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Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,

organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de


septiembre, Cali, Colombia.

El sistema de partidos multinivel en Bolivia: la


representatividad en el Estado autonómico.

Raquel Melina Aguilar Jiménez


raquel.maj@gmail.com
Carrera de Ciencia Política y Gestión Pública. Universidad Mayor de San Andrés.
UMSA. La Paz, Bolivia.

Julio Alejandro Ascarrunz Medinaceli


julio.ascarrunz@gmail.com
Carrera de Ciencia Política y Gestión Pública. Universidad Mayor de San Andrés.
UMSA. La Paz, Bolivia.

Lucia Trujillo Pereira


luciatrujillopereira888@gmail.com
Carera de Ciencia Política y Gestión Pública. Universidad Mayor de San Andrés.
UMSA. La Paz, Bolivia.

Línea Temática:
Sistemas de partidos y representación política
Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,
organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

El sistema de partidos multinivel en Bolivia: la representatividad en el


Estado autonómico.

Resumen

El presente trabajo aborda la relación nacional-subnacional en Bolivia desde los


Departamentos como unidad territorial de análisis. Se aplica la Medida de Congruencia
de Gibson y Suárez-Cao para determinar los grados de (di)similitud entre estos dos
niveles institucionales. De igual manera, se hace una descripción cualitativa en base a la
clasificación de Sartori apoyándose en el Número Efectivo de Partidos. Finalmente, se
realiza una comparación y una conclusión sobre la temática y los casos analizados.

Raquel Aguilar, Julio Ascarrunz y Lucia Trujillo

Introducción

Si observamos el Estado, su organización, en América Latina en perspectiva


histórica, nos encontramos, después de la ola democratizadora, con una ola
descentralizadora. Este proceso “se ha convertido en parte central de las reformas del
Estado al intentar la profundización de la democracia, la gobernabilidad y el desarrollo
económico” (Blanes, 2005) Este trabajo abarca, justamente, esa profundización de la
democracia a partir del sistema de partidos, sin embargo analizamos el sistema de
partidos desde una perspectiva multinivel, esto significa que se asume la competencia
electoral más allá del nivel nacional, de manera más general y precisa vemos que “El
juego político tiene lugar (…) de manera simultánea en diferentes niveles”, esta
simultaneidad puede ser tanto vertical como horizontal, es decir, en cuanto a la primera,
la competencia de distintos niveles institucionales en un territorio, y, en cuanto a la
segunda, las similitudes o diferencias entre distintos territorios para un mismo nivel
institucional. (Dosek y Freidenberg, 2013)

Si bien, hasta este punto, hemos establecido la utilización del enfoque


multinivel, caben, todavía, muchas preguntas. ¿Qué unidades territoriales usamos para
el análisis y porqué? Las unidades territoriales en las que se basa este trabajo son los
nueve Departamentos en los que se divide políticamente el país; esta elección se hace
debido a que la elección de autoridades mediante sufragio tiene muy corta vida, no son
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ni 10 años desde la primera elección y solamente se han llevado a cabo dos procesos en
este nivel institucional. Trabajos que utilizan el enfoque multinivel acerca de la realidad
boliviana han tomado el nivel municipal como unidad territorial de estudio (Ver
Freidenberg y Suárez-Cao, 2012; Batlle, 2012, entre otros), ya que el proceso
descentralizador en Bolivia ha tomado como actor y objetivo principal a las alcaldías1,
por lo que estudiar la relación municipal-nacional da una mayor perspectiva a largo
plazo. Por su parte el nivel departamental, a pesar de no contar con la ventaja histórica
que tiene el municipal, es un escenario que se va posicionando, con fuerza, dentro del
sistema político, por lo que su estudio aunque temprano es necesario.

Con el enfoque y la unidad territorial claros, solamente queda definir qué tipo de
medida se adoptará. Tomas Dosek y Flavia Freidenberg (ob.cit.) han reunido cuatro
medidas para determinar la congruencia entre dos niveles: 1) Índice de Disimilitud de
Johnston (1980); 2) Medida de Congruencia de Gibson y Suárez-Cao (2010); 3)
Correlaciones utilizadas por Izquierdo et al. (2009), entre otros; y 4) Nacionalización
con datos subnacionales; cada una de las medidas tiene pros y contras, y se enmarcan
dentro de los objetivos de la investigación. Para este trabajo utilizamos la Medida de
Congruencia (Gibson y Suárez-Cao, ob. cit.), si bien esta medida nace en el estudio de
un Estado federal como lo es Argentina, autores como Batlle (ob. cit.) y Freidenberg y
Suárez-Cao (ob. cit.) ya han aplicado, como se mencionó antes, la medida al caso
boliviano con los municipios como unidad territorial de análisis, por lo que se prueba
que la medida funciona, también, en Estados unitarios con diferentes grados de
descentralización. La medida contempla el Número Efectivo de Partidos (NEP) a partir
de la fórmula de Laakso y Taagepera (1979) para la construcción de valores que
mientras más bajos implican mayor similitud/congruencia, estos valores tienen un
mínimo de cero, sin embargo no tiene un límite superior. La fórmula es la siguiente:

Fuente: Gibson y Suárez-Cao, ob. cit.

