Metáfora: Construyendo una autoimagen (usando imagen central,
escenarios e imágenes emanadas) Tales of Enchantment Pag. 244 Stephen
y Carol Lankton
En su sueño, Alyne estaba empezando a sentirse igual a Alicia – como si hubiera
traspasado el espejo y hubiera descubierto un mundo extraño. No había grandes conejos blancos, ni reina de corazones, pero ciertamente se estaba sintiendo como si estuviera bastante desquiciada. Sin embargo, sin duda, estaba en un país de las maravillas, de imaginación y de oportunidades inconscientes. Y, por supuesto, en un sueño no tienes forma de saber que es un sueño hasta después que uno despierte. Y eso no sucedería por un tiempo. Y también, en ese momento, no sabía que un test de espejos seguía en su sueño. Se encontró a si misma en un café situado en la vereda. No estaba segura de cuanto tiempo había estado sentada ahí – el tiempo parecía haberse congelado – el resto del mundo se había desvanecido a medida que continuaba mirando cautivada a la tienda al frente de la calle. Personas, aparentemente gente común y corriente, se veían entrando. Pero su apariencia estaba muy cambiada cuando salían. Alyne creía firmemente en el poder de salir de compras para cambiar estado de ánimo de las personas, pero esto era muy distinto. Ni siquiera traían ropas distintas cuando salían tan cambiadas. Miraba con extrañeza. Su curiosidad rápidamente se la ganó. Simplemente tenía que saber qué estaba sucediendo con esa pequeña tienda extraña. Se paró, arregló sus ropas, y empezó a cruzar la calle hacía la tienda. Mientras más se acercaba, más lento caminaba. Estaba a punto de volverse y olvidar todo cuando se encontró entremedio de un grupo de compradores y fue literalmente empujada dentro de la tienda. Las ropas en los colgadores se veían normales pero al acercarse, se sorprendió que no tenían indicaciones de tallas. Todo el mundo conoce la experiencia de buscar algo en un sueño y encontró que no había separaciones entre la talla 8 de la talla 10 como sería en la realidad. Tu inconsciente se puede comunicar literalmente en un sueño y simbolizar una oportunidad en forma única. En mis sueños, esas pequeñas divisiones plásticas tenían rótulos extraños como valentía, confianza, asertividad, humor, ternura, compasión. Que extraño, pensó, a medida que vio una persona en las perchas del frente. Había tomado una prenda común y corriente y estaba parada frente al espejo de tres caras. A medida que se ponía la ropa en sus hombros, Alyne notó que empezaba a cambiar. Se sintió atraída a esa persona, deseando estar cerca de ella. Se empezó a acercar y a medida que pasó por los colgadores de donde estaba la ropa vio el nombre. Decía “calidez”. Alyne tomo una ropa de los colgadores que decía “valor” y caminó hacia los espejos de tres cuerpos. ¿Y qué cualidad su inconsciente reconoce como relevante para seleccionar? Tomó una respiración profunda y lentamente pasó la ropa sobre su cabeza y sus hombros. Se miró. Y cuando uno se ve con un arreglo especial, es fácil verse como su apariencia cambia y se altera su reflejo. Alyne mirándose en esos tres espejos escuchó a la vendedora decir, “Véase como se ve con esa ropa de valentía. Fíjese como se ve más alta, note como se endereza su espalda, como sus hombros se echan hacía atrás, siente como su pecho se expande a medida que respira profundo. Vea como su mentón se va un poco hacía adelante”. Alyne casi no podía creer lo que veían sus ojos. “Tú puedes verte a ti misma como te ves luciendo esa valentía”, la vendedora seguía repitiendo, véase, véase, véase, como la valiente tú. A medida que Alyne se preparaba para hablar, escuchó su voz. Era su voz, sin embargo puede identificarse con ese sueño aún mientras escucha como resuena cuando habla con valentía. Recordándote a ti misma frente al espejo, puede recordar un tiempo cuando, también tenías valor. Tal vez cuando tenías 3 años y otro niño tenía tu juguete