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William Guía Cinco Once Filosofía Del Absurdo
William Guía Cinco Once Filosofía Del Absurdo
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ACTIVIDADES
1. Realice la lectura de la guía y elabore un mapa conceptual en el cuaderno por tema
2. Realice una síntesis de la obra “El arte de ser feliz” de Arthur Schopenhauer con un
comentario crítico. (Adjunto Archivo PDF)
3. Realice la lectura del libro “EL EXTRANJERO” de Albert Camus y elabore un ensayo crítico
de dos páginas en donde analice la filosofía del absurdo teniendo en cuenta conceptos
que se pueden deducir del libro como: LA VIDA, EL SENTIDO DE LA VIDA, EL TIEMPO,
LA COSTUMBRE, EL AMOR Y EL AZAR.
CONCEPTUALIZACIÓN
FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA
Como sucede con la disciplina histórica, la filosofía divide su desarrollo teórico por épocas, desde
el período presocrático hasta la filosofía medieval, moderna y contemporánea. La filosofía
contemporánea es la etapa más reciente de la filosofía occidental y comprende el período que
va desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
La filosofía contemporánea se caracteriza, como veremos a continuación, por ser una etapa
de transición de la modernidad, paradigma cultural basado en la revolución científica y la
ilustración, a la posmodernidad, corriente crítica de la filosofía actual.
Al haber sido el siglo XX una etapa convulsa de la historia llena de guerras, conflictos y fenómenos
traumáticos la filosofía ha experimentado, por un lado, una profesionalización como disciplina
llamada a ofrecer respuestas ante la angustia vital y la crisis de civilización, y por otro lado, el
desarrollo de la exploración temática en torno al hombre y la sociedad.
Todas las épocas en las que se divide la historia de la filosofía contiene unos rasgos particulares
que suelen marcar una ruptura. Las características de la filosofía contemporánea se basan en la
reacción a la modernidad.
Las grandes corrientes que aparecerán en la primera fase de la filosofía contemporánea son una
reacción al idealismo de Hegel, como por ejemplo del marxismo y el positivismo. Eso dará paso a
una aceleración de la actividad filosófica y la multiplicación de corrientes a medida que avanza el
siglo XX. La filosofía se mezcla en este período con otras disciplinas.
2. Crisis de la razón
La filosofía moderna se había caracterizado por la idea de los ilustrados de que la Razón era el
nuevo Dios de los hombres. Sin embargo, la filosofía contemporánea se caracteriza por la idea
cada vez más consolidada de que la razón ya no es soberana porque no puede resolver las
grandes inquietudes del alma humana.
El marxismo y el nihilismo, sobre todo los sistemas propuestos por Marx y Nietzsche, liquidan
las creencias trascendentales e introducen el materialismo como nuevo paradigma.
4. Profesionalización de la filosofía
1. Filosofía analítica
Esta es una de las grandes corrientes filosóficas del período contemporáneo y se basa en
el énfasis del lenguaje por medio de la lógica formal. Se desarrolla sobre todo en el mundo
anglosajón y tiene como padres a Bertrand Russell y George Edward Moore. Como sistema de
pensamiento pone el acento en las siguientes cuestiones:
2. Existencialismo
Autores como Claude Lévi-Strauss, Louis Althusser y Michel Foucault lideraron esta corriente y
plantearon los siguientes temas:
4. Fenomenología
Edmund Husserl es el filósofo que a finales del siglo XIX recuperó y desarrolló teóricamente el
concepto tradicional de fenomenología. Hasta entonces apelaba a la experiencia intuitiva para
resolver cuestiones filosóficas, pero Husserl y sus seguidores le dan un carácter trascendental al
fijar como tema central el sentido del mundo para el individuo.
5. Teoría crítica
Los temas que más interesan a los filósofos de la teoría crítica son:
He aquí los grandes pensadores y filósofos de nuestro tiempo, abanderados de las teorías que
hemos expuesto.
1. Martin Heidegger
Este es uno de los filósofos más controvertidos de la filosofía contemporánea. Creador del
concepto del “Dasein” (el Ser), es el padre del existencialismo filosófico y, a través de su
obra Ser y Tiempo (1927) se preguntó acerca de qué es lo que caracteriza exactamente la
existencia. De este modo recupera la ontología, disciplina olvidada desde el período clásico.
