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Asignatura: Ciencias humanas II

Programa: Administración de Empresas


Facultad de ciencias de la Administración
Universidad del Valle – Sede Norte del Cauca

María Fernanda Delgado Valencia –Código: 1868445


Fecha: 11 de septiembre de 2019
RESEÑA
Byung-Chul, H (2013) La sociedad de la transparencia. Herder Editorial.

Byung-Chul Han es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios


culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Escribe en idioma
alemán y está considerado como uno de los filósofos más destacados del
pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo,
la tecnología y la hipertransparencia.
Estudió filosofía en la Universidad de Friburgo y literatura alemana y teología en la
Universidad de Múnich. En 1994 se doctoró en Friburgo con una disertación sobre
Martin Heidegger. En 2000, se incorporó al Departamento de Filosofía de la
Universidad de Basilea, donde completó su habilitación. En 2010 se convirtió en
miembro de la facultad Staatliche Hochschule für Gestaltung Karlsruhe, donde sus
áreas de interés fueron la filosofía de los siglos XVIII, XIX y XX, la ética, la filosofía
social, la fenomenología, la antropología cultural, la estética, la religión, la teoría
de los medios, y la filosofía intercultural.
Han es autor de dieciséis libros, de los cuales los más recientes son tratados
acerca de lo que él denomina la «sociedad del cansancio», y la «sociedad de la
transparencia» y sobre su concepto de shanzhai 1 , neologismo que busca
identificar los modos de la deconstrucción en las prácticas contemporáneas del
capitalismo chino.

1
Shanzhai, es un neologismo chino que refiere a la apropiación de una forma o una idea, desestimando su
estatus de originalidad. Un shanzhai es un fake, una copia pirata, una parodia. Aplicado en un principio a las
falsificaciones de productos electrónicos y marcas de ropa, este concepto hoy abarca todos los terrenos de
la vida en China: hay arquitectura shanzhai, comida shanzhai, diputados shanzhai y hasta estrellas del
espectáculo shanzhai. En tanto su atractivo radica precisamente en la variación funcional e ingeniosa, son
mucho más que meras falsificaciones baratas. No pretenden engañar a nadie. Su capacidad de innovación,
que es innegable, no se define por el genio o la creación ex nihilo, sino por ser parte de un proceso anónimo
y continuado de combinación y mutación.
Esta obra presenta un repaso a la sociedad del s. XXI desde una perspectiva
filosófica. El ensayo tiene como eje central la transparencia que está marcando
todos los sucesos del sistema social. Precisamente ése es uno de los objetivos del
libro, demostrar cómo esta idea está entrando en el sistema a escala global, que
no se limita a la política o a la economía, que no sólo se utiliza para denunciar la
corrupción o la libertad de expresión, sino que actualmente la sociedad exige
transparencia en todos los ámbitos. De hecho, el autor divide el texto en nueve
capítulos para poder tratar la transparencia desde distintas esferas.
Concretamente, Han habla de la sociedad positiva, la sociedad de la exposición, la
sociedad de la evidencia, la sociedad porno, la sociedad de la aceleración, la
sociedad íntima, la sociedad de la información, la sociedad de la revelación y la
sociedad del control para referirse a estos cambios que han derivado de la
transparencia como rasgo adquirido en el sistema.

Han identifica la sociedad de la transparencia con la sociedad positiva, debido a la


ausencia de negatividad que comporta, entendida ésta como la oscuridad, el
misterio, la ocultación, la duda, el problema, etc. El autor sostiene que “las cosas
se tornan transparentes cuando se despojan de su singularidad y se expresan
completamente en la dimensión del precio” (Han, 2013: 12). Es decir, que la
transparencia convierte a las cosas y a los sujetos en elementos funcionales y los
reduce en mercancía. No obstante, la transparencia no es propia del ser humano,
solo la máquina es transparente. La esfera privada es natural en las personas, no
podemos ser completamente transparentes, ni siquiera para nosotros mismos,
pues el inconsciente sigue siendo un misterio para la propia persona.

