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A.

APRENDIZAJE AUTONOMO
Nofal Nagles
Denis Arguello

Nagles Nofal, Arguelles Denis Carolina. Estrategias para promover procesos de Aprendizaje
Autónomo. 3 edición, 2006

1 ¿Por qué aprender autónomamente?

Hasta hace poco tiempo, la principal preocupación de una persona era adquirir los
conocimientos necesarios para enfrentar el mundo, no solo desde una perspectiva
profesional sino también personal. Conocer las teorías, las discusiones especializadas de
las diferentes ciencias y en general poseer información eran las principales razones para
iniciar cualquier proceso formativo formal o no formal.

Sin embargo, con los desarrollos tecnológicos y científicos de finales del siglo XX que
generaron no solo la rápida divulgación y difusión del mismo, el hombre se vio enfrentado
a necesidades de formación distintas y al dominio de habilidades diferentes a las que
hasta ahora había cultivado.

En este contexto, el paradigma en educación ha venido cambiando, principalmente en lo


que tiene que ver con las competencias que se requiere desarrollar en una persona para
que este en capacidad de enfrentar exitosamente el mundo de hoy. Ha venido cambiando
el tipo de conocimientos y la cantidad de información que debe poseer. Se han
trasformado los caminos y las estrategias para aprender.

Bajo este marco, ya no importa la cantidad de información que una persona posea sino la
habilidad para adquirirla. No interesa cuantas horas se sienta en un aula a recibir
conocimientos, sino la habilidad que desarrollen para aprender por sí misma y en forma
permanente.

Surge entonces, en el mundo entero, un proceso de trasformación de los medios para la


formación y el aprendizaje y, por ende, también de sus fines y propósitos. Así, para
desarrollar las competencias requeridas para elaborar los saberes humanos, científicos y
académicos que hagan del hombre un ser competente para llevar a cabo su proyecto de
vida individual y colectiva, no es menester retener en la memoria un océano de
información. Se necesita contar con habilidades para aprender a aprender, para organizar
y usar información y con habilidades para comunicarse y especialmente habilidades para
desaprender conocimientos y destrezas obsoletas o en desuso.

Nadie nace con todas las competencias y habilidades que necesita, estas se construyen y
reconstruyen en la interacción con los otros y con el entorno. En este sentido, nadie parte
de cero se trata en realidad de un proceso de reelaboración y significación donde se da
tránsito hacia aquello que se necesita para enfrentar un proceso, un aprendizaje, una
decisión, etc. Y ello exige voluntad y muy posiblemente una lucha interna entre los
paradigmas de cada cual y el nuevo acontecer.

Dentro de la reflexión acerca de la dinámica actual de la educación, vale la pena


detenernos en lo que hoy se consideran como los pilares de la educación: aprender a

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conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, continuamente a ser y aprender a
aprender. En el cuadro que aparece a continuación se describen estos parámetros
fundamentales.

Pilares de la educación

Aprender a conocer Aprender a hacer Aprender a vivir juntos


Posibilidad de acceder a En busca de la adquisición de A partir del desarrollo de la
conocimientos generales, una competencia que capacite capacidad para reconocer y
avanzados o al individuo para enfrentar un entender al otro en todas sus
especializados por los gran número de situaciones y dimensiones, para trabajar
propios medios y en forma de experiencias sociales o de cooperativamente y para
permanente implica trabajo, bien sea en el ámbito solucionar conflictos en el
necesariamente habilidad individual o colectivo. marco del pluralismo, la
para aprender a aprender. equidad la tolerancia y la
solidaridad.

Aprender a ser Aprender a aprender


Para que cada cual tenga Implica el desarrollo de
la posibilidad de realización competencias para la
personal, a partir de la adquisición organización y
proyección de su propia manejo de información así
personalidad, desde sus como de estrategias cognitivas
capacidades, con y metacognitivas para la
autonomía, buen juicio y administración de la misma, de
responsabilidad personal. acuerdo con las circunstancias
y necesidades

Si se analizan cuidadosamente los pilares de la educación, se puede concluir que el


concepto de aprendizaje tradicional o dirigido ha perdido vigencia y surge como
contrapartida el aprendizaje autónomo, independientemente del sistema (formal o no
formal) o de la modalidad educativa a la que se haga referencias (presencial,
semipresencial o distancia). Aprender autónomamente es el primer paso para el
desarrollo personal pero también lo es para habilitarnos de las cualidades necesarias para
enfrentar el mundo de hoy.