Resumiendo, lo novedoso de Heidegger es que cambia la noción del ser como pensante por la
idea del ser como existente. Lo importante del ser no es el pensar, sino el existir.
2. Friedrich Nietzsche
Uno de los filósofos contemporáneos más conocidos y también uno de los más polémicos
(muchos le hacen responsable de las desgracias del siglo XX), Nietzsche es un autor difícil de
clasificar en una corriente. Su pensamiento, a finales del siglo XIX, se basaba en la idea de la
“muerte de Dios” como elemento simbólico que reconoce al individuo como único soberano.
3. Jean-Paul Sartre
Sin duda un filósofo icono del pensamiento contemporáneo, Jean-Paul Sartre revolucionó la
filosofía del siglo XX al presentar, en 1943, El ser y la nada, un tratado ontológico donde reducía el
ser, como individuo, a la nada, liberándolo del peso de la trascendencia y otorgándole
responsabilidad y, por consiguiente, libertad.
El sentido pesimista del existencialismo ateo de Sartre, basado en el concepto de la angustia, que
él metabolizó como “náusea”, evolucionó hacia un optimismo basado en la idea de la libertad
como fin último. Lo hizo, en parte, gracias a la experiencia de la segunda guerra mundial y el
triunfo sobre el fascismo.
4. Jürgen Habermas
Jürgen Habermas es uno de los filósofos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Su
teoría se enmarca en la teoría crítica, aunque al pertenecer a la segunda generación de la Escuela
de Frankfurt se centra más en cuestiones como la lingüística y la comunicación. De hecho, su
gran aportación es la teoría de la acción comunicativa.
Según Habermas, la interacción social deja de estar condicionada por ritos e ideas sagradas y
pasa a estar determinada por el lenguaje. La acción comunicativa se orienta hacia la búsqueda de
un acuerdo que favorece la interacción social y la reproducción cultural, y en última instancia,
moldea la formación de la personalidad propia.
5. Slavoj Žižek
Pero si un filósofo tiene verdadero vigor en el debate filosófico actual, este es Slavoj Žižek.
Irreverente y polémico, desbordante y genial, actual y pragmático, sus ideas no dejan diferentes a
nadie y acomoda su vasta capacidad teórica con los debates de la actualidad.
Por eso se ha convertido en uno de los principales gurús de una parte de la izquierda radical y
una de las mentes más influyentes en general.
Arthur Schopenhauer
(Danzig, actual Gdansk, Polonia, 1788 - Frankfurt, Alemania, 1860) Filósofo alemán. Fue hijo de un
rico comerciante que se trasladó con su familia a Hamburgo cuando Danzig cayó en manos de los
prusianos en 1793. Su madre fue una escritora que llegó a gozar de cierta fama, y aunque el
Schopenhauer maduro no tuvo buenas relaciones con ella, el salón literario que fundó en Weimar
proporcionó al filósofo la ocasión de entrar en contacto con personalidades como Goethe.
Schopenhauer
En 1805 inició, contra sus deseos, una carrera comercial como aprendiz por voluntad de su padre;
la muerte de éste (al parecer, por suicidio) le permitió prepararse para los estudios superiores e
ingresó en la Universidad de Gotinga como estudiante de medicina en 1809. Pero la lectura
de Platón y de Kant orientó sus intereses hacia la filosofía, y en 1811 se trasladó a Berlín, donde
estudió durante dos años, siguiendo los cursos de Fichte y Schleiermacher; la decepción que
ambos le causaron fue motivo de un momentáneo alejamiento de la filosofía y un interés por la
filología clásica.
Las campañas napoleónicas le brindaron la ocasión de retirarse a Rudolfstadt, donde preparó su
tesis titulada La cuádruple raíz del principio de razón suficiente que le valió el título de doctor por la
Universidad de Jena y que fue publicada en 1813. Regresó después a Weimar, donde se relacionó
estrechamente con Goethe y fue introducido por F. Mayer en la antigua filosofía hindú, uno de los
pilares, junto con Platón y Kant, del que había de ser su propio sistema filosófico.
