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Revista Colombiana de Psicología

ISSN: 0121-5469
revpsico_fchbog@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia

PELLÓN SUÁREZ DE PUGA, RICARDO


Watson, Skinner y Algunas Disputas dentro del Conductismo
Revista Colombiana de Psicología, vol. 22, núm. 2, julio-diciembre, 2013, pp. 389-399
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80429824012

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Watson, Skinner y Algunas Disputas
dentro del Conductismo*
Watson, Skinner, and Certain Disputes among Behaviorists
Watson, Skinner e Algumas Disputas dentro do Condutismo

RICARDO PELLÓN SUÁREZ DE PUGA


Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, España

Resumen Abstract Resumo


Con motivo del primer centenario de la publi- In the context of the first centennial of the pub- Em razão do primeiro centenário da publicação
cación del manifiesto conductista, se revisa bre- lication of the behaviorist manifesto, this article do manifesto condutista, revisa-se brevemente
vemente la concepción de Watson (1913) sobre conducts a brief review of Watson’s (1913) con- a concepção de Watson (1913) sobre a aprendi-
el aprendizaje y la conducta, y se extiende dicho ception of learning and behavior, and extends zagem e a conduta, e estende-se essa análise ao
análisis al conductismo de B. F. Skinner y a las that analysis to B. F. Skinner’s behaviorism and condutismo de B. F. Skinner e às disputas entre
disputas entre enfoques molares y moleculares to the debates among molar and molecular ap- enfoques molares e moleculares na análise da
en el análisis de la conducta. proaches to behavior analysis. conduta.

Palabras clave: Watson, Skinner, conductismo, Keywords: Watson, Skinner, behaviorism, mo- Palavras-chave: Watson, Skinner, condutismo,
enfoque molar, enfoque molecular, análisis de la lar approach, molecular approach, behavior enfoque molar, enfoque molecular, análise da
conducta. analysis. conduta.

Cómo citar este artículo: Pellón, R. (2013). Watson, Skinner y algunas disputas dentro del conductismo. Revista Colombiana de Psicología, 22(2), 389-399.

La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Ricardo Pellón Suárez de Puga, e-mail: rpellon@psi.uned.es. Departamento de Psicolo-
gía Básica I , Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Educación a Distancia, C/ Juan del Rosal 10, Ciudad Universitaria, 28040-Madrid, España.

ARTÍCULO DE REFLEXIÓN
R ECIBIDO: 5 DE AG OSTO DE 2013 – ACEPTA DO: 1 4 DE SEPTIEM BR E DE 2013

* Esta serie de ensayos se publica en el marco de los 100 años del manifiesto conductista de Watson, publicado en 1913.

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J. B. Watson y el Origen del psicológico, también en el conductismo, como


