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Referencia:

Whisman, M.A. & Beach, S.R.H. (2015). Couple Therapy and Depression. En Gurman, A.,

Lebow, J. & Snyder, D. (fifth Ed.) Clinical Handbook of couple therapy (pp. 585-605). New

York: The Guilford press.

Terapia de pareja y depresión

En los Estados Unidos, se estima que cerca de 1 de cada 6 adultos (16.6% de la población)

cumplirá con los criterios de trastorno depresivo mayor (MDD) en sus vidas (Kessler, Berglund

et al., 2005) y casi 1 de cada 15 adultos (6,7% de la población) cumplirán los criterios de MDD

durante los últimos 12 meses (Kessler, chiu, demler y walters, 2005). Así el desarrollo y

evaluación de tratamientos para la depresión constituye un importante tema de investigación

científica, con importantes implicaciones para la salud pública. Los datos demográficos indican

que la gran mayoría de la población adulta de los Estados Unidos se casará por lo menos una vez

en su vida, y que muchas personas que no se casan cohabitan (copen, daniels, vespa y mosher,

2012). Además, las relaciones íntimas que las personas forman con sus compañeros románticos

están más frecuentemente entre las relaciones interpersonales más importantes, y de larga

duración, formadas durante la edad adulta. Por lo tanto, es probable que la salud mental de un

individuo influya, y sea influenciado por, procesos interpersonales dentro de las relaciones

íntimas. En consecuencia, mejorar el funcionamiento de las relaciones es probable que mejore el

bienestar. En este capítulo, revisamos la terapia de pareja cognitivo-conductual como tratamiento

de la depresión.
Fondo: Una variedad de teóricos de una gama de posiciones teóricas han sugerido que la terapia

de pareja puede ser útil como tratamiento para la depresión (beach, 1996). El primer trabajo

sobre el uso de la terapia de pareja en el tratamiento de la depresión es el ejemplo más citado,

con resultados que sugieren algunos beneficios aditivos potenciales de la medicación y la terapia

de pareja. Un ejemplo un poco menos familiar es lewinsonhn y schaffers (1971) descripción de

una pareja conjunta en tto para la depresión.

La Terapia de pareja para la depresión (playa, sandeen, y o`leary, 1900) comenzó como un

tratamiento adyuvante para pacientes deprimidos. La literatura empírica sobre el estrés y el

apoyo social en la depresión, sugirió que abordar las dificultades sociales en la depresión sería

paliativo para la mayoría de los individuos deprimidos y podría en algunos casos ser curativo

(playa, etc, 1990). La terapia de pareja para la depresión se ofreció como un tratamiento para

personas deprimidas con disputas de roles en la relación; Este uso de ella destacó su similitud

con la psicoterapia interpersonal (IPT, klerman, weissman, rounsaville, y chevron, 1984).

Por esta razón, la terapia de pareja para la depresión se presenta típicamente como tener una

población objetivo más enfocada y reclamos más modestos para su rango de aplicabilidad que

los tratamientos individuales para la depresión. (1990) adujeron la posición de que la terapia de

pareja para la depresión probablemente se limita a las personas con disputas significativas de

pareja, particularmente aquellas relacionadas con el inicio o la exacerbación del episodio

depresivo; Los datos posteriores (que examinamos a continuación) parecen apoyar esta opinión.

Sin embargo, debido a que las interacciones positivas limitadas con otros cercanos parecen

constituir un problema general en la depresión, puede haber utilidad en las intervenciones de


pareja incluso con personas deprimidas que no informan discordia de pareja y los estudios han

dado resultados prometedores que no son necesariamente discordantes.

La terapia de pareja para la depresión es una variante de la terapia de pareja cognitivo-

conductual, diseñada para ser útil en el tratamiento de la depresión y publicada posteriormente en

forma manual (beach et al., 1990). Beach y colegas (1990) plantearon la hipótesis de que los

socios seleccionados para la presencia de la discordia de pareja y la depresión, sobre todo si los

problemas de relaciones parecían preceder y precipitar la depresión, sería más probable que

respondan bien a la terapia de pareja.

