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21 DE NOVIEMBRE DE 2013

MICHAEL E. PORTER

CHRISTIAN H. M. KETELS

Integración europea: cumplimiento del desafío de


la competitividad
A fin de resurgir de la devastación del continente europeo durante la Segunda Guerra Mundial, la
integración europea se produjo seis décadas después en el 2007. El proceso de integración tenía como
finalidad imponer a Europa como una de las regiones más prósperas del mundo y superar las
tensiones que se habían generado las guerras del pasado. La Unión Europea (UE) había atraído
reiteradas olas de miembros nuevos, más recientemente países de Europa Oriental y Central,
liberados del Comunismo. Los legisladores se dedicaron al estudio de instituciones supranacionales
alrededor del mundo.

Europa Occidental había alcanzando una prosperidad significativa, similar a los Estados Unidos
en la década del 70. Desde ese momento, el progreso se había estancado a pesar de diversas
iniciativas de políticas. En el año 2000, la UE lanzó la Agenda de Lisboa para hacer de Europa la
economía más competitiva del mundo. Después de una aleccionadora revisión a mediano plazo, en el
año 2005 se anunció el nuevo lanzamiento de la Agenda. Se observó una mejora del rendimiento
económico, pero no estaba claro si se trataba del resultado de una nueva estrategia o de un
crecimiento acelerado de la economía global. A medida que la crisis financiera en los Estados Unidos
comenzaba a afectar a Europa, se puso a prueba el progreso de la Unión Europea para convertirse en
un líder global de competitividad.

Descripción general de Europa


El continente europeo se extendía en las cuatro zonas horarias desde el Océano Atlántico hasta los
Montes Urales y desde el cabo Norte de Escandinavia hasta el Mar Mediterráneo. La población de
Europa era en su mayoría caucásica, pero tenía importantes minorías de colonias anteriores y
trabajadores inmigrantes del Norte de África y de Oriente Medio. El cristianismo era la religión
dominante, con los católicos asentados al sur y los protestantes al norte, sobre un límite establecido
desde el Mar del Norte hasta Bélgica y Alemania y de regreso por el norte hasta las costas del Mar
Báltico. La región comprendía diversas culturas diferentes e identidades nacionales combinadas entre
sí por sus vinculaciones y ascendencias históricas en común. En la historia reciente, la dos Guerras
Mundiales que se desarrollaron en Europa representaron una experiencia traumática compartida.

Tradicionalmente, la integración europea abarcó un área mucho más pequeña que el Continente
Europeo (Anexo 1). El núcleo de la Unión Europea (UE) había incluido solo seis países de Europa
________________________________________________________________________________________________________________

El caso de LACC número 715-S10 es la versión en español del caso de HBS número 714-405. Los casos de HBS se desarrollan únicamente para su
discusión en clase. No es el objetivo de los casos servir de avales, fuentes de datos primarios, o ejemplos de una administración buena o
deficiente.

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715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Occidental: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Incluso después de las
extensiones de la década del 70 (extensión desde el norte hasta el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca),
la década del 80 (extensiones del sur hasta España, Portugal y Grecia) y la extensión de la década del
90 (Asociación Europea de Libre Comercio [AELC] hacia Suecia, Finlandia y Austria), la UE solo
abarcaba Europa Occidental. Sin embargo, el 1° de mayo de 2004, diez países principalmente de
Europa Oriental se unieron a la UE. Le siguieron dos más, Rumania y Bulgaria, en 2007. En 2007,
Croacia lideró un grupo de países balcánicos en diferentes etapas del proceso de incorporación a la
UE. Turquía, un país ubicado fuera de los límites geográficos de Europa, había expresado
formalmente su interés en formar parte de la UE desde 1963, pero el progreso hacia esta meta se
había estancado.

Todos los países miembro de la UE eran democracias representativas, aunque las prácticas,
tradiciones y sistemas políticos variaban ampliamente. Seis de los países eran monarquías
constitucionales (Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Reino Unido y España), mientras que los
otros habían elegido presidentes como jefes de estado.1 El grupo más grande de adherentes de la UE
de Europa Central y Oriental había restablecido sus sistemas democráticos recientemente después de
décadas de un régimen comunista. Algunos países habían declarado su independencia
recientemente. Unos pocos estados europeos, tales como Alemania e Italia, se habían formado en el
Siglo XIX y sus regiones constituyentes mantenían fuertes identidades individuales, frecuentemente
reflejadas en los sistemas federales de gobierno. En otros países, tales como el Reino Unido, Francia y
Suecia, el gobierno central tenía una larga tradición y era la entidad política dominante.

Con un PBI total de aproximadamente 12,4 billones de Euros, el tamaño de la economía de la


Unión Europea en 2007 era aproximadamente 20% más grande que la economía de los Estados
Unidos. Alemania era la economía más importante con un valor cercano al 20% de producción de la
UE. El PBI per cápita (ajustado por la paridad del poder adquisitivo [PPA]) variaba de manera
significativa, en especial entre los estados miembro nuevos y antiguos, pero además entre el sur y el
norte. La población de los 27 miembros de la Unión Europea era de 495 millones en total, una cifra
significativamente mayor que los Estados Unidos. Las incorporaciones de 2004 y 2007 aumentaron el
PBI en 7% y la población en 20% (Anexo 2).

Historia de la integración europea


Europa había dominado la economía mundial durante siglos antes de ser superada por los
Estados Unidos con la llegada del Siglo XX y, más recientemente, fue desafiada por el ascenso de las
economías emergentes. El comercio en Europa siempre había sido muy importante y el surgimiento
de instituciones tales como Hanse, un grupo de ciudades que se extendía desde el Reino Unido,
pasando por Europa y hasta Rusia, permitió el comercio y las inversiones más allá de las fronteras.
Los países europeos, en particular España, Portugal, los Países Bajos, el Reino Unido y Francia,
habían desarrollado redes globales de colonias que representaban una gran parte del comercio
mundial. En el Siglo XVIII, Europa Occidental se había comenzado a industrializar rápidamente,
comenzando por Inglaterra. Las regiones europeas desde la Región Central de Inglaterra hasta el País
Vasco y Cataluña, el norte de Francia, la Región del Ruhr de Alemania y la ex Checoslovaquia, eran
regiones que tradicionalmente se dedicaban a la producción.

La Primera Guerra Mundial y la crisis económica posterior habían alterado las relaciones
comerciales europeas. Las dificultades sociales de este período generaron conmoción en muchas
regiones y contribuyeron al ascenso de regímenes totalitarios en varias partes de Europa. La Segunda
Guerra Mundial dejó a Europa con una fuerza de trabajo diezmada, una infraestructura económica

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ampliamente destruida y enormes desafíos sociales. Grandes compañías industriales y financieras se


asentaron en Francia e Italia. En Alemania, aún el partido de centro-derecha analizó un programa
altamente crítico para el sistema capitalista. En el Reino Unido, se eligió un gobierno laborista sobre
una plataforma de mayores beneficios sociales y un rol de gobierno extendido en la economía.

La base de la integración europea se asentó en el período posterior inmediato de la Segunda


Guerra Mundial. Sir Winston Churchill marcó las pautas el 19 de septiembre de 1946 en un discurso
en Zurich donde habló sobre los “Estados Unidos de Europa”. En el centro de la visión de Churchill
respecto de Europa se encontraba la conciliación entre Francia y Alemania, países que habían estado
tres veces en guerra entre 1870 y 1945.

El pensamiento de Churchill ejerció influencia sobre diversas iniciativas, tales como la creación de
la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) (1947) y el Consejo de Europa
(1948). La conferencia de fundación de la OEEC en junio de 1947 abordó otra iniciativa crítica: George
Marshall, Secretario de Estado de los Estados Unidos, ofreció US$20 mil millones para la
reconstrucción de las economías europeas devastadas con la condición de que Europa acuerde un
plan sobre cómo utilizar esta ayuda. El Plan Marshall Plan fue aceptado de inmediato por las
economías de Europa Occidental y los países bajo control de Rusia en Europa Oriental y Central se
abstuvieron, un signo claro de la línea divisoria establecida en el continente europeo que persistiría
durante más de 40 años.

Los países europeos individuales alcanzaron la integración europea desde diferentes perspectivas.
Para Alemania, la integración era de vital importancia para ser aceptada nuevamente entre las
naciones europeas. Para Francia, la oportunidad de utilizar a Europa para mantener su importancia a
nivel global era una consideración importante. A los países del Benelux y Francia les interesaba tener
el control de Alemania y, al mismo tiempo, permitir que sus economías se desarrollaran lo suficiente
para impulsar la economía europea. Italia vio la oportunidad de relacionarse con las economías más
desarrolladas de Europa Occidental. El Reino Unido esperaba acceder a un régimen económico
liberal que impulsara el crecimiento y limitara la carga financiera de su presencia militar en Alemania
sin limitar la soberanía nacional en las nuevas instituciones europeas. 2 En Europa, se abrió un debate
fundamental sobre si se debía producir una integración entre varias naciones soberanas o si se debía
crear una nueva estructura subordinada a la soberanía nacional.

En mayo de 1950, cinco años después del final de la guerra, el Ministro Extranjero francés Robert
Schuman3 propuso un mercado europeo del carbón y el acero: “Mediante la consolidación de la
producción básica y la institución de una nueva Autoridad Superior, cuyas decisiones obligarán a
Francia, Alemania y los otros países que se adhieran, esta propuesta representa el primer paso
concreto hacia una federación europea, de vital importancia para preservar la paz”.4 Schuman
argumentó que la nueva institución debería emplear una combinación de competencia abierta,
producción indicativa y planes de inversión para permitir el rápido crecimiento de los sectores que
eran vistos como cruciales para el desarrollo de las economías europeas. El Plan Schuman fue
rápidamente aceptado por los gobiernos de Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los
Países Bajos y el 16 de abril de 1951 se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA),
que eliminó las barreras del comercio en dichas áreas a principios de 1953. Jean Monnet, presidente
francés de la nueva Autoridad Superior, declaró en 1952 su expectativa que indicaba que “la fusión
(de funciones económicas) obligaría a los países a fusionar su soberanía en un único Estado
Europeo”.5 El Reino Unido, que fue invitado a unirse solo después de hacer pública la propuesta,
decidió mantenerse al margen. 6

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En 1954, los esfuerzos de integración europeos se enfrentaron al primer obstáculo cuando la


Asamblea Nacional de Francia no apoyó la creación de una Comunidad de Defensa Europea. La
cooperación de defensa se convirtió en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en
1955 cuando Alemania se unió a la organización fundada hace siete años por Bélgica, Canadá,
Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Reino Unido y
Estados Unidos. La crisis de Suez de 1956, cuando Francia y el Reino Unido se vieron obligados a
suspender su intervención presionados por los Estados Unidos, fue interpretada por Francia como un
signo claro que la integración europea era necesaria para crear una base de poder independiente de
los Estados Unidos.

La Emergencia de la Comunidad Europea


En 1957, los seis países miembro de la CECA firmaron los Tratados de Roma para crear la
Comunidad Económica Europea (CEE) y EURATOM (consulte el Anexo 3 para ver una línea de
tiempo de la integración europea) y “sentaron las bases de una unión más cercana entre los pueblos
de Europa”.7 Las dos nuevas instituciones estaban lideradas por un Consejo de Ministros como
órgano legislativo, respaldadas por una Comisión como secretaría y órgano ejecutivo. En las áreas de
las políticas alcanzadas por los Tratados de Roma, el Consejo tomó decisiones con mayorías
calificadas que eran legalmente vinculantes para todos los países miembro. Se creó una Asamblea
Parlamentaria Europea, renombrada Parlamento Europeo cinco años más tarde, con miembros
delegados de los parlamentos nacionales. También se creó el Tribunal de Justicia Europeo para
interpretar las leyes y los tratados europeos. Cada país miembro delegó un juez al Tribunal.
(Consulte el Apéndice para obtener una descripción más detallada de las instituciones europeas).

La CEE tuvo como finalidad pasar de ser un área de libre comercio y crear un mercado común
mediante la eliminación de todos los aranceles internos, los aranceles comunes externos de productos
manufacturados y políticas comunes de agricultura. De esta manera, las industrias manufactureras
alemanas cada vez más fuertes (el “milagro económico alemán” o “Wirtschaftswunder” estaba en su
máxima expresión) un mejor acceso a los mercados europeos, proporcionaría al sector agrícola
francés condiciones de un mercado estable y permitiría a todos participar en un mayor crecimiento
que impulsaría el mercado integrado.

La eliminación de los aranceles internos sobre las mercaderías y la adopción de aranceles externos
comunes, que se implementarían para todas las mercaderías antes de 1969, se hicieron realidad antes
de lo planeado. El tratado además definió pautas de una política de competencia europea que se
aclaró mediante disposiciones específicas en 1962.8 La Comisión tenía competencia cuando una
coalición o el abuso de posiciones del mercado dominante afectaban el comercio entre fronteras; de lo
contrario, las autoridades de competencia nacional mantenían la responsabilidad. Sin embargo,
podían otorgarse excepciones cuando se consideraba que la colaboración de las empresas tenía
grandes beneficios económicos, tales como el incentivo de la innovación.

Las políticas agrícolas comunes (PAC) vigentes desde 1962 definían los “precios de intervención”
en los cuales la Comisión debía adquirir el exceso de producción, 9 establecer aranceles de
importación para asegurar una ventaja de precios para productos desde otros países miembro de la
CEE y proporcionaba subsidios para la producción de cosechas específicas. El exceso de producción
se vendía mediante subsidios a la exportación o se destruía. En los años posteriores, la producción
agrícola y la productividad aumentaron rápidamente y la CEE pasó de ser un importador neto de
productos agrícolas a uno de los exportadores más importantes.

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EURATOM ofreció una plataforma para actividades conjuntas para promover el uso económico
de la energía atómica. Se convirtió en una de las primeras áreas en donde las instituciones europeas
respaldaban la cooperación entre fronteras en actividades de investigación. La mayoría de las
organizaciones transnacionales, como la Organización Europea para la Investigación Espacial
fundada en 1962, tenían afiliaciones que iban más allá de la CEE. En esa época, la CEE no tenía
actividades de políticas de investigación propias.

