Está en la página 1de 1

Venezuela vive una guerra no convencional desde 1999

La GNC viene gestándose en Venezuela desde que se instaló el gobierno del presidente Hugo
Chávez en 1999 pero fracasó con el golpe de Estado de 48 horas en 2002, un hito histórico
dado que el pueblo venezolano exigió en las calles el regreso del líder de la Revolución
Bolivariana.
Tras la partida física de Chávez en 2013, Estados Unidos intensificó sus actos
desestabilizadores con acciones de terrorismo como las llamadas guarimbas, que se
instalaron apenas se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales del 5 de abril
de 2013 que dieron vencedor a Nicolás Maduro. El llamado del candidato derrotado Henrique
Capriles dejó 11 muertos, decenas de lesionados y una gran pérdida material en bienes
públicos.
No conforme con estos resultados que afectaron de nuevo los intereses de EE.UU., en 2014
se retomaron las acciones terroristas y apenas se inició el año, irrumpieron nuevos ataques a
instalaciones públicas como indicativo del reimpulso que se le daría a las guarimbas en
algunos puntos del país durante cinco meses, arrojando un resultado de 43 víctimas mortales
y cuantiosos daños a infraestructuras.
Solo la alianza cívico-militar pudo contenerla y derrotarla. Este hecho fue un éxito del
Presidente Nicolás Maduro contra el imperialismo norteamericano. Pero los intentos para
derrocarlo no acabaron.
Lee también: Maduro evalúa propuestas para nueva etapa de la Revolución
El año 2015 se inició con el intento de un golpe militar cuyas acciones comprendían
bombardear sitios estratégicos del poder nacional pero fue descubierto y desmontado, por ello
el cambio de estrategia y con mayor intensidad de la Guerra No Convencional y uno de sus
derivados: la Guerra Económica, que ha sido usada como táctica para socavar y degradar la
moral, la fuerza política, psicológica, militar y económica del pueblo venezolano. A esto se
suma la declaratoria de Barack Obama a Venezuela como una "amenaza a la seguridad de
EE.UU." en marzo de 2015.
Factores que alimentan esta guerra son el incremento de precios diariamente, la
especulación, el acaparamiento, la variación cambiaria debido a la confabulación para
manejar el valor de la divisa dólar a niveles que permitiría el incremento inflacionario de
manera vertiginosa y el terror psicológico de sentirse "ser una amenaza para EE.UU.", pues
en cualquier momento -apelando a esa categoría de amenaza- podría activarse el Plan de
Intervención directa por parte del Comando Sur.
Reiteradas veces, el comandante del Comando Sur, General John Kelly, opinó sobre la
situación de crisis que vivía Venezuela y descalificó al gobierno revolucionario. Hechos que
nos permiten deducir la plena disposición del Comando Sur de inmiscuirse en los asuntos
internos de Venezuela, contando para ello con la autorización del Presidente Obama y con las
fuerzas de tareas para llevar a cabo un plan militar de intervención.

También podría gustarte