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Jugando a un videojuego
En el experimento se estudi� la mente de los macacos mientras jugaban a un simple
videojuego, en el que tuvieron que mover la mano en varios sentidos. Cuando ya
hab�an adquirido cierta pericia en esta tarea, los cient�ficos anestesiaron su
antebrazo para eliminar su funci�n motora y su sensibilidad. A pesar de esta
par�lisis temporal, los animales continuaron moviendo el cursor con el impulso de
la mente.
Otro de los principales hallazgos del trabajo, financiado por los Institutos
Nacionales de la Salud de EEUU (NIH, en sus siglas en ingl�s), tiene que ver con la
naturaleza de las c�lulas implicadas en el proceso. En contra de lo que pudiera
pensarse, "las neuronas pudieron controlar la estimulaci�n funcional con igual
destreza sin importar si previamente se hab�an asociado con el movimiento".
"Este resultado pone en evidencia la gran plasticidad del cerebro. A trav�s del
aprendizaje se puede variar la funci�n de estas c�lulas y, en este caso,
reclutarlas para que cumplan un papel motor", afirma Eberhard E. Fetz.
Una neurona para un m�sculo
El ensayo tambi�n presta especial atenci�n al enorme potencial individual de las
neuronas. El que una sola c�lula pueda mover un m�sculo tiene importantes
implicaciones: "Los canales directos, que unen las c�lulas individuales y
determinados m�sculos, pueden aportar al cerebro una informaci�n m�s clara sobre la
actividad celular y permitir que los mecanismos innatos de aprendizaje motor ayuden
a optimizar el control de las nuevas conexiones".
"Es la primera demostraci�n de que las conexiones artificiales y directas entre las
c�lulas corticales y los m�sculos pueden compensar los caminos fisiol�gicos
interrumpidos y restaurar el movimiento voluntario de las extremidades
paralizadas", subrayan los autores.
De aplicarse en humanos, podr�a restaurar acciones tan cotidianas como coger una
taza o presionar una tecla. "El mayor desarrollo de este tipo de estrategias
directas podr�a devolver los movimientos voluntarios a las personas con par�lisis",
concluye el documento.
Eso s�, antes de poder emplear esta t�cnica en personas, se deber� allanar el
terreno para, entre otros objetivos, lograr electrodos que no provoquen rechazo o
conseguir una tecnolog�a 'wireless' que evite tener que introducir cables en el
organismo humano.