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JOHN GRAY

Las dos caras del liberalismo. Una nueva interpretación de la tolerancia liberal
(Barcelona, Paidós, 2001)

En este libro sostiene John Gray, cepto de tolerancia resulta anacrónico


profesor de Pensamiento Europeo en en las sociedades tardomodernas y
la London School of Economics and propone una concepción revisada de
Political Science, que la doctrina libe- la tolerancia a partir del segundo con-
ral contiene dos maneras de entender cepto, como la manera de salvar al
la tolerancia. La tolerancia es, por un liberalismo de un posible fracaso en
lado, la manera de perseguir una el intento de lograr el acuerdo en
forma ideal de vida compartida, pero torno a unos principios universales.
es también la búsqueda de un com- El ideal liberal de la tolerancia
promiso de paz entre diferentes entendida como consenso plantea
modos de vida. En el primer caso, la una serie de problemas que hacen
tolerancia se considera como un bastante difícil su aplicación a la
medio para alcanzar un consenso sociedad contemporánea. Por un
racional universal en torno a unas lado, se trata de un ideal forjado en
verdades fundamentales, mientras sociedades divididas por sus reivindi-
que la diversidad es algo destinado a caciones sobre un único modo de
desaparecer. En el segundo, la tole- vida, en sociedades divididas, funda-
rancia es solamente un modus vivendi mentalmente, por la cuestión religio-
que haga posible la convivencia de sa. Por lo tanto, difícilmente podrá
regímenes y modos de vida diferentes. enseñarnos cómo vivir en un mundo
El autor considera que el primer con- como el nuestro, marcado por frac-

97/02 pp. 249-264


CRÍTICA DE LIBROS

turas múltiples. Un mundo en el que los. No han tenido en cuenta que la


las personas estén definidas por su consideración de algunas libertades
pertenencia a una única comunidad como básicas presupone una evalua-
está bastante alejado de la realidad. ción de los intereses humanos que
Casi todos nosotros pertenecemos a protegen. Nuestros juicios sobre la
varios modos de vida, no nos adscri- mayor o menor libertad posibles son
bimos a una única identidad. Las for- juicios sobre el valor de las libertades
mas de vida en que nos encontramos que están en juego. Por eso, los mis-
no son las mónadas sin ventanas de la mos principios pueden llevar a con-
metafísica leibniziana. Se parecen más clusiones diferentes según cuál sea el
a prismas con luces cambiantes a tra- perfil moral de quienes los aplican.
vés de las cuales nos movemos. Son Y de ahí también —siguiendo una de
los conflictos entre esos diferentes las líneas de la crítica de Habermas a
modos de vida los que nos hacen ser Rawls— la imposibilidad de elaborar
lo que somos. un liberalismo estrictamente político
La mayor parte de los pensadores independiente de cualquier concep-
liberales han asumido la fe socrática, ción sustancial del bien. Pero si las
cristiana e ilustrada en la posibilidad visiones de la justicia contienen nece-
de una armonía de valores. No se dan sariamente juicios de valor, lo más
cuenta de que el ideal de la armonía realista es pensar que en muchas oca-
no es el mejor punto de partida para siones van a encerrar valores incon-
pensar sobre la política y sobre la mensurables y, en este sentido, cabría
ética. «Es mejor —señala Gray— hablar de un fracaso del proyecto
empezar por entender por qué no liberal.
puede evitarse el conflicto ni en la Resulta utópico hablar de un régi-
ciudad ni en el alma» (15). Los con- men en el que todas las libertades
flictos de valores son inherentes al ser básicas estén plenamente protegidas.
humano porque las necesidades No hay nada que asegure un resulta-
humanas plantean demandas en con- do satisfactorio para todos. Las liber-
flicto. De ahí la imposibilidad de una tades fundamentales pueden fácil-
comunidad sin fisuras. mente chocar entre sí. Por ejemplo, la
Es cierto que hay toda una línea de libertad de asociación y conciencia de
pensadores liberales, desde Locke y católicos, musulmanes u otros grupos
Kant hasta Rawls y Hayek, que han que abren escuelas en las que no se
aceptado que los distintos bienes cho- contrata a profesores divorciados u
can entre sí y que no hay manera de homosexuales, choca con la libertad
resolver los conflictos sin ocasionar de las personas para no sufrir discri-
pérdidas. Pero estos pensadores han minación en razón de su estado civil
tratado de establecer principios del o de su orientación sexual. Lo mismo
bien y la justicia universalmente váli- ocurre con la igualdad. En función de
dos que se mantienen al margen de a qué concepto de igualdad nos adhi-
esos conflictos. No nos dicen cómo ramos, diferiremos en la manera de
solucionar los conflictos porque su entender qué significa tratar a las per-
doctrina está diseñada para superar- sonas como iguales. Y esto dependerá

