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Patología social

Cualquier rasgo del comportamiento que no responda a los


parámetros de normalidad dentro de un marco social es
considerado una patología. Existe una serie de factores que acarrean
inestabilidad mental y emocional, entre los que encontramos la excesiva
actividad laboral y la fatiga, la tensión nerviosa, el ruido propio de las
ciudades, el rompimiento del modelo de familia tradicional y el consumo
desmedido y no supervisado de fármacos.
La tendencia creciente de las sociedades a la generalización es un proceso
nefasto que agrupa a la porción de la población que reúne el mayor
porcentaje de coincidencias en sus gustos, creencias
y características físicas e ignora al resto y lo etiqueta como minoría. En
este último conjunto de seres humanos, encontramos una gran variedad, y
poco tienen en común entre ellas, más allá de su especie. Desde personas
con problemas auditivos hasta delincuentes, pasando
por homosexuales y pobres, son todos apartados para que no distraigan a
los demás de las campañas publicitarias.
La delincuencia como patología social
Si entendemos el conjunto de normas y leyes de una sociedad como
lo normal y aceptable, entonces una persona que vaya en su contra
presenta una patología social. Como la delincuencia no sólo representa un
acto que no se rige por las reglas preestablecidas sino que también atenta
contra la libertad de los ciudadanos, este tipo de comportamiento acarrea
sanciones para asegurar la seguridad del pueblo.
A su vez, para combatir esta patología, el Estado promete ayudar a quienes
comenten delitos a entender el valor y la importancia de respetar las
leyes. En una situación ideal, estas personas logran reinsertarse en
la sociedad, habiendo adoptado una visión nueva de la vida en comunidad,
que incluye el respeto por la libertad.

Estudio indica que ahora la gente vive más pero se enferma más
Casi en todas partes del mundo, la gente vive más y menos niños mueren. Sin
embargo, cada vez más personas sufren de enfermedades y discapacidades propias
de la vida moderna, de acuerdo con el estudio global más extenso que se ha hecho
sobre esperanza de vida y las mayores amenazas a la salud.

La desnutrición era la mayor amenaza a la salud infantil en un estudio similar de


1990. Ahora, exceptuando a África, hay más posibilidades de comer de más que
de morir de hambre.

Dado que más niños sobreviven, las enfermedades crónicas y discapacidades que
afectan a los adultos están teniendo un mayor impacto, según la investigación. La
hipertensión arterial se ha vuelto el principal riesgo de salud en todo el mundo,
seguido por el tabaquismo y el alcohol.

"Lo que más contribuye a los problemas de salud en el mundo no son las muertes
prematuras, sino las enfermedades crónicas, heridas, padecimientos mentales y
todas las enfermedades óseas y articulares", indicó Christopher Murray, uno de los
autores del estudio y director del Instituto de Medición y Evaluación Sanitaria de la
Universidad de Washington.

En los países desarrollados, este tipo de afecciones ahora representan más de la


mitad de los problemas de salud, alimentados por el envejecimiento de la
población. Conforme aumenta la esperanza de vida casi en todas partes, también
lo hace el número de años que la gente vive con afecciones como pérdida visual o
auditiva y padecimientos mentales como la depresión.

La investigación se publicó en la gaceta científica Lancet. Más de 480


investigadores de 50 países recabaron datos hasta el año 2010 de sondeos,
censos y estudios anteriores. Utilizaron modelos estadísticos para llenar los
huecos para los países con poca información. El estudio fue pagado
principalmente por la Fundación Bill & Melinda Gates.
Organización Mundial de la Salud: la gente vive más hoy,
pero no necesariamente mejor
La extendida idea de que los setenta años de hoy son como los sesenta de una o dos
generación atrás carece de bases, pues aunque las personas viven efectivamente más, esto
no implica que su salud es mejor, declaró hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Contrariamente a lo que se supone, hay muy poca evidencia de que los años adicionales se
viven en un estado de salud mejor que el que presentaban generaciones anteriores a la
misma edad”, afirmó el jefe del Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la OMS,
John Beard.

La entidad, que es la autoridad mundial en materia sanitaria, presentó hoy un amplio estudio
sobre el envejecimiento, coincidiendo con la Día Internacional de las Personas Mayores.