En el contexto educativos el aprendizaje autónomo es un proceso que estimula al


estudiante para que sea el autor de su propio desarrollo, en especial, para que construya
por sí mismo el camino que debe seguir, para lograr el conocimiento que ignora y para
que disponga de un método o procedimiento que le permita poner en práctica de manera
independiente lo que ha aprendido.

Como competencia comprende el desarrollo de tres áreas principales: la cognitiva, en la


cual se manejan todos los procesos y estrategias; la socioafectiva, expresión de afectos,
valores y rasgos de la personalidad que permiten la adaptación del individuo al grupo; y la
motora o expresión de la habilidad.

El desarrollo del aprendizaje autónomo proporciona valores sociales de actitud, integridad


y honradez intelectual, el espíritu crítico y la firmeza cuando las circunstancias lo exigen.

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Para logar el aprendizaje autónomo es necesario trabajar en habilidades comunicativas
como: tomar nota, leer con rapidez y compresión, desarrollar la habilidad para elaborar
preguntas, manejar y memorizar información, entre otras.

1. Condiciones del aprendizaje autónomo

Dentro del contexto de las nuevas corrientes educativas y las nuevas exigencias a nivel
del desempeño profesional de las personas, el concepto de aprendizaje autónomo ha
entrado a formar parte esencial de los procesos formativos. Sin embargo, en algunos
casos se ha dado este nombre a procesos de aprendizaje tradicional que siguen
incentivando la dependencia de los estudiantes a los diferentes agentes educativos.

En este sentido, es importante clarificar las condiciones que se requieren para que el
aprendizaje autónomo se dé., esto es, para que los individuos obren por sí mismos y
autorregulando verdaderamente su proceso de aprendizaje.

Condiciones para que se dé el


aprendizaje autonomo

Propósito Situación Aprender Conocimientos Interacción


personal específica haciendo previos social

El primer paso para que ocurra el aprendizaje en forma autónoma es la existencia de un


propósito personal. La actitud que el individuo asuma a este respecto condiciona el
proceso, bien sea en sentido positivo o negativo, facilitándolo o haciendo que este sea
verdaderamente complicado.

Si una persona no desea asumir la responsabilidad que implica aprender por sí mismo,
creando sus propias estrategias y buscando los métodos necesarios, no hay manera de
convertirse en un aprendiz autónomo.

Por otra parte, el aprendizaje es un proceso que está determinado por una serie de
variables inherentes al momento en que se aprende, el entorno, el estado de ánimo, la
conjugación de los distintos elementos que se aprenden, entre muchas otras. Así, quien
aprende autónomamente lo hace a partir de situaciones específicas, particulares y

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matizadas no solo por distintos contenidos si no por los propios intereses y los
conocimientos y experiencias que sobre la misma se tengan.

Siempre se cuenta con algún tipo de saber sobre las diversas situaciones o eventos que
se enfrenta. Podría decirse que de alguna forma, este es el punto de partida del
aprendizaje. El recuento que se hace sobre lo que se sabe señala el sendero de lo que se
desconoce y, por consiguiente, se deber aprender. Sin embargo, no siempre se tiene
acceso a esta información, algunas veces porque no se relaciona con la nueva o porque
simplemente la persona no cuenta con las estrategias que le permitan recuperarla. Sin
duda, uno de los requerimientos de aprendizaje autónomo consiste en activar los
conocimientos previos que se poseen.

2. Aprender haciendo

Esta expresión se ha ido desgastando en el discurso educativo pero lamentablemente en


la práctica no ha tenido mayor desarrollo. El aprendizaje autónomo enfrenta al individuo al
hecho de crear sus propias estrategias de aprendizaje, a diseñar sus métodos y técnicas
de estudio, a decidir los caminos por los que se desea avanzar, a seleccionar lo que se
quiere aprender.