Movimiento Conductista se verá a lo largo del presente trabajo.
Muchos historiadores de principios del J. B. Watson (1913) propone un cambio en
siglo XX (e.g., Boring, 1950/1978; Heidbreder, el objeto de estudio tradicional de la psicología.
1933/1976; Woodworth, 1931) consideraron a Con Watson, ya no será el estudio de la mente o
John B. Watson (1879-1958) como el fundador de la consciencia, sino el análisis experimental
del conductismo; otros posteriormente, como de la conducta. El manifiesto conductista co-
Kazdin (1978), han visto en él al catalizador de mienza con la siguiente afirmación: “La psicolo-
un movimiento que ya estaba en marcha, a par- gía como la ve el conductista es una rama de las
tir del pensamiento funcionalista propiciado por ciencias naturales, objetiva y experimental. Sus
William James (1842-1910) y desarrollado de for- metas teóricas son la predicción y el control de
ma más fundacional en la Universidad de Chica- la conducta” (Watson, 1913, p. 158). Los datos de
go por autores como John Dewey (1859-1952) o la psicología han de ser exclusivamente los datos
James Angell (1869-1949), supervisor del propio objetivos de la conducta, sin necesidad de des-
Watson. Sea como fuere, la obra de Watson mar- cribirlos utilizando términos mentales. La con-
có un hito en la psicología contemporánea, y en sideración de los problemas mente-cuerpo no
2013 se celebra el primer centenario de la publi- afecta, afirmó el autor, ni el tipo de problema a
cación de su principal contribución: “Psycholo- estudiar ni la formulación de la solución a tales
gy as the Behaviorist Views it”, conocida como problemas. Otros pensadores, como por ejem-
“el manifiesto conductista”. plo Sechenov (1866/1978), habían propuesto con
Un año después de que Wertheimer (1912) anterioridad planteamientos semejantes.
publicara en Alemania su influyente artículo Este fuerte rechazo a la utilización de tér-
sobre el “fenómeno phi”, origen de la psicolo- minos mentalistas y a los estados mentales como
gía de la Gestalt, Watson (1913) publicó el ma- objeto llevaron a Watson a desechar también la
nifiesto conductista. Podemos considerar a introspección como método de estudio. Al ha-
ambos autores como figuras claves del cambio ber tomado como tarea el estudio de la mente
en la forma de pensar en psicología, aunque sus consciente, la psicología derivó hacia cuestiones
ideas e intereses iban por caminos diferentes. especulativas sobre los elementos de la mente o
Watson continuaba interesado en el estudio de la naturaleza del contenido consciente, utilizan-
las “unidades fundamentales”, siguiendo el en- do el método de la introspección. Watson (1913)
foque analítico de sus predecesores asociacio- razonó que ni esas cuestiones son las relevan-
nistas. Wertheimer, por su parte, nunca estuvo tes para el avance de la psicología como disci-
de acuerdo con que el análisis del fenómeno plina científica, separándola de otras ciencias
consciente nos ayudara a entender este proceso objetivas y experimentales, ni el método de la
superior. La percepción, el pensamiento y otros introspección permite encontrar regularidades
fenómenos psicológicos debían ser abordados, reproducibles, por cuanto depende del observa-
según Wertheimer, como “todos con significa- dor y no de la realidad observada. Watson des-
do”, pues según dicho autor el intentar dividir- tacó que la introspección también es limitante
los en pequeñas asociaciones nos hace perder en cuanto a los problemas que puede permitir
su característica más importante: la interacción abordar, razón por la cual defendió la necesidad
dinámica de los elementos que los conforman. de una nueva metodología que permitiese abor-
Estas aproximaciones, que se podrían definir dar otros y nuevos problemas.
como moleculares y molares respectivamente, Ante un posicionamiento de Watson como
han marcado de forma general el pensamiento el reflejado anteriormente, quiero centrarme en

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tres cuestiones: ¿qué entiende Watson por con- del aprendizaje, es decir, su apuesta por un am-
ducta?, ¿qué entiende por aprendizaje? y ¿qué es bientalismo a ultranza, llevó a Watson a escribir
la ciencia para él? la tan citada y criticada frase:
Conducta es cualquier cosa que un orga- Dadme una docena de niños sanos, bien forma-
nismo hace, podría sostenerse desde la visión de dos y con mi ambiente específico para educarlos
Watson. Sin embargo, y a pesar de aserciones tan en él, y garantizo poder tomar cualquiera de ellos
generales como esta, Watson pensó, en una vena al azar y entrenarlo para que sea especialista en
más molecular, que la conducta es reducible a lo que yo seleccione —médico, abogado, artista,
movimientos musculares y activación de las glán- mercader, e incluso pedigüeño o ladrón— sin
dulas, como también puede serlo el pensamiento. importar sus talentos, inclinaciones, tendencias,
Así, Watson (1914) llegó a afirmar: “Un hombre habilidades, vocación o quiénes fueron sus ante-
que perdiese de repente su aparato laríngeo sin pasados. (Watson, 1924/1955, p. 82)
tener lesiones en otros mecanismos corporales,
ya no sería capaz de pensar” (p. 327; ver desarro- En cuanto a la ciencia, Watson (1913) plan-
llos adicionales en Watson, 1920). Watson creía, teó que su “razón final para esto es aprender los
además, que las unidades moleculares de análisis métodos generales y particulares por medio de
eran todas reducibles a fenómenos físicos, y en los cuales pueda controlar la conducta” (p. 168).
1913 aseveró que los hallazgos de la psicología se Desde entonces la labor de los conductistas se
prestan a ser explicados en términos físico-quí- constituyó en predecir y controlar la conducta
micos. La tarea del psicólogo consistiría en des- de los organismos: “Una ciencia debe conseguir
componer la conducta para conocer sus unidades algo más que una descripción de la conducta
constitutivas, y también en poder explicar cómo como un hecho consumado. Debe ser capaz de
esas unidades (los movimientos moleculares) son predecir el curso futuro de la acción” (Skinner,
finalmente integradas en lo que llamamos con- 1953/1970, p. 69).
ducta. Watson pensó que dicha integración era En los tiempos de Watson, los científicos
de naturaleza aditiva, es decir, que no había una parecían estar divididos en aquellos que pensa-
diferencia emergente entre ambos niveles, el mo- ban que el objetivo de la ciencia era llegar a en-
lecular y el molar (Meazzini & Ricci, 1986). tender los fenómenos naturales, para los cuales
Con respecto a la segunda cuestión, y si- las teorías representaban un papel fundamental,
guiendo a Watson, lo que el organismo aprende, y los que defendían que la misión de la ciencia
bien sea a lo largo de su vida o en las situaciones era la predicción y el control, dando mucha im-
experimentales de condicionamiento, son rela- portancia a las generalizaciones empíricas y poca
ciones entre estímulos y respuestas. Los prin- a las construcciones teóricas. Watson se encon-
cipios asociacionistas de frecuencia y novedad traba entre estos últimos (Boakes, 1984/1989).
darían cuenta del aprendizaje, entendiendo por Como se verá más adelante, una polémica de
tales la preeminencia de las asociaciones (rela- este tipo, no exactamente la de teorización ver-
ciones) dadas con mayor frecuencia y de forma sus control experimental, ha tomado un nuevo
más reciente. El condicionamiento, entendido auge en la psicología contemporánea del apren-
en términos de asociación por contigüidad (en- dizaje; y, en líneas muy generales, ha separado a
tre los estímulos y las respuestas), quedó incor- los investigadores que se dedican al estudio del
porado de esta manera a la teoría de Watson. condicionamiento operante de aquellos que uti-
Su entusiasmo en la nueva disciplina, su lizan las técnicas del condicionamiento clásico
convencimiento de que casi todo puede ser como herramienta para descubrir los procesos
aprendido, y de que todo lo que somos depende “mentales” subyacentes al aprendizaje.

