto Participativo con el objeto de:
Los principales pasos para la organización de este proceso, fueron elaborados por el Gobierno de
la Ciudad en conjunto con las organizaciones impulsoras de la misma; cobra vital importancia la
labor de éstas en la inclusión del “carácter participativo del presupuesto” en la Constitución
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 7
Más allá de los objetivos generales que se propuso el Gobierno de la Ciudad; todo proceso de PP
debe garantizar a la ciudadanía durante todo el proceso:
5
Diario La Nación, Abril 2002.
6
Folletos Informativos PP, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2003-2004.
4
• asegurar la informalidad y accesibilidad en las instancias de participación pública;
Antecedentes de Participación:
• Prioridades Barriales 2002: durante el mes de junio del año 2002, se realizó un
intenso ejercicio de participación para que los vecinos establecieran prioridades barriales
en la ejecución del presupuesto de la segunda mitad del 2002. De esa experiencia piloto
participaron 4500 vecinos en 16 Foros Barriales, uno por cada CGP. Se trabajó en 8
Comisiones Temáticas y en ellos se definieron 338 prioridades barriales para ser
realizadas durante el 2º semestre del presupuesto que estaba en ejecución, luego de
mantener alrededor de 250 reuniones con funcionarios de todas las áreas centrales del
Gobierno. 10
7
Artículo Nº 52, Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, 1996.
8
“Participación Pública y Autonomía Municipal”, Daniel Sabsay, FARN, 2000.
9
“El 4P’ en el CGP 13, los primeros pasos del PP en la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Querido, 2004.
10
Información obtenida del sitio Web del GCBA, www.buenosaires.gov.ar.
5
votaron en los Foros de Cierre de cada área barrial. Finalmente, se desarrollaron los
Plenarios de Delegados Relatores por Comisiones Temáticas a escala de toda la Ciudad
con los secretarios de las áreas centrales del Gobierno y sus respectivos gabinetes. Con
ellos los Delegados pudieron definir en forma directa cómo cada prioridad establecida por
los vecinos iba a ser incorporada al Proyecto de Presupuesto 2003. 11
3) “Presupuesto Participativo 2004”
Luego de trabajar en las Comisiones Temáticas, se ordenan los proyectos y acciones que el
Gobierno (luego de alcanzarse un consenso entre los Delegados Temáticos y el Poder Ejecutivo)
incorpora en el proyecto de Presupuesto Participativo que los legisladores votan anualmente.
Las Asambleas Barriales funcionan con una metodología de trabajo participativa que garantiza la
intervención efectiva de todos los vecinos y el aporte de las organizaciones no gubernamentales,
sociales, vecinales y de redes socio-gubernamentales.
• Desarrollo Socio-Económico
11
Plan de Presupuesto Participativo 2003, Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires, junio 2002.
12
Reglamento PP, Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, marzo
2003.
6
• Educación
• Salud
• Control y Seguridad
Al término del debate, los vecinos votan sus Delegados Temáticos que exponen en los
Plenarios de Cierre de las Asambleas Barriales y discuten con las Secretarias del Gobierno
de la Ciudad sobre las prioridades votadas por los vecinos. Las prioridades establecidas por los
vecinos a partir de los Núcleos Temáticos estarán definidas como acciones, programas,
proyectos de gestión asociada o propuestas; las que deberán ajustarse a un servicio público en los
que se encuentra organizada la gestión de gobierno.
En cada uno de éstos CGP, se constituye un Grupo Promotor Local formado por vecinos,
organizaciones no gubernamentales, sociales, vecinales, redes, instituciones académicas y de
investigación con el objetivo de promover y controlar su implementación. Como así también una
Unidad Ejecutora Local (UEL) con jurisdicción dentro del ámbito de cada CGP, que trabajará
en relación de colaboración con los miembros del Consejo de PP y con la Unidad Ejecutora
Central (UEC) que garantiza el cumplimiento del cronograma de gestión del PP en toda la
Ciudad de Buenos Aires en coordinación con las UEL y el Consejo de PP.
7
de “cambio” en las formas de participación popular; la aparición de nuevas oportunidades que
permitan renovar los mecanismos de articulación política existentes es un ejemplo de tal cambio.
Los principales cambios que se esperan de la aplicación del PP en la Ciudad de Buenos Aires son
los siguientes 14:
Pero hay que tener en cuenta que existe un problema histórico, es decir, la apatía y el pesimismo
que a lo largo del tiempo se reflejaron sobre todo en las sociedades democráticas occidentales
burguesas, reduciendo el rol político de la ciudadanía a la de simples espectadores.
