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Subtema 1: Antecedentes del Derecho Comparado
El derecho comparado es tan antiguo como el Derecho mismo. Desde los filósofos de la antigüedad la
comparación de las diversas formas de concebir el Derecho ha sido una práctica común.
Cuando Aristóteles redactó su Tratado sobre la Política, se basó en el estudio de ciento cincuenta y tres
Constituciones.
Se suele afirmar que Solón procedió a analizar diversas normas jurídicas para elaborar las leyes de
Atenas.
Según la leyenda los Decenviros redactaron las leyes de las Doce Tablas luego de haber llevado una
investigación en las ciudades de la Gran Grecia.
En la Edad Media, el derecho romano y el derecho canónico también fueron objeto de comparación.
Según David y Espinosi, la comparación de las costumbres contribuyó más adelante para justificar los
trabajos que procuraban identificar un derecho consuetudinario común en Francia y un Deutsches
Privatrecht en Alemania (David y Jauffret-Espinosi, 2010).
Por último, podemos a citar a Montesquieu, quien para elaborar su famosa obra “El Espíritu de la Leyes”
utilizó el método comparatista.
Pese a lo antiguo del empleo del método del Derecho Comparado, el desarrollo de éste como disciplina
jurídica es reciente. Según David y Jauffret-Espinosi, una de las razones que explica el impulso tardío del
derecho comparado como ciencia jurídica, es, entre otras, que a lo largo de la historia el derecho se
esforzó en desarrollar los principios y soluciones de un “derecho justo”, que fuera conforme a la voluntad
de Dios, a la naturaleza y a la razón humana; y dado que esta noción se encontraba totalmente disociada
de los derechos positivos, no había interés en analizar ni comparar estos últimos.
Ello explicaría que el primer Congreso Internacional de Derecho Comparado haya tenido lugar recién en
1900, en Paris.
Subtema 2: Definición, objeto y utilidad
Definición.-
Se suele discutir con bastante frecuencia la cuestión de si el derecho comparado es un método o una
disciplina.
Sin embargo, existen autores que consideran que las ideas de método jurídico y disciplina jurídica no son
incompatibles, y que el derecho comparado es ambas cosas.
Como disciplina científica el derecho comparado puede describirse, siguiendo a Fix-Zamudio, como “una
disciplina que analiza el método jurídico comparativo y establece los lineamientos para su correcta
aplicación al enorme campo del derecho”.
Según Vergottini, la esencia de la comparación jurídica, y por ende del derecho comparado, es la
operación intelectual del contraste entre ordenamientos jurídicos, institutos y normativas de diferentes
ordenamientos que, si se lleva a cabo de manera sistemática y según los cánones del método jurídico,
asume las características de las disciplinas científicas (González, 2010).
Por su parte, Zwiegert y kotz, sobre el significado del derecho comparado señala que “la expresión
implica una actividad intelectual en la que el Derecho es el objeto y la comparación es el proceso”.
Objeto.-
El objeto de estudio de la disciplina del derecho comparado es el Derecho. Sin embargo, es necesario
especificar un poco más esta noción. El derecho comparado utiliza el método comparativo a los
ordenamientos jurídicos, institutos y normativas pertenecientes a distintos ordenamientos jurídicos. Por
ello, éstos constituyen el objeto de esta disciplina.
Por otro lado, como se insinuó inicialmente, el derecho comparado también es concebido como un
método.
Como método de investigación jurídica el derecho comparado permite detectar conexiones causales,
relaciones subyacentes, similitudes o diferencias, entre las tradiciones o familias jurídicas.
Si bien el derecho comparado tiene como parte medular la contrastación entre ordenamientos jurídicos,
institutos y normativas pertenecientes a distintos ordenamientos jurídicos, este ejercicio de contrastación
debe realizarse de una manera sistemática siguiendo un orden.
Un estudio comparativo integral debería abordar, cuando sea posible, la comparación tomando en cuenta
la historia, la dogmática, la perspectiva funcional (en su vertiente jurisprudencial o de análisis económico
del derecho), sociológica, y la cultura.
Según Mauro Cappelletti, citado por González (2010), las fases del análisis comparativo son las
siguientes:
• La primera fase del derecho comparado consiste en ubicar un punto de partida común (tertium
comparationis), es decir, un problema o una necesidad social real que comparten dos o más países a
los cuales se quiere aplicar el análisis comparativo.
• La segunda fase, consiste en identificar las normas, instituciones o procesos jurídicos con los que los
países examinados han intentado resolver el problema o la necesidad.
• La tercera fase, consiste en encontrar razones que puedan explicar las analogías, pero sobre todo, las
diferencias en las soluciones adoptadas a un mismo problema por los países examinados.
• La cuarta fase, consiste en la investigación de las grandes tendencias evolutivas.
• La quinta fase, consiste en evaluar las soluciones adoptadas, en cuanto a su eficacia o ineficacia, en la
resolución del problema o la necesidad.
• La sexta y última fase, consiste en formular la predicción de desarrollos futuros.