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CRÍTICA DE LIBROS

de los intereses humanos que consi- tual en derecho y en política. En la


deremos más importantes para el bie- mayor parte de los casos se resolverán
nestar. Ante los conflictos planteados aplicando nuestra concepción de la
por distintas maneras de concebir la buena sociedad a las circunstancias
igualdad, las partes implicadas pro- históricas específicas del régimen par-
pondrán distintas soluciones según lo ticular. Es inútil buscar criterios de
que consideren que significa tratar a legitimidad que puedan aplicarse en
las personas como iguales. Tal como todos los contextos históricos. Las
ha señalado Walzer, la igualdad no circunstancias de la historia humana
significa lo mismo en la familia, en la son demasiado complejas y cambian-
escuela, en el mercado. En los dife- tes como para permitir que unos
rentes contextos hay que aplicar dife- valores universales actúen como fun-
rentes criterios de distribución. La damento universal de la legitimidad
postura de Walzer supone un avance política. Pensar que los derechos uni-
respecto a la de Rawls en este sentido, versales exigen que los valores libera-
pero, aun así, cabría objetar que es les se proyecten a todo el mundo es
muy difícil el consenso respecto al poner los derechos humanos al servi-
alcance de cada una de las esferas y cio de una especie de fundamentalis-
los principios que deben regir en cada mo liberal. Los conflictos que surgen
una de ellas; empezando por la fami- como consecuencia de las demandas
lia, sobre la cual se dan concepcio- conflictivas planteadas por los dere-
nes muy diversas en nuestras socieda- chos pueden resolverse de diferentes
des. maneras. Por eso pueden existir dife-
Por todo ello, los regímenes libera- rentes regímenes en función de las
les, como el resto de los regímenes diversas formas de resolver los con-
políticos, no pueden escapar al con- flictos entre las demandas; no existe
flicto de valores; siempre tendrán que un régimen ideal, como no existe
responder a demandas de libertades tampoco una solución ideal a los con-
incompatibles entre sí. Una de las flictos planteados por las demandas.
características de los regímenes no Pero el sistema de Rawls es un
liberales es que en ellos los conflictos intento de eludir las dificultades del
de valores se consideran signos de juicio político otorgando a los princi-
error. Pero un régimen liberal que pios liberales un carácter de ley nece-
aspire al consenso de valores estaría saria. «La doctrina de Rawls es un
tratando los conflictos también como tipo de legalismo anti-político» (26),
síntomas de error y, en este senti- ya que la distribución de cargas y
do, sería «una especie de funda - beneficios no es una cuestión de deci-
mentalismo, no un remedio contra sión política, sino de adjudicación
él» (31). legal. Pero, en cualquier caso, la ley
La teoría política liberal tradicional siempre exige tomar decisiones ya que
concibe el conflicto como algo transi- puede ser interpretada de diferentes
torio y no como un rasgo universal de maneras.
la vida política. Pero los conflictos El comunitarismo no ofrece una
entre libertades básicas son algo habi- mejor solución. Los comunitaristas

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CRÍTICA DE LIBROS

no han comprendido tampoco que cia de lo histórico, lo circunstancial,


cuando coexisten distintos modos de los intereses. «Si buscamos un com-
vida en una sociedad resulta tanto promiso legítimo y estable para cues-
imposible como indeseable alcanzar tiones muy controvertidas —señala
un consenso global acerca de valores. Gray—, no tenemos más alternativa
Del mismo modo que el individuo que la del largo camino de la política»
liberal es una cifra sin historia ni (136).
identidad, el «hombre sin atributos» En las actuales sociedades plurales
de Musil, la comunidad comunitaris- no resulta tan necesario un consenso
ta está también alejada de cualquier sobre valores como instituciones
realidad humana, es una concepción comunes dentro de las cuales puedan
vacía. Los comunitaristas comparten negociarse los conflictos de intereses
con los liberales una concepción del y valores. Vivir en comunidad no sig-
sujeto humano del que ha sido elimi- nifica vivir en una sociedad unificada
nado el conflicto. por valores, sino disponer de institu-
Sería más razonable y adecuado a la ciones comunes que actúen como
realidad «retroceder de Kant a Hob- mediadores en los conflictos de inte-
bes y pensar en el proyecto liberal reses. La prueba de legitimidad de un
como en la búsqueda de un modus régimen o una institución es su capa-
vivendi entre valores en conflicto» cidad para mediar en los conflictos,
(121). Es preciso abandonar la idea incluso entre ideales rivales de justi-
del liberalismo como un sistema de cia. Por eso, el liberalismo debe signi-
principios universales en los que se ficar la gestión de los conflictos entre
basa un régimen ideal para adoptar culturas que siempre serán diferentes,
una concepción en la que la búsqueda no la creación de una civilización
de un modus vivendi entre valores universal.
inconmensurables sea el objetivo fun- En este tiempo de una supuesta
damental. Según el autor, el futuro «crisis de la política», de una subordi-
del liberalismo depende de su capaci- nación del sistema político a otro tipo
dad para abandonar la concepción de de sistemas, como el económico, la
la tolerancia como consenso racional, propuesta de Gray puede significar
apostando por la tolerancia como un «retorno de lo político» (Mouffe),
modo de convivir con la diversidad. una recuperación de la política como
Junto a ello será preciso abandonar deliberación y arte prudencial, sin
el legalismo liberal que fomenta la reducirla a una aplicación procedi-
ilusión de que podemos prescindir de mental de leyes universales.
la política, que, por otra parte, estaría
demasiado marcada por la contingen- Carmen INNERARITY GRAU

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CRÍTICA DE LIBROS

KEN PLUMMER
Documents of life 2
(Londres, Sage, 2001)