Ante los hechos producidos en diciembre de 2001, los ciudadanos no se conformaban con
desarrollar ese rol pasivo que se les había supuesto y empezaron a exigir poder hacer algo más
que reelegir o reemplazar a las elites políticas cada 4 años. La existencia de más información, de
más predisposición a actuar y las nuevas formas de participación política han permitido incorporar
a nuevos sectores en la vida política. Este conjunto de nuevas oportunidades de participación
convierten en obsoletas algunas de las viejas formas de participación y, muy especialmente, la
creencia en el monopolio del saber por parte de técnicos y políticos. 15
13
Resolución 99/DIC/2002 de la Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, GCBA.
14
“Ejes de debate para una Ley de Presupuesto Participativo”, Ricardo Romero, 2003.
15
Revista Proyectos 19/20, abril 2003.
8
A estos cambios se le agrega otra transformación en el terreno de la relación entre ciudadanos,
conocimientos y comportamientos políticos, debido a una mayor información y capacidad para
procesarla por un lado y una política más amplia y compleja por el otro.
Pero incluso en un escenario de participación plena, con ciudadanos incentivados para participar,
una dirigencia política dispuesta a aceptar tal movilización social y una vida política intensa y
estimulante; los recursos que el ciudadano podría dedicar a la vida política serían finitos y escasos
debido al rol crucial que juega un recurso tan limitado como es el tiempo. Esta limitación tiene 2
grandes consecuencias para tener en cuenta a la hora de pensar en la viabilidad de cualquier
experiencia participativa. En primer lugar, tener en cuenta la existencia de un tiempo finito y
sometido a múltiples presiones que limita la participación; y en segundo lugar, la necesidad de
que los participantes obtengan satisfacciones expresivas o instrumentales de su participación y no
se queden con la sensación de haber estado derrochando su tiempo.
Se puede esperar que los ciudadanos participen, pero no que vivan para participar. Y sin
embargo, en la realidad vamos a encontrarnos con todas las situaciones: desde muchas personas
que no participan nunca, hasta otras que parece que sí vivan para participar. Esto va a ser así,
debido a una distribución radicalmente desigual de diversos recursos. Por tomar algunos
ejemplos, están totalmente distribuidos desigualmente: el tiempo libre disponible, la capacidad
económica, los recursos educativos o la capacidad de acceder y de comprender las informaciones
políticas. Y probablemente estén mal repartidos el interés, el sentimiento de que uno debe o es
capaz de participar, el placer que se obtiene participando y otros sentimientos fundamentales que
nos llevan a implicarnos en los asuntos públicos.
Todos estos recursos mal distribuidos no coinciden en las mismas personas o grupos, podemos
encontrarnos personas con mucho tiempo libre, pero que no tienen una gran capacidad de
procesar información, de sentimiento de competencia política o de la estabilidad necesaria para
implicarse en los asuntos colectivos; del mismo que podemos encontrar personas con una fuerte
motivación y sentimiento de eficacia política adquiridos en una larga vida asociativa, a pesar de
carecer de una amplia educación formal. Pero es común que muchos de los recursos nombrados
sirvan para adquirir otros (el dinero compra tiempo, la educación sirve para adquirir competencia
política), por lo que el conjunto de recursos que favorecen la participación aparecen
estrechamente relacionados, dando como resultado, una muy desigual distribución social.
Esto trae aparejado un problema crucial: la intensidad de la participación va a ser también muy
desigual, con grupos de personas muy activas, frente a la absoluta pasividad de otros sectores.
Las desigualdades sociales y la experiencia se traducen en desigualdades políticas, con lo que se
produce una participación concentrada en sectores muy reducidos. 16
9
La implementación de un proceso de PP, requiere de condiciones básicas para que el mismo
sea operativo:
• El acceso del ciudadano a la información se debe poder realizar sin ninguna restricción y
la información debe estar compilada en forma que se pueda relacionar con los sistemas
presupuestarios y contable.