Utilizaron terapia de pareja cognitiva-conductual porque se había demostrado para aliviar la

discordia de pareja y para mantener los efectos durante los períodos de seguimiento (hahlweg y

markman); Además, niveles más altos de síntomas depresivos predecían una mejor respuesta al

tratamiento (jacobson, follete, y pagel, 1986). En adición, fue la única forma de terapia de pareja

que documentó la eficacia intercultural (hahlweg y markman, 1988), y estos hallazgos sugirieron

su potencial para trabajar en una variedad de parejas y poblaciones.

La variante de la terapia de pareja cognitivo-conductual desarrollada para el tratamiento de la

depresión (beach et al., 1990) se centró en la eliminación de las transacciones estresantes y

angustiosas y en el aumento de la provisión de apoyo social dentro de la relación; En particular,

intentó mejorar la opinión de la pareja como una persona confiable a la que se podía contar para

escuchar y trabajar con la persona deprimida. Se sugirió que una disminución en el nivel de

depresión se produciría principalmente como una función de la mejora en la calidad de la

relación de una predicción que se ha apoyado en la investigación controlada.

El modelo de desacuerdo de la pareja de la depresión ha continuado evolucionando desde su

presentación inicial en 1990. En particular, se ha prestado una atención creciente al contexto


interpersonal más amplio de la depresión y al desarrollo de modelos más sofisticados que

relacionan procesos sociales y depresión (hammen, 2005) , Junto con el creciente interés en el

contexto familiar y de relaciones de la salud mental en general (beach et al., 2006).

Además, se ha prestado cada vez más atención a la importancia de factores contextuales como la

raza y el estatus socioeconómico. Las intervenciones de pareja para la depresión para personas

pertenecientes a grupos de minorías raciales o étnicas probablemente involucren consideraciones

especiales, modificaciones y adaptaciones. En particular, la difusión generalizada de las

intervenciones eficaces para las dificultades de pareja a familias de bajos recursos requiere

ofrecer estas intervenciones de manera que reduzca los costos para los consumidores y haga que

los programas sean más fácilmente accesibles. Un desafío importante para la investigación futura

es el de empaquetar intervenciones eficaces y desarrollar sistemas de suministro que satisfagan

las necesidades de las personas deprimidas en contextos diversos. Como mínimo, establecer la

confianza y ofrecer intervenciones que tomen en consideración las características raciales,

socioeconómicas y regionales de las poblaciones atendidas son fundamentales para satisfacer las

necesidades de los grupos desatendidos.

Parejas sanas versus deprimidas

Como se sugirió anteriormente, el modelo de discordia pareja de la depresión ha evolucionado

con el tiempo para centrarse en el papel de los "ciclos viciosos" en el mantenimiento del vínculo

entre la discordia pareja y la depresión. Como consecuencia, junto con muchos de nuestros

colegas sistemáticamente orientados, hemos llegado a ver la interrupción de los ciclos viciosos

como la clave para el éxito del tratamiento. Muchas de las intervenciones utilizadas en nuestro

enfoque (beach et al., 1990) se centran en cambiar los patrones de interacción clave que se
describen a continuación o en mejorar el apoyo social y reducir el estrés en las relaciones. Estos

dos últimos focos de intervención se han destacado como exploradores de los polos positivos

(suportes sociales) y negativos (estreses sociales) de patrones dirigidos a ser etiológicamente

importante en el vínculo entre la discordia de pareja y la depresión. En lo que sigue, ofrecemos

una visión general de algunos de los factores de relación clave asociados con la depresión.

Mala calidad de la relación

La calidad de la relación ha demostrado asociaciones transversales y longitudinales con la

depresión. Por ejemplo, las investigaciones sobre muestras basadas en la población indican que,

en comparación con las personas sin un trastorno depresivo, individuos con un trastorno

depresivo actual reportan una calidad de relación inferior (whisky, 1999,2007). Los estudios

longitudinales de múltiples ondas han demostrado que la calidad de la relación y los síntomas

depresivos covarios a lo largo del tiempo (p. Ej., Beach, kats, kim y brody, 2003) Dentro de los

individuos (por ejemplo, Davila, karney, hall, y bradbury, 2003).

Finalmente, la investigación ha demostrado que la calidad de la relación inferior predice la

incidencia de trastornos depresivos (por ejemplo, overbeek et al., 2006).