1
La Ley de Participación Popular de 1994 realizó el primer avance descentralizador del país.
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donde N es el número de unidades subnacionales, si es el NEP de cada unidad en


las elecciones subnacionales, n es el NEP a en las elecciones nacionales y el promedio
del NEP en las elecciones subnacionales.

Con el objeto, el enfoque y el método de investigación claro podemos hacer una


puntualización de la estructura del trabajo. Se realiza una división en dos periodos
electorales (2005-2005 y 2009-2010) que contempla la elección nacional y la
departamental más cercanas entre sí, por lo que el trabajo se enfoca, en primera
instancia, de cada periodo electoral por separado. Cada periodo consta de un contexto
general, una descripción cualitativa del sistema de partidos, una descripción cuantitativa
del sistema de partidos multinivel a partir del enfoque y la medida señalados, y una
conclusión preliminar por capítulo. Finalmente, con la descripción y los resultados de
cada periodo electoral se realiza una conclusión general tomando en cuenta ambos
periodos electorales, en perspectiva comparada, para explicar las implicancias de la
elección de autoridades departamentales, antes y después de la implementación de las
autonomías, sobre el sistema político.

Periodo 2005-2005: la primera experiencia electoral departamental

Contexto General

Por primera vez en la historia nacional boliviana, el año 2005 se realiza la


elección de las máximas autoridades departamentales, los prefectos, pues esta elección
había sido exclusiva tuición presidencial.

El marco normativo se ampara en la Ley Nº 3015 del 8 de abril de 2005, en la


cual se decreta la ley especial, complementaria al código electoral, a la ley de partidos
políticos y a la ley de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas, para la elección y
selección de prefectos de departamento.

Asimismo, en ella se autoriza a la Corte Nacional Electoral llevar a cabo el


proceso de elección para la selección de Prefectos mediante voto universal, directo,
libre, obligatorio, secreto y libre.

Esta primera experiencia goza de mucha importancia en un contexto caótico


como el vivido por la sociedad boliviana por las siguientes razones: implícitamente se
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reconoce una descentralización política y se la profundiza, se amplía el ejercicio


democrático pues supone mayor participación de la ciudadanía en la constitución de
poderes públicos, finalmente, la elección de prefectos responde a una demanda de
mayor descentralización y participación democrática y con ello encuentra una relación
más estrecha con los anhelos de reconfiguración del Estado y su mayor cercanía con la
población.

Ahora, es importante inferir cuál o cuáles han sido los agentes que incidieron para
converger en una descentralización más real mediante la elección directa de sus
máximas autoridades, para ello podríamos recurrir a la literatura de Samuel Huntington
(1972) que expresan lo siguiente: “La modernización implica, en general, la
multiplicación y diversificación de las fuerzas sociales”
“Los procesos de modernización contienen de manera intrínseca cambios
interrelacionados en todas los sectores de la estructura de una sociedad caracterizados
por un abrupto proceso de movilización social y con ello, diferentes niveles de
desarrollo económico, conjuntamente, se manifiestan cambios en la base política de la
autoridad y en las pautas culturales de reproducción simbólica, los cuales amplían y
profundizan la conciencia política, consecuentemente, se multiplican demandas y a
través de éstas la sociedad acrecienta su participación, socava los fundamentos
tradicionales de la autoridad y las instituciones políticas tradicionales”
Estos escenarios complican álgidamente los problemas de la creación de nuevas bases
de asociación e instituciones políticas que unan la legitimidad a la eficacia.
“Los ritmos de movilización social y el auge de la participación política son elevados;
los de organización e institucionalización política, bajos. El resultado es la inestabilidad
y el desorden”

“Dos grupos irreconciliables no pueden constituir comunidad política. Entre los


componentes de la sociedad debe existir cierta compatibilidad de intereses”

Por tanto, las asimetrías, los desencuentros entre la sociedad civil, la sociedad
política y el Estado desembocan en formas sociopolíticas violentas debido a la pérdida
de capacidad de mediación de conflictos y al caduco sistema político que no es capaz de
procesar demandas en productos, pues los procesos de modernización (político,
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económico y cultural) y la globalización modificaron los paradigmas sociales que el


sistema político ya no pudo sintetizar.

Esa desvinculación cursó a un proceso de pérdida de legitimidad en las


instituciones estatales, y por ende en una crisis de la democracia. Una luz en ese
escenario tempestuoso parecía emerger de las ideas de descentralización y autonomías.

El sistema de Partidos

En este punto elaboramos una descripción del sistema de partidos nacional y otra
del sistema de partidos departamental, para ambos casos sacamos el Número Efectivo
de Partidos – NEP (Laakso y Taagepera, ob. cit.), para sustentar la clasificación según
Sartori (1992).