En 1989 la Editorial Siglo XXI perspectiva relativamente menor, casi


publicaba en España, bajo el título marginal en la historia de las ciencias
Los documentos personales, la obra ori- sociales), como un potente instru-
ginal inglesa Documents of life, del mento de conocimiento que necesita-
profesor Ken Plummer, catedrático ba de cierta formalización y, digamos,
del prestigioso Departamento de reclamaba un cierto estatuto, tal
Sociología de la Universidad británica argumento, hoy en día, habría perdi-
de Essex. Casi veinte años después de do su sentido. El método marginal al
su primera edición en inglés (1983) que el autor se refería a principios de
aparece ahora Documents of life 2, lo los ochenta «ha salido del armario»
que a primera vista puede parecer una (Plummer, 2001: ix), constituyendo
reedición actualizada de la obra origi- hoy en día una metodología legítima
nal pero que, sin embargo, enseguida que cuenta con, entre otras cosas, el
se revela como literalmente un nuevo respaldo institucional de publicacio-
libro, donde casi sólo son reconoci- nes periódicas específicas, numerosos
bles de su antecesor la brillantez, agu- manuales y textos especializados, así
deza y oportunidad de sus argumen- como de numerosísimas investigacio-
tos, que en Documents of life 2 nes empíricas. No es ya, por tanto, el
reaparecen renovados, y el compromiso momento de contribuir a su legitima-
del autor con la investigación socioló- ción (hecho del que Los documentos
gica entendida como un proceso personales fue, y aún es, un hito insos-
social, moral y político. layable), sino de hacer inventario de
Como el propio Plummer señala en un campo desarrollado plenamente y
el prefacio (Plummer, 2001: ix-xi), lo en continuo crecimiento.
que comenzó como una puesta al día En cuanto al segundo eje central de
del texto original pronto se transfor- argumentación, la pertinencia del
ma en una revisión general de los enfoque humanista en la sociología,
argumentos originales, en un hondo el autor propone que estos veinte
replanteamiento de las líneas centra- años de diferencia temporal han exi-
les de argumentación. gido de otro tipo de actualización. Si
A nadie se le escapa que veinte el subtítulo de la obra original rezaba
años en sociología, y particularmente «Introducción a los problemas y la
los últimos veinte años, tan convul- bibliografía del método humanista»,
sos, y en la metodología cualitativa, en la presente se modifica por «Una
por su peculiar peripecia, casi podía- invitación a un humanismo crítico».
mos decir que más, son mucho tiem- Tal modificación, enfatizando el sen-
po. Y es que si un primer argumento tido crítico del método propuesto, se
del texto de 1983 se basaba en la sustenta en el hecho de que, funda-
necesidad de presentar una metodolo- mentalmente al amparo del postmo-
gía de investigación (la life story, una dernismo, pero no sólo, en estos últi-

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CRÍTICA DE LIBROS

mos años el término «humanismo» comentamos se circunscribe «acadé-


habría incorporado una connotación micamente» en la sociología, el pro-
negativa de la que Plummer quiere pio ánimo del autor aboga por unos
defenderse. Así, en un capítulo com- límites disciplinarios «porosos»,
pletamente nuevo, «Humanismo crí- incorporando en todo momento ele-
tico en un mundo postmoderno» mentos de la psicología, la antropolo-
(Plummer, 2001: 255 y ss.), introdu- gía, la historia oral o el feminismo
cido como epílogo, reclama la posibi- entre sus referencias.
lidad de un humanismo crítico donde El cuarto y último propósito central
integrar una metodología capaz de de la edición original también queda
describir al ser humano como enclava- revisado profundamente. Se trata de
do en numerosos contextos; simbólico, presentar algo parecido a un manual,
dialógico e intersubjetivo en su rela- un instrumento útil para seguir los
ción con los otros; un ser humano pasos o etapas fundamentales en la
contingente; simultánea, dualmente investigación con historias de vida. Y
simbólico y encarnado (animal); uni- aunque ese objetivo queda plenamen-
versal (compaginando diversidad y te cumplido y actualizado, es en ese
especificidad); y dotado de un carác- contexto de aplicación, en el enfrenta-
ter moral (ético, político). El uso de miento con la realidad, donde cree
documentos personales, en este senti- oportuno enfatizar que la escritura de
do, ofrecería todo su potencial com- una vida, la narración biográfica (o
prensivo al abrigo de un planteamien- cualquier aproximación a la realidad
to humanista actualizado. social, añadiríamos), nunca es un ejer-
La tercera línea de argumentación, cicio de «contarlo tal cual es». El
centrada en presentar precisamente la mundo, destaca Plummer, está consti-
historia de este enfoque humanista, tuido por multitud de perspectivas
nos dice Plummer, también ha sido refractadas, se trata de un mundo plu-
modificada. Frente a la interpretación ral, en constante cambio, donde los
hasta cierto punto canónica de una significados siempre han de ser nego-
historia del método (fundamen- ciados. Los significados y la verdad
talmente surgido alrededor de la nunca aparecen de forma sencilla.
Escuela de Chicago de sociología, y al Las líneas argumentales perfiladas
amparo teórico del Interaccionismo se articulan formalmente en doce
Simbólico), el autor analiza, presenta capítulos y un apéndice. El primer
y reconoce una variedad de rutas capítulo presenta la necesidad, desde
alternativas en el uso de las historias un humanismo crítico, de tomar en
de vida, biografías, autobiografías, serio el método biográfico, y es segui-
etcétera, que considera que deben do de dos capítulos que presentan
señalarse. Todo ello sin restar el valor ejemplos de su utilidad. Los capítulos
fundamental del «trabajo en Chicago» 4 y 5 perfilan tanto la historia como
(Plummer, 2001: x) como, aún, prin- las historias del método, concluyendo
cipal tronco histórico de referencia. que podríamos estar ante lo que
Señalemos a este respecto, en cual- denomina el «surgimiento de la socie-
quier caso, que, si bien el trabajo que dad auto/biográfica». Los capítulos 6

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CRÍTICA DE LIBROS

a 10 se ocupan de distintos aspectos y replanteamiento del humanismo


centrales en la investigación con his- crítico ya mencionado (capítulo 12,
torias de vida. Desde el planteamien- epílogo). Al final de cada capítulo el
to de la investigación y la realización autor introduce, como ya hiciera en
de las entrevistas (capítulo 6), hasta el la edición original, una serie de lectu-
análisis y el papel de la teoría (capítu- ras complementarias comentadas, de
lo 7), y los problemas de la escritura y gran utilidad. El libro se cierra con
la narración (capítulos 8 y 9). En el un apéndice donde se presentan
capítulo 10 el autor se centra en el «Nuevas tecnologías/Nuevos cami-
análisis de los problemas éticos y nos/Nuevas formas de almacenar el
morales que han de enfrentarse en la trabajo en historias de vida», como
investigación con historias de vida, una nota más del esfuerzo en la
para finalizar (capítulo 11) con un «puesta al día» del autor, y con una
abordaje a las cuestiones relativas a la excelente bibliografía actualizada.
memoria y la verdad en este contexto
de investigación, y una recapitulación Juan ZARCO

