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13-10-2018

16 de octubre, Día mundial de la alimentación


El pasado implacablemente nos acusa

Alberto Rojas Andrade


Rebelión

Puedes tomar una bebida aquí por solo una moneda.  


Por dos, un vino mejor y por cuatro monedas,  
uno de Falerno.
Grafito Pompeyano año 79 dne. en un establecimiento comercial.
 
Los estudios contemporáneos en materia de hambre en el mundo son
desoladores; el hambre en el planeta parece estar creciendo una vez
más , aquejando no menos de un 11% de la población. Las personas
subalimentadas por su parte, ya son 815 millones a nivel mundial. De
una parte guerras en regiones de conflicto u otras de baja intensidad,
crisis económicas, desastres naturales, etc., han empeorado situaciones
ya de por sí graves en la materia. En otras palabras, la disponibilidad de
alimentos es dramáticamente empequeñecida cuando se dejan de
producir, disminuyen sus importaciones o es deficiente la distribución,
frecuentemente por razones que guardan relación con el modelo
económico imperante; se genera una absurda imposibilidad del acceso a
aquellos.
Visualizando todas estas afirmaciones, tenemos que el hambre o la
subalimentación ocasionan el retraso del crecimiento de los niños
menores de cinco años , poniendo en riesgo su capacidad cognitiva
hacia el futuro , por consiguiente un menor rendimiento en la escuela ,
en el trabajo y hasta propiciando muerte por infecciones o dolencias
crónicas. La desnutrición infantíl es sorprendentemente un fenómeno
que existe y persiste en este tecnologizado siglo XXI de la era cristiana,
con consecuencias irreversibles en los afectados..
Paradójicamente, otro fenómeno revelador del nivel grotesco del
sistema de relaciones sociales imperante, es el de unos 600 millones de
personas obesas en el mundo, un 13% de la población adulta planetaria
( en América del Norte, Europa y Oceanía un 28% , en comparación con
el 7% en Asia , el 11% en África , América Latina y el Caribe,
aproximadamente una cuarta parte de la población ). Sobra decir las
enfermedades que ocasiona la gordura, un fenómeno en estas
dimensiones, bastante moderno y así mismo relacionado con hábitos
consumistas causantes de mala alimentación, en base a productos
dañinos evidentemente inducidos como moda por el consumismo
irrefrenable y existencias culturales envilecidas.
En el caso del imperio dominante en el presente siglo, Estados Unidos
de América, el país más opulento del mundo, hay estadisticas
supremamente dicientes sobre estos temas. La mortalidad infantil es
muy alta (ocupa el puesto 44 a nivel mundial detrás de países como
Cuba, Bosnia o Croacia); respecto a la alimentación, cerca del 10% de
los hogares con niños tuvieron dificultades económicas para alimentrse
adecuadamente en 2014 (en el caso de los latinos es el 25% aprox.). El
Departamento de Agricultura de EE.UU. habla de un 14% de hogares
con problemas para comprar comida. Además, han aumentado las
restricciones al acceso a programas estadales para proveer alimentos
gratuitamente a personas necesitadas. El Relator Especial sobre la
Pobreza Extrema y Derechos Humanos de las Naciones Unidas, recalcó
insólitamente y de manera directa, que en Estados Unidos un
sorpredentemente alto número de niños vive probremente. La respuesta
al respecto no se hizo esperar: el gobierno de Washington se retiró del
Consejo de los Derechos Humanos de la Naciones Unidas. ¡Soberbia
solución¡
Revelaciones del pasado imperial 2000 años atrás. A inicios de la
segunda década del presente siglo vieron la luz unos hallazgos de las
ruinas de un suburbio de Pompeya, la ciudad sepultada por la erupción
del volcán Vesubio del año 79 de nuestra era. Nuevos restos de
esqueletos fueron examinados y con la tecnología forence
contemporánea se logró establecer aún con mayor certeza cómo vivían
cotidianamente los seres humanos en el imperio más poderoso de la
antiguedad en occidente: Roma.
La muestra representativa fue de unos 54 restos de habitantes de
Oplontis, vecindario Pompeyano, los cuales intentaron refugiarse de la
catástrofe, falleciendo. Dos mil años después los residuos de metales
vertidos en las osamentas dentificaron con claridad las clases sociales;
quienes tenían joyas o dinero y quienes no tenían nada. Quedaron
establecidos claramente acuadalados y desposeídos, los patricios y los
esclavos.
Dichos restos examinados con las practicas forences contemporaneas
arrojan resultados perturbadores; no hay muestras de desnutrición,
eran sanos tanto los unos como los otros. A su vez, excavaciones en
Herculano, cerca de Pompeya y Oplontis, permiten también examinar los
detritus humanos de las cloacas sepultados por la ceniza volcanica de
aquel año 79 dne, demostrando una base de nutrientes alimenticios
similar a lo que llamaríamos hoy una dieta diversa, balanceada. En otras
palabras, en el Imperio Romano (dentro de lo estudiado) ricos (con todo
y sus exuberantes festines) y pobres, comían similares dietas
alimenticias y por tando poseían equiparables niveles de salud (como
revela el epígrafe de este texto, en una proporción de capacidad
económica de 4 a 1). ¡Vaya¡
Continuado con el análisis del hallazgo en Oplontis, dos hosamentas
dejaron ver en el examen forence, una afección de salud de un par de
niños entre quienes eran desposeídos (sin metales), los cuales sufrían
una dolorosa e incapacitante enfermedad, la cual necesariamente
implicó la prodigación de esmerados cuidados de parte de sus familiares
por aquel entonces, los cuales sosprendentemente podían ofrecerles tal
protección ante su minusvalía, aún a pesar de su condición subalterna.
Adicionalmente, del lado de los marcados en sus restos por joyas, los
ricos, al estudiar uno de los cráneos fue posible establecer su
procedencia; era un africano subsahariano. Si, hace 20 siglos algunos
africanos del centro de África se asentaban en Europa y no
necesariamente como esclavos, disfrutando del nivel de prosperidad
económica que el imperio ofrecía a sus acaudalados. Nuevamente
¡Vaya¡
Roma antigua, una vez más no deja impresionados por un sistema de
estratificación social rígido, empero, paradójicamente, que permitía a los
desposeídos vivir en condiciones básicas que al presente serían bastante
aceptables; una filosofía de praxis le sustentaba: ´los pobres son muy
prácticos ya que luchan por sobre vivir¨, desde ¨esta perspectiva de los
pobres es perfectamente aceptable trabajar hasta que se cubran las
necesidades básicas y luego parar¨. La mayor parte de la gente allí no
tenía empleo regular ni lo que llamaríamos actualmente, salario. Pero,
no se morían de hambre, ni se les dejaban de ofrecer algún tipo de
cuidados en caso de calamidad crónica, si tenemos en cuenta estos
hallazgos.
Finalmente, por fuentes históricas y literarias sabemos que el Estado
romano imperial ofrecía gratuitamente a sus habitantes, con fines
inocultablemente políticos, además del muy conocido pan y circo, aceite
de oliva y en ciertos momentos hasta carne de cerdo. También erigió en
determinados periodos instituciones dedicadas a la manutención y
sostenimiento sin retribución algunade la población, como los Alimenta y
para las mujeres jóvenes las Puellae.
Conclusión, estamos lejos de establecer que el Imperio Romano era un
aparato de bienestar social, su fin era la conquista y la tributación de los
pueblos vencidos por la fuerza de las armas. No obstante, los principios
de despojo y subyugación de aquellos tiempos, de alguna forma
impregnados de estoicismo griego, no desvirtuaban en sus aspectos
prácticos, en ningún caso, el carácter humano de mujeres y hombres.,
aún a pesar de la execrable institución de la esclavitud imperante.
Estos hechos sacados a la luz por la ciencia, al relacionarse con el
estado de cosas actual en occidente, influenciado en sobre manera por
el american way of life, de los EE.UU. potencia imperial todo poderosa
del presente, nos dejan la sensación de que algo ha ocurrido en
Occidente que ha facilitado la deshumanización de inmensas masas de
seres humanos, inhibiendo la expansión de conocimientos y usos que
permiten una adecuada existencia biológica y social para los habitantes
del planeta.
Por estos días, hay hambre, desnutrición producto directo del sistema
económico impuesto (incluso en la primera potencia mundial), tendencia
creciente hacia desatención institucionalizada en salud (por no ser
sustentable de acuerdo al capitalismo actual), racismo latente
(impensable en las sociedades de la antigüedad), etc.
En el siglo XVIII el Iluminismo entendió el conocimiento como un medio
para construir un mundo mejor y en muchos sentidos por ello miró a la
antigüedad; ¿qué sucedió entre el Iluminismo y la actual era del voraz
capitalismo financiero el cual hace ver como subhumanos al 90% de
nuestra especie?
El examen científico del mundo antiguo va permitiendo detectar al
actual nivel de civilización como una inhumana, ostentosa e
hipertrofiada feria de grotescas tecnologías sin sentido, indiferentes al
dolor y con acentuado caracter exicial. Sin duda, en lo verdaderamente
fundamental, hemos sensiblemente retrocedido.
 