Esta búsqueda permanente de medios y metodologías, y las decisiones acertadas o


desacertadas a que haya lugar se convierte en una experiencia constructiva donde el
hacer y el corregir son la base fundamental del aprendizaje.

Finalmente, es claro que el aprendizaje implica un nivel de socialización en interacción, la


contrastación de experiencias y saberes con otros permite su recontextualización y
reconstrucción. Así, cuando el proceso formativo ocurre de manera autónomo, la
interacción social se constituye en uno de los principales referentes en la construcción del
conocimiento, en elemento de regulación e incluso de validación.

3. Aprender a aprender: base del aprendizaje autónomo

Convertirse en un aprendiz autónomo exige de la persona el desarrollo de una variedad


gama de habilidades, sin embargo, una de las principales es la capacidad de aprender a
aprender. Esto es, de desarrollar habilidades y estrategias cognitivas que permitan
procesar la información en forma eficiente y de acuerdo con las necesidades y las
circunstancias; desarrollar habilidades interpersonales y la motivación suficiente para
mantener un proceso dinámico capaz de suscitar, orientar y mantener una actividad o
conducta.

No obstante, aprender a aprender implica que la persona posea capacidad de


autorregulación, es decir, una consciencia de los procesos que realiza, de tal forma que
pueda evaluarlos y establecer planes de mejoramiento cuando sea necesario, con el fin
de que pueda alcanzar con éxito las metas propuestas.

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Aprender a aprender
permite

desarrollar Desarrollar la
las Acceder a los capacidad
habilidade conocimientos reconteztualizar y reflexiva
s que en que una reconstruir Convertirse necesaria
Relacionarse en aprendiz
un situación experiencias y adecuadamente para
momento específica significados autónomo autorregular
dado se demande el propio
requieran proceso de
aprendizaje
Por otra parte, es necesario valorar el aprender a aprender en cuanto a la intencionalidad
formativa, la construcción de realizaciones y el trabajo sistemático. Aprender a aprender
implica un saber y un saber hacer estructurado conscientemente hacia el aprendizaje
autónomo.

Dinamizar el aprendizaje autónomo es promover procesos que ayuden a construir la caja


de herramientas, a manejar hábilmente cada componente y a generar cada vez nuevos
dispositivos que respondan a los requerimientos nacientes.

4. Atributos del aprendiz autónomo

Como ya se había señalado anteriormente son muchas las habilidades que una persona
necesita desarrollar para convertirse en un aprendiente autónomo. Con el ánimo de
precisar un poco más la visión de lo que hasta aquí se ha dicho, a continuación se
presentan los atributos que lo identifican, aclarando que todo este conjunto de
características se puede ir construyendo y perfeccionando. En este sentido, la experiencia
ha señalado que un aprendiz autónomo ¡se hace! Veamos por qué:

 Identifica situaciones problemáticas, realiza su análisis y las valora para dar solución
a las mismas.
 Identifica su necesidad de aprendizaje cuando encuentra un problema, por ejemplo
de contar con una habilidad o una dada información.
 Recopila la información que desea, reúne ideas, practica habilidades, trabaja para
resolver sus problemas y consigue sus metas.
 A la hora de evaluar, juzga la idoneidad de las habilidades recién adquiridas, la
pertinencia de sus soluciones y la claridad de sus ideas y nuevos conocimientos.
 Utiliza sus experiencias, intereses y capacidades en la selección de propio campo de
estudio.
 Recurre a una gran variedad de métodos y técnicas de estudio, lo más compatibles
posibles con su propio estilo de aprendizaje.
 Reconstruye y resignifica los nuevos conceptos.

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 Genera o activa mecanismos que le permitan ponerse en contacto con situaciones,
hechos conocimientos, etc.
 Propicia procesos de comunicación y acción cooperativa
 Encuentra la motivación necesaria para el desarrollo de cada una de las acciones que
se propone ejecutar.
 Transfiere conocimientos de una situación a otra.
 Tiende a desarrollar atributos independientes asociados al carácter de las personas:
integralidad, autodisciplina, perseverancia, laboriosidad, altruismo y sensibilidad para
con los demás.