Las décadas del 50 y del 60 fueron períodos de fuerte crecimiento económico en Europa
Occidental. En 1950, cuando Europa aún estaba débil por la devastación de la Segunda Guerra
Mundial, el PBI per cápita se ubicaba en el 52% del nivel de los Estados Unidos. Para fines de la
década del 60, el PBI europeo per cápita había aumentado al 70% del nivel de los Estados Unidos, con
un índice de crecimiento del PBI per cápita de 1,21% mayor al registrado por los Estados Unidos. El
comercio dentro de Europa aumentó de manera sustancial, y la falta de mano de obra en Alemania y
los países del Benelux fue satisfecho por los inmigrantes del Sur de Europa y, en el caso de Alemania,
de Alemania del Este. Los salarios se mantuvieron modestos en relación con la productividad, en
especial en países como los Países Bajos y Alemania que tenían sistemas centralizados de
negociaciones salariales.10

Debido al éxito económico, la afiliación a la CEE y la Comunidad Europea (CE) era cada vez más
atractiva. En 1960, el Reino Unido había tomado la iniciativa de crear la Asociación Europea de Libre
Comercio (AELC) con Austria, Dinamarca, Irlanda, Noruega, Suecia y Suiza. Al gobierno del Reino
Unido le preocupaba la falta de soberanía política que derivaría de la CEE y el impacto de las
políticas de la CE sobre sus relaciones con el Commonwealth. En particular, el aumento de los
aranceles a la importación de la CEE sobre bienes agrícolas era visto como una desventaja para las
fuentes tradicionales del Reino Unido respecto de dichos productos provenientes de Australia,
Canadá y Nueva Zelanda. Mientras que el Reino Unido se mantuvo escéptico sobre el proceso de
integración política, pronto cambió la evaluación de los beneficios económicos de la afiliación a la
CEE. Sin embargo, las solicitudes de integración a la CEE fueron bloqueadas por un veto de Francia
en 1961 y 1967, antes que el Reino Unido se uniera finalmente en 1973, junto con Dinamarca e Irlanda.
Los nuevos miembros fueron vistos como un aporte positivo a la envergadura económica, pero a
Francia en particular le preocupaba que los nuevos miembros pudieran traer una filosofía económica
más liberal.

En 1967, se fusionaron la CECA, la CEE y EURATOM para crear la Comunidad Europea (CE),
nombre elegido para simbolizar que las ambiciones de la integración europea iban más allá de la
economía. También se fusionaron las ramas ejecutivas de las tres instituciones y crearon la Comisión
de las Comunidades Europeas.

En la década del 70 se detuvo el crecimiento económico fuerte en Europa, al igual que en otras
regiones del mundo. Aumentó la volatilidad macroeconómica, impulsada por la decisión del
gobierno de los Estados Unidos de abandonar el Sistema Bretton Woods en 1971 y las crisis del
petróleo de 1973 y 1979. También aumentó la presión salarial a medida que los sindicatos adquirieron
más poder.

A mediados de la década del 70, los líderes europeos establecieron el Fondo Europeo de
Desarrollo Regional. El fondo dedicó una pequeña parte inicial del presupuesto de la CE a las
regiones más pobres para invertir en caminos y comunicaciones, atraer las inversiones y generar
puestos de trabajo.

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El Sistema Monetario Europeo (1979)


En 1975, el Canciller alemán Schmidt y el Presidente francés Giscard d’Estaing propusieron
reforzar la coordinación macroeconómica mediante reuniones anuales de los líderes de las economías
más importantes (el G-7). El Sistema Monetario Europeo (SME) fue creado en 1979 para mantener los
tipos de cambio entre las bandas definidas previamente; los respectivos Bancos Centrales debían
defender estas bandas mediante sus reservas de divisas extranjeras. Los miembros iniciales fueron
Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos (España ingresó
en 1989 y el Reino Unido en 1990).

A pesar del éxito alcanzado en la coordinación macroeconómica, a finales de la década del 70 y a


principios de la década del 80 se observó un período recordado como “Eurosclerosis”, una
combinación de inflación, desempleo y poco crecimiento. El lento crecimiento experimentado a nivel
global afectó mucho a Europa. La recuperación de los Estados Unidos en términos de PBI per cápita
se desaceleró e incluso se revirtió en 1982.

En 1979, el Parlamento Europeo fue por primera vez elegido directamente por los ciudadanos de
todos los países miembro de la CE. La participación en las elecciones fue menor que en las elecciones
nacionales y se redujo aún más en las elecciones posteriores. Los debates políticos a nivel nacional
frecuentemente dominaban las campañas electorales.

Los líderes políticos elegidos que dominaron la esfera política europea durante la siguiente década
fueron: en el Reino Unido (Thatcher, 1979), Francia (Mitterrand, 1981) y Alemania (Kohl, 1982/83). La
respuesta inicial de los legisladores europeos frente a la recesión fue defensiva: habían aumentado los
impuestos y los aportes a la seguridad social para sustentar el modelo de bienestar europeo. Se buscó
reducir el horario laboral e introducir esquemas atractivos de retiro anticipado, con la esperanza de
bajar las tasas de desempleo.11 Se aplicaron barreras no arancelarias y “acuerdos voluntarios de
limitación a las exportaciones” para limitar la penetración de mercados extranjeros, en especial el
japonés, en sectores de automotores y electrónica.

Debido a los problemas económicos, los líderes políticos en ocasiones colocaban sus intereses
nacionales en primer lugar en las negociaciones europeas. Los jefes de estado tuvieron
enfrentamientos que se manifestaron en las negociaciones por el presupuesto de la CE. En un hecho
famoso ocurrido en marzo de 1984, Margaret Thatcher, Primera Ministro del Reino Unido, golpeó su
cartera y exigió “¡Quiero que me devuelvan mi dinero!”, un deseo cumplido dos meses más tarde
cuando el Reino Unido recibió una devolución anual de su aporte al presupuesto de la CE. 12 El Reino
Unido había afirmado que estaba en desventaja porque recibía beneficios limitados de las políticas
agrícolas de la CE, que consumía aproximadamente la mitad del presupuesto de la CE. Durante la
década del 80, se intentó limitar el tamaño del presupuesto agrícola al introducir cuotas de
producción para productos alimenticios en particular (1984) y fijar un límite sobre la totalidad del
gasto agrícola (1988).

Durante este período, la CE se expandió hacia el sur para incluir a Grecia (1981), España y
Portugal (1986), países con democracias jóvenes que acababan de surgir de dictaduras militares. Si
bien el impacto económico de estas ampliaciones hacia el sur era modesto, coincidía con las
ambiciones políticas de los líderes europeos de integrar a toda Europa.

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El Proyecto del Mercado Común (1986)


En 1985, Jacques Delors, el poderoso Presidente francés de la Comisión Europea, propuso la
creación de un único mercado para el 1° de enero de 1993 para integrar aún más a las economías
europeas. La propuesta contó con amplio apoyo entre los países miembro de la CE con diferentes
filosofías económicas. Los países como Francia buscaron el surgimiento de grandes firmas europeas
que pudieran competir de manera más efectiva en los mercados globales. Los países como el Reino
Unido y Alemania recibieron de forma favorable la mayor apertura hacia la competencia.

El proyecto del Mercado Común se ratificó formalmente en el Acta Única Europea (AUE) de 1986,
que solicitaba la implementación del programa denominado “Cuatro libertades”: la libre circulación
de personas, servicios, mercancías y capitales. El influyente Informe Cecchini, encargado por la CE
para analizar el impacto económico del mercado común, preveía una mejora entre 2,5% y 6,5% del
PBI mediante una mejor asignación de recursos. El AUE estableció objetivos pero no definió políticas
específicas. La Comisión pronto comenzó a proponer una gran cantidad de iniciativas para eliminar
los obstáculos físicos, fiscales y técnicos para lograr la integración de los mercados.

Las barreras físicas, principalmente los procedimientos limítrofes, habían sido justificadas como
necesarias por motivos económicos, de salud y seguridad: Conforme el Artículo 115 del Tratado de la
CE (1968), los países miembro tenían el derecho de fijar cuotas de importación cuantitativas sobre los
países que no fueran miembros, aplicar normas nacionales de salud sobre los artículos ingresantes y
rechazar el paso de los delincuentes entre fronteras.13 Con el impulso del AUE, se modificó el
Artículo 115 para permitir solo a la CE en general imponer restricciones cuantitativas sobre las
importaciones. Asimismo, se simplificaron los restantes controles de fronteras en cuanto al cobro de
IVA y los controles sanitarios. La Convención Schengen, firmada en 1990 por Alemania, Bélgica,
Francia, Luxemburgo y los Países Bajos, anuló los controles de fronteras para 1995. Para el año 2002,
todos los miembros de la UE (además de Islandia y Noruega), excepto Irlanda y el Reino Unido, eran
partes de estas convenciones que también eliminaban los controles de pasaportes. Las barreras
fiscales al comercio existían principalmente en cuanto a las diferencias en las tasas de IVA. La
Comisión propuso reducir las diferencias y la brecha entre las tasas más altas y bajas para los
productos normales se redujo de 17% en 1992 a 10% para 1998.14 Los sistemas fiscales en general
continuaron siendo un área de políticas firmes bajo control nacional.

Las barreras técnicas, tales como las diferencias en normativa de productos, procedimientos de
importación y exportación, estándares profesionales, reglas de la competencia, etc. probaron ser por
lejos el área más compleja de abordar. Las compañías y los ciudadanos de los países miembro ya
tenían el derecho de exigir tratamiento igualitario conforme a la legislación local del país en el que
operaban. Los países miembro de la CE no podían discriminar en el mercado laboral, en decisiones
de adquisiciones o en ninguna otra área a los ciudadanos de otros países no pertenecientes a la CE.
Sin embargo, una licencia para operar o vender un producto en un país de la CE no otorgaba
automáticamente el derecho a hacer lo mismo en otro país; cada país debe tener una aprobación
individual conforme a las respectivas reglas a nivel nacional. La propuesta de la Comisión indicaba
que un producto se debía aceptar en todas partes de Europa si cumplía con las reglas y disposiciones
en un país miembro. El Tribunal de Justicia Europeo respaldó este punto de vista en el famoso caso
denominado Cassis de Dijon. Sin embargo, esta decisión solo afectaba el comercio de bienes e hizo
muy poco por abrir los mercados nacionales para los servicios.

También se extendió la ley de competencia. La disposición de fusiones del año 1990 aclaró las
reglas que alcanzaban a fusiones y adquisiciones que incluían a grandes compañías o a compañías de
países diferentes. Las fusiones entre fronteras habían aumentado de manera significativa a fines de la

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década del 80. Entre 1990 y 1994, se informaron a la Comisión 285 transacciones de fusiones. 15
Durante principios de la década del 90, se desarrolló una cantidad significativa de casos.

Desde fines de la década del 80, la Comisión había dictado diversas directivas orientadas hacia la
liberalización de los mercados regulados, en especial las telecomunicaciones, los servicios postales, el
transporte y la energía. Estos mercados se visualizaban históricamente como monopolios naturales
debido a las economías de escala o los fuertes efectos de las redes, o como industrias en las cuales el
interés del público era preservado por el acceso igualitario a los servicios en grupos sociales y
geográficos. Estos mercados se abrieron gradualmente en Europa, y aportaron reducciones
significativas en precios y diversos servicios nuevos. Sin embargo, las diferencias en la velocidad de
desregulación entre los países frecuentemente derivó en fricción política; en el mercado energético,
por ejemplo, las compañías de energía alemanas se quejaron de las adquisiciones efectuadas por
Electricité de France (EdF), el servicio público de propiedad del estado francés que casi constituía un
monopolio, en el mercado alemán.

La Comisión comenzó a aplicar las leyes de competencia de manera más enérgica para supervisar
la ayuda del estado a las compañías. La Comisión buscaba limitar la competencia entre las regiones
para inversión extranjera mediante el ofrecimiento de incentivos financieros atractivos a las
compañías. En general, se prohibía la ayuda estatal a las firmas, pero había excepciones cuando dicha
ayuda estatal contribuía al desarrollo económico de regiones en desventaja o facilitaba un cambio
estructural a una región. La Comisión fijó límites sobre el nivel de ayuda estatal que se puede brindar
y redujo el rol de la ayuda financiera como herramienta competitiva para atraer inversiones
extranjeras. Políticamente, frecuentemente hacía a la Comisión el chivo expiatorio para los
legisladores domésticos que debían explicar a los electores locales por qué no podían subsidiar
puestos de trabajo y compañías específicas.

En 1988, la Comisión aumentó el financiamiento de políticas regionales, ahora denominados


Fondos Estructurales. Estos fondos supuestamente ayudarían a las regiones retrasadas a generar las
condiciones para una recuperación económica. Los nuevos modelos de geografía económica temían
que la mayor integración de los mercados conduciría a una mayor concentración de la actividad
económica en Europa, generando retrasos en las regiones periféricas. Estas regiones con retrasos
recibían la mayor parte de la financiación, asignados según una fórmula central basada ampliamente
en el PBI per cápita. Las regiones tenían un gran poder para utilizar estos fondos como lo creían
adecuado, en tanto y en cuanto se mantuvieran dentro de amplias pautas de políticas acordadas entre
la Comisión Europea y los países miembro individuales durante un período de varios años.

La Comisión lanzó iniciativas en varias industrias específicas y áreas de políticas vistas como
críticas para la integración de los mercados, un proceso que ocuparía a la Comisión durante muchos
años más. Las adquisiciones del gobierno, un mercado que representaba el 12% del PBI europeo a
finales de la década de los 80, se abriría hacia ofertas de toda la CE sin preferencias de países. La
proporción de los contratos públicos que efectivamente se otorgaban a postores de otros estados
miembro aumentaron de 6% en 1987 a 10% en 1998.