En las primeras elecciones departamentales en Bolivia en 2005 participaron a


nivel nacional 18 partidos políticos, de los cuales 10 no pasaron el 3% de votación. El
escenario político estuvo protagonizado en su mayoría por partidos tradicionales. La
coyuntura política en la mitad de la década del 2000 a raíz de la crisis política de 2003,
y la irrupción de una nueva fuerza política, el MAS, mantuvo todavía en el sistema de
partidos departamental una competencia entre cinco partidos políticos en su mayoría
partidos políticos tradicionales, siendo esta ocasión una de las últimas competencias con
partidos políticos predominantes en el sistema de partidos después del retorno a la
democracia a finales de la década de los 80´s.

Podría haberse pensado que la victoria electoral del MAS en las elecciones
nacionales del mismo año también sería repetida en las elecciones por Prefectos; sin
embargo en estos comicios el MAS obtuvo el 39,9% a nivel nacional, votos que le
permitieron ganar solo tres prefectura de las nueve totales; estas tres fueron ganadas en
los departamentos de Oruro, Potosí y Chuquisaca. El resto de las Prefecturas fueron
obtenidas por partidos políticos tradicionalesdel sistema político que entró en crisis;
candidatos que necesitaron cambiar de sigla política para poder participar de la
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organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
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competencia electoral. También debemos mencionar el ingreso de actores políticos que


tienen origen en los Comités Cívicos Prefecturales.2

Los partidos políticos tradicionales de los que estamos hablando son: Poder
Democrático y Social, (PODEMOS), Alianza Unidad Cochabamba (AUN), Encuentro
Regional-Camino al Cambio y Autonomía para Bolivia, si bien son partidos de reciente
creación, sus componentes y líderes son restos del anterior sistema de partidos. De estos
cuatro partidos PODEMOS se constituyó en la mayor fuerza política de los partidos
tradicionales a nivel nacional ya que ganó en tres departamentos, Pando, La Paz y Beni.
PODEMOS es un partido político que reunió actores políticos de partidos tradicionales
como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Plan Progreso para Bolivia
(PPB) una facción del MIR y la Acción Democrática Nacionalista (ADN).

Las otras cuatro prefecturas también fueron ocupadas por otros actores políticos
tradicionales, así aconteció en Cochabamba y Tarija. En el primer departamento ganó el
partido AUN o Alianza Unidad por Cochabamba, el candidato ganador fue
ManfredReyes Villa, actor político que realizó su carrera política desde la década de los
90, fue parte de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) que participó en la elecciones
generales del 2002 y se constituyó en la tercera mayoríaa nivel nacional. Otro actor es
Mario Cossio que con el partido Encuentro Regional-Camino al Cambio, ganó la
Prefectura de Tarija. En los comicios de 2002 fue elegido diputado por Tarija
representado al MIR y fungió como presidente de la Cámara de Diputados antes de la
crisis de 2003.

El departamento de Santa Cruz fue el escenario político que tuvo como partidos
protagonistas a Autonomía para Bolivia, MNR y el MAS. Autonomía para Bolivia ganó
las elecciones en Santa Cruz, el prefecto desde estas elecciones y quien se mantuvo
hasta la fecha es Rubén Costas, ex dirigente del Comité Cívico Pro Santa Cruz. El
MNR en este departamento obtuvo la segunda mayoría política y la máxima votación en
comparación a resultados en otros departamentos; el MAS fue la tercera mayoría
política.

2
Los Comités Cívicos Prefecturales son instancias de representación departamental ciudadana, que
nacieron en el proceso de descentralización vivido en Bolivia en la década de 1990, esta instancia se
constituyó en parte de la estructura del control social en los departamentos.
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organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

El sistema político en el subnivel departamental se caracterizó por ser pluralista


moderado; esta afirmación podría concluir que el sistema nacional y el subnacional
comparten ciertas características; pero es necesario aclarar que los comicios
departamentales dieron como ganadoras a cinco fuerzas políticas opositoras, quienes
fragmentaron la posible predominancia del MAS en este subnivel. Y por la articulación
de partidos políticos de origen y liderazgo regional, como Autonomía para Bolivia en
Santa Cruz, Encuentro Regional-Camino al Cambio en Tarija y Alianza Unidad en
Cochabamba también se fragmento el voto opositor ganado en las elecciones nacionales
por PODEMOS. Este último partido político ganó la Prefectura del Departamento de La
Paz, departamento que en las elecciones por Presidente dio la primera mayoría al MAS;
hecho también repetido en Cochabamba, bastión electoral del MAS, que en las
elecciones departamentales dio la victoria a Alianza Unidad, partido opositor.