JULIO IGLESIAS DE USSEL y GERARDO MEIL LANDWERLIN


La política familiar en España
(Barcelona, Ariel, 2001)

La familia española viene cum- de Ussel y Meil Landwerlin viene a


pliendo una multitud de funciones cubrir este vacío, y en la actualidad
que, tanto antes como ahora, son adquiere especial relevancia por los
muy valoradas por el conjunto de la cambios sociales y legales que están
sociedad española. Esto es debido no afectando a la política familiar. Por
sólo a su carácter de institución bási- todo ello, y en un afán por aclarar
ca de la sociedad, sino también por todo lo que se ha hecho al respecto,
ser la principal productora de bienes- base principal para diseñar cómo se
tar social, material y afectivo, siendo, debería actuar en un futuro, el objeti-
sin lugar a dudas, «uno de los prota- vo central de la obra es el análisis de
gonistas decisivos de la sociedad del la evolución de la política familiar en
bienestar». Sin embargo, y pese a la nuestro país, desde sus orígenes hasta
importancia crucial de esta institu- nuestros días.
ción como motor de las políticas Antes de entrar en la historia y en
sociales, son escasos los estudios que las cifras sobre el origen y desarrollo
abordan como objetivo principal el de nuestra política familiar, los auto-
tema de la política familiar en Espa- res tratan de delimitar el mismo con-
ña. El libro de los profesores Iglesias cepto de política familiar. Son muchos

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CRÍTICA DE LIBROS

los especialistas que han dado una Falange toma estas ideas y establece
definición —Zimmerman, Dumon, que las retribuciones económicas del
Kellerhals—, pero para los autores de obrero deben basarse en tres pilares:
esta obra es N. Aylwin el que señala el salario justo, participación en los
rasgo fundamental que caracteriza a beneficios y salario familiar o sobre-
estas políticas: la consideración no del sueldo, que equivale a una prima
individuo aislado, sino en familia y en extra que se reparte equitativamente
el contexto que le rodea. Tener en según las necesidades familiares de los
cuenta el entorno del individuo es obreros. Poco a poco se instauraron
necesario para comprender con exacti- los subsidios familiares y los premios
tud el sentido de la política familiar. de natalidad, tratando de igualar la
El libro presenta, además, los instru- política familiar española a la euro-
mentos que los organismos públicos pea. Pero una importante diferencia
pueden utilizar para intervenir en respecto a Europa fue el «Plus fami-
temas relacionados con las familias, en liar», que era un complemento sala-
los aspectos legales, económicos y en rial que añadía el empresario al sala-
los servicios sociales. Igualmente, y rio de los trabajadores con cargas
para evitar prejuicios o erróneas inter- familiares. Esto podría considerarse
pretaciones sobre el tema, definen qué como una política de carácter fami-
interpretaciones no se deben hacer a liar, pero, debido a las circunstancias
la hora de hablar de política familiar. de España, en esos momentos se con-
En este sentido, ésta no exige una siderada más como una medida con-
orientación natalista, no es incompa- tra la pobreza. No hay que olvidar
tible con la liberalización de la mujer, que el gasto familiar en esa época
no se reduce a medidas económicas y, representaba más de la mitad del
tal como se desarrolla en algunos paí- gasto total de la Seguridad Social,
ses nórdicos, no tiene naturaleza con- existiendo en España ayudas superio-
servadora, «sino que por su propia res a las de muchos países europeos.
naturaleza, son los responsables políti- A pesar de todo, esta política arrastró
cos a quienes corresponde formalizar muchos problemas: de cobertura
y, por lo tanto, su contenido es sus- (sólo llegaba al 50% de los trabajado-
ceptible de la misma diversidad de res) por su carácter irracional, y por
orientaciones que cualquier otra área los efectos marcadamente contradic-
de la acción pública». torios debidos a su desigual intensi-
El origen de la política familiar en dad protectora. Se puede afirmar que
España se sitúa en la autarquía fran- la política familiar en esta primera
quista, aunque ya en la dictadura de etapa del franquismo se caracterizaba
Primo de Rivera y en la II República por la idea de salario familiar y por la
se tomaron algunas medidas sociales. defensa demográfica de la familia tra-
Durante el franquismo, la política dicional. Pero las medidas tomadas
familiar se entiende como «un acto de tenían como único objetivo controlar
afirmación ideológica del régimen», el salario, con el fin de promover una
recogiendo los principios de la doctri- rápida acumulación de capital, como
na social católica de Severino Aznar. queda patente en la segunda etapa del