El AUE además extendió el voto calificado en el Consejo Europeo para temas de salud y
seguridad laboral. El Reino Unido se mostró escéptico, pero aceptó la decisión como parte del
paquete general para implementar el mercado común. En los años siguientes, se emitieron diversas
directivas, las cuales generaron críticas que indicaban que la salud y seguridad laboral se utilizaban
como punto de ingreso para abordar un conjunto mayor de temas de políticas sociales que no se
debían regular a nivel europeo.16

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La capacitación profesional y los títulos educativos continuaron incluyendo diversas reglas a nivel
nacional. A menudo, los empleados debían aprobar un examen local para trabajar en su área de
experiencia en otro país de la Comunidad Europea. Muchas de esas reglas y normativas se
relacionaban con gobiernos regionales y locales, además de asociaciones industriales, cámaras de
comercio y otros organismos públicos-privados. La Comisión lanzó algunas iniciativas, por ejemplo,
el programa Erasmus (1987), que otorgó financiación a estudiantes que estudiaran hasta un año en
otro país miembro de la Unión Europea. Sin embargo, no se observó mucho progreso en la
unificación de reglamentos y reglas a nivel nacional hasta fines de la década del 90.

Se lanzaron los primeros programas importantes de investigación y desarrollo en la primera


mitad de la década del 80, centrados en la provisión de subsidios para colaboración de investigación
de compañías e instituciones de investigación de diferentes países europeos. 17 El programa ESPRIT se
desarrolló entre 1984 y 1994 y se centraba en microelectrónica, una reacción a la brecha percibida que
se había abierto entre Europa y sus competidores en los Estados Unidos y Japón en esta área.
EUREKA fue la respuesta a la iniciativa de defensa estratégica del Presidente Reagan de los Estados
Unidos; se basaba en una colaboración entre empresas respaldada por grupos de gobiernos
nacionales sin intervención de la Comisión Europea. El Acta Única Europea proporcionó una
plataforma legal para que la Comisión desarrollara programas de investigación y desarrollo europeos
más amplios, organizados en programas marco de cuatro años. Los primeros programas marco se
centraban en la investigación básica (‘pre-competitiva’).

La mayor participación de las políticas europeas condujo a un aumento de casos presentados ante
el Tribunal de Justicia Europeo. En 1988, se creó un tribunal inferior, el Tribunal de Primera Instancia,
para aumentar la capacidad.

En la segunda mitad de la década del 80, aumentó el comercio europeo y la cantidad de fusiones
entre fronteras alcanzó niveles récord. Europa comenzó a equipararse respecto a Estados Unidos
nuevamente en cuanto a términos de prosperidad y productividad. Sin embargo, la migración laboral
dentro de Europa continuó siendo baja.

El tratado de Maastricht y la Unión Europea (1992)


Los cambios políticos drásticos observados a principios de la década del 90, la caída del Muro de
Berlín en 1989, la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990, la independencia de los países de
Europa Central y del Este del control soviético, y el colapso de la Unión Soviética en 1991,
transformaron a Europa. En diversas reuniones celebradas entre 1989 y 1991, los líderes europeos
analizaron las medidas tendientes a una mayor integración económica y política. El Presidente
francés Mitterrand y la Primera Ministro Thatcher del Reino Unido eran escépticos respecto del
compromiso de Alemania con la integración europea. El Canciller alemán Helmut Kohl estaba
decidido a reforzar aún más los lazos entre los estados miembro de la CE y facilitar a los vecinos
europeos de Alemania aceptar la reunificación alemana.

Las repercusiones macroeconómicas de la reunificación europea y el colapso de la Unión Soviética


generaron un gran golpe externo para las economías europeas que desafiaron el sistema de tipo de
cambio existente, EMS (Sistema Monetario Europeo). Las transferencias fiscales masivas hacia
Alemania Oriental aumentaron la demanda de productos y servicios europeos, especialmente los
alemanes. El Banco Central Alemán (Bundesbank) aumentó las tasas de interés para limitar la presión
inflacionaria. Debido a que otras monedas dependían del Deutschmark mediante el EMS, el
movimiento alemán generó presión sobre otros países para aumentar las tasas de interés, lo cual
amenazó con generar recesión en otros países. Debido a una dramática crisis en septiembre de 1992,

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715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

la libra esterlina fue sacada del EMS al cual se había unido en 1990. Las elevadas tasas de interés y las
monedas fuertes derivadas redujeron la demanda doméstica y extranjera de bienes y servicios
europeos; asimismo, se deterioraron las condiciones del mercado laboral en varios países europeos.

El 2 de febrero de 1992, se firmó en Maastricht (Países Bajos) el Tratado de la Unión Europea. El


Canciller Kohl comentó en abril de 1992 que “el Tratado de la unión Europea introduce una etapa
nueva y decisiva en el proceso de la Unión Europea, que dentro de unos años conducirá a la creación
de lo que soñaban los padres fundadores después de la última guerra: los Estados Unidos de
Europa”.18

En el tratado se definieron políticas exteriores y de seguridad, ámbitos de la justicia y del interior


y políticas económicas y sociales como los tres pilares de las políticas de la UE. Introdujo la
ciudadanía de la UE y confirmó el acquis communautaire de la EU, la recopilación de reglamentos y
reglas de la UE previamente establecidas. Los objetivos del tratado no fueron radicalmente diferentes
a los objetivos establecidos en los tratados anteriores. Los nuevos tratados europeos reemplazaron a
los anteriores, pero los actualizaron con nuevas descripciones de las áreas de responsabilidad
europeas y las estructuras de gobierno para su tratamiento.

El Tratado de la UE fijó una Unión Monetaria Europea (UME), con una moneda común
denominada el Euro. La UME propuso una moneda única en lugar del sistema de monedas
nacionales con mecanismos para limitar los movimientos de tipo de cambio entre ellos. La política
monetaria sería establecida por el Banco Central Europeo, una institución políticamente
independiente con representación de los Bancos Centrales de cada uno de los países que adoptaron el
Euro. El Artículo 105 del Tratado de la UE estableció lo siguiente: “El principal objetivo del Banco
Central Europeo (BCE) será mantener la estabilidad de precios”. Para garantizar esta estabilidad, los
posibles países miembro debían reunir algunos requisitos: un índice de inflación por debajo del 2%,
un déficit del gobierno por debajo del 3% del PBI, deuda pública por debajo del 60% del PBI y un
historial de tipo de cambio estable en el EMS.

En 1996, estas reglas fueron reforzadas por presión de Alemania mediante el Pacto de Estabilidad
y Crecimiento Europeo, un sistema de controles que supervisaba la deuda y el déficit del sector
público y habilitaba a la Unión Europea a imponer elevadas sanciones a los países que no cumplieran
con sus objetivos de deuda y déficit en reiteradas oportunidades. Durante la segunda mitad de la
década del 90, la mayoría de los países de la UE progresaron en la reducción del déficit público 19 y la
inflación. En mayo de 1998, 11 miembros de la UE (Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia,
Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, 20 Países Bajos y Portugal) fueron seleccionados para ingresar a
la UME (Grecia ingresó en 2001). No todos estos países cumplían con los criterios estrictos de
afiliación a la UME (Italia y Bélgica, por ejemplo, tenían una deuda pública superior al 100% del PBI),
pero se les permitió formar parte en función del progreso de estas naciones para cumplir con los
requisitos. El tipo de cambio que definía el valor de la moneda común se fijó el 1° de enero de 1999 y
los billetes y las monedas de Euro comenzaron a circular el 1° de enero de 2002.

El Tratado de la UE ordenó a la Unión “garantizar la existencia de condiciones para la


competitividad de la industria [europea]”.21 En los años siguientes, la Comisión comenzó a redactar
documentos de políticas en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas (PYMES), sociedad de
información, innovación y otras medidas para mejorar el ambiente comercial en general, incluyendo
la identificación de los denominados proyectos de redes europeas para acortar la brecha en la
infraestructura entre fronteras. La financiación disponible a nivel de la Unión Europea para estas
medidas era limitada y la Comisión se centró principalmente en la persuasión y el diálogo de
políticas con los países miembro.22

10
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

El Tratado de la UE además aumentó la participación de las políticas regionales europeas. En el


Consejo de Edimburgo de diciembre de 1992, la Unión Europea triplicó la cantidad de dinero
asignada a los fondos estructurales y los fondos de cohesión, instrumentos claves para respaldar la
“cohesión”, para permitir el progreso de las regiones más pobres y alcanzar el promedio de Europa.
Los fondos proporcionaron financiación conjunta para inversiones de infraestructura, desarrollo de
PYMES, incentivos de inversiones y otras actividades de desarrollo económico a nivel local. Se
convirtieron en el segundo elemento más importante de la UE, que representaba aproximadamente
un tercio del gasto total. Los fondos estructurales proporcionaban hasta el 50% de desarrollo de
financiación conjunta para proyectos elegibles en regiones cuyo PBI per cápita de la UE superaba al
25% en promedio (denominadas regiones de objetivo 1) o que enfrentaban dificultades económicas
derivadas del cambio estructural (regiones de objetivo 2). El Fondo de Cohesión, de menor tamaño,
permitió la financiación de hasta el 85% de gastos elegibles en países de menos del 90% de producto
nacional bruto per cápita promedio de la UE. España, Grecia, Portugal e Irlanda fueron elegibles para
acceder a los Fondos de Cohesión en el inicio, pero Irlanda fue retirada de la lista antes de 2004
después de alcanzar un nivel de prosperidad por encima del promedio de la Unión Europea.

La función cada vez más importante de la UE en diversas áreas de políticas se equiparaba con las
actividades tendientes a reforzar las estructuras políticas de la Unión para crear una responsabilidad
y legitimidad más política a los ojos del público europeo. Una serie de tratados posteriormente
aclararon las estructuras institucionales (Tratado de Ámsterdam, 1997) y reglas de voto (Tratado de
Niza, 2001). La capacidad de los países miembro de vetar las decisiones de la UE se limitaba a menos
áreas de políticas y se reforzó la autoridad del Parlamento Europeo. También se reforzaron los
derechos de los ciudadanos de la UE de apelar decisiones adoptadas por sus propios gobiernos y el
derecho de la UE de apelar ante el Tribunal Europeo. Estos cambios en última instancia redujeron la
soberanía nacional de los países miembro de la UE relacionados con los poderes de decisión de las
instituciones de la UE. Sin embargo, aumentó la cantidad de casos en los cuales los países
individuales no estaban dispuestos a acceder.

En el área de política social, los países miembro de la UE querían que el Tratado de Maastricht
extendiera el voto mayoritario a las áreas más amplias de relaciones laborales, incluso las condiciones
de trabajo y la igualdad de género (pero sin incluir los salarios o la acción industrial). Sin embargo, el
Reino Unido se rehusó a prestar su consentimiento y estas reglas formaron parte de un acuerdo
separado, la Carta Social, firmada por los demás países miembro de la UE. 23 En los años
subsiguientes, la Carta Social constituyó la base de diversas directivas políticamente controversiales,
como el establecimiento de estándares de trabajo a tiempo parcial en toda Europa.24 En 1997, un
nuevo gobierno del Reino Unido firmó la Carta Social y finalizó su exclusión.

A mediados de la década del 90, se introdujeron cambios a las PAC (políticas agrícolas comunes),
que se incorporaron con grandes críticas en el debate de la Ronda Uruguay sobre la liberalización de
mercados. Se redujeron los precios de intervención y se impusieron mayores limitaciones al total de
la producción, que redujo la cantidad de exportaciones a precios subsidiados. Los aportes agrícolas se
convirtieron en un respaldo a los pagos directos; por lo tanto, como consecuencia de las PAC, los
consumidores dejaron de pagar precios más elevados, que se trasladaron a los contribuyentes. En
consecuencia, el presupuesto de las PAC aumentó 24% entre 1992 y 1996.

Debido a las condiciones económicas adversas y el aumento del desempleo a mediados de la


década del 90, aumentó la presión política para abordar asuntos del mercado laboral a nivel europeo.
Los mercados laborales fueron un área que se habían mantenido en gran medida bajo el control de los
gobiernos nacionales. Las estructuras de negociaciones salariales, la disponibilidad de beneficios por
desempleo y la extensión de las actividades tendientes a relacionar empleos con postulantes variaban

11
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

ampliamente entre los países. El Tratado de Ámsterdam de 1997 confirmó la soberanía nacional sobre
las políticas del mercado laboral; sin embargo, en el artículo 126a declaró además que el empleo era
un asunto de interés común. La Cumbre de Luxemburgo sobre el empleo de 1997 identificó cuatro
áreas de acción de las políticas laborales para mayor cooperación entre los estados miembro de la
Unión Europea: capacidad de empleo, emprendimientos, adaptación y acceso igualitario. Diversos
estados miembro posteriormente aumentaron la porción de sus gastos del mercado laboral para las
denominadas políticas de mercados laborales activos tales como capacitación y subsidios laborales
temporarios para la contratación de desempleados a largo plazo. 25 Las aptitudes fueron identificadas
como otra área crítica para abordar los desafíos del mercado laboral europeo, donde renovaron las
actividades para integrar las reglas europeas y las disposiciones de educación y capacitación. En 1999,
mediante la Declaración de Bolonia, se lanzó una actividad conjunta de educación superior que
conduciría a los estándares comunes de programas educativos y títulos obtenidos. 26 Tres años más
tarde, se lanzó una actividad similar en el área de capacitación vocacional y aprendizaje durante toda
la vida. Sin embargo, las disposiciones relacionadas con la contratación y el despido y el nivel de
beneficios de desempleo continuaron siendo áreas con fuertes diferencias nacionales. 27

El 1° de enero de 1995, Austria, Finlandia y Suecia se adhirieron a la Unión Europea.28 Eran tres
países pequeños, prósperos y no habían estado alineados con el conflicto este-oeste. Se adhirieron a la
Unión Europea después del colapso de la Unión Soviética y, al mismo tiempo, se mantuvieron fuera
de la NATO. Económicamente, habían formado parte del área de Libre Comercio con la Unión
Europea durante muchos años por intermedio de su afiliación a la EFTA. Los miembros de la EFTA
tales como Islandia, Noruega y Suiza se mantuvieron fuera de la Unión Europea, pero
implementaron varias decisiones de la política de la UE y participaron en varios de sus programas.