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B. F. Skinner y el Estudio del En palabras del propio Skinner, la conduc-


Condicionamiento Operante ta voluntaria aparece “sin la intervención de
B. F. Skinner (1904-1990) es sin duda un un estímulo antecedente observable” (Skinner,
psicólogo controvertido, ampliamente citado, 1938/1975b, p. 20), y su característica más impor-
aunque no siempre bien entendido. Cuenta con tante es que se origine, mantenga o modifique
numerosos detractores, que no han dudado en por sus consecuencias; consecuencias conocidas
afirmar que su sistema es “erróneo teóricamen- normalmente con el nombre de reforzadores,
te, erróneo técnicamente, erróneo moralmente y con los cuales mantiene una relación sinérgica
erróneo políticamente” (Rowan, 1973, p. 648). De (Hineline, 1980). Skinner denominó esa conduc-
igual modo, Koch (1964) había manifestado que ta operante libre. Es curioso, sin intentar entrar
“cuando lo absurdo de la posición se manifieste de en una discusión filosófica, que Skinner, critica-
manera suficientemente clara, tal vez este [el con- do constantemente porque su conceptualización
ductismo] sea borrado de la existencia” (p. 20). de la conducta es, según muchos, contraria a la
Por último, las reiteradas críticas de Chomsky idea de “libertad”, denominase “libre” a la con-
(e.g., 1959/1977) son bien conocidas y no merece ducta por él estudiada. Entiendo que lo hizo así
la pena extenderse en su exposición (véase la se- para enfatizar que el organismo en esas circuns-
rie de ensayos recogidos en Bayés, 1977). tancias se encuentra libre de coacción externa en
No hay ninguna intención, sin embargo, su actuación, en el sentido de provocación auto-
de hacer aquí una revisión exhaustiva de la mática de la conducta. Sin embargo, el análisis
amplísima obra de Skinner y sus implicaciones es efectivamente determinista ambientalmente,
filosóficas, políticas y sociales. El comentario en el sentido de control por las consecuencias,
sobre él se ceñirá  exclusivamente a sus apor- como se ha dicho con anterioridad. Por ejemplo,
taciones en relación al conductismo de origen la rata blanca, entrenada en un programa de re-
watsoniano. forzamiento cualquiera, puede en un momento
En general, Skinner no se interesó tanto dado presionar o no la palanca, y en este sentido
como Pavlov e incluso Watson en el estudio de se puede decir que la rata es “libre” para actuar.
las conductas reflejas, ni en cómo los estímulos La conducta de los organismos no ha perdi-
adquieren o pierden su papel como señal, ni tan do nada de su interés por poder ser explicada
siquiera en cómo dichos estímulos pueden mo- en su interacción con el ambiente y carente de
dificar la acción de otra señal. Por el contrario, entelequias metafísicas. “El hombre no cambia
siguiendo el camino abierto por E. L. Thorndike porque nosotros le estudiemos, hablemos y ana-
(1874-1949) con la ley del efecto, e influenciado licemos científicamente… Lo único que cambia
por Watson en su interés de convertir el cam- es nuestra posibilidad de hacer algo” (Skinner,
po de estudio de la psicología en aquello que 1971/1977, p. 213).
se pueda observar, centró la mayor parte de su Íntimamente relacionado con el concepto
trabajo en describir leyes generales que rigen la de operante se encuentra otro de los conceptos
conducta voluntaria de los organismos; esa con- skinnerianos importantes: el reforzador. Los
ducta que ocurre en un momento determinado, reforzadores se entienden normalmente como
pero que podría no haber ocurrido al no estar estímulos de relevancia biológica para el orga-
encadenada a algún estímulo elicitante (aun- nismo, por ejemplo, comida o agua. No hay que
que, como se verá posteriormente, este no fue el olvidar, sin embargo, que cualquier estímulo,
análisis postulado inicialmente por Thorndike, como una descarga eléctrica, una luz intermi-
quien proponía que la conducta era provocada tente o una dosis de alguna droga, puede actuar
de forma refleja por los cambios estimulares). como reforzador siempre y cuando incremente