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CRÍTICA DE LIBROS

franquismo, pasando los objetivos políticos, destaca la reforma escalona-


familiares a un «segundo plano, a juz- da de la legislación familiar y el aban-
gar por la falta de una evaluación y dono de la protección social de la
reforma de los mecanismos de protec- familia, al considerarse esta última
ción institucionalizados». como un lastre del franquismo, como
Con la reforma de la Seguridad lo demuestra la reforma del IRPF y las
Social en los años sesenta, la política escasas prestaciones familiares de la
familiar irá perdiendo progresivamen- Seguridad Social. En un breve período
te relevancia. Se suprime el régimen de tiempo (1976-1985), las prestacio-
del «Plus familiar», pero se mantiene nes familiares públicas se redujeron en
la protección por esposa a cargo y se un 78%, recayendo los costes deriva-
actualiza el régimen de subsidio. Una dos de la crianza de los hijos sobre las
de las transformaciones que muestran propias familias, siendo su situación
el cambio de filosofía política en este tributaria muy similar a la de los sol-
período es la supresión de las ayudas teros (si tenían los mismos ingresos).
a la familia nuclear ampliada, redu- Como dicen los autores, poco a poco,
ciendo estas ayudas a la familia con- «la idea de una compensación pública
yugal. Sin embargo, en algunas de las de cargas familiares, la necesidad de
medidas del nuevo impuesto sobre la un reconocimiento público de las fun-
renta se reflejan todavía algunas ideas ciones sociales que cumple la familia
de la primera política familiar. Por o, por lo menos, de proteger social-
ejemplo, este impuesto sobre la renta mente las situaciones familiares más
penaliza el trabajo extradoméstico de débiles, fue desapareciendo del hori-
la mujer y, consecuentemente, pro- zonte de interés de los actores sociales
mueve el matrimonio. y políticos».
Desde mediados de los sesenta la Con la llegada al gobierno en 1982
sociedad española experimenta un del PSOE se intenta racionalizar la
cambio que afecta a todas sus institu- Seguridad Social y la protección a la
ciones, también a la familia, dando familia, pero, tanto por la cuantía de
lugar a lo que algunos autores han las prestaciones como por su incom-
denominado la transición de una pleto ámbito de actuación —muchas
sociedad de familias a otra de indivi- familias no se beneficiaban de las des-
duos. O, lo que es lo mismo, de la gravaciones fiscales al tener ingresos
interpretación de la familia como ins- por debajo del umbral de imposi-
titución a la basada en la interacción ción—, sigue sin reconocerse el
personal. Este cambio familiar no se importante papel de las familias
refleja en los órganos políticos hasta la como creadoras de bienestar social, ya
época de la transición, etapa ésta que las ayudas mantienen como desti-
caracterizada por la actitud compren- natarios a los individuos particulares
siva y tolerante —salvo excepciones— y no a las personas consideradas
de la Iglesia ante los cambios que como miembros de un hogar. Con la
acontecían, motivados por la galopan- Ley 26/1990 se aumentan considera-
te secularización de la sociedad espa- blemente las prestaciones sociales por
ñola. Por otro lado, entre los cambios cargas familiares, gracias sobre todo al

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CRÍTICA DE LIBROS

desarrollo de servicios de las Comuni- número de hijos como por la edad de


dades Autónomas y a las desgravacio- la madre. Como solución se han
nes fiscales. A pesar de este esfuerzo, puesto en marcha recientemente una
España, junto con Grecia, es el país serie de medidas sociales, como los
de la UE donde menos se reconocen permisos laborales por maternidad
las cargas familiares, situación que —cada vez más largos—, las mejoras
continúa, pese a la reforma del IRPF en el salario de sustitución, o la mayor
que realizó el PSOE y la introducción seguridad en la reincorporación al tra-
del «mínimo personal familiar». Estas bajo. Junto a esto se ha adoptado una
medidas, aunque mejoran la situación política escolar de reducir la edad a los
de las familias, las mantienen todavía tres años para entrar en la escuela
muy alejadas de la protección que (siendo optativa desde el nacimiento),
reciben en algunos países europeos. prolongándola de manera obligatoria
Pero, además, «la regulación no está hasta los dieciséis. Este conjunto de
destinada a reducir la presión fiscal de medidas colocan a España en un lugar
las familias en virtud de la presencia intermedio a nivel legislativo dentro de
de cargas familiares, sino que aspira a la UE, aunque no se debe olvidar que
reducir la presión fiscal de todos los la mayoría de las familias siguen recu-
contribuyentes». rriendo a las redes informales familiares
Según los autores, las medidas lleva- como principales productoras de bie-
das a cabo para proteger las diversas nestar social.
realidades familiares se antojan a todas El libro refleja que, sobre todo en
luces deficientes. Así, la protección a España, se produce una paradoja
las familias monoparentales es muy importante: A pesar de que la familia
escasa e insuficiente para prevenir la es la institución mejor valorada por la
pobreza de esta forma familiar; las sociedad, y pese a las reformas que se
actuaciones sobre las familias numero- han llevado a cabo en las dos últimas
sas no sirven para aumentar la renta décadas, todas estas medidas no son
disponible de éstas al mismo nivel que suficientes para calificar estas políti-
tienen países que no protegen especí- cas como familiares, ya que no ha
ficamente la familia numerosa, como existido una auténtica voluntad polí-
Dinamarca, Portugal o Reino Unido; tica para que la familia forme parte
y tampoco, en los últimos años, ha de la agenda pública. El Partido
existido un cambio sustancial en el Popular está intentando compensar
reconocimiento del cuidado familiar este desfase. En 1998 acordó la elabo-
de ancianos y discapacitados. ración de un «Plan Integral de Apoyo
Uno de los temas clave desde a la Familia». Si tuviese éxito, supon-
mediados de los ochenta en la elabo- dría un avance en la búsqueda de un
ración de las políticas familiares es la «compromiso abierto para suprimir el
conciliación de vida familiar y labo- larvado menosprecio de esta esfera de
ral, aspecto éste que afecta sobre todo la protección social. Si se consolida el
a las mujeres. España se caracteriza cambio de orientación, la protección
todavía por una baja tasa de actividad familiar puede entrar en un rápido
femenina, condicionada tanto por el proceso de consolidación».