A principios de 1995, Jacques Santer, ex primer ministro de Luxemburgo, sucedió a Jacques Delors
como Presidente de la Comisión Europea. Santer era un candidato comprometido entre aquellos que
querían que Delor promoviera instituciones europeas más sólidas para continuar y otros que querían
que la Unión Europea se convirtiera en una entidad más grande pero menos integrada. La Comisión
de Santer se resintió por la falta de un apoyo claro de los países miembro y finalmente fue obligado a
renunciar en 1999 en medio de acusaciones de corrupción.

A medida que se implementaron las reformas lentamente con el transcurso del tiempo, el
comercio de bienes y servicios entre países de la Unión europea creció 3,9% por año entre 1992 y
2002, y alcanzó un valor de USD1.889 billones o 21,9% del PBI de la Unión Europea de 2002. Las
exportaciones hacia los países fuera de la Unión Europea representaron el 14,5% del PBI de la Unión
Europea. El volumen de fusiones europeas aumentó rápidamente; mientras que se informaron 12
fusiones a la Comisión en 1991, el número alcanzó un pico de 345 en el año 2000. La década del 90 fue
testigo de mejoras significativas en balances del sector público y tasas de inflación. La movilidad
laboral permaneció limitada, en particular entre fronteras, pero incluso dentro de las naciones
miembro. Los países de la Unión Europea continuaron experimentando una migración mucho menos
interna que, por ejemplo, los Estados Unidos. Se observó una tendencia de mayor especialización en
los países y las regiones y, por consiguiente, mayor heterogeneidad con el transcurso del tiempo. En
términos de tasas de crecimiento regional, se observaron signos de convergencia. Los países más
pobres tales como España e Irlanda progresaron para alcanzar o incluso sobrepasar el nivel promedio
de prosperidad en la Unión Europea. Sin embargo, las diferencias de prosperidad aumentaron en
varios países.

Si bien el crecimiento de prosperidad era elevado en el período comprendido entre 1995 y 2000, se
mantuvo por debajo del nivel en los Estados Unidos. En el pasado, las tasas de crecimiento más
elevadas en los Estados Unidos habían sido el resultado de la mayor inmigración y participación de

12
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

las mujeres en el mercado laboral, mientras que Europa dependía del crecimiento en la productividad
laboral (Anexos 4 y 5). Después de 1995, en los Estados Unidos también se experimentó un mayor
crecimiento de productividad laboral, frecuentemente vinculado con la denominada “Nueva
economía”. Diversos informes de la Unión Europea resaltaron el menor crecimiento de productividad
en sectores relacionados con la tecnología de la información como una fuente importante de la mayor
brecha de productividad.

La Agenda de Lisboa (2000)


Romano Prodi, ex Primer Ministro italiano y, además, de centro-izquierda, se convirtió en
Presidente de la Comisión Europea en 1999. Prodi intentó detener la erosión del poder de la
Comisión para formular políticas. Mientras que las instituciones europeas se estaban fortaleciendo
legalmente, los países miembro de la Unión Europea y sus líderes estaban reafirmando su influencia
y tenían menos intención de respaldar las políticas conjuntas de la UE si los electores nacionales no
los apoyaban.

En una reunión del Consejo Europeo en Lisboa en marzo de 2000, los líderes europeos fijaron una
nueva meta estratégica “para convertirse en la economía más competitiva y basada en el conocimiento de la
economía mundial”. El Consejo tuvo en cuenta las oportunidades de globalización para Europa con su
contexto estable macroeconómico, político, legal y social, además de los elevados niveles de aptitudes
laborales; sin embargo, reconocieron la aparente falta de las economías europeas de mantener el
ritmo de los Estados Unidos. El crecimiento económico europeo era insuficiente y la tasa de empleo
era inaceptablemente baja.

La denominada Agenda de Lisboa incluyó recomendaciones específicas en dos áreas amplias


(Anexo 6).29 La primera fue la transición a una economía competitiva, basada en el conocimiento, en
mejorar el uso de tecnología de la información, mediante el fomento de la investigación y el
desarrollo y el refuerzo de la coordinación de las políticas fiscales. El segundo enfoque se centraba en
modernizar el modelo social europeo al realizar inversiones adicionales en educación, fortalecer las
políticas de mercados laborales y modernizar los sistemas de protección social. La Cumbre de
Gothenburg en 2001 amplió la estrategia para incluir el desarrollo sustentable. La Agenda de Lisboa
definió un crecimiento promedio anual de 3% como meta realista a mediano plazo para Europa y
objetivos cuantitativos concretos en áreas tales como aumento de la tasa de desempleo de 61% de la
población en edad de trabajar en 2000 hasta 70% para 2010, y mediante el aumento del gasto de
investigación y desarrollo de menos de 2% a 3% del PBI en el mismo período de tiempo. Se
establecieron fechas objetivo para planes e informes de acción específica.

La Comisión analizó de qué manera se debían extender o ajustar las políticas existentes. Sin
embargo, los líderes europeos se dieron cuenta que la responsabilidad respecto de diversas áreas
importantes recaía principalmente en los países miembro de la Unión Europea. 30 Reconoció que los
cambios en un país miembro en la dirección establecida por la Agenda de Lisboa serían más efectivos
si se realizaban esfuerzos paralelos en otros países miembro. 31 Por lo tanto, la Unión Europea diseñó
un “modelo abierto de coordinación” para mejorar las políticas nacionales en función al aprendizaje
conjunto y la comparación de las mejores prácticas en Europa. Los países eran libres para definir sus
propias expectativas y prioridades de acción, informados por la experiencia de los demás y, luego,
informarían sus logros a la Comisión en las reuniones de primavera anuales del Consejo Europeo. La
Comisión no tenía poderes ejecutivos; sin embargo, los informes de comparación y la capacidad de
brindar financiación para áreas específicas podían ejercer influencia sobre los países miembro. La
Comisión publicó las “Orientaciones generales de política económica” (Broad Economic Policy
Guidelines) y “Orientaciones laborales” (Employment Guidelines) que presentaban su punto de vista

13
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

sobre las políticas adecuadas. La Comisión preparaba evaluaciones del progreso en base a los
denominados indicadores estructurados compilados por Eurostat, la oficina estadística europea.

La política de innovación constituyó un ejemplo de estos mecanismos en el trabajo. La Comisión


reforzó las políticas existentes, en particular el 6to Programa Marco, para aumentar la financiación
para actividades de investigación entre países en siete áreas temáticas (biotecnología, ITC,
nanotecnología/nuevos materiales, aeronáutica/espacio, seguridad de alimentos, desarrollo
sustentable y ciencias sociales) y para respaldar la movilidad de los investigadores. La financiación
de la UE (US$23,5 mil millones [€17,5 mil millones] gastados durante cuatro años) representaba
aproximadamente el 5% del gasto total de Investigación y Desarrollo y estaba orientada
principalmente a aumentar el nivel de cooperación entre fronteras entre investigadores europeos e
instituciones europeas en un “Área de investigación europea”. 32

La Comisión preparó un acta constitutiva para pequeñas empresas (Santa María de Feira, junio de
2000), Strategy for eEurope (Estrategia para eEuropa, Sevilla, junio de 2002) y Green Paper on
Entrepreneurship (Libro verde sobre el espíritu empresarial, Bruselas, enero de 2003) para alentar a los
países miembro de la UE a buscar políticas empresariales más activas. Además lanzó el Programa
Multianual para Empresas e Iniciativas Empresariales de 2001–2006 (MAP, por sus siglas en inglés)
que comprendía la creación de centros de información europeos para brindar a las PYMES mejor
acceso a las instituciones europeas, una cantidad de esquemas financieros por parte del Banco de
Inversión Europeo para mejorar el acceso a capital de riesgo y proyectos para mejorar el diálogo
sobre política corporativa con países miembro. 33

Un documento de la Comisión de 2002 sobre las políticas industriales proporcionó el contexto de


las iniciativas en temas tales como industria farmacéutica (“G10 Medicines initiative”, [Iniciativa del
G10 sobre medicamentos]), aeroespacial (“STAR 21”) y construcción de embarcaciones (“LeaderShip
2015”). Los grupos políticos de alto nivel y líderes de la industria analizaron estos sectores y
desarrollaron recomendaciones de acción para aumentar su competitividad. La idea era habilitar un
diálogo más productivo entre compañías y el sector público acerca de competitividad, aunque
ninguna de estas recomendaciones eran vinculantes y no contaban con financiación directa
relacionada con ellas.

La Comisión además continuó sus esfuerzos previos para integrar los mercados europeos,
mediante la publicación de una nueva estrategia de mercado interno en 2003. Había una impulso
para aumentar la integración de los mercados, donde la integración había sido mucho más lenta que
en otras partes de la economía. En 2002 se propuso un plan de acción de servicios financieros; sin
embargo, el progreso era lento ya que algunos países estaban preocupados sobre las adquisiciones
extranjeras de sus bancos domésticos. El comercio entre fronteras de los servicios, que para 2004
representaba más del doble del PBI europeo para fabricación, en general había quedado fuera de las
actividades de integración y las aperturas comerciales anteriores. Se revisaron además las
denominadas exenciones de bloqueo que habían dejado exentas a algunas industrias de las reglas
generales de la ley de competencia. En julio de 2002, la Comisión aprobó nuevas disposiciones que
eliminaban las barreras a las ventas entre fronteras y establecía acuerdos entre varias marcas.34 En
general, se observó mayor convergencia entre Europa y los Estados Unidos en la ley de competencia
y su aplicación.

Otros cambios motivados por Lisboa comprendieron inversiones adicionales para mejorar las
redes europeas para transporte, comunicación y energía. Se registraron diversos planes para mejorar
la iniciativa empresarial y reducir las cargas normativas, en especial sobre pequeñas y medianas
empresas. En 2002, la Comisión Europea además lanzó un grupo experto en agrupaciones, y

14
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

documentó los diversos enfoques diferentes hacia el desarrollo de agrupaciones en los países
miembro.35 Algunos países tales como Austria, Dinamarca, España y Finlandia tenían amplia
experiencia con iniciativas de agrupaciones, mientras que otros se habían comprometido
recientemente en dichas actividades (Reino Unido, Suecia) o no contaban con una estrategia clara de
desarrollo de agrupaciones. Si bien no se recomendó a la Comisión ninguna política específica basada
en agrupaciones, el grupo exigió un mayor nivel de coordinación en Europa sobre las políticas que
tenían un enfoque claro sobre los grupos.

En la época en que la Unión Europea estaba lanzando la Agenda de Lisboa, la economía global
entró en crisis. El NASDAQ, la bolsa de valores de los Estados Unidos donde la valuación de acciones
de tecnología se había multiplicado durante el éxito de tecnología informática de la década del 90,
alcanzó su pico máximo dos semanas antes del Consejo de Lisboa y entró en caída libre en los meses
posteriores. Las economías se contrajeron a nivel global y en toda Europa.36 El desempleo estaba
aumentando y el presupuesto público estaba bajo presión. En 2003, Alemania y Francia informaron
déficits presupuestarios por encima del 3% del nivel de PBI declarado en el Pacto de Estabilidad y
Crecimiento. En una reunión controversial celebrada en noviembre de 2003, los ministros de finanzas
de los países miembro de la Unión Europea, incluidos representantes de Francia y Alemania,
decidieron no imponer multas sobre los dos países tal como exigía el pacto. 37

En la reunión del otoño del 2003, el Consejo Europeo lanzó una Iniciativa de Crecimiento,
incluyendo un ‘programa de inicio rápido’ de inversiones públicas en la red que se pudieron lanzar
de manera anticipada, y un paquete de financiación a mayor plazo otorgado por el Banco de
Inversión Europeo (casi EUR50 mil millones cada uno para proyectos de infraestructura e innovación,
esparcidos en el lapso comprendido entre 2003 y 2010). Si bien los números generales sonaban
impresionantes, la mayoría reflejaba proyectos existentes con muy poca financiación asignada.

El influyente Informe de Sapir,38 un análisis de las políticas de la UE preparadas para la Comisión


por un grupo de economistas europeos líderes, indicaba la diferencia entre los objetivos de la Agenda
de Lisboa y el presupuesto de la UE que asignaba el 40% de todos los fondos a agricultura. A
mediados del 2003, los Ministros de Agricultura de la UE adoptaron una reforma de las políticas
agrícolas comunes (CAP, por sus siglas en inglés) para limitar la totalidad del tamaño del
presupuesto agrícola y trasladar el gasto casi completamente de los subsidios para cultivos
específicos a subsidios relacionados con las tierras de cultivo. El nuevo esquema se introduciría
gradualmente entre 2005 y 2012 para quitar a la tierra de cultivo del área de producción,

Para fines del 2003, se habían adoptado 70 directivas conforme a la Estrategia de Lisboa, 40 de las
cuales estaban listas para ser implementadas por los países miembro. En el análisis de la Estrategia de
Lisboa, la Comisión de la UE informó que, en promedio, se había implementado el 58% de las
directivas por país y todos los países de la Unión Europea habían implementado solo siete directivas.
Según un informe de la Comisión Europea, “Las medidas adoptadas a nivel europeo solo forman parte de la
fórmula para colocar la estrategia de Lisboa en el camino correcto; aún no hemos logrado cumplir con diversas
reformas e inversiones, que son responsabilidad de los Estados Miembro”.39

La complejidad derivada de organizar la acción coordinada por parte de la UE y sus países


miembro motivaron la decisión de establecer una Convención Europea encargada de redactar la
constitución europea. Tenía como finalidad proporcionar mayor claridad en la estructura de gobierno
y, al mismo tiempo, enviar una señal que indicara que Europa se estaba acercando hacia una
integración más cercana. El ex Presidente francés Giscard d’Estaing, líder de la convención, enfrentó
puntos de vista opuestos sobre lo que debería hacer la Constitución. En algunos casos, se buscaba
revertir el rol de la UE de porque sus políticas en áreas tales como producción del medio ambiente o
mercados europeos eran consideradas demasiado restrictivas (una posición popular en el Reino

15
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Unido) o demasiado indulgentes (según el punto de vista de Escandinavia). Sin embargo, otros
consideraban que la mayor unificación era de vital importancia para evitar la competencia dentro de
Europa; los países de Europa Oriental con menor carga impositiva eran vistos como particularmente
problemáticos por algunos miembros antiguos de la UE. En diciembre de 2003, la Conferencia
Intergubernamental que supuestamente se debía adaptar a la constitución europea redactada finalizó
con la concisa nota que indicaba que “no era posible llegar a un acuerdo general en esta etapa”.40 Un
tratado menos ambicioso fue rechazado mediante referéndum en 2005 en Países Bajos y Francia.
Finalmente, se adoptó una versión más liviana conocida como el Tratado de Lisboa en 2007.

