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Antropología

Unidad: 3 codigo: 13066

La producción simbólica
Estrategias simbólicas del desarrollismo económico
La investigación presentada en este capitulo lleva una doble finalidad. Por una parte, probar empíricamente la
consistencia del modelo de articulación entre estructura y superestructura e indagar en que medida pueden
explicarse desde la estructura social las transformaciones en el campo artístico. Por otro lado, tratamos de investigar
sociológicamente una etapa clave en el desarrollo del arte argentino y latinoamericano: la década del sesenta o en la
actual, por lo que este trabajo puede contribuir a la preparación de una historia social arte latinoamericano.
¿Por qué restringir entonces el análisis a un periodo tan reciente? Varias razones lo justifican: ante todo, porque
existe una discontinuidad profunda entre la relación arte-sociedad en el siglo XIX y su problemática actual. La pintura
y la escultura decimonónicas estuvieron ligadas a la realidad local por sus temas, pero aun no constituían un arte
propiamente nacional. La mayoría de las obras tuvo por fin construir a iconografía de los sectores dominantes, y por
eso el retrato alcanzo tanto desarrollo. Pero su falta de sentido critico y de elaboración formal a partir de problemas
específicos de la sociedad argentina los llevo a representarlos idealizada o esquemáticamente.
La búsqueda formal comenzó a tomar importancia en entre 1920 y 1930 cuando algunos artistas se interesaron por
los avances experimentales de las vanguardias europeas. Igual de importante fue el desarrollo socioeconómico que
comenzó a crear condiciones para la aparición del artista individualista, capaz de experimentar en función de las
exigencias autónomas de su oficio.
En la década del sesenta se configura definitivamente la autonomizacion del campo artístico y el desarrollo de las
vanguardias experimentales iniciado en los años veinte. La modernización industrial auspiciada en América latina
desde los años cincuenta genero en los países mas avanzados, entre ellos la Argentina, una renovación de conflictos
sociales y el avance de la conciencia política estimularon la participación de artistas en organizaciones populares, una
conexión mas orgánica con movimientos políticos de izquierda y experiencias de comunicación estética mas amplias
que las permitidas por museos y galerías.
1. Desarrollo socioeconómico y campo artístico
El periodo 1960-1970 permite ser recortado por sus características estéticas y por conformar una etapa diferente
desde el punto de vista socioeconómico y político. Conviene describir esta fase aludiendo a algunos antecedentes. La
mención de dos hechos previos parece necesaria. A partir de 1952, luego de recuperarse de la segunda guerra
mundial y terminada la guerra de Corea, los pises centrales reorganizan la economía capitalista y se vuelven capaces
de ejercer una presión monopólica más efectiva sobre los dependientes. En el orden nacional, el derrocamiento del
gobierno nacionalista de Perón en 1955 cierra un modelo de acumulación de capital abierto en la crisis del 30;
respecto de la cultura, implica la devolución de las universidades, las comunicaciones masivas, los grandes museos y
otras instituciones relacionadas con la ciencia y el arte a los grupos liberales que habían sido desplazados por el
peronismo.
A fines de los años 50s se clausura el periodo de la llamada situación fácil de importaciones. Con esta formula se
alude al crecimiento industrial que tuvo como núcleo los bienes de consumo no durables, y, en menor grado, los
durables, intermedios y de capital. A partir de los primeros años de la década del 60 se inicia una etapa de desarrollo
económico más sostenido y diversificado, de cambios, en el uso económico de la producción industrial, crecimiento
del mercado interno y mayor capacidad para generar empleo de asalariados.
Este proceso no fue exclusivo de la argentina, compartido con otros países latinoamericanos, dio impulso a lo que se
llama “desarrollismo”: la esperanza de algunas burguesías de crecer económicamente mediante un desarrollo
autónomo. Este proyecto se convirtió en la ambición de las burguesías nacionales de superar el papel agro
exportador de nuestros países y conseguir que el desarrollo industrial les permitiera extraer el máximo de ganancias
posibles en una economía sometida.
La aparición de nuevos productos de consumo masivo realizados en el país disminuyo la desocupación, aumento el
nivel de vida de los sectores medios y modifico los hábitos de consumo. Otra zona de la superestructura cultural que
se transformo fue la de las ciencias sociales. Los sectores dominantes que promueven el desarrollo industrial
necesitan economistas, sociólogos, psicólogos y especialistas en todas las disciplinas para ordenar las relaciones
sociales.
Pese a las políticas contradictorias sufridas por las ciencias sociales, los periódicos desmantelamientos de sus cuerpos
docentes por cambios de gobierno y la oposición de quienes representaban a las humanidades tradicionales, esta
