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COMENTARIO

B3

Este fragmento ha sido traducido con frecuencia al castellano de la siguiente


manera:

"Pues lo mismo es el pensar y el ser".

Esta versión deriva del hecho de haber entendido que la oración afirma que
entre el pensar y el ser hay una relación de identidad.
Aparte de la dificultad de dar un sentido preciso a una tal relación de identi-
dad, hay argumentos suficientes, a mi juicio, para demostrar que ésta no puede
ser la interpretación correcta del sentido del fragmento.
Hay, en primer lugar, consideraciones de tipo gramatical que la hacen cues-
tionable. Es extraño, aunque no imposible, que en el original los dos supues-
tos sujetos (los infinitivos correspondientes a "pensar" y a "ser") no lleven el
artículo y que en cambio lo lleve el término que haría las veces de predicado
("lo mismo"). De más peso, en segundo lugar, es la consideración de que bajo
la interpretación discutida la coherencia del pensamiento de Parménides se ve
afectada en un aspecto importante. Si pensar y ser fuesen idénticos, es decir, si
se tratara de atributos coextensivos o atribuibles a los mismos sujetos, entonces
se seguiría que todo lo que es o existe piensa, pero no hay, hasta donde alcanzo
a divisar, ningún pasaje en el poema, y menos aún donde más cabría esperarlo,
vale decir en B8, en el cual se atribuya a lo que existe, a lo ente, la propiedad de
pensar, de ser algo que piense. Lo ente en Parménides no es un ser pensante.
La inferencia correlativa a la anterior resultatambiéninsatisfactoria en el
contexto del pensamiento parmenídeo: si pensar y ser fuesen lo mismo se se-
guiría, a la inversa, que todo lo que piensa es, existe; una versión general e
impersonal del cogito cartesiano. Aparte de que ningún fragmento de Parméni-

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des extrae esta consecuencia, se puede decir que su pensamiento implica -pa-
radójicamente- lo contrario. Si sólo existe la entidad descrita en B8 con las
propiedades que hemos mencionado al pasar y que estudiaremos en su debido
momento, entonces la existencia del pensador mismo, un individuo que posee
atributos muy diferentes, carece de realidad.
Muchos filólogos piensan que B3 venía inmediatamente después de B2 en
el poema original porque parece aducir una razón (cf. "pues ... ") para rechazar
la Vía B. Bajo la interpretación que estamos examinando, dicha razón es total-
mente insatisfactoria. Como se recordará, Parménides sostuvo que lo inexisten- .•
te es inindagable. La razón derivable de la identidad del pensar y del ser es que
si algo no existe entonces no piensa. Esta razón es inadecuada porque lo que
el contexto requiere es que se muestre que lo que no existe no es pensable, es
decir, no es objeto posible para el pensar. Lo negado por esta interpretación es
que sea sujeto de pensamiento.
Para obtener una comprensión correcta del fragmento hay que tomar como
punto de partida la constatación de que estamos nuevamente ante una instancia
de la construcción sujeto + forma del verbo "ser" + infinitivo final, la construc-
ción que apareció en B2.2 y que volverá a aparecer en lo sucesivo. Las dificul-
tades referentes al artículo definido desaparecen, pues "lo mismo" es el sujeto
y los infinitivos finales normalmente no llevan el artículo. De una y la misma
cosa se dice que es para pensar (que es "para que alguien la piense", es decir
que puede ser pensada), y que es "para ser" (es decir que puede existir).
La razón para el rechazo de la Vía B es ahora adecuada. Si sólo es para pensar
lo que es para ser, entonces lo que no es para ser, es decir, lo que no puede exis-
tir no es para pensar, no puede ser pensado. Este razonamiento supone entender
"lo queno es" como equivalente a "lo que no puede ser", una ecuación cuestio-
nable en sí misma pero explícitamente sostenida por la Vía B, la vía que afirma

"que no es y que es necesario que no sea".

Este tema será retornado en el fragmento B6.

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