Está en la página 1de 2

La llegada del coronavirus me tomó por sorpresa, escuché en las noticias que

en Asia había una enfermedad, pero la verdad no le presté mucha atención,


solo me concentré en continuar con lo que debería hacer siempre, inicié mi
grado once y mis actividades luego de unas largas vacaciones decembrinas.
Todo parecía ser normal para mí, pero poco a poco empecé a escuchar más
seguido ese nombre de coronavirus que luego se llamó COVID pero seguía sin
entender y sin prestarle atención, pues no estaba en Colombia. Era una tarde
de técnica cuando me enteré que en Colombia ya había un caso y comencé a
ver lo peligroso que era y que incluso podía arrebatarles la vida a las personas.
Fue un domingo por la tarde cuando nuestro presidente anunció la suspensión
de las clases y el confinamiento total de las personas, no volvería al colegio
hasta nueva orden y no podría volver a salir como antes, o peor, en definitiva.

De un día para otro mi estilo de vida cambió radicalmente, cosas que antes
podía hacer sin ningún problema o restricción ahora no las podría hacer tan
fácil. Este tiempo de cuarentena y cesión de actividades me ha permitido
reflexionar al igual que a muchas personas lo débil que es el ser humano y lo
ignorantes que podemos llegar a ser, descubrí por mi propia cuenta cómo la
naturaleza no necesita de nosotros, sino somos nosotros los que necesitamos
de ella, han retomado sus espacios en consecuencia de nuestra ausencia en
las calles y creo yo que ha descansado de la agresión abismal que día a día le
causamos. El aire que respiramos es más puro a comparación del que
respirábamos hace unas semanas y la tierra es más verde y bonita, me siento
feliz de haber podido celebrar un día de la tierra en este ambiente. Socialmente
reflexioné que los humanos somos muy unidos pero solo en momentos de
angustia y crisis, pienso que no debería ser así, pienso que deberíamos
ayudarnos y apoyarnos en TODO momento sin importar la circunstancia,
también pensé en que esta situación refleja lo cierto de la frase “en las buenas
todos, en las malas nadie” pues es en tiempos de crisis cuando se dejan ver las
verdaderas amistades y la lealtad de los más cercanos, todo para tenerlo en
cuenta cuando logremos salir de esta coyuntura. Extraño a mis compañeros y a
mis profesores, extraño el colegio y por eso sigo las medidas de prevención
para cooperar a que todo esto pase lo más rápido posible y pronto podamos
tener grandes y emotivos reencuentros.

A esas personas que no siguen las medidas, que no se quedan en casa, que
creen que esto no es nada peligroso quiero manifestarles que están totalmente
equivocados, esto es una cruda realidad y gracias a ustedes se hace más difícil
salvar vidas valiosas, los invito a tomar conciencia, pues cuando el muerto o el
infectado sean ustedes mismos o sean su familia va a ser tarde para lamentarlo
o prevenirlo, todos estamos en sus manos y ustedes en las nuestras, ayúdanos
a ayudar.

Espero con paciencia desde mi hogar, cumpliendo con mis obligaciones


escolares y del hogar, esperanzado en que pronto con mi ayuda y la de todos
volveremos a abrazar, a besar y a convivir como lo queremos, #TodosJuntos
#EstáEnTusManos.

También podría gustarte