favorito, y caminaste hacia ese otro niño y le arrebataste tu juguete. Tal vez fue el primer día de clases y te despedías de tu mamá, no sé, cuando fue, tal vez en otro momento. Tú puedes recordar un tiempo que tenías valentía. Y también Alyne, estaba recordando su valentía en el pasado a medida que se veía a si misma llevando puesta esa valentía. Alyne estaba muy excitada. Sin sacarse la valentía fue y eligió dos prendas más. Cuando volvió al espejo, se probó una cada vez. Primero se puso la que tenía la etiqueta de “confianza”, “mírate a ti misma”, escuchó, “luciendo esa confianza, date cuenta cuan bien armoniza con tu valentía. Las dos pueden sentirse muy cómodas juntas”. A medida que se miró en ese espejo, profundamente dentro de ese sueño que parecía no tener término, se preguntó a si misma. “¿Te estás viendo más alta por la confianza o es la valentía que te hace aparecer más alta? ¿Están tus hombros hacia atrás respirando más profundo por la confianza?” Estaba por preguntarle a la vendedora cuando decidió que realmente no tenía importancia. La única cosa que tenía importancia era verse a si misma vistiendo esa valentía, vistiendo esa confianza, sintiendo esas sensaciones. Su madre le habría dicho. “Sí, querida, te queda bien”. Y la vendedora de la gran tienda en el centro habría dicho. Realmente esa valentía y esa confianza definitivamente es Ud. se ve tan bien con eso”. Porque todo el mundo sabe que una vendedora diría cualquier cosa para vender, incluso en el sueño de otra persona. Pero Alyne sólo podía escuchar una voz lejana; estaba recordando un tiempo atrás cuando tuvo confianza. Tal vez fue cuando le pidieron que cantara el ABC en la clase y sabía hacerlo, o tal vez la primera mañana en que no tenías duda alguna que sabías que podías amarrar tus zapatos. Sólo recuerda cuando tenías confianza… Y, a medida que lo haces, fíjate como tu imagen cambia para incorporarla, tal vez una sonrisa, o una inspiración profunda, tu propia forma. Y otra prenda que probar. Alyne respiró profundo y se la probó. Y, a medida que lo hacía, empezó a pensar de un tiempo cuando disfrutaba el “bueno humor”. Estaba con algunos amigos y había contado una historia que hizo que todos empezaran a reír. Aún ahora puedes ver las comisuras de tu boca levantándose a medida que recuerdas un tiempo divertido con sentido del humor. Puedes sentir la sonrisa en tus ojos y Alyne pudo ver esa chispa en sus ojos. ¿Realmente había tenido ese sentido del humor? Sí, recuerda. Ve tu cara suavizándose y tus hombros redondeándose, fíjate en tu respiración cambiando a medida que recuerdas ese tiempo que tenías el sentido de buen humor. Alyne dijo a la vendedora, “me los llevo”. No, no puede hacer eso. No podemos vender ninguna prenda hasta que no estemos seguros que son para Ud. debe pasar “La prueba de los Espejos”. Alyne no tenía idea que significaba, pero en un sueño uno espera encontrar cosas que uno no puede entender. Por supuesto podría ayudar si uno supiera que está soñando. Entonces una voz familiar la estaba llamando Alyne, Alyne, he estado buscándote, pero Alyne te ves tan distinta, tan maravillosa - ¿qué estás haciendo ahí? Antes que pudiera responder la vendedora intervino. Está próxima a pasar el Test de los Espejos y su amiga le puede ayudar y “Ahora, le dijo, a medida que está vistiendo esas prendas de confianza, valor, y humor, viendo sus posturas con sus hombros hacia atrás, su mentón hacia delante, su pecho hinchado, y véase con esa sonrisa levantando las comisuras de sus labios y el brillo de sus ojos, imagínese tomando una visita agradable por el país”. De pronto, el reflejo en el espejo se transformo en una película y Alyne se pudo ver viajando por el país vistiendo el valor, la confianza y sentido del humor. Sumergiéndose en una escena como esa, puedes escuchar tu propia voz mientras cantas con la radio y conversas con tu amiga, sentir el manubrio en tus