En las elecciones nacionales de 2005, para la elección de Presidente y


representantes nacionales, participaron ocho partidos políticos, MovimientoNacionalista
Revolucionario (MNR), UnidadNacional (UN), Unión Social de Trabajadores de
Bolivia (USTB), Frente Patriótico de Bolivia (FREPAB), Movimiento al Socialismo
(MAS), Poder Democrático Social (PODEMOS), Movimiento Indígena Pachakuti
(MIP) yNueva Fuerza Republicana(NFR). De los cuales el MAS y el PODEMOS
fueron los partidos que obtuvieron las primera mayorías a nivel nacional.

Los departamentos del occidente de Bolivia, La Paz, Oruro y Potosí; más los
departamentos de Cochabamba y Chuquisaca fueron escenarios donde el MAS obtuvo
la primera mayoría. El resto de los departamentos, Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija se
convirtieron en los departamentos que concentraron los votos opositores.

Para introducirnos al sistema de partidos, partiremos afirmando que la fuerza de


un partido político es la fuerza electoral, que a su vez se traduce en escaños, por lo tanto
en la fuerza del partido parlamentario (Sartori, ob.cit.). El porcentaje de votación
obtenido por los partidos políticos en competencia configuró un sistema de partidos
multipartidista moderado con solo cuatro fuerzas políticas que tuvieron representación
en la Congreso Nacional. El Movimiento al Socialismo obtuvo 84 escaños, PODEMOS
estuvo representado con 66 legisladores, nueve escaños fueron los ganados por Unidad
Nacional y MNR ganó ocho escaños.
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Si bien el sistema no se fragmentó, característica muy común en anteriores


elecciones, porque el MAS obtuvo una mayoría absoluta con el 53,74%,los partidos
opositores con una reunión total de votos alcanzaron un 45% de votación; esto ha
convertido al bloque opositor en una oposición unilateral entendiendo esta como una
oposición que se ubica enteramente contra el gobierno, sin importar el número de
partidos que reúna el bloque (ibídem.)

Medida de Congruencia

Aplicando la fórmula expuesta por Gibson y Suárez-Cao (ob. cit.) obtenemos un


resultado, para este periodo electoral, de 0,441. Siguiendo las indicaciones de Dosek y
Freidenberg (ob. cit.), donde nos dicen que mientras más bajos lo valores, mayor
congruencia, y secundando el estudio de Freidenberg y Suaárez-Cao (ob. cit.), donde las
autoras establecen el límite entre congruencia e incongruencia los datos mayores o
menores a 1, podemos ver que este periodo experimenta una congruencia, aunque no de
las más bajas, entre el sistema de partidos nacional y el sistema de partidos
departamental, entendiendo la congruencia como “los niveles de similitud que
experimentan entre los diferentes distritos donde compiten los partidos.” (Idídem: 162)

La significancia de este resultado lo veremos en las conclusiones preliminares a


continuación.

Conclusiones preliminares

Viendo los tres tipos de factores causantes de la incongruencia es que


analizamos este periodo y su resultado. En cuanto a factores institucionales, viendo el
primero, es decir las reglas electorales en el sentido de calendarios, podemos negar lo
expuesto por los Dosek y Freidenberg, quienes establecían, con la advertencia de la falta
de evidencia empírica, que si las elecciones en distintos niveles institucionales se
realizan de manera simultánea, la tendencia es hacia la congruencia; si bien este periodo
se enmarca dentro de la congruencia, los valores obtenidos a partir de la Medida de
Congruencia no son tan altos como se esperaría de una elección del nivel departamental
y el nacional llevadas a cabo el mismo día. Si observamos el segundo factor
institucional, las reglas de juego diferenciadas, observamos que se cumple la teoría, ya
que para esta elección el nivel nacional determinó su sistema electoral y el sistema
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electoral para todos los departamentos, provocando, de esta manera la congruencia


obtenida. Finalmente, vemos el tercer factor institucional, la descentralización, y nuestro
trabajo concuerda con los autores, ya que ellos dicen que a mayor descentralización,
mayor incongruencia, por lo que el resultado obtenido se explica, con esta variable, por
la falta absoluta de descentralización política y la elección de la autoridad ejecutiva
solamente.

En cuanto al segundo factor, el sociocultural, podemos acordar que la elección


del Departamento como unidad territorial nos obliga a desviarnos del clivaje étnico y
entrar más en el social. Vemos que la polarización del país en este periodo es extrema,
se vive un momento en el que se discute la continuidad del sistema político que había
existido hasta la fecha o la renovación del mismo a partir de una Asamblea
Constituyente; en cuanto a lo departamental, esta coyuntura se centra en los pedidos de
autonomía de los Departamentos de Oriente contra el pedido de continuación de la
centralización de Occidente, esta confrontación se ve en las urnas, tanto en lo
departamental como en lo nacional, lo que crea dos bloques opuestos y una congruencia
mermada por la dimensión horizontal.