Aunque gran parte de la investigación sobre la calidad de las relaciones y la depresión se ha

llevado a cabo en los Estados Unidos y Europa, un cuerpo emergente de investigación sugiere

que la calidad de la relación también demuestra asociaciones transversales y longitudinales con

la depresión en otros países, incluidas las sociedades colectivistas. Por ejemplo, la calidad de las

relaciones se asoció negativamente con los síntomas depresivos en una muestra de parejas

casadas procedentes de China (miller et al., 2013) y se asoció negativamente con el nivel
concurrente de síntomas depresivos y con niveles de síntomas depresivos 2 años Posteriormente

en una muestra de mujeres latinas de brasil (hollist, miller, falceto, y gernandes, 2007). En

presentaciones recientes del modelo de desacuerdo de pareja de la depresión (por ejemplo, beach

y whisman, 2012), hemos adoptado una variante de hammens (1991) "generación de estrés"

marco. La generación de estrés describe un patrón bidireccional particular de causalidad entre el

estrés y la depresión: este modelo postula que los individuos deprimidos generan estrés en sus

entornos interpersonales y que el estrés interpersonal que se genera con también

retroalimentación para exacerbar o mantener la depresión. Asimismo, en su revisión del proceso

de auto-propagación en la depresión, Joiner (2000) puso de relieve la propensión de las personas

deprimidas a buscar retroalimentación negativa, a comprometerse en la búsqueda excesiva de

seguridad, a evitar conflictos ya deshacerse ya estimular cambios en sus parejas. Vista de ellos;

Este modelo ilustra el potencial de ciclos viciosos que conducen a eventos de relación más

estresantes. En cada caso, el comportamiento resultante de la depresión de los individuos tiene el

potencial de generar estrés interpersonal o de desplazar la respuesta de los demás en una

dirección negativa. Actualmente vemos la discordia de los pares y la depresión como

componentes de un círculo vicioso más grande que crea un bucle autocontrolado.

En una ilustración empírica del círculo vicioso que caracteriza a la discordia y la depresión de los

pares, la depresión predijo una mayor negatividad en el comportamiento de apoyo hacia la pareja

deprimida, que a su vez predijo un mayor estrés en pareja (davila, bradbury, cohan y tochluk,

1997). Finalmente, cerrando el círculo vicioso, el nivel de estrés de pareja predijo síntomas

depresivos posteriores (control de síntomas anteriores). De forma similar, los resultados de otro

estudio sugieren que la fuerza de la asociación entre la discordia de pareja medida en el inicio y

los síntomas depresivos posteriores medidos en un seguimiento de 2 años no fue


significativamente diferente de la fuerza de la asociación entre los síntomas depresivos medidos

en la línea base y la pareja subsiguiente Discordia medida en el seguimiento (whisman y

uebelacker, 2009).

Alto nivel de conducta depresiva

En adición a los síntomas prototípicos conductuales y cognitivos de la discordia de pareja, como

endosar eventos de relación más negativos y mayor reactividad a los comportamientos negativos

del cónyuge, las parejas con un compañero deprimido pueden mostrar niveles adicionales de

negatividad conductual. Un compañero deprimido puede expresar afectividad negativa sobre no

sólo él -o ella misma, sino también su pareja. Esto puede incluir declaraciones negativas de sí

mismo, respaldo de bienestar negativo, declaraciones negativas sobre el futuro y quejas

generales.

(Segrin, 2000) pueden cambiar el tono de las conversaciones que las parejas tienen y las

conductas depresivas, incluyendo la afirmación negativa de sí mismos y las demostraciones de

afecto deprimido -que incluyen suspiros, falta de contacto visual, largas latencias entre los

enunciados del habla y otras habilidades sociales pobres característicos de la depresión

Disminuir la eficiencia de la resolución de problemas. Debido a su potencial para interrumpir el

flujo de discusión, estos comportamientos son típicamente atendidos durante el curso de la

terapia de pareja.

Baja cohesión de pareja e intimidad

Los patrones de interacción negativa de largo plazo con el tiempo pueden tener profundas

implicaciones para muchas parejas discordantes de proximidad e intimidad. Los patrones


negativos pueden llevar a los miembros de una pareja discordante luchando con la depresión a

sentirse aislados y distantes, a sentir que su relación tiene menor cohesión de lo que alguna vez

hizo, y en algunos casos a sospechar que su relación nunca tuvo intimidad y cohesión.

