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El O2 es un gas inflamable.

El oxígeno debe ser administrado a las dosis y por el


tiempo requerido en cada paciente, ya que como con el
uso de cualquier droga, puede tener efectos secundarios.
Como con el uso de cualquier droga, el oxígeno debe ser
utilizado a la menor dosis que produzca el efecto benéfico
deseado.
Un adecuado conocimiento de las indicaciones y
mecanismos de la oxigenoterapia permitirá un uso
racionalizado y efectivo para el paciente.
El uso de FIO2 muy altas podría causar atelectasias de absorción o toxicidad
por oxígeno.
Producto de lesiones por defecto de la humidificación de los gases, puede
aparecer hemorragia difusa en la mucosa bronquial.
Molestias gastrointestinales por la aerofagia, en pacientes que usan
mascarillas.
Fibroplasia retrolenticular.
Convulsiones tónico-clonicas.
Disminución progresiva de la hemoglobina.
La toxicidad por oxígeno puede observarse después de utilizar fracciones
inspiradas mayores de 60%; son factores contribuyentes para desarrollar
este efecto.

Un adecuado conocimiento de las indicaciones y


mecanismos de la oxigenoterapia permitirá un uso racionalizado
y efectivo para el paciente.
Por lo tanto, los pacientes deben abstenerse de fumar, asegurar los
tanques para evitar su caída y posible explosión.

Otros efectos secundarios incluyen el trauma local de los dispositivos


en la cara, nariz u orejas; resequedad de mucosas desencadenando
epistaxis, tos o broncoespasmo; éstos se pueden evitar usando flujos
menores y en algunos casos humidificando el O2.

El no seguir las recomendaciones de flujos, FIO2 o dispositivos, puede


desencadenar hiperoxemias relativas con hipercapnias severas en los
pacientes retenedores de CO2.
FIBROPLASIA RETROLENTICULAR
• RN al usar concentraciones superiores al 40 por 100, ocasionando
ceguera por infiltración de la retina.

SDRA
• En el niño Sx. Membrana hialina, causado por administración
de O2 en altas concentraciones x periodos superiores a 24-48 h.

DOLOR RETROESTERNAL
• Se produce en pcts que reciben concentraciones superiores al 70
por 100 de O2, sin humidificar.

Al administrar O2, podemos interrumpir otro de los


mecanismos de compensación que se producen en el
organismo, tal como la excitación simpática, que
libera catecolaminas.
Se deben tener en cuenta las siguientes precauciones:

•Los pacientes con hipercapnia crónica (PaCO2 mayor o igual a 44 mmHg a nivel del mar)
pueden presentar depresión ventilatoria si reciben concentraciones altas de oxígeno; por lo
tanto, en estos pacientes está indicada la administración de oxígeno a concentraciones
bajas (no mayores de 30%).

•En pacientes con EPOC, hipercápnicos e hipoxémicos crónicos, el objetivo es corregir la


hipoxemia (PaO2 por encima de 60 mmHg y saturación mayor de 90%) sin aumentar de
manera significativa la hipercapnia.

•Con FiO2 mayor o igual a 0,5 (50%) se puede presentar atelectasia de absorción, toxicidad
por oxígeno y depresión de la función ciliar y leucocitaria.
•En prematuros debe evitarse llegar a una PaO2 de más 80 mmHg,
por la posibilidad de retinopatía.
•En niños con malformación cardiaca ductodependiente el incremento en la
PaO2 puede contribuir al cierre o constricción del conducto arterioso.

•El oxígeno suplementario debe ser administrado con cuidado en intoxicación


por paraquat y en pacientes que reciben bleomicina.

•Durante broncoscopia con láser, se deben usar mínimos niveles de oxígeno


suplementario por el riesgo de ignición intratraqueal.

•Otro posible riesgo es la contaminación bacteriana asociada con ciertos


sistemas de nebulización y humidificación.

•El peligro de un incendio aumenta en presencia de concentraciones altas de


oxígeno. Todo servicio de urgencias debe tener a mano extintores de fuego.

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