Otra visión, a partir de la descentralización también, nos dice que una razón de
la crisis estatal de 2003 tuvo como raíz la alta centralización estatal; la elección por
sufragio universal y directo por Prefectos fue la primera en la historia democrática
boliviana, los resultados de esta elección expresaron la necesidad de la descentralización
política y económica en los departamentos, en especial aquellos que no constituyen el
eje occidental del país. A esto debemos sumar la coyuntura precedente a estas
elecciones; una polarización entre un cambio en el sistema de partidos, marcado por la
victoria electoral del MAS a nivel nacional y la permanencia de un sistema político
entrado en crisis, por la decadencia de los partidos políticos tradicionales y la pérdida de
la capacidad de mediación. La polarización más la necesidad de descentralización a
nivel departamental escenificaron el sistema político por una importante irrupción de
nuevas fuerzas políticas, con liderazgos tradicionales pero al mismo tiempo liderazgos
de origen regional.

Finalmente, en cuanto al tercer factor, el político-institucional, observamos las


estrategias partidistas. En el caso del partido ahora oficialista vemos una estrategia
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nacional centralizada y encarnada bajo la figura del, entonces, candidato Evo Morales;
por su parte, una de las fuerzas opositoras al MAS, la segunda mayoría, PODEMOS,
también maneja una estrategia nacional centralista para poder hacerle frente al partido
de Morales, estos dos hecho explican la congruencia. Sin embargo, es necesario analizar
la presencia de otros partidos, éstos, igualmente opositores al MAS, pero con una
distinción con relación a PODEMOS, su origen y estructura eran locales o, en el mejor
de los casos, regionales, estos partidos logran obtener buenos resultados en la elección
departamental, pero no en la nacional, ellos son los causantes de que la congruencia de
este periodo no sea tan alta.

Periodo 2009-2010: elecciones en el Estado autonómico

Contexto General

En el departamento de Santa Cruz los líderes e ideólogos del Comité pro Santa
Cruz propusieron a fines de 2003, un manifiesto que se orientaba a refundar la
República boliviana. En sentido estricto, este hecho fue la única propuesta política
importante del postoctubre3. Luego, el 22 de junio de 2004, unos 100.000 cruceños, de
todos los estratos sociales, salen a la calle, enarbolando sus banderas verdes y blancas,
para demandar autonomía. En enero de 2005, queda instalada la llamada "Agenda de
junio"4, como demanda regional.

Atendiendo esa agenda, el gobierno de Carlos Mesa impulsa la Asamblea


Constituyente y en el Parlamento se da el primer paso para el juicio de
responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Y, además, se
propone una Ley de Hidrocarburos que, sin llegar a la nacionalización, mejora las
condiciones en que las transnacionales explotan los hidrocarburos en beneficio del país.

En oposición a ese contexto, las élites cruceñas, y con especial ahínco los
empresarios ligados a las petroleras, reavivan su agenda de junio, realizan adhesiones
con la denominada Media Luna y adoptan una posición de embate al gobierno y al
principal partido opositor, el MAS. El 27 de octubre convocan a la Asamblea de la

3
Nos referimos a octubre de 2003, donde explotó la crisis que se venía cocinando desde la guerra del
agua el año 2000.
4
Es la estrategia de demanda de autonomía que surgió en Santa Cruz.
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septiembre, Cali, Colombia.

Cruceñidad y exponen plazos perentorios al gobierno para que convoque a un


referéndum que resuelva las controversias acerca de la autonomía de su región;
allende, amenazan con desconocer la Ley de Hidrocarburos impulsada por el MAS, y la
Asamblea Constituyente. (Cáritas Bolivia, s/a)5

Los sectores dominantes cruceños percibían en el tema emocional y subjetivo


de la Autonomía un instrumento para retomar el control del poder político y económico,
por lo menos en Santa Cruz.

El 6 de marzo de 2006 se promulga la ley de Convocatoria a Referéndum


Nacional vinculante a la Asamblea Constituyente para las autonomías departamentales,
en ella se establece que la realización del referéndum sería el 2 de julio de 2006,
también se establece que los resultados del Referéndum Nacional Vinculante a la
Asamblea Constituyente, serán adoptados por simple mayoría de votos válidos y que los
Departamentos que así lo aprueben accederían a las Autonomías Departamentales una
vez promulgada la nueva Constitución Política del Estado.

El 2 de julio de 2006 se realizó el referéndum nacional sobre autonomías


departamentales como parte del proceso de descentralización política del Estado y como
respuesta institucional a una aguda crisis política e intensa conflictividad social. La
incorporación constitucional del referéndum, la asamblea constituyente y la iniciativa
legislativa ciudadana, como instituciones de democracia semi-directa, permitió procesar
las demandas y conflictos sociales en el marco de la democracia representativa y
encauzarlas a soluciones institucionales. El NO obtuvo más de la mitad de los votos
válidos del cómputo nacional, aunque el SI venció en cuatro de las nueve
circunscripciones departamentales abriendo la posibilidad de interpretar los resultados
de diversa manera.