A su vez, la ampliación de la participación ciudadana que se busca con el PP, debe abordar
al menos 4 aspectos:
Otro aspecto importante es la fuerte presencia del Estado en la coordinación y organización del
proceso. A diferencia de Porto Alegre, que se entiende al proceso como un espacio público no
estatal, en la Ciudad de Buenos Aires existe la idea de cogestión, la cual hace que el
gobierno este presente con una fuerte influencia en las decisiones finales. Un ejemplo de esto es
la etapa final del proceso, cuando se elabora la matriz de presupuesto, las prioridades elegidas
por los vecinos se ponen en discusión con las distintas Secretarias del Gobierno de la Ciudad,
produciéndose así un mecanismo de compensación sobre el compromiso y la viabilidad del
proyecto. Por ello el presupuesto Participativo solo fija prioridades, el Gobierno de la Ciudad es el
que fija montos, y además, él mismo puede sugerir políticas prioritarias.
16
“Participación Ciudadana y Decisiones Públicas”, Joan Font, Universidad Autónoma de Barcelona, 2002.
17
“La Participación Vecinal y la Gestión del Medio Ambiente”, Sabsay – Tarak, FARN, 1995.
10
Hay que tener en cuenta la importante participación de las organizaciones no gubernamentales,
mas allá de que son fundamentales en la organización de los ciudadanos; se debe buscar la
mayor horizontalidad posible. No se debe limitar su accionar, pero si conseguir que ese sector
alcance al máximo posible de ciudadanos y que profundice sus mecanismos de democracia
interna, para que así tenga la mayor representatividad posible. Eso significa mantener las políticas
de apoyo económico que existen en muchos casos, pero complementarlas con mecanismos
dirigidos a su necesaria renovación en su gestión, cultura organizativa, etc. Quizás en algunos
casos las organizaciones sociales deban reconocer que no son los únicos representantes
ciudadanos. Pero una vez fijado su protagonismo, este no puede consistir en asistir a reuniones
genéricamente consultivas, sino que deben participar en el proceso de formulación de prioridades,
de adopción de políticas y de aplicación y evaluación de las mismas.
Mas allá de esto, a pesar que el artículo 39 de dicha Constitución establece que “los
ciudadanos tienen derecho de iniciativa para presentar proyectos de ley”; tienen vedado
presentar proyectos referidos al presupuesto, entre otros temas. Se puede inferir un tipo de
participación semidirecta, pero no de participación directa. 19
Por otro lado, el 27 de agosto de 1998 fue sancionada la Ley nº 70 de Sistemas de Gestión,
Administración Financiera y Control del Sector Público 2 1 . La misma dispone:
18
“Fundamentos para el Presupuesto Participativo”, Roy Cortina, 2002.
19
Constitución de la Nación Argentina, 1994.
20
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, 1996.
21
Ley nº 70, BOCBA 555, 1998.
11
• Art. 9º: Se garantiza la participación de la población en la elaboración y seguimiento del
Presupuesto Anual, del Programa General de Gobierno y del Plan de Inversiones Públicas
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través de foros temáticos y zonales. A estos
efectos se articularan los mecanismos que surjan de la Ley de Presupuesto Participativo.
• Art. 10º: Los sistemas establecidos y regulados por esta ley y toda norma que se dicte
en consecuencia tendrán en consideración las prioridades de asignación de recursos
elaborados por instancias de participación de la población.
• Art. 29º: El presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires tiene carácter participativo, el cual
se garantiza mediante la consulta a la población en el proceso de elaboración y
seguimiento.
La operatividad del PP fue posible gracias al proceso de descentralización llevado a cabo por el
Gobierno de la Ciudad en el año 1998 22 y a la creación plena de los Centros de Gestión y
Participación en el año 1999. 23 De no haberse creado los mismos, éste proceso hubiera sido
imposible. Por otra parte hay que tener en cuenta la Resolución nº 99 de la Secretaría de
Descentralización y Participación Ciudadana que dio lugar a la organización del PP por medio la
elaboración del Programa de PP en la ciudad. 24
El PP no posee un monto fijo de asignación de recursos anuales, sino que intenta delimitar
políticas de gasto generadas en el debate ciudadano. La idea es construir un Presupuesto por
Programas 2 5 , con las prioridades decididas por la gente, es decir, clasificando de forma funcional
o agrupando gastos por función en las distintas Áreas Centrales del Gobierno de la Ciudad. Esta
forma de Sistema por Programa es la que propone la Ley Nº 70, al fijar montos, para luego
generar una participación controlada, donde el Gobierno le baja a la población un programa,
donde la misma prioriza en un sistema de asignación de recursos preestablecido.