Porque la depresión puede restringir la expresión del afecto, incluidas las expresiones de

intimidad y cohesión, las parejas depresivas frecuentemente muestran menos interés en mejorar

que las parejas no deprimidas. Consistente con el amplio ciclo vicioso de generación de estrés, la

falta de cohesión y la intimidad parecen resultar de y para exacerbar la depresión. La terapia de

pareja para la depresión generalmente interrumpe este patrón temprano en la terapia aumentando

las actividades agradables compartidas y aumentando la comunicación en torno a las

interacciones positivas.

Alta emoción expresada y percepción de cristicismo

Un proceso interpersonal que ha sido estudiado en el contexto de la pareja y las familias es

"emoción expresada (EE)". Se refiere a la medida en que los miembros de la familia expresan

críticas. Hostilidad y sobreinvestimiento emocional sobre las personas con trastornos

psiquiátricos a un investigador durante una entrevista privada. La importancia de la alta emoción

expresada se basa en la teoría de que ciertas características de los parientes hacen probable que

respondan a las dificultades de una persona o impedimentos de una manera que está diseñado

para crear un cambio y hacer que la persona se comporte de manera diferente. Sin embargo,

cuando los esfuerzos bien intencionados de parientes de alta emoción expresada para lograr que

los pacientes funcionen mejor no conducen al tipo de resultados exitosos para los que están

luchando, los realistas pueden llegar a ser más frustrados, críticos y culpables, lo que a su vez es

estresante Para los individuos vulnerable. Un metanálisis para estudios prospectivos de la


asociación entre EE y realpse en personas con trastornos del estado de ánimo encontrados

significa un promedio ponderado de los tamaños de efecto (r) que van de 39 a 45, dependiendo

de la puntuación de corte en el número de comentarios críticos utilizados para definir alta EE

(Butzlaff y hooley, 1998).

Además de medir el critismo real expresado por los miembros de la familia hacia una persona

deprimida, los investigadores han estudiado a individuos deprimidos informes subjetivos de lo

crítico que creen que sus parejas o miembros de la familia son de ellos. Este fenómeno se

denomina "crítica percibida" (hooley y teasdale, 1989). En una revisión de la literatura sobre la

crítica percibida (renshaw, 2008), cinco de siete estudios indican que una mayor percepción de la

crítica predijo prospectivamente empeoramiento de la depresión o afecto negativo; Esta

asociación se encontró en muestras clínicas y no clínicas, y con la recaída depresiva y el cambio

en los síntomas depresivos o el afecto negativo. Renshaw señaló además preliminar evidence que

sólo las calificaciones de los miembros de la familia o socios con los que vive el entrevistado

eran predictivos de estos resultados.

Porque la EE y la crítica percibida parecen ser importantes para el curso de la depresión, la

terapia de pareja para la depresión busca reducir la crítica en las relaciones de los individuos

deprimidos, a través de ambas parejas educadoras sobre el impacto negativo de la crítica y los

compañeros helping de las personas deprimidas alteran sus atribuciones sobre Depresión y el

comportamiento de las personas deprimidas.

Déficit en la resolución de problemas y comunicación


La dificultad en resolver problemas de relación es mayor para las parejas en las que una pareja

está deprimida que para parejas en las que la desacuerdo de parejas no se encuentra en la

depresión. En una revisión sistemática de la literatura sobre las interacciones de relación de

individuos deprimidos, se concluyó que tales interacciones "se caracterizan por una mayor

frecuencia de comportamientos de comunicación negativos (por ejemplo, la culpa, con gravedad,

agresión verbal) y una menor frecuencia de conductas de comunicación positivas (P. Ej., Auto-

revelación) conductas de resolución de problemas, sonrisa, contacto visual) ". (Rehman, gollan, y

mortimer, 2008, p.182).

Estos comportamientos parecen ser específicos de la depresión, ya que las diferencias entre

individuos deprimidos y no deprimidos generalmente siguen siendo significativas después de los

ajustes estadísticos para la calidad de las relaciones. Como consecuencia, los terapeutas de

parejas que trabajan con parejas con un compañero deprimido a menudo necesitan ayudar a estas

parejas a mejorar sus habilidades de resolución de problemas aprendiendo a expresar sus

desacuerdos de manera productiva.