El voto por el NO fue promovido por el partido en función de gobierno –el


Movimiento Al Socialismo (MAS)- que, además, obtuvo la mayor cantidad de
representantes a la Asamblea Constituyente, mientras que el SI fue apoyado por la

5
Este documento, encontrado en internet, sintetiza varios debates sobre el tema que se dieron en el
espacio del Equipo de Análisis de Coyuntura de Pastoral Social Cáritas. La visión histórica se extracta de
la participación de Isaac Sandoval, la visión técnica de Mario Galindo Soza, consultor del Comité Pro
Santa Cruz, y la visión crítica es una construcción colectiva de reflexiones al interior de la Iglesia cruceña.
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oposición parlamentaria encabezada por la agrupación ciudadana Poder Democrático y


Social (PODEMOS), segunda fuerza electoral, y entidades cívico-regionales y
empresariales.

Por otra parte, el Decreto Presidencial No 0527 del 27 Mayo 2010, que
establece textualmente que “en solemne sesión, se tomará el juramento de posesión a los
Gobernadores electos, en la Casa de la Libertad de la ciudad de Sucre, el día 30 de
mayo de 2010” refleja de hecho el proceso de autonómico departamental y a partir de
ello se configuran nuevas variables para la consolidación de todos los niveles
autonómicos.

Producto del Referéndum Nacional sobre autonomías departamentales y su


carácter vinculante con la asamblea Constituyente, la Nueva Constitución Política del
Estado promulgada en 2009 otorga los lineamientos para la efectivización de las
autonomías.

La Ley del Régimen Electoral de 30 de junio de 2009 establece en su capítulo


IV la composición y elección de los gobiernos departamentales, fijando su composición,
la elección de autoridades ejecutivas, elección de asambleístas y la correspondiente
asignación de escaños.

Es así que el 19 de julio de 2010 se promulga la Ley Marco de autonomías en


las cuales se expresa las atribuciones de los niveles autonómicos.

La connotación de este avance democrático, sin duda, halla su mayor relevancia


en el sistema de partidos y sus nuevas tendencias político-partidarias que se configuran
en Bolivia a partir de las autonomías departamentales.

El sistema de partidos

Al igual que en la primera parte, se realiza una distinción de los dos niveles
institucionales analizados y se aplica el NEP. En el caso de la elección del nivel
departamental de 2010, donde se eligieron tanto Gobernadores como Asambleas
Departamentales, agregando todo el proceso a nivel nacional, podemos ver que, entre
los nueve Departamentos, se presentan 24 candidaturas, de las cuales 17 no llegan ni al
2% de la votación general; de los restantes siete partidos, cuatro no superan el 5%. Esto
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nos deja a tres partidos con un peso mayor, estos son Movimiento Al Socialismo
(MAS), Movimiento Sin Miedo (MSM) y los VERDES; sin embargo, entre estos tres
las diferencias, cualitativas y cuantitativas, son muy grandes. Primero vemos que el
MAS obtiene una votación, de manera general, del 50,1% de los votos, con esto logra
ser la primera mayoría en 6 Departamentos y, en los tres Departamentos restantes se
posiciona como la segunda mayoría; los VERDES obtienen una votación general del
13,9% de los votos, solamente con la participación en el Departamento de Santa Cruz,
donde obtiene la primera mayoría con el 52,7%; finalmente, el tercer partido, el MSM,
obtiene una votación general del 10,1% de los votos, extrañamente este partido no
consigue ser la primera mayoría en ningún Departamento, pero se ve que participa en 6
Departamentos y consigue una votación considerable en Oruro y La Paz.

Con esto podemos clasificar el sistema de partidos departamental como un


sistema de partido predominante, viendo que este sistema se da cuando “encontramos,
una comunidad política, un partido que deja atrás a todos los demás, este partido es
dominante en el sentido de que es considerablemente más fuerte que los otros.” (Sartori,
ob. cit.: 245) Y, siguiendo al autor, vemos que existen partidos distintos del principal,
23 en este caso para ser exactos, y que “son antagonistas verdaderamente del partido
predominante.” (Ibídem: 249)

El Número Efectivo de Partidos (NEP) para este caso es de 3,476. Este dato
afirma lo anteriormente expuesto, esos tres partidos más ese resto atomizado que
conforma esa mitad, sin embargo el resultado de la fórmula queda incipiente sin la
interpretación correcta, y esa es la clasificación, por más de la existencia, innegable, de
esos tres partidos, en un sistema de partido predominante, viendo la asimetría que existe
en los resultados electorales.