Éste quedó definitivamente expuesto en su obra El mundo como voluntad y representación. La
realidad auténtica corresponde a un principio que Schopenhauer denominó voluntad, de la cual el
mundo como representación es su manifestación; el sistema se completa con una ética y una
estética. Cuando el individuo, enfrentado al mundo como representación, se pregunta por lo que se
encuentra tras las apariencias, obtiene la respuesta como resultado de su experiencia interna, en lo
que se conoce como voluntad; pero la irracionalidad de ésta, su condición de afán de vida
perpetuamente insatisfecho, produce una insatisfacción que la conciencia sólo puede suprimir a
través de una serie de fases que conducen a la negación consciente de la voluntad de vivir.
PENSAMIENTO
En primer lugar el empieza con su primer obra titulada: El mundo como voluntad y representación,
sin embargo, en el momento que se lanzó fue un rotundo fracaso comercial, esta obra es una
adaptación de la obra de Kant, pero se diferencia porque agrega conceptos y coloca más énfasis
en otros aspectos, este pensador divide el mundo en dos: el mundo como representación y el
mundo como voluntad, el primero que es el mundo ilusoria, por medio de nuestros sentidos, un
mundo según yo y no en sí, lo verdad, lo real y el segundo es el mundo es el mundo real. El
concepto de voluntad es central para el pensamiento del Schopenhauer y el habla de para poder
alcanzar la realidad, es decir, esperar, temer, amar, odiar, sus acciones, decisiones, el mundo
como voluntad tiene que partir desde la misma voluntad, de su querer, desde lo que le es conocido
inmediatamente, es lo anterior al conocimiento. Esta voluntad es un monstruo que desear, querer y
seguir desenado y todos somos parte de esta tragedia, donde un animal muere y a la voluntad le
da igual porque es reemplazo por otro.
Teniendo en cuenta al gran escritor Albert Camus sobre el mito de Sísifo, para el hombre la vida
sigue siendo como el mito, donde la felicidad es relativa, va y viene pero siempre estará destinada
a apagarse, para Schopenhauer no hay una visión más amplia de la vida, para él la vida está llena
de sufrimientos, la voluntad es la materialización, es esta que está detrás de este sufrimiento,
cuando tienes ganas de comer, es la voluntad la que está detrás de nuestros deseos y
necesidades……………..
El no pretende que el objeto no tiene una existencia independiente del sujeto, a pesar de que está
condicionado por el mismo sujeto, es decir, el mundo exterior existe sin el sujeto, pero toda
existencia del objeto depende del sujeto, ya que una existencia objetiva solo es pensable por un
sujeto; El filósofo describe el mundo fenoménico como: “la verdad válida para cada ser que vive y
conoce, aunque tan sólo el hombre pueda llegar a ella en la consciencia reflexiva y abstracta, tal
como lo hace realmente al asumir la reflexión filosófica”.
Una de las ideas que más me llamo la atención fue que Schopenhauer no está de acuerdo con la
idea de que la identidad de la persona descansa sobre la consciencia, más bien descansa sobre la
voluntad, la voluntad de vivir es un impulso sin fundamento ya que este mundo no ofrece nada, no
tiene sentido para su propia existencia y a falta surgieron las instituciones ya sean religiosas o
ideológicas que “ofrecen” un sentido a la vida, a nuestra existencia. Nuestros deseos una vez
satisfechos, el ser humano clama por más, esas ganas de querer nunca terminan: “La vida se
presenta como una continua estafa, tanto en lo pequeño como en lo grande. Si ha prometido algo,
no lo mantiene y, de hacerlo, es para mostrarnos cuan poco era lo deseado…”. En relación al
cristianismo, Schopenhauer la ve como una religión de sufrimiento, el humano manchado de
pecados de los cuales tiene que purificarse ya sea a través de la fe o sus acciones.
El autor diferencia entre representación intuitivas y abstractas. Los segundos son elaborados por la
razón y los primeros conforme a los objetos que percibimos que existen en el espacio y en el
tiempo y el mundo que está constituido por estas representaciones es el de representación, es todo
lo que podemos ver, todo lo que podemos percibir con nuestros sentidos.