El análisis considera “equivocada” la concepción de que las personas mayores gozan


actualmente de una mejor salud que sus padres y abuelos a la misma edad.

Aunque es un hecho que la gente vive más, particularmente en los países de ingresos altos,
“la calidad de vida en esos años suplementarios no está claramente determinada”, explica la
OMS.

“Los resultados de la investigación son muy contradictorios, tanto dentro de un país como
entre países, y las tendencias dentro de subgrupos de la sociedad también pueden variar de
manera importante”, recalca el informe.

Beard consideró que hay factores claros que explican por qué el aumento de años de vida no
puede equipararse a mejora de las condiciones en la última etapa de la vida.

“Los malos hábitos para la salud, como fumar, una nutrición pobre, el consumo excesivo de
alcohol o la inactividad física se extienden a lo largo de la vida y continúan hasta edades
avanzadas”, explicó el experto en una rueda de prensa.

Como consecuencia, las personas mayores sufren cada vez más de enfermedades crónicas y
en muchos casos más de una a la vez.

Un ejemplo ilustrativo es el que se presenta de Alemania, donde una cuarta parte de las
personas entre 70 y 85 años sufren a causa de cinco o más enfermedades simultáneamente.

El experto añadió que las personas mayores tienen necesidades específicas, pero que ni
siquiera los países ricos cuentan con sistemas de atención sanitaria a largo plazo que sean
sostenibles desde el punto de vista financiero.

Se considera atención de largo plazo aquella que debe empezar antes de que la persona
mayor pierda alguna de sus capacidades y no cuando el proceso de degradación de la salud
está activado.

El entorno es otro factor crucial en la manera de cómo se envejece y, a este respecto, la OMS
ha detectado que al menos el 10 por ciento de las personas mayores son víctimas de algún
tipo de abuso.
La esperanza media de vida actual es de 71 años, pero el envejecimiento ha dejado
definitivamente de ser un problema de países ricos y son los países de ingresos medios
donde este fenómeno ocurre ahora de manera más acelerada.

En Francia, el aumento de la población de mayores de 60 años del 10 al 20 por ciento de la


población total fue un proceso que tomó 150 años.

Países emergentes, como Brasil o la India, dispondrán en adelante de apenas 20 años para
adaptarse a un cambio demográfico similar.

Esta tendencia se acentuará más y más, y si ahora el 12 por ciento de la población mundial
tiene más de 60 años, este grupo de edad representará a mediados de este siglo el 22 por
ciento.

“Lo que intentamos con este informe es enmarcar la discusión sobre el envejecimiento y
demostrar que las personas mayores representan una extraordinaria oportunidad para las
sociedades”, dijo Beard, tras recalcar que el coste económico que se les atribuye es mucho
menor al valor de sus contribuciones.

Un estudio en el Reino Unido demuestra que después de considerar el costo de las


pensiones, de las ayudas sociales y de los servicios de salud, los gastos de consumo y en
otras actividades económicamente productivas, las personas mayores realizan una
contribución neta de unos 50.000 millones de dólares a la sociedad.

En otras realidades, como la de Kenia, la edad promedio de los pequeños productores


agrícolas es superior a los 60 años, lo que muestra la importancia de este grupo de edad para
la seguridad alimentaria de ese país.

Por otra parte, los investigadores de la OMS han determinado que si bien algunas personas
mayores pueden, en efecto, vivir más y de manera más saludable, esto en general está
relacionado con el segmento social del que provienen.

“Las personas de medios más desfavorecidos, aquellas en los países pobres, aquellos que
cuentan con pocas oportunidades y recursos a una edad avanzada, son los que
probablemente tendrán la peor salud y se encontrarán en una situación de precariedad”,
concluyó Beard. (EFE)
Deficiencia mental
se refiere a un déficit en la capacidad intelectual que se advierte desde la
infancia y que genera dificultades en el comportamiento que se considera
como normal.
En la actualidad, sin embargo, los especialistas prefieren utilizar el término
de discapacidad intelectual y centrarse en cómo las personas que sufren
de este trastorno cognitivo pueden mejorar su calidad de vida, integrarse a la
sociedad y adquirir una mayor autonomía en su accionar.