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la probabilidad futura de la conducta que le palanca” o “el niño fue reforzado por estar calla-
precede (Dunham, 1977/1983). Este punto es do” son tan comunes como erróneos, error que
especialmente importante cuando se trabaja en no es solo terminológico, sino también concep-
condicionamiento operante con seres huma- tual (Hineline, 1980).
nos, pues en muchas ocasiones se ha llegado a la Skinner no ha tratado de responder a la
conclusión de que su actuación es diferente a la pregunta sobre por qué refuerza el refuerzo, sino
encontrada en otros organismos bajo el mismo que ha observado, definido y manipulado cuida-
programa de reforzamiento (e.g., Lowe, 1983), dosamente las situaciones en que ciertos estímu-
cuando en realidad lo que puede estar ocurrien- los incrementan la probabilidad de la conducta,
do es que el estímulo elegido como reforzador y ha descrito detalladamente el patrón conduc-
no esté actuando como tal. tual que sigue a estos cambios ambientales. En
Los reforzadores suelen presentarse si- este aspecto también se diferencia Skinner de los
guiendo diversos patrones o programas de re- primeros psicólogos del aprendizaje. Thorndike
forzamiento, que durante mucho tiempo han (1911) creía que la fuerza de los estímulos para ac-
constituido una de las áreas de investigación tuar como reforzadores procedía de su capacidad
más importantes del análisis experimental de para producir placer o dolor. Watson (1913) re-
la conducta (Ferster & Skinner, 1957). Cada chazó estos términos tan subjetivos, y con ellos la
programa de reforzamiento genera un patrón ley del efecto, no otorgando al reforzador un pa-
diferente y estable de conducta. Es conocido pel importante en el aprendizaje. Finalmente, los
por muchos analistas experimentales que los trabajos realizados por Tolman (véase Tolman
registros acumulativos recogidos con especies & Honzik, 1930) le llevaron a la distinción entre
animales muy diversas (e.g., palomas, ratas y aprendizaje y ejecución. El reforzador, de acuerdo
monos), utilizando el mismo o diferentes refor- con Tolman, no es necesario para el aprendizaje,
zadores, pero con un único programa de refor- pero es imprescindible para que posteriormente
zamiento, llaman la atención por su similitud. se ejecute la respuesta aprendida. Esta diferencia
¿Cuál de ellos pertenece a la paloma?, ¿cuál al entre aprendizaje y ejecución se volverá a reto-
mono? Los principios operantes, y aquí radica mar con mayor detalle posteriormente.
su fuerza, parecen aplicarse de forma muy gene-
ral. Este tipo de afirmación puede encontrarse Algunas Disputas dentro
incluso en investigadores como Keller Breland, del Conductismo
quien, en una carta enviada a Skinner en rela- Se señalaba que Skinner sostenía que la
ción con la publicación del conocido artículo de conducta de los organismos es mantenida por
K. Breland y Breland (1961) “The Misbehavior of sus consecuencias. La paloma, sujeto por exce-
Organisms”, señalaba que “quizás  no estableci- lencia de los experimentos operantes realizados
mos con suficiente firmeza… la eficacia del con- o dirigidos por Skinner, no picotea la tecla de la
dicionamiento operante... Esta convicción es tan caja experimental para conseguir comida, sino
‘nuestra’ que… nos olvidamos que no todos los que lo hace porque en el pasado la conducta de
psicólogos americanos la comparten” (Skinner, picar la tecla fue seguida de ciertas consecuen-
1977/1980, p. 65). cias. Aunque la conducta parezca perseguir un
Es importante resaltar que el reforzador ex- fin, su explicación real, sugiere Skinner (1966),
clusivamente refuerza la conducta. El organismo se encuentra en la historia del organismo y no en
es en todo caso recompensado por su actuación, los acontecimientos futuros.
pero nunca reforzado. Comentarios tales como Otro grupo de psicólogos que también per-
“si se refuerza a una rata por presionar una tenecen al campo de estudio de la psicología del

