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Grupo de ambiente

¡No puedo
respirar!

Grupo movilidad

Luis Carlos Sanchez


Samuel Andrés torres

Nuestro cuento o relato va tener tres escenarios diferentes, con tres protagonistas diferentes
que van a contar y decir lo que sucedió en este escenario con la sociedad desde un punto de
vista diferente pero sin dejar ir la idea de este.
Vamos a tener tres diferentes protagonistas: shiu (Wuhan), Amelie (Francés),Colette Yang
(hijo de los dos protagonistas y relator)

Escenario 1: (China) iniciación del virus y su causa en este y los diferentes países contado
por una tercera persona.

Escenario 2: (Francia) Este cuenta la historia de cómo se extendió el virus y se luchó con
aquello durante este tiempo

Escenario 3: (Colombia) ya en un futuro con supertecnologia, biomimesis y


nanotecnologías se cuenta como con todo ese virus la sociedad mejoro y actualizo para
evitar estos incidentes

En una noche oscura y caminando agotada por las calles de la ciudad de Wuhan, Shiu, una madre
soltera de 27 años, decidió pasar por la plaza de mercado Langfang, aprovechando que el
establecimiento se encontraba a tres cuadras de su lugar de trabajo. Esto, con el fin de llevarle
comida a su hijo Mao. Shiu es una mujer pobre, su sueldo solo le alcanza para pagar la pieza en
donde vive con su hijo. Al llegar al establecimiento, la mujer preguntó el precio de varias proteínas,
pero ninguna iba acorde a su presupuesto.

-Señora, lo único económico que me queda es una libra de quirópteros. ¿Desea comprarlos?

Al ver que ya no tenía más opción, Shiu aceptó realizar la compra.

- “Muchas gracias señor”

- “De nada, ¡vuelva pronto!”

Al llegar a su morada, Shiu se quitó los zapatos e ingresó. Se dirigió directamente a la cocina para
prepararle una rica cena a su pequeño hijo. Al terminarla, gritó:

- “¡Mao, hijo baja por favor!”

- “¡Ya voy madre!” Respondió Mao.

Al terminar la cena, Mao le agradeció a su madre por haberle preparado aquel plato de comida y le
dijo que se sentía cansado, que ya se iba a dormir y que la esperaba en la cama. Shiu, levantó los
platos de la mesa, los lavo y luego apagó las luces para irse a descansar. A la media noche, Mao
empezó a toser muy duro, tenía muchos escalofríos, estaba hirviendo, temblaba mucho, le dolía la
cabeza, la garganta e incluso todo el cuerpo. Mao se sentía desesperado, así que levantó a su madre
con un grito diciéndole:

- ¡Mamá, no puedo respirar!

En ese instante, Shiu entró en pánico porque no sabía qué hacer, así que decidió romper la alcancía
en donde tenía los ahorros de varios meses de trabajo para poder llevar a su hijo al hospital más
cercano. Al llegar, los médicos pusieron en una camilla a Mao junto con un inhalador para lograr
estabilizarlo, pero, aun así, él no lograba respirar. Lo ingresaron a una sala de observación para
averiguar qué era lo que tenía y al saber el resultado, los doctores quedaron desconcertados.

-Señora, lo lamento mucho pero su hijo ha fallecido.


Shiu estaba destrozada. No lograba ser consolada de ninguna forma. Ella había perdido a lo único
que la mantenía con fuerzas. Después de varios minutos, se levantó y les pidió el favor a los
doctores que le explicara todo acerca de la muerte de su pequeño. Los médicos le dijeron que se
trataba de una extraña enfermedad con la que aún no se contaba con su cura. Pero, les dijeron que
no se preocupara, que ellos iban a preparar a su hijo para que pudiese ser velado. La mujer
agradeció por la información y la ayuda, así que se retiró con su rostro lleno de lágrimas.

Shiu llegó al día siguiente al hospital para poder reclamar a su hijo. Pero al llegar, se encontró con
una sorpresa muy grande. El hospital estaba lleno de periodistas y científicos que tenían un
semblante de preocupación. Shiu decidió averiguar qué era lo que en realidad estaba sucediendo y
le comentaron que la extraña enfermedad que se decía que había acabado con la vida de su hijo, en
realidad, se trataba de un mortal y peligrosamente contagioso que ahora se había extendido a varias
personas, aquel virus fue conocido como COVID-19 y este se convirtió en una terrible pandemia.
La mujer no lo podía creer, así que salió corriendo de ese lugar.

Meses después, el virus no solo se había extinguido a la ciudad, sino también en varios países del
mundo. Las personas se sentían desesperadas y la cifra de contagiados asustaba. Shiu pidió un
aumento en su trabajo para lograr salir de la ciudad, pero esto no le era suficiente.

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