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CRÍTICA DE LIBROS

La obra de los profesores Iglesias de res uno de los medios más rápidos y
Ussel y Meil Landwerlin realiza un eficaces para contribuir al bienestar
muy completo recorrido por las polí- de los ciudadanos. Si se quiere desa-
ticas familiares que se han desarrolla- rrollar y legitimar la protección fami-
do en España durante todo el siglo liar en España, se necesita el impulso
XX, contrastándolas con lo que se ha decidido de los partidos políticos. Los
hecho en otros países europeos y autores concluyen que «sólo con un
resaltando las muchas deficiencias respaldo compartido será posible esta-
que todavía existen en este sector. blecer una política moderna en este
Pero, además, toda la obra es un exce- campo, que requiere medidas econó-
lente instrumento de evaluación de micas, políticas y culturales, el futuro
políticas familiares y posibles legisla- vendrá marcado, lógicamente, por las
ciones futuras, tan necesarias en decisiones del gobierno y del conjun-
España. La familia, aunque es la insti- to de partidos parlamentarios (...) Se
tución que más bienestar social pro- necesita un compromiso abierto para
porciona a los españoles, nunca ha suprimir el larvado menosprecio de
sido correspondida en la misma esta esfera de la protección social. Si
medida por los poderes públicos. El se consolida el cambio de orienta-
Parlamento y el poder ejecutivo ción, la protección familiar puede
deben tomar medidas decididas a entrar en un rápido proceso de con-
favor de la familia, como están solidación».
haciendo la mayoría de los países
europeos, siendo las políticas familia- Diego GALLEGO MARTÍNEZ

M.ª ROSA BERGANZA CONDE


Comunicación, opinión pública y prensa en la sociología de Robert E. Park
(Madrid, CIS, 2000)

Nos encontramos ante una novedo- diadas del trabajo de Park, se ocupa el
sa aproximación a la figura e investi- trabajo de Berganza. El marco general
gaciones de Robert E. Park (Pennsyl- de las reflexiones de Park sobre las
vania, 1864 - Tennessee, 1944). relaciones entre los trabajos del perio-
Como es sabido, Park centró sus dista y el sociólogo podría ser la atre-
investigaciones sociológicas en el estu- vida consideración del investigador
dio de la ciudad moderna y en las social como un «super-reportero». Esa
relaciones raciales e interculturales. perspectiva explica la trayectoria inte-
Menos conocido es el interés de Park lectual y profesional de Park y enmar-
por temas como la opinión pública, la ca muchas de las aportaciones que se
prensa y la noticia. De estas últimas presentan en la obra de Berganza que
cuestiones, sin duda las menos estu- comentamos.

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CRÍTICA DE LIBROS

Comienza el texto con una extensa vidad periodística los objetivos que
«trayectoria intelectual» de Robert E. buscaba, decide abandonar su trabajo
Park apoyada en el material biográfico en el Chicago Journal y retorna a las
publicado, destacadamente en las aulas, primero en Harvard (1897-98)
obras de Matthews (1977) y de Raus- y después en Alemania (1899-1903).
henbush (1979), y en las investigacio- Es entonces cuando completó su edu-
nes de la autora en el material no cación superior y «siguió adquiriendo
publicado del Archivo del Departa- los conceptos y el sistema interpretati-
mento de Colecciones Especiales de la vo que usaría más tarde para dirigir el
Biblioteca Joseph Regenstein de la trabajo empírico de sus estudiantes en
Universidad de Chicago. Aunque Chicago» (p. 24).
tiene carácter introductorio, esta parte Singular importancia tiene para
del trabajo es de particular interés Berganza la relación de Park con Sim-
para los lectores de lengua castellana mel a través de las clases recibidas en
porque no existe una reflexión biográ- Alemania directamente del maestro
fica extensa sobre la vida de Park en (pp. 26-30). Simmel había seguido
nuestra lengua. una trayectoria semejante a la de Park:
Las primeras páginas de la mono- primero Periodismo, después Filoso-
grafía se refieren a la formación inicial fía, para acabar dedicándose a la
de Park en la entonces muy reciente Sociología. Es entonces cuando Park
Universidad de Minnesota y, desde lee a los clásicos, especialmente a
1883, en la Universidad de Michigan, Comte y a Spencer.
donde estableció contacto con Dewey, Después de su estancia en Alema-
uno de los profesores que más le nia, Park completa su tesis doctoral en
influyó. «Dewey concebía el contacto Boston en el otoño de 1903. El traba-
con la realidad como un deber del jo fue enviado a la Facultad de Filoso-
filósofo en la democracia» (p. 5). fía de Heidelberg con el título Masse
Como periodista, destaca su etapa und Publikum. Eine methodologische
en los trabajos de preparación de und Sociologische Untersuchun. Su tra-
Thought News, un esfuerzo por desa- ducción al inglés tendría que esperar
rrollar un periodismo radicalmente hasta 1972. Disponemos de traduc-
nuevo, que trataría de dar razón de los ción al castellano en REIS, 74, abril-
acontecimientos de los que informa junio 1996, pp. 345-359. Es intere-
abordándolos desde una perspectiva sante observar cómo Park, cuando
más profunda, gracias al análisis y a la tiene cuarenta años, afirma que «todo
contextualización. El proyecto fue un lo que tenía para enseñar era un
fracaso profesional. No apareció ni un pequeño libro y me sentía avergonza-
solo número de la publicación, pero do de ello» (p. 30). Sin embargo, des-
sirvió para desplegar una amplia refle- pués de su estancia en Alemania, el
xión sobre cómo debían abordarse crí- propio Park reconoce que su mirada
tica y reflexivamente las cuestiones hacia la realidad había cambiado: «Al
sociales. volver de Europa, ya no era un perio-
En 1897, decepcionado por la dista. Sino un estudiante. Era un estu-
imposibilidad de conseguir de la acti- diante que participaba en una gran