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aprendizaje animal, entre los que cabe destacar a (Skinner, 1938/1975b; 1969). Skinner distingue
Guthrie (1952) y Hull (1943/1986), opinaron, sin entre instancias de respuesta y clases de respues-
embargo, que la función del reforzador era agi- ta; siendo las primeras referidas en términos de
lizar o mejorar la asociación entre el estímulo y sus características físicas particulares (un análisis
la respuesta reforzada. La conducta, conforme a molecular tipo Watson) y las segundas por actos
esta opinión, está guiada por los estímulos am- globales con impacto en el ambiente, indepen-
bientales, pero, y aquí concuerdan con Skinner, dientemente de la forma particular de respuesta
no está dirigida a una meta, no hay anticipación (un análisis más molar). Un mismo cambio del
de futuro. ambiente, presionar una palanca o picotear una
Un autor contemporáneo tan influyente tecla, puede ser realizado por el animal de muy
como Rescorla (1987) no critica abiertamente diversas maneras, y constituyen todas ellas una
la tesis defendida por Skinner. Incluso parece misma clase funcional si tras su ejecución son
reafirmar la función de los estímulos discrimi- seguidas de una misma consecuencia. Estas cla-
nativos en cuanto a su capacidad señalizadora ses se definen únicamente con base en el efecto
(estímulos que no elicitan la respuesta sino que que la respuesta tiene en el ambiente, pero no
“disponen la oportunidad” de que la emisión de por su topografía particular. En este aspecto
una conducta pueda tener o no como conse- radica una de las principales diferencias entre
cuencia la obtención de un reforzador), aunque Skinner y Guthrie, puesto que según este último
su postura se acerque más a la línea de pensa- (véase Guthrie & Horton, 1946), los animales
miento abierta por Tolman (1932) y defendida en desarrollan aprendizajes distintos si responden
tiempos más recientes por autores como Bolles topográficamente de manera desigual.
(1972) o Mackintosh y Dickinson (1979). De la “El número de actos distinguibles que una
lectura detallada de Rescorla (1987) se puede rata dará al movimiento adecuado de la palan-
concluir que, de acuerdo con dicho autor, los ca es indefinido y muy grande. Constituyen una
animales desarrollan la conducta para conse- clase que queda suficientemente bien defini-
guir una consecuencia determinada, conclusión da por la frase ‘presionar la palanca’” (Skinner,
derivada de estudios del propio Rescorla con su 1938/1975a, p. 37). Las clases funcionales parecen
colaboradora Colwill (e.g., Colwill & Rescorla, permitir superar el carácter particular e irrepe-
1985). En esta línea, aunque por razones diferen- tible de una respuesta, y hacen posible la pre-
tes, Skinner (1986) ha señalado de manera clara dicción y el control de la conducta (Meazzini &
que “la conducta operante es el campo del pro- Ricci, 1986). La relación entre una clase de mo-
pósito, la intención y las expectativas” (p. 716), vimientos de un organismo y una clase de acon-
pero que su explicación no está precisamente en tecimientos ambientales constituye la unidad
eso, sino en la historia de reforzamiento pasada. funcional del análisis de la conducta (Thomp-
Como se hizo cuando se trató la posición son, 1986).
psicológica de Watson, se va a analizar aquí qué La idea de definir la conducta, no en tér-
entiende Skinner por respuesta y/o conducta y minos de movimientos musculares o apariencia
por aprendizaje; se utilizarán dichos plantea- (estructura), sino en términos de función, per-
mientos para tratar algunas disputas entre posi- mitió el desarrollo de explicaciones seleccionis-
ciones conductistas. tas de la conducta que se asemejan a aquellas de
Skinner (1935/1975a) destacó que hay que la teoría evolucionista (Smith, 1986). La selección
considerar las respuestas como clases-concepto de la conducta por sus consecuencias ambienta-
y no como entidades particulares, e hizo hin- les recuerda el principio de la selección natural
capié en el análisis funcional de las respuestas propuesto por Darwin. Según Skinner, desde

