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I.

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Existe una teoría universal de la prueba que va desarrollándose en forma
recopilada, que se refiere a su naturaleza, nociones y demás generalizaciones,
dicha teoría pertenece al campo del proceso penal sin daño de su naturaleza
supletoria y al servicio del derecho fundamental.
Según los autores modernos sostienen que, así como hay un solo proceso
también hay una sola teoría de la prueba.
Por su parte Echandía, 1966 piensa que “nada se opone a una teoría general de la
prueba, siempre que en ella se distingan aquellos puntos que, por política
legislativa, ya no por razón de naturaleza o función, están o pueden estar
regulados de diferente manera en uno u otro proceso”. Una unidad general de la
institución de la prueba judicial”. (pág. 28).
Por lo cual:
Se refieren a uno de los aspectos más importante del proceso como lo es la
prueba. Es que, quizás después del principio de la bilateralidad de la audiencia,
uno de los aspectos más esenciales del proceso, es la prueba, porque si existe un
proceso es porque existe controversia y esta, a su vez, sólo puede ser dirimida por
el juez una vez acreditados los hechos que sirven de base a las pretensiones de
cada parte. (Taruffo, 2008, pág. 12)
Una decisión es justa en cuanto responda a una determinación verdadera de los
hechos. Tal como lo explica Taruffo:
Con gran seguridad, y señalando que su opinión difiere de un importante sector de
la doctrina, estima que nada asegura que el choque libre de las actividades
probatorias en competencia de las partes hará, por sí solo, que el tribunal
encuentre la verdad. De hecho, sostiene, "nadie puede razonablemente suponer
que la verdad se encuentre, por definición, "contenida" en las aseveraciones de
las partes, y que ella se verá develada únicamente en virtud de su afán
competitivo". Incluso, "las partes pueden tener intereses convergentes en no
desarrollar, respecto de los hechos relevantes, un análisis completo o una prueba
global, o incluso más, pueden tenerlo en esconder algunos hechos de los ojos del
tribunal".(Taruffo, 2008, pág. 14)
De lo expuesto, podemos señalar dos tesis contrapuestas:
De un lado, aquella que postula que la única sanción para evitar el uso de la
prueba obtenida ilícitamente es la de no darle eficacia alguna; y de otro lado,
aquella que señala que permite que las pruebas ilícitas sean válidas y eficaces
con el único propósito de descubrir la verdad de los hechos, tal como sostiene
Taruffo, quien afirma que “la finalidad de la prueba es la de determinar la verdad
de los hechos, por ende toda prueba relevante debe ser admitida, siempre
teniendo en cuenta criterios claros que nos permitan discernir en qué casos resulte
eficaz que dichas pruebas sean admitidas”. (Taruffo, 2010, pág. 160)
No obstante:
Las formas procesales son imperfectas y ello nos plantea que pese al sistema
probatorio que rige en nuestro país, donde las normas probatorias no están
abocadas solo al juez sino también a las partes, pues tienen un interés directo en
la búsqueda de la verdad, la cuestión probatoria resulta de suma importancia en el
desarrollo mismo de un proceso, sea civil, penal o de cualquier otra naturaleza. De
modo que, probar, está en función directa con los fines intrínsecos de la actividad
procesal, esto es, se traduce como un imperativo para evitar un perjuicio al
sistema o a cualquiera de las partes reclamantes. (Rivera Montes, 2007)
La importancia de la prueba en el derecho y en el proceso:
No hace falta mayor imaginación para comprender la enorme importancia que la
prueba tiene en la vida jurídica; sin ella los derechos subjetivos de una persona
serían, frente a las demás personas o al Estado y entidades públicas emanadas
de éste. Simples apariencias, sin solidez y sin eficacia alguna diferente de la que
pudiera obtenerse por propia mano (sistema primitivo de justicia privada) o por
espontánea condescendencia de los demás (hipótesis excepcional, dado el
egoísmo, la ambición y la inclinación a la rapiña, propias de la naturaleza
humana). (Echandía, 1966, pág. 13)
En nuestro proceso penal peruano existen innumerables inconsistencias, las
mismas que se han venido a cristalizar en la aplicación del nuevo Código Procesal
Penal del 2004, especialmente cuando en el proceso penal existen ciertas
limitaciones para la incorporación de la prueba.
En la etapa de juicio oral existen limitaciones para el ofrecimiento de la prueba,
después de notificada la Resolución del Juzgado de Investigación Preparatoria
otorgando 10 días a las partes para que ofrezcan pruebas para el juicio según el
Art. 350 del CPP, sin extender la imposibilidad de ofrecer las pruebas que las
partes pudieran obtenerlo hasta el día de la audiencia, esto sustentado en la
igualdad de armas y la preclusión de los plazos.

En la etapa de juicio oral, a parte de las pruebas admitidas en el auto de


enjuiciamiento, se pueden ofrecer nuevas pruebas con las limitaciones
establecidas en el Art. 373 del Código procesal Penal, que establece culminado el
trámite anterior, si se dispone la continuación del juicio, las partes pueden ofrecer
nuevos medios de prueba. Sólo se admitirán aquellas que las partes han tenido
conocimiento con posterioridad a la audiencia de control de la acusación, según
nuestro Código Procesal Penal, donde nos podemos dar cuenta con claridad que
existe la limitación al permitir ofrecer como nueva prueba aquella que no esté
incorporada en el expediente judicial a la que se haya tenido conocimiento
después de la audiencia del control de acusación, o sea que tampoco puede
dilucidar las intenciones de las partes, pueda que hayan tenido conocimiento antes
y no lo ofrecieron por estrategia de defensa o es que recién llegan a tener
conocimiento de la prueba hasta el día de la audiencia de juicio oral, sin embargo
no pueden ser admitidas si no cumplen con la normativa. Estas prácticas han
generado la problemática actual que vulnera el derecho a la defensa, ya que
podría tratarse de pruebas directas, útiles, pertinentes y conducentes que
justamente su finalidad sería el esclarecimiento de los hechos materia de
investigación, y al no ser admitida, no habría la posibilidad de conocer la verdad
material, cuando por el principio constitucional del derecho de defensa que no
debe ser privado en ningún estado del proceso, cualquier prueba y conocida en
cualquier momento siempre que reúnan los requisitos de utilidad, pertinencia y
conducencia, deben ser admitidos y actuados a fin de que la verdad judicial sea el
reflejo de la verdad material.
¿Cuál es el fundamento jurídico para posibilitar el ofrecimiento y admisión
de nueva prueba sin límites de tiempo, en el juicio oral del proceso penal
Jaén - 2020?

SEGUNDO RODOLFO PÉREZ CHENTA.

limitación para ofrecer como nueva prueba

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