Por lo tanto, la financiación en la ejecución de las prioridades votadas por los vecinos está sujeta
a los diferentes programas de acción de cada una de la Secretarías del Gobierno de la Ciudad, las
cuales evalúan la factibilidad de las acciones elegidas durante el proceso de PP. Por este motivo
se enunciaran los datos estadísticos mas importantes del Presupuesto 2004 del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires: 26
22
Decreto Nº 1958/98. Proceso de desconcentración de servicios y trámites (Primera Etapa).
23
Decreto Nº 2237/99. Estructura organizativa de los CGP’s (Segunda Etapa).
24
Resolución Nº 99, Secretaría de Descentralización y participación Ciudadana, BOCBA 1534, 2002.
25
“Finanzas Municipales”, Benedicto Caplan, Centro Interamericano de Capacitación en Administración Pública.
12
• Presupuesto Total 2004: $4.129.762.273. De esta cifra el 64,4% fue destinado a
Servicios Sociales ($2.927.056.225), el 18,6 a Servicios Económicos ($845.004.574), el
11,6 % a la Administración Gubernamental ($528.497.191), el 3,7% a la Deuda Pública
($170.329.693) y el 1,6% a Servicios de Defensa y Seguridad ($71.987.590).
Para el Plan de PP 2006 se oficializó un incremento del 100% del Fondo de Obras Locales
(FOL) cuyo presupuesto será de $32.000.000 a distribuir entre los CGP’s.
26
Guía de Presupuesto 2004, Secretaría de Hacienda, Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
13
7) “Resultados de la Implementación del PP 2004”
La cantidad de participantes durante el PP 2004 fue de 14.000 vecinos, de los cuales votaron
9500 las prioridades en los Plenarios de Cierre de las Asambleas Barriales. Se constituyeron 51
Asambleas Barriales con referencia territorial en los 16 CGP’s, las que trabajaron en 6 comisiones
Temáticas donde los vecinos propusieron proyectos y eligieron 600 Delegados Temáticos, entre
titulares y suplentes.
Al comparar los distintos Núcleos Temáticos, se encontró en primer lugar el de Obras Públicas y
Medio Ambiente representando el 24,4% de las prioridades. El núcleo Temático Desarrollo
Económico quedó en segundo lugar con el 19,8% y tercero el Núcleo Salud con el 14,6%.
La cantidad de prioridades votadas fue de 1096, las cuales están en su totalidad ejecutadas. Los
núcleos temáticos fueron los mismos que los del año 2003. Las obras más emblemáticas que se
han ejecutado durante el transcurso del 2004 son: 27
• Secretaría de Salud: nuevo edifico para el CESAC Nº 11, cito en Agüero entre Av.
Córdoba y San Luis. Contará con 550m2: 10 consultorios (2 con baño para atención toco
ginecológica y 1 equipado para odontología), enfermería y vacunatorio, farmacia,
administración, archivo y Salón de Usos Múltiples.
14
tomamos los datos de participación, tenemos que 4.500 vecinos concurrieron al Plan de
Prioridades Barriales 2002; cerca de 9.000 lo hicieron en el PP 2003 y alrededor de 10.000 en el
PP 2004. Mientras que en el PP 2005 han tomado parte sólo 7.000 vecinos.
Se presentaron obstáculos antes y durante la realización del PP, en todos sus años de
implementación, los más salientes son: la escasa propensión de la población a integrarse a
procesos de participativos, en el marco de una sociedad que espera todo del Estado y con poca
credibilidad en las convocatorias participativas promovidas por el mismo, a pesar de la alta
movilización social de finales del 2001; la fragmentación de las visiones sectoriales en la
estructura municipal, concierta rigidez para adoptar alternativas de gestión asociada, provocó
dificultades en la implementación de los programas producto de este nuevo espacio publico; la
escasez y falta de continuidad de experiencias participativas efectivas que no permiten comprobar
los beneficios con respecto al modelo tradicional de gestión, todo ello ligado a la dificultad que
implica la insuficiencia de recursos humanos y de metodologías probadas que favorezcan y
potencien la participación.
Sin embargo, existen muchos logros que hay que reconocer y que nos demuestran la posibilidad
de crecimiento de la participación en los procesos de participación ciudadana:
• La priorización de las demandas, producto del proceso participativo, permite definir con
un criterio técnico la oportunidad del gasto del presupuesto, posibilitando de esta manera
un incremento de la productividad de la inversión pública.
27
Datos suministrados por la Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, GCBA, 2005.
28
¿Democracia Representativa vs. Democracia Participativa? La Falsa Disyuntiva, Florencia Polimeni, 2004.