Para Schopenhauer sí podemos ser felices dentro del mundo, sin embargo esta felicidad va ser
pasajera, muy rápida. Somos seres en el tiempo que no la pasamos caminando en el pasado,
presente y fututo, siendo el futuro incierto, el pasado irrevocable y el presente siempre siendo
insatisfecho. Somos seres que en nuestros momentos de felicidades se da cuenta que esos
momentos pasan más rápido y que en los momentos de sufrimiento, dolor, aburrimiento el tiempo
pasa muy lento. Ni siquiera nos percatamos de los momentos felices porque son tan rápidos que
se vuelven imperceptibles para nosotros, sin embargo los momentos de amargura, dolor,
aburrimiento si somos plenamente conscientes de ellos ya que son tan largos y lentos.
Otro tema de gran importancia fue el de la muerte, para Schopenhauer solo los ignorantes temen a
la muerte, mientras que los estudiosos, los grandes pensadores no le temen. El miedo a la muerte
no tiene origen en el conocimiento y la reflexión, ya que realmente reflexiona se dará cuenta de
que la vida es valiosa. El advierte que nunca conoceremos la muerte, ni la nuestra ni la de otros,
solo padecemos los sufrimientos antes de la muerte, pero no estamos para experimentar la misma.
No es de nuestra incumbencia la muerte, es decir, depende de nosotros ya que cuando nosotros
estamos ella no está y cuando la muerte esta nosotros no estamos. No tiene sentido tener miedo a
la muerte ni aferrarnos a la vida, nos aferramos a la vida porque nuestro ser en si es una voluntad
de vivir, ese miedo se entiende ya que nos apegamos a la vida, esas ganas de vivir. Advierte que
solo hay una diferencia muy mínima que tenemos con los animales la cual somos dotados de
inteligencia superior, sin embargo, cada especie de seres vivos persiste a través del tiempo sin
estar afectada por la muerte de sus individuos, a la naturaleza solo le interesa la especie y no el
individuo. El individuo solo es útil para procrear pero pierde esta cuando ya no puede, se vuelve
solo algo insignificante.
Albert Camus
(Mondovi, Argelia, 1913 - Villeblerin, Francia, 1960) Novelista, dramaturgo y ensayista francés.
Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses, su infancia y gran parte de su
juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la
Universidad de Argel, que no pudo concluir debido a que enfermó de tuberculosis.
Albert Camus
Formó entonces una compañía de teatro de aficionados que representaba obras clásicas ante un
auditorio integrado por trabajadores. Luego ejerció como periodista durante un corto período de
tiempo en un diario de la capital argelina, mientras viajaba intensamente por Europa. En 1939
publicó Bodas, conjunto de artículos que incluyen numerosas reflexiones inspiradas en sus lecturas
y viajes. En 1940 marchó a París, donde pronto encontró trabajo como redactor en Paris-Soir.
Albert Camus empezó a ser conocido en 1942, cuando se publicaron su novela corta El extranjero,
ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que reflejan la
influencia que sobre él tuvo el existencialismo. Tal influjo se materializa en una visión del destino
humano como absurdo, y su mejor exponente quizá sea el «extranjero» de su novela, incapaz de
participar en las pasiones de los hombres y que vive incluso su propia desgracia desde una
indiferencia absoluta, la misma, según Camus, que marca la naturaleza y el mundo.
Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del momento:
militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino Combat, y de 1945 a
1947, su director y editorialista. Sus primeras obras de teatro, El malentendido y Calígula,
prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al existencialismo, mientras los problemas
que había planteado la guerra le inspiraron Cartas a un amigo alemán.
Su novela La peste (1947) supone un cierto cambio en su pensamiento: la idea de la solidaridad y
la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir se impone a la noción del
absurdo. La peste es a la vez una obra realista y alegórica, una reconstrucción mítica de los
sentimientos del hombre europeo de la posguerra, de sus terrores más agobiantes. El autor precisó
su nueva perspectiva en otros escritos, como el ensayo El hombre en rebeldía (1951) y en relatos
breves como La caída y El exilio y el reino, obras en que orientó su moral de la rebeldía hacia un
ideal que salvara los más altos valores morales y espirituales, cuya necesidad le parece tanto más
evidente cuanto mayor es su convicción del absurdo del mundo.
