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Tiempo de ciclo
Pilares organizacionales:
En primer lugar, toda organización debe contar con un modelo de negocio que, básicamente,
debe responder a la pregunta: ¿cómo gana dinero la empresa? Un buen modelo de negocio
involucra los asuntos de la estrategia competitiva, la captura y entrega de valor a los clientes, los
productos o servicios, la creación de una ventajas competitivas que aseguren una posición
estratégica en el mercado. Por ejemplo, Pixar, mediante historias, logra capturar la atención de los
niños; Apple seduce a sus clientes a través de un diseño y una experiencia de marca de unos
productos geniales y, en Colombia, Arturo Calle ofrece moda, diseño y accesibilidad a precios
razonables.
En segundo lugar, toda empresa debe contar con una estructura organizada, coordinada y
motivada. Este pilar responde a la pregunta: ¿cómo coordino a las personas? Para lograr este
propósito, los directivos deben saber definir los encargos, los objetivos y, sobre todo, las
expectativas que tienen de cada una de las personas que están bajo su mando. Un buen ejemplo
fue la capacidad mostrada por CEOs como Jack Welch (GE), Jonh Browne (BP) o Lars Kolind
(Oticon) quienes movilizaron a sus organizaciones en función de objetivos y metas. Welch creó una
cultura de la formación y el entrenamiento gerencial sin precedentes; Browne cambió las reglas de
juego en la industria del petróleo a partir de la autonomía en los equipos y el feedback entre
pares; y Kolind logró una organización ágil, innovadora y súper productiva mediante su
determinación y comunicación interna y externa.
En tercer lugar, toda empresa debe contar con un gobierno corporativo. Este responde a la
pregunta: ¿cómo reparto el poder y cómo aseguro la continuidad de la organización en el largo
plazo? Todo gobierno corporativo tiene dos grandes pulmones. Por un lado, los comités de
dirección o de gerencia y, por otro lado, las juntas directivas. Este pilar es uno de los más sensibles
porque exigen una relación prudente y constructiva con los propietarios de la empresa y sus
representantes y, adicionalmente, con los stakeholders que influyen de forma positiva o negativa
en el futuro de la empresa.
Por último, en toda organización se debe forjar una cultura. Muchas empresas actúan como si
fueran la sumatoria de individuos y olvidan que requieren actuar con espíritu de cuerpo y unidad;
por eso se llaman corporaciones. La cultura se forja de dos maneras: en primer lugar, recordemos
que los directivos se comunican siempre y, en ocasiones, verbalizan; por tal motivo son un imán de
la cultura a través de su coherencia y ejemplo. En segundo lugar, mediante la formación y la
comunicación de los valores de la empresa y la creación de un lenguaje y unas narrativas comunes.
Por tal motivo, una organización sin valores compartidos es un proyecto simplemente económico
que no genera aprendizajes, ni sentido de propósito y tampoco unidad.
Clasificación ABC
La clasificación de inventarios ABC es una técnica para segmentar las referencias de productos del
almacén según su importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su
valor de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20, según la cual un pequeño
porcentaje de las referencias serán responsables de la mayor parte de los objetivos globales del
almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta clasificación ayuda a tomar
decisiones y priorizar los recursos del almacén hacia los productos que más impacto tienen en los
objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y recursos por igual en todos
los productos, lo que resultaría contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo
C).
El análisis ABC consiste en aplicar el principio de Pareto o regla 80/20 para segmentar
entidades (productos, clientes, proveedores, etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del
almacén para clasificar el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir
diferentes criterios (según cada almacén y tipos de mercancía que manejen), un criterio
típico es el valor de inventario de cada referencia, calculado como su demanda anual
multiplicada por su coste unitario. Después, se ordenan de mayor a menor y se agrupan
según el porcentaje que representan respecto al total. Así, los porcentajes típicos resultantes
serán:
Estos porcentajes son orientativos, y variarán en cada caso, según el sector de negocio,
características del almacén, niveles de rotación, etc. Lo principal es entender que un
pequeño porcentaje de las referencias representa la mayor parte del valor del
inventario, formando la categoría A, y a las que tendremos que aplicar controles de
inventario más estrictos y asignar mayores recursos.
Por ejemplo, los productos de categoría A serían los indicados para las mejores zonas del
almacén y más próximas al área de expedición, utilizando sistemas de almacenaje
automáticos como miniload o la preparación de pedidos automática mediante dispensadores
automáticos Disban H. Mientras que productos de categoría C podrían ser almacenados en
zonas menos óptimas del almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados.
DIAGRAMA DE PARETO
Hay que tener en cuenta que tanto la distribución de los efectos como sus posibles causas
no es un proceso lineal sino que el 20% de las causas totales hace que sean originados el
80% de los efectos y rebotes internos del pronosticado. El principal uso que tiene el
elaborar este tipo de diagrama es para poder establecer un orden de prioridades en la toma
de decisiones dentro de una organización. Evaluar todas las fallas, saber si se pueden
resolver o mejor evitarla.
Como su propio nombre indica, el consumidor es aquel que consume, si bien el término
normalmente está asociado al uso de bienes para satisfacer una necesidad y, en el ámbito
comercial y económico, se centra en la persona que utiliza un producto previamente adquirido. La
adquisición de los productos o servicios en el mercado, sin embargo, puede realizarse por una
persona que no lo consumirá, por lo que el proceso productivo no finaliza en ella, sino en la
persona que finalmente lo hace: el consumidor final, entendido como la persona que lo consume,
frente al cliente, que puede o no coincidir con aquel.
CROSS-DOCKING
El cross docking forma parte de los procesos de logística y consiste en llevar rápidamente
un producto descargado desde un transporte de llegada a un vehículo de salida. Todo esto
se ejecuta con un tiempo bastante reducido de almacenamiento y manipulación. "Consiste
en una técnica de consolidación y preparación de pedidos de productos provenientes de
diferentes proveedores para su envío a varios destinos (puntos de venta o clientes). Todo en
un lapso de tiempo menor a 24 horas". Así lo indica Freddy Alvarado, docente del PADE
Internacional en Operaciones y Logística de ESAN.
Como se sabe, los ciclos de vida de los productos son cada vez son más cortos. De tal
manera que, mientras más tiempo están almacenados, más grandes son las probabilidades
de que su obsolescencia se incremente. Reducir los tiempos de almacenamiento también
impedirá los robos o pérdidas. "El objetivo es promover la rotación de inventarios mediante
una distribución ágil y eficiente. Como prescinde de los procesos de almacenamiento y
picking, genera grandes ahorros de tiempo y costos", señala Alvarado.
MAYORISTA MAYORISTA
MP PP
Las funciones de esta área son diversas, y no todas las empresas asignan las mismas
responsabilidades, dependiendo del tipo de negocio o actividad. Sin embargo, a pesar esta
diversificación, las misiones más comunes de Operaciones son:
LOGISTICA