manos, el pedal bajo tus pies, sentir el movimiento del auto. Y ahora, puedes pensar en otro suceso agradable y relajante y verte participando en esa experiencia con valor, confianza, con sentido del humor. Tómese unos pocos minutos de tiempo de reloj, todo el tiempo que necesite, para ver esa película de si misma, haciendo esa actividad placentera. No importa si esta sola o con otros. Sólo vea la película haciendo esa actividad placentera mientras continúa usando su valentía, confianza, ese sentido del humor. Y mueva su cabeza cuando la película haya terminado. La vendedora volvió a dirigirse a Alyne que esta vez se miraba en el espejo del lado derecho “mírate en ese espejo y te puedes ver en tu traje de valor, confianza y sentido del humor”. “Ve como te ves, tan natural. Siente el valor, confianza y sentido del humor. Siente cada parte de ti. Y ahora quiero que veas una película de ti misma haciendo algo que antes habría creado ansiedad para ti. Deja que la escena surja, incluyendo las personas con las que estás y mírate a ti misma ahora en esa película, interactuando en una forma que refleje tu confianza, valor y sentido del humor. Puedes actuar en una forma consciente con esas cualidades y sentirte muy a gusto”. “Ahora, dijo la vendedora, vuelve a mirarte en el espejo del medio. Piensa en esas ocasiones que aún no han sucedido y puedes verte participando en ellas; con valentía, confianza y sentido del humor. Ve como te ves, nota tu postura, mira tu cara, escucha tu voz, siente esas sensaciones. Toma unos minutos de reloj, todo el tiempo del mundo, porque tú sabes que puede ser un sueño y mueve tu cabeza para que me dejes saber cuando terminas de verte en esa película”. “Y ahora quiero que te vuelvas a ver, una vez más, con tu valor, confianza y buen humor. Y a medida que te ves, date cuenta como el telón de fondo empieza a cambiar y puedes verte en un tiempo, en el futuro, cuando tus sueños, tus deseos, tus metas se hayan cumplido. Mira a tu alrededor, ve donde estás y con quién. Puede ser en el futuro cercano o más lejano, tal vez meses o años más tarde. Mira y descubre donde estás, cuando estás, que has logrado, que sueños se han cumplido para ti” (pausa larga)…. “Ahora, da un paso dentro de la película, da un paso en tu futuro. Empieza a darte cuenta de cómo se siente haber cumplido esas metas. Eso es. Y cuando sepas, realmente sepas, como se siente haber tenido éxito en lo que es importante para ti, memoriza esas sensaciones. Memoriza como se ve, como se escucha, como huele, y si hay algún gusto, memoriza todo eso. Llénate de todo lo que está ahí y memorízalo”. Ahora, todavía en ese futuro, cuando se han cumplido sus sueños, tómese un momento para ir desde este sueño a una ensoñación. Puede tener una ensoñación sobre todos los pasos que ha tomado para hacer que estos sueños se hagan realidad, no solo recordar los logros más pequeños. Recuerde también esos momentos que creyó que había fracasado o hizo las decisiones incorrectas. Descubra qué aprendió de esos errores. Y aún cuando no podría haberlo sabido entonces, puede ahora mirar hacia atrás y valorar esos errores, valorar todos esos retrocesos por las lecciones y las experiencias que te permitió ser quién eres. Y cuando hayas terminado de revisar esos pasos, vuelve a retroceder, de modo que cada paso te traiga en el tiempo al presente y a tu propio tiempo, a tu propia forma, reoriéntate a esta tienda para descubrir que has superado el Test de los Espejos y mucho más. Y despertando de los sueños dentro de otros sueños es un proceso complejo y ella pensó que estaba despierta en la tienda, pero comprendió que era ilusión cuando despertó de nuevo para encontrarse rodeada de frazadas y de arcoiris danzantes. Los cristales de las lámparas capturan el sol de la mañana y lo transforman de la misma forma que la mente consciente atrapa un símbolo inconsciente de cambio que encuentra en un sueño.