En cuanto al sistema de partidos nacional, haciendo el mismo ejercicio, vemos


que, en competencia, el número se reduce dramáticamente, con relación al nivel
departamental, hasta ocho partidos. De éstas ocho fuerzas políticas, cuatro no alcanzan
ni el 1% de la votación total, el quinto partido apenas llega al 2,4%; quedan, entonces y
nuevamente, tres partidos. De esos tres partidos, el primero, el MAS, obtiene una
votación de 64,0% del total; la segunda mayoría, PPB-CN (Plan Progreso para Bolivia –
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Convergencia Nacional) obtiene el 26,7% del total; y, finalmente, la tercera fuerza, UN-
CP (Alianza por el Consenso y la Unidad Nacional) obtiene el 5,8% de la votación.

Una vez más, a pesar de la presencia de los tres partidos, con enormes
diferencias, podemos llegar a la conclusión de que el sistema de partidos en esta
elección, al igual que en el nivel departamental, es de partido predominante. Como ya
hemos expuesto para el caso departamental, esa enorme diferencia sustenta esta
clasificación.

En cuanto al NEP nacional el resultado obtenido es de 2,06. Eso se puede


explicar debido a que entre MAS y PPB-CN agrupan el 90,7% del total de los votos, y
si bien UN-CP es la tercera fuerza política en aquella elección, se encuentra 20,9 puntos
porcentuales debajo de la segunda mayoría y 58,2 debajo de la primera mayoría.

Medida de Congruencia

Al igual que lo hecho en el estudio del primer periodo del trabajo (2005-2005),
se ha aplicado la fórmula de la Medida de Congruencia, el resultado, para este periodo
electoral, de 0,199. Con esto, podemos ver que el sistema de partidos multinivel en este
periodo experimenta una fuerte congruencia. Al obtener una fuerte congruencia entre
estos dos niveles en este periodo electoral, vemos, y ratificamos con lo expuesto en el
análisis cualitativo, que existe una similitud entre estos dos niveles.

La significancia de este resultado lo veremos en las conclusiones preliminares a


continuación.

Conclusiones preliminares

Siguiendo, una vez más, a Dosek y Freidenberg (2013) explicamos, primero, las
causas de esta congruencia a partir de los tres tipos de factores expuestos: a) factores
institucionales; b) factores socioculturales; y c) factores político-estratégicos. Para
utilizar estos factores veremos cuáles de ellos son más influyentes para este resultado.

Viendo los factores institucionales, podemos desagregar mucho más. Primero


vemos las reglas electorales en el sentido de diferencia temporal entre las dos
elecciones; en este caso tenemos una elección realizada en diciembre de 2009 (nacional)
Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,
organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

y otra realizada en abril de 2010 (departamental), es decir cuatro meses de diferencia


unas con las otras. Según lo expuesto por los autores, “cuando las elecciones regionales
se celebran de manera separada, la autonomía de las élites regionales puede verse
incrementada” (Ibídem: 172), a pesar de esta teorización los propios autores advierten
que aún no existe suficiente evidencia empírica para determinar esta relación entre
calendario electoral y congruencia. En este caso observamos que la relación no se
cumple.

Un segundo factor institucional es la diferencia del tipo de reglas que rigen sobre
la elección en cada nivel institucional. En cuanto a esta elección vemos no solamente
una diferencia entre las reglas en los niveles institucionales, sino que también podemos
observar una diferencia, entre el mismo nivel departamental, entre los distintos distritos.
La autonomía reconocida en la Constitución Política de 2009, establece que cada
entidad territorial autónoma, entre ellas los Departamentos, pueden establecer sus
propias formas de elección de autoridades por lo que evidenciamos diferencias entre el
sistema electoral y los sistemas electorales departamentales.

El tercer factor institucional es la descentralización. Los autores nos dicen que


“si el poder decisorio se encuentra en las autoridades y órganos nacionales de gobierno,
los votantes identificarán a estos como los responsables y estarán más inclinados a votar
por candidatos que tengan etiquetas partidistas en el nivel más amplio de agregación”
(Ibídem.) Esto nos dice que, a pesar de lo establecido en la Carta Magna y la Ley, la
autonomía en Bolivia, de manera general, y en los Departamentos, de manera
específica, no se ha consolidado hasta el momento.

Como hemos podido observar, ninguno de los factores institucionales nos ha


dado explicaciones de la causa de esta congruencia, por lo que pasamos a los factores
socioculturales. Para referirnos a estos factores hablamos de los clivajes sociales y
étnicos. La teoría dice que “la politización de los cleavages latentes pueden ser claves
en la incongruencia del sistema de partidos” (Escolar 2011, en Dosek y Freidenberg, ob.
cit.: 172), de igual manera nos dice que culturas, identidades o liderazgos históricos
locales arraigados pueden ser causantes de la incongruencia. Como en este periodo la
tendencia del sistema de partidos multinivel es congruente podemos explicarla desde
dos enfoques: el primero, estrictamente orientado dentro de los clivajes sociales y
Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,
organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

étnicos; y el segundo, desde la orientación de las unidades territoriales utilizadas. En


primera instancia, si abordamos el tema étnico y social, podríamos establecer, a partir
del resultado de la medida, que en este periodo el problema social y étnico que el país
ha vivido por muy largo tiempo está empezando a ser superado. Esta explicación es la
más optimista e incluso el escenario ideal para el desarrollo identitario nacional, sin
embargo no podemos dejar de lado el segundo enfoque, como tomamos a los
Departamentos como unidad territorial para la medida, debemos aclarar que el
“problema” étnico y social se encuentra en niveles más bajos a éste, es por esto que las
autonomías indígena originario campesinas se enmarcan dentro de lo que eran los
municipios, es decir el nivel local.