La sociedad positiva organiza “el alma humana”, al no permitirse las lagunas de


información, se sustituye el pensamiento por el cálculo, se busca el consumo y el
confort alejado de las complicaciones. “El veredicto general de la sociedad positiva
se llama «me gusta»” (Han, 2013: 22). El autor razona que el botón de «no me
gusta» no se ha incorporado porque se trata de ser positivos y no buscar
complejidades, problemas.

La transparencia es ciega, no cuestiona el sistema ni se pregunta por otras


alternativas. En política debería ser imposible la transparencia ya que, entre otras
cosas, la política se trata de las estrategias secretas. La transparencia supone una
nueva etapa política, la pos política.

Han defiende que de la transparencia surge la sociedad de la exposición, en la


que si no estás expuesto, no existes. Esta exposición elimina el valor de culto de
las cosas, reduciéndolas a mercancía. Reduce la existencia a algo insignificante.
No se suele preguntar más allá de lo expuesto, pero sí que se sospecha de
aquello que no se expone. La comunicación visual es anestésica, no invita a la
reflexión, el autor sostiene que “la transparencia va unida a un vacío de sentido”
(Han, 2013: 32)

Han identifica la sociedad de la transparencia con la sociedad de la pornografía,


ya que ésta exige un desnudamiento sin límites eliminando todo tipo de
significación y sentido. Se reduce a la exposición, a los hechos. Se elimina la
fantasía, la imaginación. Por lo que se elimina también el placer.
El filósofo define la sociedad de la aceleración con relación a La hiperactividad, la
hiper producción y la hiper comunicación no son narrativas, no buscan un fin, no
llevan a cabo ninguna función en concreto. La narración no se acelera, se
aceleran los procesos que suman ítems. La sociedad de la transparencia elimina
todo tipo de ceremonia o ritual que haga lenta la comunicación.

El mundo se ha convertido en “un mercado en el que se exponen, venden y


consumen intimidades” (Han, 2013: 68). La transparencia conlleva la exposición
de la intimidad, la confesión, el desnudamiento y la falta de distanciamiento. Está
habitada por sujetos centrados en el “yo”, pues se han eliminado los signos
rituales y ceremoniales que harían que el sujeto se evada de sí mismo.

A pesar de ser una sociedad de la información, ésta no garantiza ninguna verdad.


Al contrario, el exceso de información que generamos facilita el control y la
vigilancia digital. Han define la red como el panóptico digital. En Internet el control
no sólo es invisible, sino que es omnipresente y omnipotente, y los presos no
están aislados, todo lo contrario, están conectados y revelan voluntariamente su
información personal, creyéndose en libertad. “La vigilancia no se realiza como
ataque a la libertad. Más bien cada uno se entrega voluntariamente a la mirada
panóptica. A sabiendas, contribuimos al panóptico digital, en la medida en que nos
desnudamos y exponemos. El morador del panóptico digital es víctima y actor a la
vez.” (Han, 2013: 95).
Byung-Chul Han se basa en autores clásicos de filosofía y psicología para
referenciar su discurso, tales como Sartre, Simmel, Freud, Baudrillard, Heidegger,
Virilio, Benjamin, Agamben, Foucault, Platón y Rousseau, entre otros. El autor
pone de manifiesto los grandes cambios sociales y humanos que estamos
sufriendo sin apenas darnos cuenta. De cómo reducimos la esfera pública a
nuestra realidad inmediata o incluso a nuestros contactos y temas que nos
interesan. Se acepta el control sobre la vida personal y se juega a la dinámica de
la exposición de la vida privada porque a cambio también queremos nuestro
espectáculo y tener acceso a la información del resto de nuestros contactos.
Referencias bibliográficas
Makoszay, E. (11 septiembre de 2017) “Shanzhai: el arte de la deconstrucción y
falsificación en China” [Mensaje de blog] Recuperado de
https://www.vice.com/es_latam/article/d33nvw/shanzhai-el-arte-de-la-
deconstruccion-y-falsificacion-en-china

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