Nuevo lanzamiento de Lisboa (2004/2005)


El 1° de mayo del 2004, diez países principalmente de Europa Oriental ingresaron a la UE. A fines
de ese año, el Consejo Europeo además aprobó la inclusión de Bulgaria y Rumania, que se concretó
en el 2007. La afiliación a la UE fue el paso final en un proceso de integración que se había
desarrollado gradualmente durante más de una década. A mediados de la década del 90, los
acuerdos de libre comercio proporcionaban acceso a los mercados de la UE. Los denominados
‘Acuerdos Europeos’ a fines de la década del 90 habían proporcionado a los países candidatos un
soporte técnico y financiero en preparación para la afiliación a la UE. Los países candidatos
implementaron el denominado acquis communautaire, el conjunto de reglas y disposiciones existentes
de la UE, en leyes nacionales antes de que las solicitudes de afiliación a la UE fueran finalmente
aprobadas por el Consejo Europeo y en un referéndum nacional.

Los nuevos miembros obtuvieron acceso pleno a los programas y las políticas de la UE. Sin
embargo, ya se habían fijado las asignaciones de presupuesto de la UE, que abarcaban el período 2000
a 2006. Se mantenían algunos límites temporarios, por ejemplo, la movilidad laboral, donde la
mayoría de los países miembro antiguos (excepto Irlanda, el Reino Unido y Suecia) introdujeron
restricciones para los trabajadores de países que fueran nuevos miembros de la UE. También fue
necesario esperar hasta fines de 2007 para que los nuevos países miembro formaran parte del área de
Schengen, que permitía desplazarse sin pasaporte.

En junio del 2004, José Manuel Barroso, anteriormente Primer Ministro de Portugal, se convirtió
en Presidente de la Comisión Europea. Las elecciones del Parlamento Europeo de ese año fueron las
primeras elecciones en las cuales participaban los votantes de los diez nuevos países miembro de la
UE. El Partido Popular Europeo de centro derecha, liderado por Barroso, permaneció como el bloque
más importante con casi el 36% de todos los votos, seguido por el Partido Socialista Europeo de
centro izquierda, con el 25%.

La Reunión de Primavera del Consejo Europeo del 2005 se dedicó a la Revisión de la Estrategia de
Lisboa a mediano plazo. El progreso de algunas áreas de políticas clave relacionadas con la Agenda
de Lisboa era limitado y variaba ampliamente entre los países miembro. 41 A fin de seguir las
sugerencias desarrolladas en el Informe de Kok, 42 la UE anunció el nuevo lanzamiento de la
estrategia, con crecimiento y nuevos puestos de trabajo como los objetivos clave que se buscarían
alcanzar. Como áreas de acción de prioridad específica, el Consejo Europeo identificó políticas
relacionadas con investigación e innovación, hasta la profundización del mercado interno y la
simplificación de la normativa comercial, y las reformas del mercado laboral y la educación.

El nuevo lanzamiento de la estrategia estableció un nuevo proceso de colaboración entre la


Comisión Europea y los estados miembro de la UE. La Comisión desarrolló pautas de políticas
generales (consulte el Anexo 7), y los Estados Miembro luego debían presentar los denominados
Programas Nacional de Reforma (PNR) que establecían los planes de acción para trabajar sobre estas

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Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

pautas. Si bien no había sanciones formales, la Comisión publicaba anualmente sus revisiones de los
PNR y sus recomendaciones a los países miembro.

Para la Comisión Europea, el ‘Programa de Lisboa de la Comisión’ fijaba su plan de acción en


respaldo de la estrategia. En el área de innovación, la comisión Aho, presidida por el ex Primer
Ministro de Finlandia, resaltaba la necesidad de tomar medidas enérgicas. El 7 mo Programa Marco, la
principal herramienta de la UE para respaldar la investigación e innovación, proporcionó un
aumento importante de financiación, de EUR 53,5 mil millones de Euros para el período 2007–2013.
La mayor parte de los fondos se destinaron a proyectos de investigación en colaboración en diez
áreas, asignados de manera competitiva. Otros fondos fueron asignados a investigaciones básicas y al
aumento de la movilidad de investigadores y estudiantes. Otro programa mucho más pequeño, el
Programa de Competitividad e Innovación (CIP, por sus siglas en inglés), proporcionó EUR 3,6 mil
millones para actividades de innovación e iniciativa empresarial, ICT y energía. Aproximadamente
un tercio de estos fondos se destinaron al Banco de Inversión Europeo para programas que mejoran
el acceso a financiación para PYMES. El resto fue asignado a una red de entidades de soporte
comercial, además de proyectos centrados en el aprendizaje de políticas y el desarrollo de soluciones
piloto. Además brindaban soporte para diversas actividades relacionadas con agrupaciones, un
concepto mencionado por primera vez por el Consejo Europeo en las conclusiones de marzo de 2006.

El Marco Financiero Multianual de 2007–2013 definió los topes de gasto de la UE para mayores
categorías de gasto. El gasto total de la UE en este período se planeaba en un presupuesto
aproximado de EUR 975 mil millones, por debajo del 1,23% del Ingreso Nacional Bruto de la UE que
el Consejo Europeo había fijado como gasto máximo de la UE. 43 En el caso de políticas regionales, el
segundo elemento más importante del presupuesto al 35%, las reformas de 2006 incorporaron un
enfoque más enérgico sobre las regiones con retrasos, además del requisito de gasto de al menos el
60% de todos los fondos estructurales y de cohesión para los proyectos alineados con la Agenda de
Lisboa. La totalidad de los fondos disponibles por cada país miembro de la UE se establecía mediante
fórmulas basadas en condiciones económicas regionales. Los países miembro posteriormente
redactaron los ‘marcos de referencia estratégica’ (SRF, por sus siglas en inglés) que sentaron las bases
para utilizar este dinero. La Comisión Europea debía aprobar estos SRF, pero los programas reales
eran controlados por los países miembro.

Un elemento clave de los planes de la Comisión para profundizar el mercado europeo fue la
directiva de servicios. Los servicios representaban más del 50% del PBI, pero más de la mitad de la
totalidad de los mercados de servicios eran considerados ‘no abiertos’ a la competencia entre
fronteras. Una borrador de directiva de 2004 tenía como objetivo establecer el mismo principio de
‘país de origen’ para los servicios que habían solicitado mercaderías desde la década del 80. Sin
embargo, la oposición política contra los trabajadores de Europa Oriental que ofrecían sus servicios
en Europa Occidental a los salarios de Europa Oriental y las disposiciones del mercado laboral
probaron ser demasiado fuertes.44 La directiva adoptada en 2006 se atenuó de manera significativa. 45

En cuanto a las políticas del mercado europeo, los países miembro tomaron la delantera. Un
ejemplo de alto perfil fue Alemania, donde se implementó un conjunto de reformas (“Agenda 2010”)
entre 2003 y 2005. Para 2007, el 50% de los países miembro de la UE habían adoptado lo que la
Comisión Europea denominó ‘flexicurity’ (seguridad flexible) o políticas del mercado laboral activo
que combinaban una red de bienestar social y sólidos incentivos para regresar al trabajo.

Entre 2004 y 2007, el ambiente económico global había mejorado de manera significativa.
Aumentó el crecimiento en la UE y el sólido crecimiento de recuperación en los países miembro de la
UE generó tasas de crecimiento en la UE superiores a los Estados Unidos. La mayor parte de dicho

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715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

crecimiento era generado por mayor movilización laboral, mientras que el crecimiento de la
productividad se mantenía relativamente modesto.

Europa en 2007
Para el 2007, el PBI promedio per cápita de Europa era de EUR 24.900. Muchos países de Europa
Occidental se encontraban entre los más prósperos del mundo. Los miembros de la UE de Europa
Oriental habían demostrado un sólido crecimiento de recuperación. Aún se debatía si la brecha de
prosperidad restante con los Estados Unidos, con un PBI per cápita de aproximadamente 50% mayor
que el promedio de UE-27 y 33% mayor que el promedio que el UE-15 de Europa Occidental era un
signo de menor rendimiento europeo o de diferentes preferencias. Muchos países de Europa tenían
puestos altos en listados internacionales, tales como el Informe sobre Desarrollo Humano, una
comparación de métricas sociales y económicas.

La brecha entre la UE y los Estados Unidos era prácticamente idéntica respecto del PBI per cápita
y el PBI por población en edad laboral, una medición amplia de productividad. En comparación con
los Estados Unidos, Europa registraba mayor desempleo, en especial en la gente joven y, de alguna
manera, menor movilización laboral Anexos 5, 13). Europa además quedó retrasada en el PBI por
hora trabajada, donde la UE-27 estaba ubicada al 74% del nivel de los Estados Unidos. Se percibía que
la brecha era impulsada por la mayor eficiencia de las compañías de los Estados Unidos, en especial
en el uso de nuevas tecnologías de información y comunicaciones. Dentro de Europa, se observaron
diferencias significativas en todos estos indicadores: Entre el grupo de UE-15, los niveles promedio
de productividad se habían estabilizado a cerca del 90% del nivel de los Estados Unidos, mientras
que la movilización laboral había alcanzado el 97%. Los nuevos países miembro de la UE alcanzaron
niveles más elevados de movilización laboral, pero sus niveles de productividad aún estaban muy
por debajo del resto de la UE.

La UE estaba fuertemente integrada a la economía global (consulte el Anexo 8). Había un gran
comercio dentro de la UE. Si solo contamos el comercio fuera de la UE, la UE representaba el 17% de
la totalidad del comercio global, que era la parte más grande además de los Estados Unidos y China.
Mientras que los Estados Unidos habían perdido una porción del mercado y China la había
adquirido, la posición comercial total de la UE había permanecido estable desde el año 2000. La UE se
encontraba entre las más importantes fuentes y destinatarias de inversión extranjera directa (FDI, por
sus siglas en inglés) a nivel mundial, que representan el 40% de acciones de entrada y 45% de
acciones de salida de FDI. Países como el Reino Unido y los Países Bajos eran históricamente los
principales inversores internacionales. Los nuevos países miembro de la UE habían obtenido
importantes flujos de entrada de FDI para fomentar el crecimiento de recuperación.

En cuanto a la innovación, la UE se mantuvo entre los líderes mundiales, pero el gasto de


investigación y desarrollo relacionado con el PBI se encontraba por debajo del nivel en los Estados
Unidos y los principales países asiáticos. También estaba retrasada la actividad de patentamiento. Sin
embargo, algunos países del Norte de Europa y algunas regiones en Europa Occidental se
mantuvieron entre los principales núcleos de innovación global (consulte el Anexo 9).

Como lugar para hacer negocios, muchas partes de la UE recibieron calificaciones elevadas. Los
rezagados se encontraban principalmente en Europa Oriental y del Sur. La mayoría de los principales
diez países en competitividad global en 2007 eran miembros de la UE (consulte el Anexo 10). Los
listados de indicadores de reglas y normas comerciales del Banco Mundial eran de alguna manera
menos positivos, pero aún colocaban a los países de la UE en un puesto alto en los listados globales.

18
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

En general, las evaluaciones de OECD de normas de mercados de productos y mano de obra habían
encontrado a los mercados de la UE menos abiertos a la competencia que los Estados Unidos. 46 Los
sistemas judiciales en general estaban bien desarrollados, pero el impacto de la corrupción había sido
una preocupación en las conversaciones de adhesión con Bulgaria y Rumania.

Los gastos del gobierno en la UE fueron en promedio el 45% del PBI en el 2007, una cifra
significativamente mayor que el OECD promedio de 40%. El déficit de los gobiernos se había
reducido y, para 2007, conformaban el 1% del PBI a nivel UE-27 total. Los niveles de deuda del
gobierno se habían estabilizado a menos del 60% del PBI (consulte el Anexo 11). Los impuestos
representaban el 41% del PBI y se utilizaban como medio de redistribución del ingreso mucho más
que en los Estados Unidos. En Europa Occidental, los presupuestos para políticas sociales tenían
tendencia a ser elevados, aunque el nivel de algunos tipos de seguro social, por ejemplo, beneficios de
desempleo, se habían reducido notablemente desde 1990. La adhesión de los países de Europa
Occidental con impuestos significativamente más bajos y sistemas sociales menos desarrollados
habían creado un panorama mucho más heterogéneo.

Los sistemas de transporte europeos eran densos y de buena calidad, ya sea dentro de los países y
entre fronteras, con redes de ferrocarriles y conexiones ferroviarias de alta velocidad, además de
aeropuertos y puertos marítimos que prestaban servicios a todo el continente. Los fondos
estructurales de la UE habían sido utilizados de manera amplia para actualizar la infraestructura
física, en especial en las regiones menos prósperas. Las redes de telecomunicaciones de Europa eran
modernas y la conectividad a Internet era alta en la mayoría de las regiones. Los sistemas educativos
en muchas partes de Europa estaban bien desarrollados y los sistemas de capacitación vocacional
habían contribuido a una fuerza de trabajo bien capacitada. Muchas universidades europeas tenían
una gran trayectoria, pero solo algunas competían con las instituciones líderes globales en los Estados
Unidos. Los sistemas financieros diferían en gran medida, desde los sistemas basados en bancos en
Alemania hasta la cultura de la equidad en el Reino Unido.