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una perspectiva evolucionista resulta erróneo como acicalamiento, erguimiento o giros. Este
considerar que las especies se adaptan al medio, tipo de resultados llevaron a Staddon (1977/1983)
sin entender que la adaptación es el resultado a proponer una teoría motivacional de regula-
(al menos en parte) de presiones ambientales; ción dinámica de la conducta.
de igual forma, resulta erróneo afirmar que los Planteamientos de Skinner como los ante-
organismos se ajustan a una situación ambiental riormente señalados son un intento por superar
dada. El medio selecciona los rasgos adecuados, la vieja controversia de la psicología del apren-
el medio mantiene y moldea la conducta (Skin- dizaje sobre si la conducta ha de ser estudiada
ner, 1984b). Este énfasis aleja a Skinner de las ex- en unidades molares o moleculares (véase, sin
plicaciones ofrecidas por sus contemporáneos, embargo, su disputa con Guthrie, comentada
distanciándose también de la formulación origi- con anterioridad), y llevaron a este autor a insis-
nal de la ley del efecto propuesta por Thorndike, tir en que la medida fundamental de los experi-
por su carácter asociacionista basado en la for- mentos operantes es la tasa de respuesta y no la
mación de conexiones estímulo-respuesta (para intensidad o latencia de la respuesta, mediciones
una discusión crítica sobre las teorías que des- típicas en los experimentos de condicionamien-
cansan en eventos no directamente observados, to pavloviano (véase Skinner, 1956/1985). La tasa
véase Skinner, 1950/1975c). de respuesta, al contrario de las otras medidas,
Una categoría funcional de conducta (e.g., es continua y ordenada, tomando sentido, se-
la operante) es análoga a una población de or- gún Skinner, en una dimensión temporal amplia
ganismos. Mientras que en la visión estímulo- (véase Rachlin, 1986, para un análisis de la con-
respuesta no había papel para la variación en la ducta en términos de patrones extendidos en el
respuesta, las explicaciones seleccionistas asig- tiempo). No lo parece tener, por el contrario, en
nan un papel central a la variación. El cambio un instante de tiempo aislado, en el que el suje-
evolutivo resulta de éxitos diferenciales entre to puede estar o puede no estar respondiendo de
variaciones en la población. Como resultado, una manera particular. Además, en los experi-
las explicaciones seleccionistas descansan en la mentos operantes, donde la respuesta puede re-
historia y los patrones de variación dentro de la petirse libremente y es fácilmente observable por
población, que cambian a lo largo del tiempo en el experimentador, la tasa a la que se emite una
respuesta a los patrones de variación con éxito. respuesta se asemeja mucho a nuestra concep-
El trabajo clásico de Staddon y Simmel- ción de aprendizaje, es decir, varía en la dirección
hag (1971) demostró que el reforzamiento actúa esperada bajo las condiciones que son relevantes
a través de principios de selección y variación. al proceso de aprendizaje (Skinner, 1984a).
Cuando a palomas hambrientas se les presentó La firme posición de Skinner pretendía ayu-
la comida de forma intermitente, sin necesidad dar a superar la disputa clásica entre psicólogos
de ejecutar ninguna respuesta concreta, los ani- molaristas y psicólogos molecularistas (en reali-
males mostraron patrones de comportamien- dad, relegando el interés por el análisis molecu-
to muy parecidos, en los momentos en que la lar de la conducta). Sin embargo, no ha podido
probabilidad de presentación de la comida fue impedir que los psicólogos operantes se dividan
mayor (principalmente con respuestas como el en aquellos con una orientación más molar, en-
picoteo, que están relacionadas con la obtención tre los que destacaría el propio Skinner (y, más
de la comida). Sin embargo, en los momentos de recientemente, Baum, 2012), y aquellos con una
baja probabilidad de ocurrencia de la comida, la orientación más molecular, centrados en torno a
conducta de las palomas mostró una variabili- formulaciones matemáticas del condicionamien-
dad extrema, manifestada en comportamientos to operante, que descomponen la conducta en