 
Lecturas
Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
FAO ¿Cuánto nos falta por alcanzar el #hambre cero? El Estado de la
Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2017. Fomentando la
Resilencia en Aras de la Paz y la Seguridad
Alimentaria. http://www.fao.org/state-of-food-security-nutrition/es/
Angel Bermudez. 6 indicadores en los que Estados Unidos está al nivel
de los países subdesarrollados . BBC Mundo. 20 de noviembre de
2017. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42006658
Redacción. Por qué cada vez más gente pasa hambre en Estados Unidos
. BBC Mundo. 1 de agosto de
2016. https://www.bbc.com/mundo/noticias-36910294
Robert C. Knapp. Los Olvidados de Roma. Prostitutas, forajidos,
esclavos, gladiadores y gente corriente. Editorial Planeta S.A. Barcelona
2011.
Mary Bread. Forence en Pompeya. Documental. Pompeii: Life & Death in
a Roman Town. https://www.youtube.com/watch?v=Ld8ZsN0lxX0
En el EE.UU. de la Desigualdad. La (in) Seguridad Nacional. Rajan
Menon. TomDispach. Versión
Rebelión.org http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244702
Cá rmen del V ando B lanco . Roma . Los nutrientes del Imperio
romano . Elaboración, distribución y consumo de alimentos . E
XPOSICIÓN/ ANTIGUA ROMA . http://www.elmundo.es/la-aventura-de-
la-historia/2015/07/14/55a4e59e268e3ec4048b457b.html
Mijail Ivanovich Rostovtzeff. Historia Social y Económica del
Imperio Romano. Vol II. Espasa-Calpe. Madrid 1962.

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