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EL OIDO

NATALIA TORRES TIBATA

ID 720533

El

oído es un conjunto de órganos cuyas funciones principales son dotar de equilibrio y


audición al cuerpo de los humanos o animales.

Partes del oído

El oído se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno.

Oído externo: Es la primera parte anatómica del oído y está compuesto por un pabellón
auricular y un conducto auditivo externo. En la piel del conducto se localizan glándulas
ceruminosas que son las responsables de la producción de cerumen cuya función es
proteger la cavidad de la entrada de objetos extraños como el polvo, agentes bacterianos y
virus.

Oído medio: Es en esta parte donde se encuentran cuatro pequeños huesecillos, el yunque,
el estribo, el martillo y el lenticular. El estribo es el hueso más pequeño del cuerpo
humano.  Su función es la transformación de las ondas sonoras que llegan desde el oído
externo en ondas sónicas que viajen por medio del líquido peri linfático del oído interno.

Oído interno: También se denomina laberinto y se divide a su vez en labyrinthus


osseus (óseo) y labyrinthus captivus (membranoso). En el labyrinthus osseus los
conductillos semicirculares pertenecen al órgano propio del equilibrio, mientras que
la coclearis o caracola pertenece al órgano de la audición.

La cóclea, también conocida como caracol debido a su forma, posee una serie de células
sensibles, las células ciliadas. Éstas tienen la función de transformar señales acústicas
físicas a señales acústicas mecánicas y de estas a señales electroquímicas dirigidas al
cerebro.

¿Cómo funciona el oído?

El oído es un órgano muy complejo y transforma todos los sonidos que nos rodean en
información. Cuando se produce un sonido, el aire vibra y crea una onda sonora. Las
vibraciones lentas producen sonidos graves mientras que las vibraciones rápidas producen
sonidos agudos.

La onda sonora entra al oído por el canal auditivo y llega al tímpano. Esta membrana
comienza a vibrar y hace que se muevan los huesecillos del oído medio, encargados, a su
vez, de hacer llegar esos pequeños movimientos al oído interno.

Dentro del oído interno, la cóclea juega una función primordial. En la cóclea se encuentran
las células celiadas cuya función es enviar pequeños impulsos eléctricos, a través del nervio
auditivo, hasta el cerebro.

Finalmente, el cerebro se encarga de interpretar esos impulsos eléctricos y convertirlos en


información. De esta manera, podemos entender palabras, conversaciones o disfrutar de una
buena canción.

Todo este proceso es tan rápido que escuchamos e interpretamos los sonidos de manera
instantánea y continua.
Y después de este rápido repaso para conocer mejor el oído y su funcionamiento, ¿no crees
que debemos cuidar nuestros oídos de la mejor manera posible?

Protege tus oídos y revisa su funcionamiento de manera periódica acudiendo a tu centro


auditivo más cercano. Es la mejor manera de que todo siga funcionando tan bien como
siempre y de atajar cualquier problema.

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