Si la concepción del mundo lo emparenta con el existencialismo de Jean-Paul Sartre y su definición
del hombre como «pasión inútil», las relaciones entre ambos estuvieron marcadas por una agria
polémica. Mientras Sartre lo acusaba de independencia de criterio, de estirilidad y de ineficacia,
Camus tachaba de inmoral la vinculación política de aquél con el comunismo.
De gran interés es también su serie de crónicas periodísticas Actuelles. Tradujo al francés La
devoción de la cruz, de Calderón de la Barca, y El caballero de Olmedo, de Lope de Vega. En 1963
se publicaron, con el título de Cuadernos, sus notas de diario escritas entre 1935 y 1942.
Galardonado en 1957 con el Premio Nobel de Literatura, falleció en un accidente de automóvil.
ABSURDISMO
La filosofía del absurdo o absurdismo es la corriente filosófica que se ocupa de la naturaleza de
«el absurdo» y de cómo responder a este una vez el individuo es consciente de él. El absurdo es
el conflicto entre la búsqueda de un sentido intrínseco y objetivo a la vida humana y la inexistencia
aparente de ese sentido. Se suelen ofrecer tres soluciones al absurdo: el suicidio, la religión o la
simple aceptación del absurdo. Sin embargo, Albert Camus resalta la tercera opción debe
priorizarse sobre las demás, dado el absurdo habrá de seguir incluso si las dos primeras
alternativas son llevadas a cabo.
El absurdo es el esfuerzo realizado tanto por el individuo como por la humanidad para encontrar
un sentido a la vida; un significado intrínseco, absoluto y objetivo de la existencia. Se entiende
como «el absurdo» porque encontrar este sentido es imposible, ya que la vida carece de
significado o este no es aparente. El absurdismo se caracteriza por su escepticismo en torno a los
principios universales de la existencia. Por consiguiente, propugna que el significado de la
existencia es la creación de un sentido particular puesto que la vida es insignificante por sí misma,
y que la inexistencia de un significado supremo de la vida humana es una situación de regocijo y
no de desolación, pues significa que cada individuo del género humano es libre para moldear su
vida, edificándose su propio porvenir.
Fundamentos
Pareciera inevitable encontrar en la tendencia humana a fundamentar, el origen de la concepción
de lo absurdo. El hombre persigue constantemente el principio de razón . Nada es porque sí. Todo
debe tener una causa o motivo que lo justifique. En el pensamiento religioso, tal causa "eficiente"
es Dios, que obra, en tal concepción, como un artesano modelador y ordenador del cosmos. En la
cosmovisión atea, tal expediente está vedado. Y de esta manera, el universo y todos los entes, sea
en su existencia o en su esencia, son sin un motivo, causa o porqué. Cuando la carencia de esta
justificación, que necesita la razón humana, se verifica, aparece la sensación del "sin sentido", o,
en otros términos, del absurdo.
Hombre y absurdo
Podríamos decir, partiendo de lo que acabamos de señalar, que la categoría del absurdo es una
incorporación que la existencia humana y su específica racionalidad introducen en el mundo.
Porque hay hombre hay necesidad de racionalización de todo cuanto es. Si tal racionalización no
se cumple en cualquier situación verificada, esta queda sin justificación. La no justificación no es
aceptada por la razón y, por consiguiente, se habla entonces de absurdo. El encadenamiento de
causa-efecto es una creación de la razón, como filósofos de renombre han establecido
(véase David Hume). Lo que pareciera imperioso preguntar, ahondando -precisamente de modo
filosófico- en esta cuestión, es: "¿por qué es imperioso que todo deba tener una causa?". Cuando
esta necesidad a la que el hombre se siente arrastrado de modo natural se pone en tela de juicio,
se desvanece la categoría de absurdidad de los seres y de un cosmos eterno o increado y al
mismo tiempo, desprovisto de fundamentos.