La separación de Europa en diversos países con obstáculos al intercambio entre fronteras había
conducido al desarrollo de diversas economías autónomas centradas en prestar servicios nacionales
específicos en lugar de hacerlo a los mercados europeos. Ello limitó la especialización geográfica de
actividades, pero en algunas regiones había desarrollado fortalezas particulares. El sur de Alemania
tenía una gran reputación por sus automóviles y herramientas para máquinas; el norte de Italia tenía
posiciones líderes en áreas desde herramientas para máquinas hasta moda, frecuentemente basadas
en redes de pequeñas y medianas empresas y la Ciudad de Londres era conocida por sus negocios
bancarios y de seguros. Escandinavia era conocida por la excelente tecnología de las
telecomunicaciones.

Cuando los mercados financieros de los Estados Unidos entraron en crisis en el 2007, los
gobiernos europeos comenzaron a preocuparse por las implicancias. Una desaceleración global
tendría implicancias obvias para las economías altamente orientadas al comercio de la UE. En la zona
de los Países Bálticos, donde la recuperación había generado grandes ingresos de capital, las tasas de
crecimiento ya se habían disminuido de manera significativa. En otras partes de Europa también se
registraron grandes déficit de cuentas actuales, y rápidamente aumentó el costo laboral por unidad
de producción y se observaron signos de burbuja inmobiliaria (consulte el Anexo 12). Muchos bancos
europeos realizaron una gran cantidad de inversiones en el mercado inmobiliario de los Estados
Unidos que ahora mostraba signos de quiebre. Y una gran parte del crecimiento reciente se basaba en
la disponibilidad de abundante capital sobre los mercados financieros mayoristas internacionales. Era
muy probable que se produjera una recesión cíclica. ¿Cómo combatiría la Unión Europea la tormenta
que se avecinaba?

19
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 1 Postulantes y miembros de la Unión Europea, 2007

Fuente: Adaptado del redactor de casos de la plantilla de comunicaciones visuales m62, http://www.m62.net/powerpoint-
slides/logistics-presentations/europe-map-powerpoint-slides/.

20
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 2 Población, prosperidad y tamaño de la economía: países europeos y aliados globales en


2007

Población PBI (PPP, en PBI per Cápita


País (millones) millones de dólares) (PPP, en USD)
Alemania 82,5 US$3.136.236 US$38.015
Austria 8,2 US$357.597 US$43.611
Bélgica 10,4 US$419.095 US$40.328
Dinamarca 5,5 US$224.281 US$41.016
España 45,2 US$1.492.629 US$33.014
Finlandia 5,2 US$206.830 US$39.483
Francia 63,7 US$2.302.771 US$36.161
Grecia 10,7 US$334.878 US$31.279
Irlanda 4,4 US$14.868 US$44.209
Italia 59,7 US$2.034.318 US$34.100
Luxemburgo 0,5 US$42.282 US$88.048
Países Bajos 16,3 US$718.067 US$43.958
Portugal 10,6 US$249.837 US$23.475
Reino Unido 61,3 US$2.472.157 US$40.304
Suecia 9,0 US$382.999 US$42.409

EU-15 393,3 US$14.388.845 US$37.044


Bulgaria 7,3 US$87.918 US$12.006
Chipre 1,0 US$23.034 US$24.013
Eslovenia 2,0 US$59.920 US$29.822
Estonia 1,3 US$27.227 US$20.691
Hungría 10,0 US$196.675 US$19.600
Letonia 2,3 US$39.100 US$17.302
Lituania 3,6 US$64.158 US$17.944
Malta 0,4 US$10.053 US$25.014
Polonia 38,5 US$667.967 US$17.342
República Checa 10,2 US$270.934 US$26.488
Rumania 22,1 US$226.578 US$10.250
República de Eslovaquia 5,4 US$115.504 US$21.203
NMS-12* 104,1 US$1.789.068 US$17.186
EU-27 497,4 US$15.941.723 US$31.048
Japón 127,8 US$4.723.497 US$36.966
Estados Unidos 302,2 US$14.856.079 US$49.161

Fuente: Contenido reproducido con permiso de The Conference Board, Inc. © 2012, The Conference Board, Inc.

*NMS = Nuevos estados miembro.

21
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 3 Hitos en la integración europea

1973 1981 1986 1995 2004 2007


Extensión del 1era extensión 2da Extensión Extensión
- Extensión Extensión
Norte: del sur: del sur: Ex-EFTA: del este: de países balcánicos:
Dinamarca, Grecia: Portugal, Austria, Ocho países de Europa
- Bulgaria,
Irlanda, Reino Unido España Finlandia, Central + Rumania
Suecia Chipre, Malta

1957 1968 1986 1991 1997 1999 2005


Tratado Creación de 1979 UME: Relanzamiento
de Roma la Comunidad Sistema Acta Única Tratado de Pacto de Determinación de la Agenda de
Europea Monetario Europea Maastricht estabilidad y del tipo de Lisboa
Europeo cambio
crecimiento

2000
Consejo Europeo
de Lisboa:
lanzamiento de la
Agenda de
Lisboa

2002
UME: monedas
de Euro en
circulación

Fuente: Redactor de casos.

22
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 4 Productividad laboral (PBI por hora trabajada) en el transcurso del tiempo, EU-15 versus
los Estados Unidos

PBI por hora trabajada PBI por hora trabajada


US$, ajustado por PPP UE-15 como % de EEUU
60 110%

100%
50

90%
40 UE-15 en % de EEUU

80%

30

70%

20
60%

Países de UE-15
10
50%

0 40%
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Fuente: Groningen Growth and Development Center, The Conference Board, 2012

Fuente: The Conference Board Total Economy Database, enero de 2012; cálculos del redactor de casos.

23
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 5 Descomposición de la movilización laboral en el transcurso del tiempo, EU-15 versus los
Estados Unidos

Brecha en %
UE-15 vs EEUU
50%

40%

30%

Brecha de movilización laboral


20%

10% Empleados como % de la población

0%

-10%
Horas por empleado

-20%
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005

Fuente: The Conference Board Total Economy Database, enero de 2012; cálculos del redactor de casos.

24
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 6 Elementos de acción en la agenda de Lisboa

Fuente: Consejo Europeo de Lisboa, Conclusiones de la Presidencia, Lisboa, 2000.

25
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 7 Orientaciones generales de política económica de la UE, 2005

Pautas macroeconómicas Pautas laborales

1. Garantizar la estabilidad económica. 16. Implementar políticas laborales orientadas al


2. Proteger la sustentabilidad económica. logro de pleno empleo, mejorando la calidad y
3. Promover una asignación de recursos eficiente. la productividad laboral y fortaleciendo la
4. Promover mayor coherencia entre las políticas cohesión social y territorial.
macroeconómicas y estructurales. 17. Promover un enfoque de ciclo vital al trabajo.
5. Garantizar que los desarrollos laborales 18. Garantizar mercados laborales inclusivos para
contribuyen al crecimiento y la estabilidad quienes buscan trabajo y para los
macroeconómica. desamparados.
6. Contribuir a una UME dinámica y en 19. Mejorar la satisfacción de necesidades del
funcionamiento. mercado laboral.
20. Promover la flexibilidad combinada con la
seguridad laboral y reducir la segmentación
Pautas macroeconómicas del mercado laboral.
21. Garantizar buenos salarios y otros desarrollos
7. Extender y profundizar el mercado interno. de costos laborales.
8. Garantizar mercados abiertos y competitivos. 22. Expandir y mejorar las inversiones en capital
9. Crear un ambiente comercial más atractivo. humano.
10. Promover una cultura más empresarial y crear 23. Adaptar los sistemas educativos y de
un ambiente de contención para las PYMES. capacitación en respuesta a los nuevos
11. Expandir y mejorar la infraestructura europea y requisitos de la competencia.
completar los proyectos entre fronteras con
prioridad acordada.
12. Aumentar y mejorar las inversiones en
investigación y desarrollo.
13. Facilitar la innovación y la actualización de ICT.
14. Fomentar el uso sustentable de recursos y
reforzar las sinergias entre el crecimiento y la
protección del medio ambiente.
15. Contribuir a una fuerte base industrial.

Fuente: Integrated Guidelines for Growth and Jobs (2005–2008) (Pautas integradas para crecimiento y puestos de trabajo),
Comisión de Comunidades Europeas, diciembre de 2005.

26
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 8 Comercio y actividad de FDI, Países europeos y aliados globales, 2007

Acciones de entrada Acciones de salida


Exportaciones como Importaciones como como como
% del PBI % del PBI % del PBI % del PBI
País (2007) (2007) (2007) (2007)
Alemania 47,2% 40,2% 20,9% 40,1%

Austria 58,5% 53,0% 43,3% 39,7%


Bélgica 82,6% 78,7% 176,5% 141,2%
Bulgaria 59,5% 78,8% 90,1% 1,9%
Chipre 48,2% 54,5% 83,7% 42,6%
Dinamarca 52,2% 49,9% 52,2% 59,0%
Eslovaquia 86,9% 88,0% 57,0% 2,5%
Eslovenia 69,5% 71,2% 30,4% 15,3%

España 26,9% 33,6% 40,6% 40,4%


Estonia 67,1% 76,3% 76,2% 28,0%
Finlandia 45,9% 40,7% 37,3% 47,3%
Francia 26,9% 28,4% 48,2% 69,3%
Grecia 23,5% 36,9% 17,5% 10,4%
Hungría 81,3% 80,4% 70,1% 12,7%
Irlanda 80,8% 71,7% 78,4% 57,7%
Italia 28,8% 29,1% 17,8% 19,7%
Letonia 42,5% 62,6% 37,8% 3,2%
Lituania 54,1% 67,4% 38,3% 4,0%
Luxemburgo 175,9% 143,6% 158,7% 150,7%
Malta 94,2% 95,4% 110,5% 15,9%
Países Bajos 74,1% 65,9% 98,0% 120,4%
Polonia 40,9% 43,7% 42,0% 5,0%
Portugal 32,2% 40,2% 49,8% 29,2%
Reino Unido 26,9% 29,6% 44,2% 65,3%
República Checa 68,2% 65,6% 62,3% 4,7%
Rumania 29,3% 43,2% 36,9% 0,7%
Suecia 51,9% 44,4% 63,4% 71,8%
EU-27 39,9% 39,3% 44,2% 51,5%
China 38,3% 29,5% 9,4% 2,7%
Estados Unidos 11,9% 16,9% 25,3% 37,5%
Japón 17,8% 16,1% 3,0% 12,4%

Fuente: UNCTADstat, con acceso en marzo de 2013; Economist Intelligence Unit, EIU Country Data, con acceso en marzo de
2013.

27
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 9 Rendimiento de innovación, Listado de países europeos y aliados globales, 2007

Patentes por población en Gasto en investigación y


País millones desarrollo (% del PBI)

Alemania 888 2,53%

Austria 453 2,52%


Bélgica 222 1,90%
Bulgaria 30 0,45%
Chipre 39 0,44%
Dinamarca 562 2,58%
Eslovenia 221 1,45%
España 101 1,27%
Estonia 42 1,11%
Finlandia 728 3,47%
Francia 360 2,08%
Grecia 59 0,58%
Hungría 78 0,97%
Irlanda 290 1,29%
Italia 230 1,18%
Letonia 70 0,59%
Lituania 21 0,81%
Luxemburgo 554 1,58%
Malta 81 -
Países Bajos 554 1,81%
Polonia 66 0,57%
Portugal 30 1,17%
Reino Unido 367 1,78%

República Checa 78 1,54%


República de Eslovaquia 48 0,46%
Rumania 39 0,53%
Suecia 575 3,40%
China 116 1,40%

Estados Unidos 801 2,67%


Japón 2610 3,44%

Fuente: Organización Mundial de Propiedad Intelectual, Base de datos de estadísticas de IP, con acceso en
marzo de 2013; banco de datos mundial, Grupo del Banco Mundial, con acceso en marzo de 2013.

28
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 10 Competitividad global, Listado de países europeos y aliados globales, 2007

Fuente: Delgado, Mercedes, y otros “The Determinants of National Competitiveness” (Determinantes de la competitividad
nacional). Oficina Nacional de Investigación Económica, papel de trabajo N.° 18249, 2012.
Nota: puesto entre 16 países.

29
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 11 Política fiscal, países europeos y aliados globales

Ingresos
Deuda pública Deuda pública Déficit público Gasto público fiscales
como % del PBI como % del PBI como % del PBI como % del PBI como % del PBI
País (2000) (2007) (2007) (2007) (2007)
Alemania 60,2% 65,2% 0,2% 43,5% 40,0%

Austria 69,6% 66,5% -1,0% 48,7% 43,2%


Bélgica 107,8% 84,0% -0,1% 48,2% 46,2%
Bulgaria 72,5% 17,2% 3,3% 36,7% 33,3%
Chipre 60,8% 58,8% 3,5% 41,5% 40,1%
Dinamarca 52,4% 27,5% 4,8% 50,8% 49,8%
Eslovaquia 34,5% 26,6% -1,6% 30,5% 29,5%
Eslovenia 26,6% 22,9% 0,3% 40,2% 37,9%
España 59,4% 36,3% 1,9% 39,2% 38,0%
Estonia 5,1% 3,7% 2,5% 33,9% 31,5%
Finlandia 43,8% 35,2% 5,3% 47,4% 43,1%
Francia 57,4% 64,2% -2,8% 52,6% 45,2%
Grecia 103,4% 107,2% -6,8% 47,5% 34,3%
Hungría 56,1% 67,0% -5,1% 50,7% 40,5%
Irlanda 35,1% 25,1% 0,1% 36,8% 32,9%
Italia 108,1% 103,0% -1,5% 47,6% 43,0%
Letonia 12,3% 9,0% -0,4% 36,0% 30,8%
Lituania 27,7% 16,8% -3,8% 37,4% 29,9%
Luxemburgo 5,3% 4,0% 3,9% 37,9% 36,5%
Malta 56,7% 60,7% -2,3% 41,8% 35,3%
Países Bajos 53,7% 45,3% 0,2% 45,2% 39,5%
Polonia 37,2% 44,6% -1,4% 21,5% 34,8%
Portugal 50,4% 68,3% -3,3% 44,4% 35,9%
Reino Unido 41,1% 44,2% -2,8% 43,7% 37,6%

República Checa 15,0% 28,2% -0,7% 41,0% 35,9%


Rumania 32,0% 19,2% -3,1% 35,4% 29,8%
Suecia 53,9% 40,2% 3,6% 51,0% 47,8%
China 27,6% 17,1% 0,6% 18,7% 0,0%
Estados Unidos 34,7% 36,3% -1,2% 36,9% 28,3%
Japón 137,6% 162,4% -2,1% 35,8% 27,9%

Fuente: Economist Intelligence Unit, Country Data, con acceso en marzo de 2013; Eurostat, con acceso en marzo de 2013;
OECD iLibrary, con acceso en marzo de 2013.

