Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Ley de Tres Veces Tres (también llamada Ley de Tres, Ley de del Retorno Triple, Ley de la
Retribución o Triple Ley) es una creencia asociada a la Wicca, religión neopagana que
promueve el contacto con la naturaleza y la magia.
Sin embargo, esto no implica que la Wicca sea un sistema de creencias excepto de reglas. Por
el contrario existen disposiciones específicas, como “Haz lo que quieras, mientras a nadie
dañes”, y el respeto a Ley de Tres Veces Tres.
Esta noción recibe dos interpretaciones, de acuerdo a la raíz de la corriente Wicca que se siga:
la primera de ellas sugiere que aquello que hagas (bueno o malo), se te retribuirá a nivel
mental, emocional y físico.
la segunda interpretación señala que todas las acciones, pensamientos y emociones, llevan
consigo una carga energética (positiva o negativa) que le será devuelta al emisor, triplicando su
intensidad.
Estas implicaciones, relacionadas con la Ley de Tres Veces Tres, llevan a los practicantes de
Wicca a analizar con detalle sus acciones y pensamientos (como norma de conducta), dado
que aplica para todo lo que se envíe al Universo.
En este sentido, si tus acciones, pensamientos y emociones están alineados con el amor y la
prosperidad, éstos te serán devueltos triplicados; pero de la misma forma, todo aquello que
cargues con energía negativa regresará.
Es innegable que, en algún momento, surgirán situaciones que pueden llevarte a obrar
negativamente, en estos casos, la Ley de Tres Veces Tres aparece como un principio de
enseñanza y aprendizaje (al recordarte los errores cometidos), y no como un sistema punitivo.
En ocasiones, la Ley de Tres Veces Tres es asociada con el sexto principio hermético (La Ley de
Causa y Efecto o Ley del Karma), por lo que es común encontrar referencias a ella en otras
doctrinas espirituales, distintas a la Wicca.
Un ejemplo de ello es la corriente Metafísica que utiliza la Ley de Tres Veces Tres para reforzar
la energía de las afirmaciones y decretos, con el propósito de conseguir un determinado
objetivo.
Para ello, puede aplicarse la Ley de Tres Veces Tres como eje de un cronograma de trabajo
espiritual, repitiendo las afirmaciones y decretos, tres veces en la mañana, tres veces a
mediodía, y tres veces en la noche.
Asimismo, puede convocarse como poder (el Poder de Tres Veces Tres) para acompañar la
fórmula de las afirmaciones (Ejemplo: por el poder de Tres Veces Tres, el Universo me otorga
lo que necesito).