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varios componentes indexados a través de dife- No es necesaria una definición precisa del apren-
rentes parámetros (e.g., Killeen, 1994). dizaje en tanto convengamos en que la inferencia
El análisis experimental de la conducta, del aprendizaje se desprende de aquellos cambios
propuesto por Skinner, se caracteriza por con- en la actuación que son resultado del entrena-
siderar que el aprendizaje es en sí mismo el miento o la experiencia, que deben distinguirse
desarrollo del nuevo patrón conductual que se de cambios como el crecimiento o la fatiga y de
quiere instaurar en un experimento de condi- los cambios atribuibles al estado temporal del
cionamiento determinado. En este sentido, para que aprende. (Hilgard, 1951, p. 518)
Skinner carece de interés la distinción propues-
ta por Tolman (Tolman & Honzik, 1930) entre Con una intención semejante, Domjan
aprendizaje y ejecución. y Burkhard (1986/1993) han definido que el
Tolman (1932) fue, entre los clásicos de la “aprendizaje es un cambio duradero en los me-
psicología del aprendizaje, quien más resaltó que canismos de conducta como resultado de la ex-
en muchas ocasiones los animales pueden estar periencia con sucesos ambientales” (p. 12). La
aprendiendo una tarea determinada y, sin em- habituación es, conforme a estas definiciones,
bargo, no ejecutar en ese momento la respuesta una forma de aprendizaje, como también lo son
requerida por el experimentador (problema cono- el condicionamiento clásico y el condiciona-
cido como “silencio conductual”). Una situación miento instrumental, puesto que representan un
experimental de este tipo es, por ejemplo, la de- cambio relativamente permanente en la conduc-
nominada de “aprendizaje latente” (Blodgett, 1929; ta, que es el resultado de la experiencia de los
Tolman & Honzik, 1930), donde los sujetos expe- individuos y no se debe a procesos de fatiga.
rimentales recorren un laberinto, pero no se les El énfasis de Skinner, contrario al de los
recompensa por hacerlo. Una vez finalizada esta autores anteriores, no está en la búsqueda de
primera fase, se vuelve a situar a los animales en constructos teóricos para definir el aprendiza-
el laberinto y se refuerza la respuesta correcta. En je (incluido el de incentivo), sino en encontrar
circunstancias como esta, se comprueba que los una variable dependiente satisfactoria para
animales experimentales aprenden a efectuar la medirlo. Según la opinión de Skinner, la tasa
respuesta correcta más rápidamente que otros ani- de respuesta cumple adecuadamente con los
males de control que no habían tenido la oportuni- requisitos de tal tipo de variable dependiente.
dad de recorrer el laberinto en primera instancia. Proposiciones como esta han valido para califi-
Se dice, entonces, que los animales experimentales car a Skinner como el gran anti-teórico (Westby,
habían aprendido ya a recorrer el laberinto antes 1966). La oposición de Skinner (1950/1975c) a la
de empezar a recibir el premio, pero que no eje- formulación de teorías del aprendizaje se centra
cutaban la respuesta porque precisamente faltaba principalmente en dos aspectos: su rechazo al
el reforzador; este resultado, junto con los efectos reduccionismo y su rechazo al método hipotéti-
de contraste (Crespi, 1942), llevó a la incorpora- co-deductivo. Skinner, sin embargo, no se opone
ción del concepto de incentivo en la psicología del a la teorización en general, de hecho forma parte
aprendizaje (Hull, 1952; Spence, 1956). de sus aportaciones desde los inicios (e.g., Skin-
La literatura psicológica se encuentra plaga- ner, 1938/1975a).
da de definiciones del aprendizaje que enfatizan Se puede entender el reduccionismo con
la distinción entre aprendizaje y ejecución, y en base en tres postulados (véase Meazzini & Ricci,
las que intervienen conceptos tales como adapta- 1986): (a) Las ciencias están ordenadas a modo
ción, mejora, vuelta al equilibrio y otros simila- de estructura jerárquica, donde la física es la
res. Por ejemplo, Hilgard (1951) señaló que: ciencia más básica y de la que dependen las