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Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Anexo 12 Desequilibrios macroeconómicos, países europeos, 2007


Balance Crecimiento
actual de Crédito Crédito Crédito Crédito Crecimiento promedio
cuentas doméstico doméstico doméstico doméstico anual de anual de
como % del como % del como % del como % del como % del costo laboral costo laboral
PBI PBI PBI PBI PBI por unidad por unidad
Nombre del país (2007) (2007) (2005) (2003) (2000) (2007) (2005)
Alemania 7,5% 124,7% 137,2% 141,7% 146,5% -1,5% -1,7%

Austria 3,5% 126,9% 130,3% 121,6% 125,1% 0,6% 0,6%


Bélgica 1,5% 111,7% 103,4% 107,9% 125,5% 2,2% 1,9%
Bulgaria -27,2% 55,6% 40,2% 28,6% 17,4% 14,0% 7,5%
Chipre -8,4% 224,2% 191,2% 191,1% 234,7% 0,9% 1,0%
Dinamarca 1,5% 205,2% 178,2% 161,4% 144,7% 4,5% 3,2%
Eslovenia -4,9% 81,8% 65,4% 47,5% 42,7% 2,4% 1,6%

España -10,0% 197,7% 159,2% 131,6% 115,3% 3,9% 3,5%


Estonia -15,9% 90,3% 68,3% 50,4% 34,6% 17,5% 10,2%
Finlandia 4,3% 85,1% 77,5% 66,9% 55,7% -0,2% 0,9%
Francia -1,0% 122,0% 109,0% 105,4% 103,5% 1,4% 1,7%
Grecia -14,6% 113,6% 106,6% 93,8% 91,0% 3,9% 1,8%
Hungría -7,3% 75,7% 62,3% 57,5% 55,3% 6,4% 3,6%
Irlanda -5,3% 195,0% 159,0% 114,4% 106,0% 4,0% 5,1%
Italia -2,4% 128,2% 107,4% 102,0% 95,8% 1,8% 2,0%
Letonia -22,3% 89,5% 71,9% 44,9% 23,3% 28,0% 19,6%
Lituania -14,6% 59,9% 43,1% 23,2% 15,2% 11,1% 9,1%
Luxemburgo 10,2% 182,9% 127,5% 94,3% 90,0% 1,4% 1,4%
Malta -4,6% 136,0% 127,5% 128,2% 128,5% 0,3% 0,6%
Países Bajos 6,7% 197,6% 176,6% 160,2% 147,8% 1,6% 0,7%
Polonia -6,2% 46,3% 37,4% 38,4% 34,4% 2,6% 0,8%
Portugal -10,1% 165,6% 144,0% 138,1% 127,9% 0,8% 1,7%
Reino Unido -2,5% 186,7% 160,8% 145,3% 130,3% 2,0% 2,2%
República Checa -4,4% 51,3% 41,7% 46,6% 47,6% 2,2% 0,2%
República de
Eslovaquia -4,9% 51,6% 48,1% 43,7% 56,5% 0,8% 1,9%
Rumania -13,6% 35,0% 20,8% 15,8% 14,0% - 14,8%
Suecia 9,3% 130,4% 117,5% 106,2% 48,6% 4,1% 1,3%
EU-27 - 142,1% 129,1% 121,8% 116,3% 1,7% 1,5%
China 10,1% 127,8% 134,3% 151,9% 119,7% - -
Estados Unidos -5,1% 244,4% 225,4% 214,4% 198,4% 3,0% 2,9%
Japón 4,9% 299,6% 317,6% 311,9% 304,7% -2,9% -2,3%

Fuente: OECD iLibrary, con acceso en marzo de 2013, World databank; The World Bank Group, con acceso en marzo de
2013.

31
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

Anexo 13 Indicadores de mercados laborales, países europeos, 2007

% del total de la Tasa de Tasa de


población Tasa de empleo Tasa de empleo desempleo desempleo
(Entre 15 y 64 (Entre 15 y 64 (Entre 55 y 64 (Menos de 25 (Entre 25 y 74
País años) años) años) años) años)

Austria 67,5% 38,6% 38,6% 8,7% 3,7%


Bélgica 65,9% 34,4% 34,4% 18,8% 6,3%
Bulgaria 69,3% 42,6% 42,6% 14,1% 6,2%
Chipre 69,8% 55,9% 55,9% 10,2% 3,3%
República Checa 71,2% 46,0% 46,0% - -
Dinamarca 66,1% 58,9% 58,9% 7,5% 3,2%
Estonia 68,0% 60,0% 60,0% 10,1% 3,9%
Finlandia 66,5% 55,0% 55,0% 16,5% 5,4%
Francia 65,2% 38,2% 38,2% 19,8% 7,1%
Alemania 66,3% 51,3% 51,3% 11,9% 8,2%
Grecia 67,1% 42,4% 42,4% 22,9% 7,1%
Hungría 68,9% 33,1% 33,1% 18,1% 6,5%
Irlanda 68,8% 53,8% 53,8% 9,1% 3,8%
Italia 66,0% 33,8% 33,8% 20,3% 4,9%
Letonia 68,9% 57,7% 57,7% 11,9% 5,7%
Lituania 68,5% 53,4% 53,4% 6,8% 3,5%
Luxemburgo 67,6% 32,0% 32,0% 15,6% 3,3%
Malta 69,5% 28,5% 28,5% 13,9% 4,8%
Países Bajos 67,4% 50,9% 50,9% 7,0% 2,9%
Polonia 70,8% 29,7% 29,7% 21,6% 8,1%
Portugal 67,3% 50,9% 50,9% 20,4% 7,6%
Rumania 69,8% 41,4% 41,4% 20,1% 4,9%
Eslovaquia 72,0% 35,6% 35,6% 20,6% 10,1%
Eslovenia 70,1% 33,5% 33,5% 10,1% 4,2%
España 68,8% 44,6% 44,6% 18,2% 7,0%
Suecia 65,6% 70,0% 70,0% 19,2% 4,3%
Reino Unido 66,3% 57,4% 57,4% 14,3% 3,6%

EU-27 67,3% 44,6% 44,6% 15,7% 6,1%

Fuente: Eurostat, con acceso en marzo de 2013.

32
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Apéndice
La estructura y el rol de las instituciones europeas en 2007

Para alcanzar sus metas, la Unión Europea había desarrollado una rica estructura institucional,
que reflejaba el carácter único de la UE como entidad supranacional.

El Consejo de la Unión Europea era el principal cuerpo para tomar decisiones de la UE. Estaba
compuesto de estados miembro, representados por los ministros responsables por los temas
particulares en discusión. El Consejo era la legislatura de la UE, aunque compartía algunas de sus
funciones con el Parlamento Europeo. El Consejo ratificó tratados internacionales y lanzó iniciativas
de políticas. Cuando los países estaban representados por los jefes de gobierno, 47 el Consejo se
convertía en el Consejo Europeo. Los países tenían entre 4 y 29 votos, aproximadamente de acuerdo
con su población, pero con menor ponderación que los países grandes como Alemania. 48 Las
decisiones del Consejo sobre temas económicos, sociales y comerciales, el primer pilar de las políticas
de la UE, necesitaban al menos 169 de 237 votos en total. Se necesitaba unanimidad en los otros dos
pilares de las políticas, políticas exteriores y de seguridad, justicia e interior, y cambios
institucionales. El Consejo Europeo se reunía al menos dos veces al año, mientras que las reuniones a
nivel ministerial eran mucho más frecuentes. Las reuniones ministeriales se celebraban en nueve
configuraciones, es decir, combinaciones de ministros, abarcando áreas de políticas específicas. Una
de estas configuraciones abarcaba la competitividad, mediante la combinación de lo que antes de
2002 habían sido tres configuraciones diferentes que abarcaban el mercado interno, la industria y las
investigaciones. La presidencia del Consejo rotaba cada seis meses entre los estados miembro en
orden alfabético. Mientras que la presidencia incorporó poco poder formal, los estados miembro
vieron a la presidencia como una oportunidad importante para mostrar su capacidad de facilitar los
compromisos.

La Comisión Europea era el órgano ejecutivo de la Unión Europea. El término 'Comisión' se


utilizó para hacer referencia al cuerpo de comisionados y para la institución en sí misma. La
Comisión tenía dos funciones esenciales: era el órgano ejecutivo de la UE, dedicado a la ejecución de
políticas aprobadas por el Consejo, y tenía responsabilidades legislativas, incluyendo el derecho
único de iniciar la legislación de la UE y el derecho de intervenir en cualquier etapa del proceso
legislativo para facilitar un compromiso dentro del Consejo y el Parlamento.

Había 27 comisionados, uno de cada país miembro de la UE, además del Presidente de la
Comisión. Los estados miembro elegían al Presidente de la Comisión por acuerdo común, quien
luego nominaban a los miembros de la Comisión basados en las recomendaciones de los estados
miembro para aprobación del Parlamento Europeo. La Comisión actuaba durante cinco años, pero
luego podía ser obligada por el Parlamento a renunciar en bloque. Ni el Presidente de la Comisión ni
el Parlamento podían quitar a los comisionados individuales de sus puestos, salvo sentencia de delito
penal.

La Comisión estaba dividida en más de 20 departamentos, denominados Direcciones Generales


(DG) y varios servicios. Las DG abarcaban áreas de políticas específicas tales como competencia o
agricultura, y podían prestar servicios a más de un Comisionado. La Comisión estaba compuesta por
un servicio civil europeo de 32.000 empleados de todos los estados miembro. El seguimiento de
Agenda de Lisboa estaba a cargo de DG Enterprise, aunque también participaban diversas partes de
la Comisión. DG Enterprise publicó algunos informes comparativos sobre la competitividad de la UE,

33
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

y desde 2002 había coordinado su trabajo en la Agenda de Lisboa con el mercado interno de DG y las
investigaciones de DG en un consejo de competitividad interna.

El Parlamento Europeo fue el lugar elegido para llevar a cabo el debate de las políticas de la
Unión Europea. Estaba a cargo del análisis de las actividades de otras instituciones de la UE y
participaba en el proceso legislativo, en especial en la elaboración del presupuesto. El Parlamento
podía frenar la legislación del Consejo, exigir acciones de políticas y tenía amplios derechos de
información a diferencia del Consejo. Si el proceso de consulta entre el Parlamento y el Consejo no
generaba un resultado, el Consejo prevalecía en las denominadas áreas obligatorias, principalmente
en el marco del gasto de políticas agrícolas, mientras que el Parlamento prevalecía en las áreas no
obligatorias.

El Parlamento tenía 785 miembros elegidos por sufragio universal directo cada cinco años. La
cantidad de representantes por país era aproximadamente proporcional a la población, con una
ventaja sobre los países más pequeños. Las sesiones plenarias se llevaban a cabo en Estrasburgo
(Francia). Las 20 comisiones parlamentarias que se especializaban en diferentes áreas de políticas se
reunían en Bruselas (Bélgica), mientras que la secretaría del Parlamento estaba ubicada en
Luxemburgo. Las posiciones del Presidente del Parlamento, los 14 Vicepresidentes, además del
Presidente de los 20 comités en áreas de políticas específicas, todos con roles importantes en la
organización del proceso parlamentario, habían sido asignadas por los principales grupos políticos en
línea con sus fortalezas relativas, conforme a la práctica desde la creación del Parlamento.

Como resultado de las elecciones de 2004 (Bulgaria y Rumania tuvieron elecciones especiales
después de la incorporación a la UE en 2007), se obtuvieron 268 bancas de los partidos de centro-
derecha, 200 bancas del grupo socialista de centro-izquierda, 88 bancas del grupo centro-liberal y
otras cinco agrupaciones con entre 27 y 42 bancas cada una. El número de votantes se redujo de 63%
en 1979 a 45% de la población con derecho a voto en 2004.

El presupuesto de la UE representaba aproximadamente el 2,5% del gasto total de los gobiernos


en todos los niveles geográficos de Europa. El proceso presupuestario de la Unión Europea tenía dos
etapas. Cada seis años, el Consejo Europeo establecía pautas sobre los límites del gasto anual por
categoría amplia para el período posterior. El proceso de pautas había sido introducido a principio de
la década del 90 para brindar mayor estabilidad para planificación de políticas y para reducir la
fricción política de las negociaciones del presupuesto anual. Dentro del marco multianual, la
Comisión luego propuso redactar un presupuesto anual. El Consejo Europeo ratificó los elementos
del presupuesto que cubrían las obligaciones legales de la UE (principalmente el gasto de
agricultura), mientras que el resto del presupuesto también requería acuerdo del Parlamento
Europeo.