Haciendo un paréntesis en las causas expuestas por Dosek y Freidenberg, nos


remitimos a dos de las tres variables presentadas por Schakel (2013), estas son: la teoría
de elecciones de segundo orden y los clivajes territoriales. En el primer caso, esta teoría
nos dice que las elecciones de segundo orden son eso porque “hay menos en juego”, es
decir que cuando se elige una autoridad en un nivel donde no nos llegan a perjudicar, en
un mal caso de manejo del gobierno, de manera directa, las decisiones de dicha
autoridad la importancia de esa elección es menor, por lo que puede existir menos
afluencia de votantes, y aquellos que sí votan utilizan su voto de manera más pasional
que estratégica.

En el segundo caso, los clivajes territoriales, los componentes son varios. Vemos
que dentro de este clivaje participan otras variables como la “etnicidad, lenguaje,
religión, historia o economía” (Ibídem: 637). Como ya vimos, no podemos asumir la
etnicidad, y por lo tanto el lenguaje y la religión, como fuente de explicación, por lo que
nos enfocamos en las dos últimas variables, la historia y la economía. En Bolivia existe
una diferencia muy grande en la economía independiente de los Departamentos, Santa
Cruz ha experimentado un crecimiento enorme en su región, por otra parte Tarija se ha
visto beneficiada de las regalías de la exportación de gas como ningún otro
Departamento. Estas causas pueden explicar la divergencia de estos distritos en la
elección de gobernadores. Por otro lado, el resto del país, que ha estado manteniendo,
principalmente, su economía con la producción y exportación de gas, no tiene el mismo
beneficio que el departamento gasífero, por esto se podría explicar la congruencia
mayoritaria del sistema de partidos.
Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,
organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

Como último punto volvemos a la tercera causa que presentan Dosek y


Freidenberg, ésta es los factores políticos-estratégicos, es decir cómo los partidos
enfrentan cada elección. “Las estrategias de las élites políticas pueden ir orientadas a
generar una mayor integración vertical de su organización política o, por el contrario,
pueden ir dirigidas hacia una mayor independencia del nivel local de la competencia del
sistema de partidos y de fomentar que el electorado oriente su voto hacia temas y
problemas locales o a la construcción de coaliciones regionales (como en un sistema
desnacionalizado).” (Dosek y Freidenberg, ob. cit.: 172-173) A partir de esto podemos,
finalmente, explicar el resultado de congruencia del sistema de partidos, ya que la
intencionalidad del partido en función de gobierno, puesto como programa de gobierno,
es el proceso de cambio, por lo que una conducción nacionalizada sería beneficioso para
este cometido, mientras que empoderar los niveles subnacionales puede llegar a
producir desviaciones en su camino trazado.

Conclusiones Generales

Si observamos los valores de la Medida de Congruencia para los dos periodos


electorales analizados, y los vemos en perspectiva histórica, podemos establecer que la
predominancia del MAS se profundiza verticalmente en el tiempo (Ver Gráfico 1). Si
adoptamos una perspectiva comparada, vemos, en relación al factor político-estratégico,
el factor causante de los resultados obtenidos por la medida, según lo visto
anteriormente, que no existe una gran diferencia en la estrategia tanto del oficialismo
como de la oposición. La única diferencia entre estos dos periodos es el grado de
profundización de la estrategia nacionalista.

Gráfico 1

Fuente: Elaboración propia, en base a resultados propios de la Medida de Congruencia.


Trabajo realizado para su presentación en el III Congreso Colombiano de Ciencia Política,
organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL), del 24 al 27 de
septiembre, Cali, Colombia.

El MAS, para el periodo 2009-2010, tiene la ventaja de haber ejercido el


gobierno los cuatro años anteriores, con una gestión altamente aprobada por el
cumplimiento de promesas como la Asamblea Constituyente y la nacionalización. En
cuanto a la estrategia opositora, se ve que los partidos en contra del MAS ven las
alianzas preelectorales como opción para llegar a tener una presencia fuerte en todo el
territorio nacional.

Tras todo lo expuesto, lo único que podemos afirmar con absoluta certeza, es
que es muy pronto para determinar una tendencia en la relación nacional-departamental
en cuanto al sistema de partidos. Las elecciones generales 2014 y las departamentales
2015 van a marcar el camino de la tendencia con indicaciones sobre el proceso
autonómico con mayor énfasis.

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