El aprendizaje autónomo se evidencia al:

 Establecer contacto por sí mismo con cosas e ideas. En la mayoría de los casos,
un aprendiz autónomo adquiere la mayor parte de la información al interactuar con
diferentes fuentes de información (bibliotecas, medios electrónicos, audiovisuales,
auditivos, etc.). La capacidad de interactuar con estos recursos, ubicando
contenidos significativos evidencia su capacidad para aprender autónomamente.

 Comprender por sí mismo fenómenos y textos. El contacto con diferentes


fuentes de información nos permite relacionarnos con diversos tipos de textos que
es necesario comprender. Comprender significa su estructura esencial, conocer lo
nexos internos de la redes de relaciones (independientes del lenguaje del medio) en
la cosa misma, en las acciones y solucionar problemas.

La solución de problemas va de la mano del uso de diversas reglas y procedimientos


que hacen posible el hallazgo de soluciones conscientes.

 Ejercitar actividades por sí mismo y poder manejar información mentalmente.


Si bien las instrucciones ayudan en la ejecución de las diferentes actividades, estas
también tienen sus límites. Se trata ante todo de una cuestión de comprensión, pero
igualmente, de una ejecución que posibilite la adquisición de competencias y
destrezas necesarias.

 Mantener por sí mismo la motivación para la actividad del aprendizaje. Algunos


llaman a esto administrar la motivación propia. Este aspecto está muy ligado con el
tipo de objetivos parciales que se plantean en la realización de un trabajo. Los
objetivos pueden ser ambiciosos pero ante todo factibles.

Querer aprender, buscar, conocer y saber son condiciones que surgen de la dinámica
personal, más que de la experiencia social.

1. Cinco características relevantes de aprendizaje autónomo

 Autodirección

Una de las condiciones para que una persona aprenda autónomamente es que se capaz
de autodirigirse, es decir, de asumir el compromiso de organizar y regular sus propias
acciones.

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La mayoría de los esfuerzos por comprender la autodirección en el aprendizaje se ha
centrado en la idea de un proceso en el que el estudiante asume un papel primordial en la
planificación, realización y evaluación del aprendizaje, aunque a menudo un agente o
recurso educativo pueda también desempeñar un papel de facilitador en este proceso. Se
debe concebir la autodirección en el aprendizaje como una forma de vida, desde una
perspectiva de aprendizaje con sentido, que se encuentra altamente relacionado con el
concepto que se tiene sobre sí mismo.

Entre los factores que puede propiciar o anular oportunidades de autodirección se pueden
señalar:

 El control sobre los procesos de aprendizaje


 El grado de responsabilidad para iniciar las actividades de aprendizaje
 El concomimiento sobre los estilos de aprendizaje
 El tipo de relación entre el facilitador (dependencia – independencia)
 El concepto que se tiene y las distinciones que se hacen entre competencia
mínima, el aprovechamiento o la excelencia
 Las estrategias para evaluar los resultados

 Reflexión critica

Una de las estrategias para mejorar la autodirección consiste en desarrollar la capacidad


de reflexión crítica sobre las experiencias para facilitar en futuras ocasiones la utilización
del conocimiento obtenido.

La reflexión crítica posibilidad la puesta en marcha de mecanismos de análisis frente a las


distintas situaciones y problemas que un individuo enfrenta; igualmente abre alternativas
de solución de los mismos, mediante acciones que toma cada persona de manera
autónoma y de acuerdo con el análisis crítico realizado.

Dicho en otros términos, el estímulo de la reflexión crítica propicia la formación de un


pensamiento crítico y este, a su vez es una de las herramientas básicas para el desarrollo
y fortalecimiento de la autonomía.

¿Qué hacer para propiciar una reflexión crítica?

 Identificar y desafiar las suposiciones


 Reconocer la influencia del contexto en los pensamientos y en las acciones
 Considerar las diferentes alternativas de las actuales formas de vida y
pensamiento
 Desarrollar un escepticismo reflexivo es decir una no- disposición a aceptar una
conducta o una idea meramente porque siempre se ha hecho de ese modo.

 Responsabilidad personal

El punto de partida de la comprensión de la autonomía en el aprendizaje de adultos es la


noción de responsabilidad personal, es decir, el hecho de que un individuo asuma la
titularidad de sus pensamientos y acciones. Responsabilidad personal no significa
necesariamente el control de las circunstancias de la vida o del entorno personal. Sin

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embargo, si significa que la persona tiene el control sobre su forma de responder a una
situación.

