EL BEBÉ RARO.

Una vez, en la ciudad de New York, una mujer miraba tranquilamente la televisión con su pequeño
hijo recién nacido. El pronóstico predecía un clima inmejorable, cielo despejado y sol
resplandeciente, así que involuntariamente, la mujer tomó la carriola del bebé y salió a fuera.

Dirigiéndose al parque, el pequeño dormía plácidamente en su carriola, pequeños ronquidos y

respiraciones calmadas adornaban el agradable ambiente, hasta que finalmente llegaron al
parque. La joven mujer, tomó por los brazos a su pequeño hijo. El cual sin previo aviso fue besado
de forma brusca en el cachete, este quedo en shock. Cuando finalmente reacciono, lágrimas de
desesperación y coraje empezaron a brotar de sus grandes y cristalinos ojos. La mujer lo sentó en
una banca y lo reviso. Estaba bien (físicamente por lo menos).

La situación no se calmaba así que la mujer decidió ir por algo de comida. Al ir caminando se topó
con una vieja amiga, que igualmente tenia a un bebé recién nacido. Las dos juntaron a las criaturas
mientras ellas hablaban. Sin embargo, al minuto, él bebe raro, empezó a llorar más fuerte y en
una, zaz, mordió al otro bebé, haciendo que la vieja amiga, se fuera con su bebé al quirófano. La
mujer desconcertada, observo a su engendro, el cual mientras lloraba, miraba diabólicamente a
todos lugares, la mujer le restó importancia a esto y se lo llevo en la carriola al parque.
Caminando tranquilamente notó un puesto de helados…