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demás (la psicología, como otras ciencias socia- como las variables de las que depende son obser-
les, se encontraría en los niveles superiores de vables. “Nosotros podemos evitar los métodos
la jerarquía); (b) el lenguaje, los modelos y las hipotético-deductivos (...) formulando los datos
generalizaciones de las ciencias superiores en la sin referencia a los procesos cognitivos, el apa-
jerarquía pueden ser traducidos en el lenguaje, rato mental o los rasgos” (Skinner, 1984a, p. 523).
los modelos y las generalizaciones de las ciencias El analista (tradicional) de conducta persigue
más básicas; (c) las explicaciones científicas más más bien el análisis inductivo de la conducta,
satisfactorias se encuentran en los niveles más apostando por una versión de crecimiento acu-
bajos de la jerarquía. mulativo de la ciencia, donde las generalizaciones
Skinner, contrario a Pavlov, Thorndike o empíricas de cada vez mayor rango se construyen
Watson, nunca fue reduccionista en el sentido inductivamente y donde generalmente se pone
expuesto anteriormente. No pretendía buscar la poco énfasis en validar o falsar teorías o hipó-
explicación de la conducta fuera de ella misma tesis. Esta característica del análisis experimen-
o de su relación con el ambiente, y siempre se tal de la conducta derivado del pensamiento de
mostró contrario “a cualquier explicación de un Skinner no puede identificarse, sin embargo, con
hecho observado que haga referencia a aconteci- un total ateorismo de su parte. Skinner defiende
mientos que tienen lugar a otro nivel de observa- la sistematización de los conocimientos que se
ción, descrito en términos diferentes y medido, adquieren en el laboratorio; y esta defensa, junto
si es medido, en dimensiones diferentes” (Skin- con su fuerte apuesta por una forma ambienta-
ner, 1950/1975c, p. 153). El estudio de la conducta lista de concebir la psicología, nos lleva a situarlo
y el estudio de la fisiología no son dos formas como un importante teórico de la psicología del
de aproximarse al mismo problema (Skinner, aprendizaje, si bien con profundas diferencias
1986). Para Skinner, los hechos son aquello que con respecto a otros teóricos.
se puede observar y tienen que ser explicados La meta de los analistas de conducta, según
en su relación con otros hechos. Este punto de Skinner (1984a, p. 523), debería ser el poder dar
vista no reduccionista de la psicología se aseme- respuesta a cuestiones como las siguientes: ¿qué
ja al planteado por la escuela de la Gestalt; y es aspectos de la conducta son importantes?, ¿de
de destacar (a pesar de las diferencias reseñadas qué variables son función los cambios en estos
en párrafos anteriores de este trabajo) su coinci- aspectos de la conducta?, ¿cuáles son las relacio-
dencia con Tolman, al situarse este último entre nes entre la conducta y las variables que la con-
los primeros psicólogos del aprendizaje que más trolan?, ¿qué métodos son apropiados para poder
influidos estuvieron por esta corriente de pen- estudiar tal sistema experimentalmente?, ¿bajo
samiento psicológico. Irónicamente lo destacaba qué condiciones tal tipo de análisis conduce a
Verplank (1954): una tecnología de la conducta y qué problemas
Las respuestas condicionadas de Skinner son surgen en su aplicación? Las respuestas a estas
para muchos lectores semejantes a las de Pavlov preguntas, han conformado, y quizás conformen,
o Hull, con el resultado extraordinario [de] que parte del futuro del análisis de la conducta.
[Skinner] ha sido clasificado en su posición gene-
ral con Hull en vez de con Tolman, con Guthrie Referencias
en vez de con Lewin. (Verplank, 1954, p. 307) Baum, W. M. (2012). Rethinking reinforcement: Allo-
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REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA  VOL. 22  N.º 2 JULIO-DICIEMBRE 2013 ISSN 0121-5469 IMPRESO | 2344-8644 EN LÍNEA BOGOTÁ COLOMBIA - PP. 389-399
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