Déficit en la resolución de problemas y comunicación

La dificultad para resolver problemas de relación es mayor para las parejas en las que una pareja

está deprimida que las parejas en las que la discordia de pareja no es complicada por la

depresión. En una revisión sistemática de las interrelaciones de relación de individuos

deprimidos, se concluyó que tales interacciones "se caracterizan por una mayor frecuencia de

comportamientos de comunicación negativos (por ejemplo, culpa, retirada, agresión verbal) y

una menor frecuencia de comportamientos positivos de comunicación (p. Problemas de auto-

revelación -sugestión, sonriendo, contacto visual) ". (Rehman, gollan y mortimer, 2008, p.182).
Estos comportamientos parecen ser específicos de la depresión, ya que las diferencias entre

individuos deprimidos y no deprimidos generalmente siguen siendo significativas después del

ajuste estadístico para la calidad de la relación. Como consecuencia, terapeuta pareja trabajando

con parejas con un compañero deprimido a menudo necesitan para ayudar a tales parejas mejorar

las habilidades de resolución de problemas mientras que para expresar el desacuerdo

productivamente.

Pérdida de apoyo social

La pérdida de elementos críticos de apoyo interpersonal puede resultar en un mayor riesgo para

el desarrollo de la depresión. Algunos de los procesos de apoyo que se disminuyen cuando las

parejas experimentan depresión en el cono de la discordia de los pares incluyen la cohesión de

los pares y las actividades agradables compartidas; (2) la aceptación de la expresión emocional y

la revelación de los sentimientos personales; (3) la ayuda real y percibida para hacer frente a los

estresores ambientales y de relación. (4) apoyo de autoestima y retroalimentación no-crítica; (5)

confiabilidad, disponibilidad y compromiso del socio percibido; Y (6) la intimidad y cofiding en

el socio.

Estrés extremo

El estrés es un factor etológico muy conocido en la génesis de la depresión. Los patrones

generadores de estrés incluyen (1) agresión verbal y física; (2) los derechos de separación y

divorcio; (3) la denigración conyugal severa, la crítica y la culpa, y (4) la interrupción severa de

las rutinas de relación, incluyendo la falta de compartir las tareas del hogar y la evitación del

contacto físico. Un estudio encontró que los eventos humillantes como la infidelidad del
compañero y los teatros de la disolución de la relación, resultaron en un aumento de la depresión,

y que este aumento del riesgo se mantuvo después de la historia familiar y personal de la

depresión fueron controlados por (cano y

O'leary, 2000). Del mismo modo, el conflicto de relación con el abuso físico predijo un aumento

de los síntomas depresivos a lo largo del tiempo, después de que se controlaron los síntomas

anteriores (beach et al., 2004). Como sugieren estos estudios, los tipos específicos de eventos de

relación pueden ser suficientemente potentes para precipitar un episodio depresivo.

Terapia de pareja:

-Las Sesiones de parejas incluyen tareas, explorar habilidades, cortar patrones relaciones, hacer

un resumen y feeback acerca de la sesión. Los objetivos deben ser flexibles y las tareas también.

-Contraindicaciones o cuando No se pude hacer terapia de pareja.

-Hablan acerca de la violencia en severa esta contraindicada la terapia.

-El terapista tiene rol de:

1. Mediador: Crea alianza terapeuta, debe ser neutral, no hacer alianzas.

2. Reeducación: El terapeuta es responsable de proveer un tratamiento racional, normalizar y

validar las creencias del cliente acerca de las relaciones y la depresión, el terapeuta se esfuerza

en comunicar de forma racional las creencias de los individuos y simultáneamente proveer

psicoeducación con respecto a los síntomas asociados con la depresión.

3. Moldeamiento: el terapeuta debe esforzarse en dos cosas especificas el resolver el problema y

lograr una comunicación efectiva y generalmente calmar el comportamiento problema. El

terapeuta resuelve los problemas de forma calmada y efectiva.


4. Celebración de los progresos: el terapeuta debe unir a la pareja en la celebración de los

progresos. Hacer reforzamiento positivo.

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