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CRÍTICA DE LIBROS

empresa, pero lo suficientemente períodos de mayor creatividad investi-


imparcial como para apreciar su signi- gadora. La influencia de sus tareas en la
ficado sociológico y social, que era el institucionalización de la investigación
hombre negro y el sur». social es incuestionable. Como ejem-
La larga «preparación» de Park para plo, la autora se hace eco de que al
llegar a ser figura prominente de la menos siete de sus alumnos llegaron a
Escuela de Chicago pasa por su perío- desempeñar el cargo de presidente de
do como comunicador en dos em- la American Sociological Society, sus
pleos que Berganza se atreve a deno- aportaciones están entre las más citadas
minar de Relaciones Públicas: su en los textos del momento, etc. Ber-
actividad en la Asociación para la ganza, en las últimas páginas de la pri-
Reforma del Congo y su colaboración mera parte, trata de hacer un resumen
con Booker T. Washington en el Insti- de lo que Park considera sus principa-
tuto Tuskegee, institución que «cen- les aportaciones.
traba sus esfuerzos en la tarea de inte- El libro en su conjunto y el segun-
grar la población negra en la ética do capítulo en particular pretenden
americana y la autodisciplina, a través hacer una «reconstrucción» del pensa-
de un programa de educación indus- miento de Park sobre comunicación,
trial» (p. 36). Park llegaría a escribir ya que no es posible encontrar en su
que «probablemente aprendí más de la obra una reflexión sistemática sobre la
naturaleza humana y de la sociedad en materia. La fuente principal utilizada
el sur con Booker Washington que por Berganza es la Introduction to the
con ninguno de mis estudios previos» science of sociology. El texto firmado
(p. 36). Entre otros interesantes traba- por Park y Burgess es atribuido por
jos de Park en este período, hay que Berganza, en lo que se refiere a los
referirse a obras que aparecieron con la planteamientos de los que se ocupa la
firma de Washington pero en las que obra, a las investigaciones de Park.
las aportaciones de Park fueron decisi- Para probar la hipótesis utiliza intere-
vas, como Up from slavery (1901), que sante material en el que se describe el
apareció con el título My larger educa- modo en que trabajaron los autores.
tion (1911), y los dos volúmenes de Queda probado que Park aportó el
Washington The story of the negro aparato teórico e interpretativo funda-
(1909), auténtica anticipación de las mental.
«historias de vida». Destaca Berganza la fuerte influencia
A la edad de cuarenta y nueve años, que tuvieron sobre el pensamiento de
en 1913, Park se incorpora a la Univer- Park los planteamientos de dos pensa-
sidad de Chicago para explicar durante dores anteriores. Por una parte, las
el semestre de verano un único curso, aportaciones de Simmel (p. 80), de las
«El negro en América». En 1914, sin que Park se convirtió en principal
aprobación administrativa, añadió un divulgador a través de su Introduction
nuevo curso, «La masa y el público». to the science of sociology. Y, por otra
En la década de los veinte, Park asume parte, las reflexiones de Dewey sobre
el liderazgo del Departamento de comunicación y sociedad (pp. 81 y ss.).
Sociología, llevándolo a uno de sus La tarea que se propone la autora le

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CRÍTICA DE LIBROS

obliga a desentrañar algunos de los ble entre los individuos que confor-
elementos clave de la obra de Park. man el grupo» (p. 133). «La labor de
Destaca su explicación de los concep- la comunicación va más allá de corre-
tos de sociedad, comunidad y grupo gir el orden ecológico de la sociedad
social (p. 95); aculturación y distancia (competitivo por naturaleza). Se con-
social («uno de los más interesantes de vierte en un ideal cultural, que tras-
Park») (p. 107); concepción espacial ciende los lazos establecidos por la
de las relaciones sociales (p. 119); etc. tradición; esto es, la creación de un
En muchos casos, al abordar estos universo de discurso común. Éste no
conceptos, la autora procura mostrar supone la negación de la diversidad.
lo que a la investigación en comunica- La comunicación posibilita la integra-
ción más puede interesar. Así, al ción de las experiencias individuales,
hablar de difusión cultural explica que pero no las elimina» (p. 98). En defi-
«Park entiende por difusión cultural la nitiva, Park señala que «la comunica-
transmisión de cultura a través de la ción es una forma de interacción o
comunicación (...) Park explica que proceso que tiene lugar entre perso-
las condiciones que pueden facilitar u nas, es decir, individuos con un ego,
obstruir este proceso son fundamen- con un punto de vista, conscientes de
talmente físicas (...) Por tanto, conci- ellos mismos y más o menos orienta-
be los medios de comunicación dos en un universo moral».
modernos como extensiones de la Esta parte del libro es un esfuerzo
comunicación humana y como supre- por sistematizar un pensamiento poco
sores de las barreras físicas o espaciales sistemático, por lo que en ocasiones
que separan a las personas. Sin embar- adolece de una excesiva pretensión
go, existen una serie de obstáculos, categorizadora de un pensamiento ori-
menos obvios, para que se produzca ginariamente mucho más espontáneo.
una comunicación efectiva: las dife- De manera que resulta acertada la cita
rencias de lengua, tradición, experien- final en la que se sugiere que a Park le
cia e interés» (p. 104). ha preocupado más la «búsqueda de
Comunicación y sociedad están preguntas que las respuestas. Era el
muy unidas en el pensamiento de viaje, no el destino, lo que le importa-
Park: la sociedad existe y se mantiene ba. Quizás sea ésta la actitud adecuada
gracias a la comunicación. En el capí- de un gran intelectual» (Shils, 1990:
tulo tercero de Introduction to the 127) (cfr. p. 148).
science of sociology se proponen lectu- Park es consciente —y así lo escribe
ras que tienen como fınalidad que los en 1955— de que «el fenómeno de la
alumnos perciban «el carácter funda- opinión pública es más complicado de
mental de las relaciones que se esta- lo que muchas veces han pensado los
blecen entre los individuos gracias a la analistas, que han intentado diseccio-
comunicación; y en segundo lugar la narla y medirla» (p. 149). Las aporta-
evolución gradual de estas relaciones» ciones que la autora subraya en la ter-
(p. 94). «La comunicación es para cera parte del libro en torno a las
Park el proceso social típico, pero no investigaciones de Park sobre la opi-
es la única forma de interacción posi- nión pública nacen de un detenido