15
• En un contexto de desigualdades territoriales, el nuevo modelo permite a su vez
identificar la diversidad de problemáticas, que hacen a las distintas culturas e identidades
locales.
8) A modo de conclusión
Es por ello, que se debe buscar la participación del ciudadano no organizado; existen pocos
mecanismos que permitan su participación y, buena parte de los existentes terminan siendo
utilizados básicamente por los ciudadanos ya organizados. La utilización de mecanismos de
democracia deliberativa, siguiendo la lógica participativa, basados en la aleatoriedad y que utilicen
incentivos para compensar los costos de la participación, puede ser una de las líneas de trabajo.
Asimismo las redes informáticas abren grandes perspectivas en esta línea, sobretodo si pensamos
que algunos de los sectores con más potencial participativo pero a la vez más reacios ante las
organizaciones tradicionales, se encuentran entre los principales usuarios de internet (jóvenes).
Se debe a su vez potenciar un cambio hacia una cultura más participativa. Aunque no existen
políticas “mágicas” que puedan conseguir un cambio cultural por decreto, una perspectiva
progresista no puede pensar solo en como puede participar la sociedad realmente existente; sino
que debe plantearse transformar esa realidad y el logro de una cultura mas participativa a
mediano plazo parece un objetivo irrenunciable. Para ello, se debe realizar un análisis más
exhausto de este cinismo ciudadano hacia la política. Mientras tanto, un cambio en las conductas
y en los modos de trabajar de las organizaciones no gubernamentales y los partidos políticos, la
existencia de mas mecanismos de consulta ciudadana en la toma de decisiones, unos procesos
que permitan acercarse mas fácilmente al debate y a las decisiones políticas y un esfuerzo por
realizar una mayor educación democrática y participativa desde las instituciones, el sistema
educativo y los medios de comunicación podrían resultar útiles.
Se debe a su vez, valorar el ámbito local como potenciador de la participación ciudadana. A pesar
de los cambios que las nuevas tecnologías puedan introducir en este planteo; no hay duda de que
en el corto plazo y mediano plazo, una escala de gobierno local facilita el desarrollo de
16
instrumentos participativos, en tanto que abre la puerta al diálogo y a la interacción con los
gobernantes. Por ello, el gobierno local se ha considerado siempre como el escenario privilegiado
desde el cual pueden desarrollarse experiencias de participación ciudadana y se ha convertido en
el nivel de gobierno donde mas se ha avanzado en esta línea. A pesar de que también a nivel
regional y estadual puedan identificarse instrumentos de diálogo con los ciudadanos o con los
interlocutores sociales, la revisión de mecanismos existentes se basará sobretodo en el nivel local
y dejará de lado realidades mas conocidas y a la vez mas alejadas del ciudadano común, como
son todo el conjunto de instrumentos corporativos que existen desde el nivel regional hasta el
estadual.
Se debe realizar un análisis constante de los mecanismos de participación, ya que no existe hasta
el día de hoy un mecanismo participativo perfecto que reúna todas las características ideales.
Tener participantes representativos, informados, que sean lo mas numerosos posibles y que
salgan de la experiencia mas predispuestos a participar que antes, todo ello por poco o nada de
dinero y dando lugar a una resolución que tenga un fuerte impacto en la toma de decisiones final
es una cuadratura del circulo quizás excesiva. Sin embargo, ser conscientes de la amplia gama de
posibilidades existentes, de que a partir de estas ideas casi todo puede ser inventado y de cuales
son los déficit que se deben afrontar según cual haya sido la elección supone ya un paso
importante hacia delante.
§ Ley Nº 70, Sistemas de Gestión, Administración Financiera y Control del Sector Publico de la
Ciudad. BOCBA 539, 1998.
§ Democracia y Gestión Local. La experiencia del Presupuesto Participativo, Raúl Pont, 2001.
17
§ Diario La Nación, Abril 2002.
§ El 4P’ en el CGP 13, los primeros pasos del PP en la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Querido,
2004.
§ Ejes de debate para una Ley de Presupuesto Participativo, Ricardo Romero, 2003.
§ La Participación Vecinal y la Gestión del Medio Ambiente, Sabsay – Tarak, FARN, 1995.
§ “PP: La experiencia de Porto Alegre”, Tarso Genro – Ubiratán De Souza, Eudeba-CTA, 1998.
18
§ ¿Democracia Representativa Vs. Democracia Participativa? La Falsa Disyuntiva, Florencia
Polimeni, 2004.
19