La responsabilidad personal es una opción en cualquier situación. Incluido el proceso de


aprendizaje, el individuo puede elegir como desea responder, significa que uno asume el
papel principal en la toma de decisiones relativas a su vida.

El énfasis en la responsabilidad personal señala que el foco primordial del proceso se


encuentra en el individuo y que el punto de partida para la compresión del aprendizaje
está en él. A continuación se presenta una reflexión que nos toca muy cerca a los
colombianos. Veremos como el cambar las cosas y el conducirnos verdaderamente hacia
las metas que nos hemos propuesto depende de la responsabilidad personal.

 Motivación

Hasta ahora se ha planteado que la motivación es condición necesaria para que ocurra
tano el aprendizaje significativo como el aprendizaje autónomo y que tiene una particular
importancia en el aprendizaje de adultos. Bien, pero y ¿Qué podemos decir de ella?

El término motivación se deriva del verbo latino moverse, que significa moverse, poner en
movimiento o estar listo para la acción. Para muchos es lo que induce a una persona a
llevar a la práctica una acción.

En el plano pedagógico podría decirse que la motivación proporciona motivos, es decir,


mueve la voluntad haca el aprendizaje. Por muchas décadas, esta tarea se le dejo al
docente y se le responsabilizo por los fracasos escolares que se derivan de la falta de
motivación en los estudiantes.

Sin embargo, si bien son importantes los factores de motivación externos, ellos nada
pueden hacer si no existiera una voluntad interna, un deseo, un motor que desde dentro
incite y conduzca al aprendizaje. Estimular el deseo de aprender propicia el esfuerzo y de
los interés hacia el logro de los fines propuestos.

La motivación condiciona la forma de pensar del estudiante y con ello el tipo de


aprendizaje resultante. Es claro, que la motivación no es un factor aislado, por el
contrario, dinamiza la relación entre el estudiante el saber y el docente. La motivación
abarca todo el acto educativo, esto es, tanto en la enseñanza como el aprendizaje. Se
esperaría que la atención, el esfuerzo y el pensamiento de los estudiantes estuvieran
guiados por el deseo de comprender, elaborar e integrar significativamente la información,
pero no siempre es así; existen muchos casos en que tanto el docente como el estudiante
mismo tienen que generar múltiples alternativas de motivación antes, durante y después
del aprendizaje, en busca de que sea así.

Bajo este contexto, en el campo de aprendizaje autónomo y significativo es necesario


desarrollar el gusto y el hábito por el estudio independiente y tener la intención de
otorgarle siempre sentido a las diversas experiencias de aprendizaje. Hay que centrarse
en el placer que resulta de la adquisición de conocimientos válidos y significativos que
posibiliten la explicación y actuación en el mundo en que se vive.

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 Autoconcepto

El autoconcepto que tengamos sobre nosotros mismos es un factor definitivo a la hora de


poner en marcha los mecanismos de motivación personal. El concepto define la
percepción personal, una construcción que se da a medida que crece el individuo e
interactúa con el entorno.

Es necesario tener en cuenta que a la vez que se construyen significados sobre los
contenidos de enseñanza se construyen también representaciones sobre nosotros
mismos y que en el aprendizaje intervienen numerosos aspectos de tipo afectivo y
relacional. El autoconcepto incluye un conjunto amplio de percepción y representaciones,
bien sean, imágenes, juicios, conceptos, etc.; que las personas tenemos acerca de
nosotros mismos.

El aprendizaje y el éxito alrededor del mismo juegan un papel definitivo en la construcción


de autoconcepto, pues, en alguna medida proporciona juicios de valor sobre el
desempeño personal que actúan como motores de interés o por el contrario de
desmotivación.

El autoconcepto se ve influenciado por el proceso seguido y los resultados obtenidos en la


situación de aprendizaje; por la forma de enfrentarse a ella; por el modo de comportarse,
de interactuar, de estar en este mundo. Un individuo que posee un concepto pobre de sí
mismo difícilmente encuentra en su interior un motor de acción que lo motive e incite a
actuar por sí mimos.

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