262
CRÍTICA DE LIBROS

análisis de varios conceptos previos, resulta de gran interés el pormenoriza-


entre los que cabe destacar el control do análisis de los conceptos de masa y
social, la masa y el público. Desde el público que encontramos en la obra
punto de vista metodológico, aunque de Berganza.
no se rechazan completamente las La mayor extensión de la tercera
investigaciones cuantitativas, Park parte del libro se dedica a los epígrafes
prefiere emplear técnicas de investiga- «La opinión pública» y «La opinión
ción cualitativas para el análisis de pública y la prensa» (pp. 190-230). Se
actitudes. extiende la autora en una amplia
Park había tomado el término con- disección de las diversas perspectivas
trol social de los trabajos de Ross y la desde las que se abordaron los estu-
autora muestra cómo aquellas aporta- dios de la opinión pública. Queda
ciones iniciales son completadas con claro que Park tuvo un positivo inte-
las aportaciones de la gran mayoría de rés en estudiar la opinión pública y
los estudios clásicos en opinión públi- aparece como un buen conocedor de
ca. Entre los autores citados en su la bibliografía entonces existente. En
Introduction hay que subrayar la pre- ese contexto, se propone que «las uni-
sencia de Lippmann, Lowell, Dicey, versidades gracias a sus estudios espe-
Tocqueville, Bryce, Tarde, Le Bon y cíficos en el campo de la ciencia
Tönnies, todos ellos con referencias social, intentan acumular y mostrar a
más o menos explícitas a sus investiga- la opinión pública un mayor cuerpo
ciones sobre la opinión publica. de hechos probados sobre los cuales el
Park aporta una distinción entre las público puede basar su opinión» (p.
formas de control social. Así estarían 202). Sin embargo, Park no es parti-
las formas de control social espontá- dario de utilizar las cátedras universi-
neas (como la masa, el ceremonial, la tarias como instrumentos para la
moda, etc.), las formas de control transformación de la opinión pública.
social organizadas (como las habladu- De ahí que todo su trabajo en los años
rías, el rumor, la opinión pública, posteriores a su incorporación a la
etc.) y las formas de control social ins- Universidad de Chicago sea esencial-
titucionalizadas (como las leyes, las mente de investigación, en contraste
instituciones religiosas, etc.) (cfr. pp. con sus trabajos anteriores en los que
166-170). había entrado en contacto con la acti-
La relación entre masa y público en vidad periodística y de relaciones
la obra de Park, en buena medida tri- públicas.
butaria del pensamiento de Le Bon y Berganza destaca entre las reflexio-
de Simmel, es largamente estudiada nes más importantes de Park las que
por la autora a partir de las aportacio- se refieren a la opinión pública gober-
nes del trabajo doctoral de Park, nante, la manipulación de la opinión
publicadas originariamente en alemán pública, la relación entre opinión
en 1904. Es desde el prisma de aque- pública y costumbres, y la relación
llas primeras investigaciones como se entre los términos «actitud», «deseo» y
puede comprender la obra de Park en «opinión».
torno a la opinión pública. Por tanto, Es interesante el esfuerzo de siste-

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CRÍTICA DE LIBROS

matización que realiza Berganza para Unidos: las cartas (newsletters), los
explicar la visión de Park de la opi- periódicos de opinión, la prensa inde-
nión pública en el proceso político. pendiente y la prensa amarilla. Son
Analiza por separado diversas funcio- especialmente sugerentes sus estudios
nes con un epígrafe previo dedicado a sobre la difusión de la prensa en las
las fuentes del poder en la prensa, grandes áreas metropolitanas, donde
para a continuación detenerse en la conectan los intereses de Park más
función de las páginas editoriales y de conocidos sobre la ciudad y los estu-
las noticias, la función del editorialista dios sobre comunicación. En esta
y la función de las noticias. línea, sugiere Berganza (pp. 242-243)
Se centra la última parte de la que Park llega a adelantarse a los con-
monografía en unos pocos escritos de ceptos ahora en boga de sociedad de
Park sobre los periódicos. Particular- la información y globalización.
mente en American newspaper literatu- Acaba la investigación con unas
re y en The natural history of the news- consideraciones en torno a la noticia
paper. En estos dos trabajos, Park como forma de conocimiento. No son
describe la evolución del periódico las noticias un conocimiento pura-
mediante uno de los procedimientos mente intuitivo, sino que tienen un
por los que es más conocido, la técni- cierto grado de formalización que
ca de la historia natural. Esto es, por determina el conocimiento público de
un procedimiento por el que el obser- los acontecimientos. También aquí,
vador registra los hechos tal como los Park puede ser tomado como precur-
encuentra y sigue el curso de los acon- sor. En esta ocasión, de lo que luego
tecimientos según éstos se presentan. ha sido denominado agenda-setting.
Berganza se adelanta a precisar en Se completa esta monografía con
nota a pie de página que «el procedi- una recopilación exhaustiva de todo lo
miento típico de la historia natural publicado por Robert E. Park (pp.
lleva más a una descripción que a un 285-294). Esta relación documental,
análisis» (p. 232), más a la transmi- clasificada en seis apartados, incluye
sión de unos datos acumulados que a documentos personales, ensayos,
unos informes coherentes y compara- artículos, compendios de sus obras,
bles. Se corre el riesgo de pasar por introducciones a estudios dirigidos y
alto importantes fuerzas subyacentes artículos periodísticos.
por el solo hecho de que no resultan Una obra de gran interés para los
manifiestas. estudiosos de la Sociología de la
Al margen de los posibles inconve- Comunicación y de la Opinión Públi-
nientes metodológicos, los trabajos de ca, con una interesante y rigurosa
Park generan un interesante material panorámica biográfica e intelectual de
de investigación. Entre otras cosas, Robert E. Park.
señala cuatro etapas en el desarrollo
histórico de la prensa en los Estados José A. RUIZ SAN ROMÁN

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