Algunas definiciones relacionadas


La Organización Mundial de la Salud ha desarrollado las definiciones
de algunos conceptos que suelen confundirse entre sí pero que significan
cosas claramente diferentes, estos son:
Discapacidad: cualquier restricción o funcionamiento anormal en los
aspectos fisiológicos, anatómicos o psicológicos del organismo (pérdida de
memoria, algún sentido o miembro)
Minusvalía: situación en la que un individuo se encuentra en
desventajacon respecto a otro a causa de una discapacidad que le impide
desempeñar cómodamente su rol social. (Imposibilidad de encontrar
trabajo, relaciones sociales, estado de ansiedad o depresión)
Deficiencia: Desajustes en la forma de comportarse que dejan en
evidencia un anormal funcionamiento del intelecto, inferior a lo normal que
se espera dada la edad y sexualidad de la persona.
Pese a la aceptación de estas definiciones, algunos especialistas sostienen
que por ejemplo el término minusvalía podría ser nocivo dado que hace
referencia a una validez menor, por esta razón, muchos colectivos buscan
definiciones a esta incapacidad con connotaciones positivas, como lo es
“capacidad diferente” en lugar de “discapacidad”.
Para comprender el concepto de deficiencia mental, es necesario entender
con antelación el de inteligencia, que hace referencia a esa facultad única
de la persona para resolver conflictos e interactuar con el medio. Es
importante señalar que existen tres formas de definir esta enfermedad, de
acuerdo a los siguientes criterios:
*Psicométrico: se considera que una persona es deficiente mental si
muestra un bajo rendimiento en sus capacidades intelectuales. Quienes se
enfocaron en el desarrollo de la deficiencia de acuerdo a esta perspectiva
fueron Binet y Simon.
*Sociológico: aquel individuo que presente dificultades para adaptarse a su
entorno y llevar una vida autonómica, posee una deficiencia mental. Los
autores más importantes en esta definición fueron Doll, Kanner y Tredgold.
*Biológico: esta enfermedad es causada por una predisposición biológica,
fisiológica o anatómica que sale a la luz durante la etapa del desarrollo.
Otras líneas para definir la deficiencia mental son la impuesta por
el criterio conductista (para interpretar la deficiencia es necesario tener
en cuenta criterios ambientales, biológicos y la interacción entre ambos) y
el pedagógico (debe considerarse en estudio principalmente el proceso de
aprendizaje ordinario porque el déficit mental se manifiesta en una
dificultad para llevar correctamente el aprendizaje.
La deficiencia mental se divide en cinco niveles de acuerdo al grado de
comprensión que las personas tengan, de acuerdo a las medidas del C.I, estos
son:
*Límite o borderline: Personas con un Coeficiente Intelectual de 68-
85. Manifiestan complicaciones en el aprendizaje, pero tienen acceso a
desarrollar una vida sumamente normal.
*Deficiencia mental ligera: Individuos que poseen un C.I de 52-68 y
manifiestas problemas en los aspectos motores y perceptivos, sin embargo
pueden desarrollar buenas habilidades sociales y de comunicación,
integrándose en el campo laboral y social que se propongan.
*Moderada o media: Su C.I. es de 36-51, que les permite desarrollar
hábitos de autonomía, comunicarse oralmente aunque con dificultad para
comprender los convencionalismos sociales.
*Severa: Personas con un C.I que está entre 20-35, y que no les permite
tener una gran autonomía: lenguaje oral, motricidad y habilidades sociales
muy pobres.
*Deficiencia mental profunda: Poseen un C.I inferior a 20 y muestran
graves desgastes en la motricidad y la comunicación con su entorno. Son casi
absolutamente dependientes de los otros en todo y rara vez pueden
responder a tratamientos de rehabilitación.
Las causas de estos trastornos pueden ser un condicionamiento
genético(la raíz viene dictada en los genes antes de la concepción del
individuo), o por factores extrínsecos: perinatales (antes de nacer),
neonatales (complicaciones en el parto), postnatales (complicaciones luego
del nacimiento)Para terminar es necesario aclarar que es fundamental la
integración social de las personas que padecen algún tipo de deficiencia a fin
de prodigarles una vida más feliz a través de un desarrollo integral. Para ello
es necesario planificar herramientas educativas especiales adaptadas a
las necesidades de estas personas.

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