etapa es la primera en la que un conocimiento científico de la sociedad intenta avalar su desarrollo.
La penetración cultural norteamericana en América Latina inicio también una nueva etapa en las artes plásticas
durante los años cincuenta. La creación de un Consejo Internacional por parte del Museo de Arte Moderno de Nueva
York.
En la argentina este proceso tuvo por fin remplazar en humanismo bucólico de las academias y los suplementos
literarios dominicales por organismos representativos de la nueva imagen social, capaces de auspiciar la
experimentación de vanguardia.
Un alto numero de cambios en la producción, circulación y consumo de las obras artísticas, en la estructura de las
mismas y en su valoración estética, derivan en este periodo de las transformaciones en el contexto social. Pero es
innegable que la consideración de variables extra estéticas ilumina aspectos de la producción artística, explica
modificaciones hasta ahora incomprendidas o deformadas por interpretaciones idealistas.
2. Nueva tecnología y lenguaje experimental en el arte.
El impacto de los cambios tecnológicos sobre la evolución del arte puede registrarse en Europa desde el
impresionismo cuando se hace prevalecer la energía lumínica sobre el estatismo de la materia. Pero es con la
admiración futurista hacia el maquinismo que el avance tecnológico encuentra un lugar adecuado en el
desenvolvimiento del arte. La primera manifestación surge con el grupo abstraccioncita. Esta tendencia se
caracteriza por someter el arte a exigencias científicas y racionales tan rigurosas como las de la producción técnica;
excluyen o limitan los componentes emocionales, metafísicos y fantásticos.
Lograron un desarrollo sostenido cuando Argentina entro en la modernización descrita en el punto anterior. En este
contexto se explica el desarrollo impetuoso de la libertad experimental: quiebre de los tabiques entre pintura,
escultura y arquitectura en beneficio de técnicas mixtas, ambientaciones; sustitución de los cánones académicos de
belleza y de sus motivos predilectos por nuevos códigos de composición. La desintegración del orden estético
tradicional puede interpretarse como correlativa de la desarticulación de las funciones racionales en una comunidad
en transición.
Los cambios en la producción artística argentina durante la década del 70 revelan una nueva relación del arte con
una base social transformada.
Los procedimientos tecnológicos incorporados al proceso creador permitieron desobjetivar las obras de arte: gran
parte de los trabajos realizados con las nuevas técnicas pueden ser repetidos por cualquiera que sepa manipular los
materiales. Sin embargo, todos esos cambios no modificaron básicamente la función social de la plástica. Esta siguió
proporcionando experiencias destinadas al público íntimo de las galerías y los salones.
3. Comunicación, creación, manipulación.
El primer estudio sociológico sobre el publico del arte fue promovido en 1961 por la Fundación Torcuato di Tella. Se
deseaba conocer a los espectadores, su extracción social, sus conductas las motivaciones de su asistencia. La
investigación revelo que la mayoría de los casi 15 mil visitantes provenía de sectores socioeconómicos altos y medios
y tenían educación universitaria.
Museos, escuelas de arte y movimientos de artistas iniciaron en esos años experiencias de difusión fuera de los
salones cerrados, en plazas, clubes, sindicatos.
Otra tendencia conecto su practica con la transformación comunicacional, y fue denominada “arte de los medios”
porque quiso inferir en ellos. Se propusieron no sacar los mensajes de los medios para trasladarlos al ámbito de las
vanguardias, sino “construir la obra en el interior de dichos medios”
4. relaciones institucionales y representación ideológica: la crisis de as vanguardias
No fue una crisis estética, sino de un modo de organizar las relaciones sociales, comerciales e institucionales entre
artistas, difusores y publico.
Al comenzar la década del sesenta varios acontecimientos nuevos abren el arte argentino a experiencias
internacionales avanzadas.
Esta actualización estética reproduce en el área de la cultura la modernización industrial, la expansión económica y la
penetración de capitales trasnacionales iniciada entre los años 1958 y 1962, durante el gobierno de Frondizi.
Ese gobierno fue derribado a los tres años por un golpe militar que impuso un régimen duramente represivo en lo
económico, lo político, lo social y lo cultural. La imposibilidad de concretar este desarrollo, la inestabilidad política y
la intensificación de los enfrentamientos de clases no bastan para explicar el desmoronamiento artístico se subraya
el concepto de lo efímero en oposición al de lo duradero porque, en una cultura en la que la propia realización
aparece como disfuncional, y en la que el arte en su singularidad original pierde su frescura a través de las
reproducciones en serie que ofrecen los medios de comunicación de masas, ello puede darse como una nueva
solución para los creadores.

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