El presupuesto de 2007 ascendía a €114 mil millones, levemente menos que el 1% del PNB de la
UE.49 La financiación provenía de dos fuentes principales. Los estados miembro aportaban el 85%,
con los aportes nacionales basados en su porción de PNB europeo y una imposición de IVA de un
0,5% hipotético sobre el valor nacional agregado. El 15% restante correspondía a ingresos de la UE
obtenidos de aranceles de importación. Las políticas agrícolas representaban el 48% del gasto de 2007,
principalmente para los pagos directos a los productores agrícolas (33% del presupuesto total) y el
desarrollo rural (10%). La política regional era el segundo elemento más importante con el 32% del
presupuesto, dominado por los fondos estructurales (29%). Otros elementos del presupuesto más
importantes fueron el programa marco para respaldar las investigaciones (4%) y la ayuda al
extranjero (4%). Los gastos administrativos representaban el 6% del presupuesto total.

34
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

El Banco de Inversión Europeo (EIB) fue la otra fuente importante de financiamiento para los
esfuerzos de desarrollo económico a nivel europeo. Su capital provenía de los países miembro de la
UE y podía refinanciarse a sí mismo con la mayor calificación triple A. En 2007, el EIB aprobó
aproximadamente €55 mil millones de nuevos préstamos; los desembolsos eran inferiores a €43 mil
millones. El total de préstamos pendientes de pago para finales de año ascendía a €325 mil millones.
España (17,5%), Alemania (16%) e Italia (14%) tenían la mayor parte de los contratos suscritos con EIB
entre 2003 y 2007.

Otras instituciones significativas de la UE comprendían el Tribunal de Justicia y el Tribunal de


Primera Instancia, diseñado para interpretar las leyes europeas y daba a los europeos la oportunidad
de apelar las decisiones de la UE y sus propios países miembro. El Comité Económico y Social
comprendía representantes de una gran cantidad de organizaciones, tales como sindicatos y
asociaciones comerciales, y era fuente de consulta en diversos temas de política económica. El Comité
de las Regiones representaba a los gobiernos subnacionales europeos y además asumió un papel de
consulta. Sus opiniones debían ser escuchadas, pero carecía de poder formal para detener o cambiar
ninguna decisión adoptada por la UE. Otras instituciones con responsabilidades específicas fueron
Eurostat, el Banco Central Europeo, que comprendía solo miembros de la UME, y la oficina de
patentes europea, que estaba abierta a no miembros de la UE.

El Tratado de Lisboa (2007) estableció la relación entre las instituciones de la UE y los países
miembro de la UE en diferentes campos de políticas:

"La Unión tiene competencia exclusiva para formular directivas y concluir acuerdos internacionales cuando
lo dictaba un acto legislativo de la Unión".
• la unión aduanera;
• el establecimiento de reglas de competencia necesarias para el funcionamiento del mercado
interno;
• política monetaria para los Estados Miembro cuya moneda es el Euro;
• la conservación de recursos biológicos marinos bajo la política de pesca común;
• política comercial común.

"Los Estados Miembro no pueden ejercer competencia en áreas donde la Unión lo ha hecho".
• el mercado interno;
• política social, para los aspectos definidos en este Tratado (por ejemplo, de Lisboa);
• cohesión económica, social y territorial;
• mercado agrícola y de pesca, excepto la conservación de recursos biológicos marinos;
• medio ambiente;
• protección el consumidor;
• transporte;
• redes intereuropeas;
• energía;
• área de libertad, seguridad y justicia;
• inquietudes de seguridad común en asuntos de salud pública, para los aspectos definidos en
este Tratado.

"El ejercicio de competencia de la Unión no evitará que los Estados Miembro no ejerzan su derecho en las
siguientes áreas":
• investigación, desarrollo tecnológico y espacial;
• cooperación del desarrollo, ayuda humanitaria;

35
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

"La Unión coordina las políticas de los Estados Miembro o las implementa de manera complementaria a sus
políticas comunes, no cubiertas en otro lugar"
• coordinación de políticas económicas, laborales y sociales;
• políticas comunes de defensa, seguridad, extranjeras.

"La Unión puede ejecutar actos tendientes a apoyar, coordinar o complementar las acciones de los Estados
Miembro"
• la protección y mejora de la salud humana;
• la industria;
• la cultura;
• el turismo;
• la educación, la juventud, el deporte y la capacitación vocacional;
• la protección civil (prevención de desastres);
• la cooperación administrativa.

36
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

Notas finales

1 La Cumbre de Copenhague de 2003 había determinado que: “Para ser miembro, es necesario contar con

instituciones estables que garanticen la democracia, el estado de derecho, los Recursos Humanos, el respeto y la
protección de las minorías, ...”, Conclusiones de la Presidencia, Consejo Europeo de Copenhague de 1993.
2 Véase Barry Eichengreen, The European Economy since 1945 (La Economía Europea desde 1945), Princeton

University Press, 2007.


3Schuman provenía de Alsace-Lorraine, una región del límite entre Francia y Alemania que había cambiado
de manos en reiteradas oportunidades. Se había convertido en ciudadano Francés a los 32 años después de que
Francia tomó posesión de la región de Alemania después de la Primera Guerra Mundial.
4
Consulte la Declaración de Schuman del 9 de mayo de 1950 en http://europa.eu/abc/symbols/9-
may/decl_en.htm, con acceso el 1° de marzo de 2007.
5 Jean Monnet, 3 de abril de 1952, http://www.bullen.demon.co.uk/cibquote.htm, con acceso el 2 de marzo

de 2007.
6Hugo Young, This Blessed Plot: Britain and Europe from Churchill to Blair (El complot sagrado: Inglaterra
y Europa desde Churchill hasta Blair), Nueva York: The Overlook Press, 1999.
7 Preámbulo del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, Roma, 1957.
8La influencia alemana fue particularmente importante para la inclusión de la política de competencia en el
Tratado de Roma. En el marco conceptual de la ”economía del mercado social” (Soziale Marktwirtschaft)
alemana, la ley de la competencia generalmente era descrita como la ”ley básica” de la economía. Alemania
además tenía un legado muy negativo de coaliciones en la época comprendida entre las guerras. Consulte Hans
Jürgen Küsters, Die Gründung der Europäischen Wirtschaftsgemeinschaft, Nomos, 1982.
9 El programa era dirigido por el Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (EAGGF).
10 Barry Eichengreen, The European Economy since 1945 (La Economía Europea desde 1945), Princeton University
Press, 2007.
11 Consulte el documento German Vorruhestandsgesetz (1984, revisado en 1988). Para reducir el desempleo,

las compañías otorgaron a los empleados mayores un retiro anticipado con financiación pública sin pagar
indemnización por despido u otros costos similares. Los empleadores y los sindicatos acordaron reducciones en
la cantidad de horas trabajadas y en 1997 el paramento francés promulgó una ley que estableció una semana
laboral de 35 horas.
12 James Kirkup, “Margaret Thatcher: Conflict over Europe led to final battle” (Margaret Thatcher: el
conflicto por Europa condujo a la batalla final) The Telegraph, 8 de abril de 2013,
http://www.telegraph.co.uk/news/politics/margaret-thatcher/9980360/Margaret-Thatcher-Conflict-over-
Europe-led-to-final-battle.html
13
Un ejemplo favorito es el requisito del gobierno francés de canalizar todas las importaciones de aparatos
de TV japoneses por una oficina de aduanas en una pequeña ciudad al sur del país.
14 La mayoría de los países contaba con un sistema de varios niveles con tasas de IVA más bajas para

alimentos y otros artículos considerados necesidades básicas, una tasa estándar y en algunos países una tasa
mayor para artículos considerados de lujo. La brecha entre todos los niveles se redujo después de 1992.
15 Consulte el Informe sobre Política de Competencia de la Comisión Europea, varios años.
16
Oliver Treib, Der EU-Verfassungsstaat und die Zukunft des Wohlfahrtsstaates in Europa, Institut für
Höhere Studien, Wien, 2006.

37
715S10 Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad

17 John Peterson y Margaret Sharp, Technology Policy in the European Union, St. Martins Press, 1998.
18 Canciller alemán Helmut Kohl, abril de 1992, http://www.teameurope.info/modules.php?name=

News&file=article&sid=92, con acceso el 2 de marzo de 2007.


19Si bien se observó un claro progreso, los cálculos superaron los logros. En Francia, por ejemplo, el estado
debió asumir obligaciones de futuros planes de pensión que no estaban incluidos en el déficit público, ni los
valores de deuda contra los pagos actuales. En Italia, se defirieron algunos pagos impositivos y, por lo tanto, se
registraron ganancias adicionales. En el caso de Grecia, posteriormente se determinó que los datos de PBI
proporcionados por la oficina de estadísticas eran exagerados, lo cual redujo el tamaño relativo del déficit.
20 Desde el 4 de septiembre de 1944, Luxemburgo era una unión monetaria asociada a Bélgica.
21 Artículo 157 del Tratado Europeo. Consulte Pelkmans, European Industrial Policy (Política Industrial

Europea); Bruges European Economic Policy Briefings, College of Europe, 2006.


22 Ibid.
23 Anthony Forster, Britain and the Maastricht Negotiations, Macmillan, 1999.
24
Entre los ejemplos se incluyeron directivas relacionadas con los Comités de Empresas (1994), la licencia
por maternidad (1996), el trabajo a medio tiempo (1997) y el empleo temporario (1999). El Tratado de
Amsterdam de 1997 también incluyó el tema de la no discriminación en las áreas cubiertas por la Carta Social.
25Comisión Europea, COM (2002), p. 416, “Taking Stock of Five Years of the European Employment
Strategy” (Balance de cinco años de estrategia laboral europea), Bruselas, julio de 2002.
26 Consulte la declaración en http://ec.europa.eu/education/policies/educ/bologna/bologna_en.html.
27Employment Outlook 2006—Boosting Jobs and Incomes (Perspectiva laboral 2006: mejora de puestos de
trabajo e ingresos), OECD.
28 En 1994, Noruega había decidido suscribir un referéndum en contra de la pertenencia de la Unión

Europea.
29 La reunión del Consejo de Gothenburg de 2001 agregó sustentabilidad del medio ambiente como tercer
pilar.
30Consulte la Estrategia de Lisboa, http://europa.eu/scadplus/glossary/lisbon_strategy_en.htm, con
acceso el 1° de marzo de 2007.
31 Consulte la introducción al Informe de Kok, “Facing the Challenge, Report from the High Level Group”

(Enfrentando el desafío, informe del grupo de alto nivel), Bruselas, 2004.


32
Comisión Europea, 6to Programa Marco, http://europa.eu/scadplus/leg/en/lvb/i23012.htm con acceso el
1° de marzo de 2007.
33Consulte el sitio web de la Comisión Europea, DG Enterprise http://ec.europa.eu/enterprise/
enterprise_policy/mult_entr_programme/programme_2001_2005.htm, accessed April 13, 2007.
34 Comisión Europea, “The Commission Regulation for a new motor vehicle Block Exemption—Questions

and Answers—Background information on press release IP/02/1073” (Regulación de la Comisión para una
exención de bloqueo de vehículos automotor nuevos, preguntas y respuestas, información básica sobre
comunicados de prensa) Bruselas, 17 de julio de 2002.
35 Comisión Europea, “Regional Clusters in Europe, Observatory of European SMEs” (Agrupaciones

regionales en Europa, Observatorio de PYMES europeas) N.° 3, 2002, y “Final Report of the Expert Group on
Enterprise Clusters and Networks” (Informe final del grupo experto de redes y agrupaciones de empresas),
Bruselas, 2002.

38
Integración europea: cumplimiento del desafío de la competitividad 715S10

36
Comisión Europea, “Report from the Commission to the Spring European Council” (Informe de la
Comisión al Consejo Europeo de Primavera) COM (2004), 29 final/2, p. 9.
37 En 2005, el Consejo Europeo presentó una versión actualizada del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que

proporcionó una justificación tardía de la decisión adoptada con la introducción de mayor flexibilidad en el
análisis de los déficits 'temporarios'.
38 André Sapir y otros, An Agenda for a Growing Europe (Agenda de Europa en crecimiento), Bruselas, julio de
2003.
39 COM (2004), 29 final/2, p. 2.
40 Conferencia Intergubernamental Europea, comunicado de prensa, Bruselas, 12 de diciembre de 2003.
41Comisión Europea, COM (2004), 22, “Report on the implementation of the internal market strategy”
(Informe de la implementación de una estrategia de mercado interno) Bruselas, enero de 2004.
42 Facing the challenge, the Lisbon strategy for growth and employment (Enfrentando el desafío, la estrategia de

Lisboa sobre crecimiento y empleo), Informe de High Level Group liderado por Wim Kok, noviembre de 2004.
43 El ingreso bruto nacional (IBN) es similar al producto nacional bruto (PNB), pero cuenta los ingresos
generados por compañías con sede en la UE y ciudadanos de la UE. El PBI en cambio toma en cuenta la totalidad
de la producción generada en el territorio de la UE, incluidas las ganancias de las compañías extranjeras.
44Un ejemplo que atrajo la atención de toda Europa fue el denominado ‘Caso Laval’ en el que se produjeron
marchas de protesta de miembros del sindicato comercial sueco frente a un edificio en Estocolmo operado por
una compañía de Latvia, donde exigieron “leyes suecas en Suecia”. Le siguió un prolongado caso legal que aún
en 2007 continuaba en proceso.
45 Directiva 2006/123/EC.
46 Consulte “Legislation, Collective Bargaining and Enforcement: Updating the OECD Employment

Protection Indicators” (Legislación, negociaciones salariales y aplicación: actualización de los indicadores de


protección del empleo de OECD), Documento de trabajo de migración empleo y social número 89, OECD, París y
OECD (2011), base de datos de regulación de mercados de bienes, www.oecd.org/economy/pmr.
47 Jefe de estado en el caso de Francia.
48El Tratado de Niza había definido la asignación de votos por los siguientes grupos: 4 votos (Luxemburgo),
7 (Dinamarca, Finlandia, Irlanda), 10 (Austria, Suecia), 12 (Bélgica, Grecia, Portugal), 13 (Países Bajos), 27
(España) y 29 (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido).
49 Presupuesto general de la Unión Europea correspondiente al Ejercicio Financiero 2003, Bruselas, enero de
2003.

39

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