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Luis Antonio Ruiz Trejo

Disertación sobre la idea civilizatoria de la historia:

El camino del cielo es quitar al que le sobra y dar al que le falta.

El camino del hombre, sin embargo, es muy distinto: quita al que le falta y añade al que le sobra.

Lao Tse

Al comenzar mi marco teórico para mi investigación en la maestría en historia de la


UNICACH-UNACH titulada “Formas territoriales emergentes en Chiapas en el siglo XXI:
análisis comparativo de dos municipios” me enfrasque en la búsqueda de los antecedentes
de urbanismo en la historia y principalmente en la etapa industrial donde empieza haber una
mayor marginación y miseria en las ciudades.

El siglo XIX está marcado por grande cambios desde lo macro o lo cotidiano. Mientras una
clase acaudalada acaparaba cada vez más la mayoría del capital, otra padecía de los
insumos más básicos para sobrevivir. Esta disparidad tan enorme llevo a grandes revueltas
por parte de los oprimidos que fueron rápidamente suprimidos.

Este sufrimiento e impotencia inspiro a grandes pensadores a replantear los modos de


producción y de la hegemonía reinante. Aquí encontramos dos contemporáneos con
pensamientos ligados a la explotación del débil y desvalido. Bakunin que llama a destruir el
estado para entrar a una fase de comunismo y Marx que igual quería el comunismo pero
primero debía pasar por una dictadura socialista.

Estas dos grandes mentes no valoradas en su época, siendo refugiados políticos se


encontraron y debatieron varias veces. A pesar de sus particulares ideologías tenían un
enemigo en común que los orillos a trabajar en conjunto, llevándolos a una relación odia-
amor. El estado burgués capitalista.

Para poder hablar del “Estado Capitalista” que aún prevalece a nuestros días, me gustaría
remontarme a ese ancestro común que tenemos todos, el humano nómada. ¿Porque volver
tan al pasado para explicar algo tan del presente? Para demostrar y disertar sobre esta idea
imperante de civilización en nuestros días.

El ser humano niega su animalidad para soñar con el papel de Dios omnipotente de la tierra
dictado y haciendo su voluntad por la fuerza bruta. Los nómadas peleaban para sobrevivir a
la benevolente pero cruel madre tierra. No solo con la geografía peleaban por la
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supervivencia todos los días si no también contra otros seres humanos. Se vivía solo una
ley, la de la jungla, la del más fuerte y astuto.

Al pasar de nómadas a sedentarios y formar las primeras ciudades podemos ver cómo sigue
imperando esta “Ley de la jungla” al aparecer en estas urbes las primeras murallas, no eran
para defenderse del medio ambiente, sino, de otras personas. Al ser atacados por
extranjeros, tenías que ser lo sufrientemente fuertes para sobrevivir o dejar su destino en
manos del vencedor, desde subyugarse, que esclavizaran a la población o la aniquilarla.

Prácticamente toda historia del ser humano está llena de estos casos, donde impera la fuerza
bruta más que la lógica y la razón. Imponiendo su hegemonía política, económica, social y
cultural sobre los pueblos sometidos. El mejor ejemplo de esto en el mundo antiguo son los
romanos.

Conquistaron a una gran diversidad de pueblo de diversos orígenes e imponiendo su


ideología sobre los conquistados. Bárbaro era aquel no hablante del idioma de los romanos
y civilizado cualquier que estuviera acorde a sus pensamientos. Un curioso caso y digno de
reflexionar es como la sabiduría griega puedo más que las armas para terminar con una
conquista cultura ante la bélica.

Si lo griegos se destacaron en algo fue en su filosofía y en sus pensadores. Estos


replantearon la forma de como ver el mundo, ya no una visión divina, sino cuestionarse del
mundo que los rodea y el porqué de las cosas. Este cuestionamiento los llevo ha ya no
dejarse dirigir por una teocracia dirigida por designio celestial, si no por ellos mismo en lo
que hoy conocemos como “Senado”, pero quienes realmente eran los que podían discutir y
debatir en este consejo.

Las ideas de Platón de una u otra forma llegaron a nuestros días, una de ellas es donde pone
hincapié en quien debe gobernar a los demás y como los otros no pueden gobernarse a sí
mismo. Una ideología de un ser humano inferior y uno superior. Una sociedad piramidal.
Nuestra sociedad actual.

Este pensamiento se replica en los países colonialistas e imperialistas que bajo el estandarte
de la fe, dominaron a todos los pueblos del mundo e impusieron su hegemonía de todas las
formas posibles que pudieron. Fray Bartolomé de la Casas diserta de la idea que los
Luis Antonio Ruiz Trejo

“indios” no tienen alma y es su misión celestial educarlos para mostrarles el verdadero


camino para la salvación.

Sumisión al extranjero con la promesa de una vida mejor después de la muerte y si llegara a
contradecir este designo divino seria castigado. En la América colonial de los europeos
estuvo lleno de estas voces de contradicción que rápidamente fueron silenciados por la
fuerza bruta. “La ley de la jungla”

El vencedor puede hacer lo que quiera con el vencido esta lógica impera en nuestro mundo
aun que les cuesta admitir este animalismo intrínseco en nuestra civilización, los estados-
nación lo tienen muy claro. Cada año los estados desfilan para mostrar su poderío militar,
no solamente al mundo, sino, también a su propia nación. Un recordatorio de la fuerza bruta
de la clase dominante sobre la dominada.

La sociedad civilizada en la que creemos vivir no es más que la expresión de esta “Ley de
la jungla”. Si pudiéramos comparar el mundo con un salón de clases, las naciones
imperialistas serían los abusones que gracias a su fuerza bruta, día tras día roban el
almuerzo a los demás, solamente por la razón de que son más fuertes en esta jungla global.

A veces yo me pregunto ¿Por qué le hacemos caso aquellos que quieren imponer su verdad
por la fuerza? Pleno silgo XXI y seguimos bajo una hegemonía de estados imperialistas. Su
organización mundial supuestamente de naciones unidad bajo el principio de la igualdad de
derechos y a la libre determinación de los pueblos, es solo una pantalla de un
“Neoimperialismo” que nunca desapareció sino que solo se transformó en apariencia pero
sigue imperando su pensamiento “Neocolonial”, no por nada los estudios “Descoloniales”.

Ese amante rubio de la señora independencia que se cree el policía de los derechos del
mundo por “Designio manifiesto” y a su paso solo deja desolación y miseria. Latino
América ha sufrido de su intervención en innumerables ocasiones y con solo una derrota
memorable en Bahía de Cochinos.

Cuantos dictadores fueron aprobados desde la casa blanca sin que los pueblos pudieran
objetar algo. La situación actual del bombardeo mediático de los estados imperialistas para
apoyar un intervención militar en Venezuela en inicios del siglo XXI es vergonzoso, pensar
que puedan seguir haciendo lo que se les antoje como el siglo pasado y salirse con la suya,
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nos muestra el estado de sumisión en el que nos encontramos bajo el dogma imperialista o
en otras palabras su idea de civilización.

“ayer soñé que la vida era belleza y placer

me despertó un niño hambriento y comprendí que es deber”

Facundo Cabral

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