1. Introducción: La cuestión social, o sea, el desarrollo de las naciones se extiende a varios países desde hace muchos años, antes solo se centralizaba en Europa y Norteamérica. En la encíclica Mater et Magistra, Juan XXIII decía que el problema mayor era el que se producía entre naciones desarrolladas y las que están en vía de desarrollo, ya que las primeras tenían una vida cómoda y las otras no. Pablo VI, en su encíclica Populorum Progresio, señaló varios obstáculos para el desarrollo y también expuso la idea de “desarrollo” por parte del cristianismo. o Sin la solidaridad no se puede dar el desarrollo integral del ser humano, las naciones deben organizarse y cooperar para poner en común los recursos disponibles, llegando así a una comunión entre todos los países. o Debe haber justicia social, para que se regulen las relaciones comerciales entre todos los pueblos. o Finalmente, debe haber caridad universal, donde todos den y reciban, sin que el progreso de uno sea un obstáculo para el desarrollo de otros. Juan Pablo II señala signos de esperanza en el desarrollo de los pueblos, entre ellos, una creciente sensibilidad de la dignidad y los derechos humanos. o También dice que las relaciones internacionales se desenvuelven más en un marco, donde hay muchas interdependencias, ya que los bienes y servicios están mal distribuidos, lo cual da una situación de injusticia porque los bienes eran destinados para todos. 2. El verdadero desarrollo: El desarrollo de los pueblos comprende varios aspectos, principalmente el económico, pero también está el cultural, político y humano. Actualmente se dan muchas formas de pobreza, por ejemplo, en el tercer mundo carecen de medios elementales para vivir de manera digna, sin embargo, en algunos países se da una limitación de los derechos humanos. DSI dice que el verdadero desarrollo es la del hombre entero, donde se hace crecer la capacidad de la persona para responder a su vocación. o Este desarrollo no busca tener muchos medios materiales, ya que estos no bastan para proporcionar la felicidad humana. o Asimismo, el desarrollo promueve los derechos humanos, incluidos los derechos de los pueblos y las naciones. El desarrollo económico está al servicio del desarrollo humano, busca proporcionar los bienes necesarios para que todos lleguen a desarrollarse como seres humanos. o Cuando el desarrollo se limita a lo económico, los bienes materiales, se vuelve contra las personas a quienes deseaban beneficiar. Juan Pablo II decía que no es digno un tipo de desarrollo que no respetara los derechos en todos los sentidos (económicos, sociales, políticos, etc.), todas las personas tienen derecho a su desarrollo pleno, incluyendo así a su propia identidad y la apertura a lo trascendente (Dios). 3. Justicia y solidaridad para el desarrollo: La iglesia reclama condiciones justas en los intercambios y en los préstamos. o Hay “mecanismos perversos” que obstaculizan el desarrollo de los países menos avanzados, es más indispensable velar por que se evite esto y lograr un esfuerzo común, así como un desarrollo moral. Las naciones ricas tienen una responsabilidad moral respecto a las naciones que no pueden asegurar diferentes medios de desarrollo por sí mismas o que hayan sido imposibilitadas (por ejemplo, por guerras). o El primer paso para el desarrollo de los puebles es que haya naciones comerciales justas, pero también debe haber solidaridad y caridad. La solidaridad y la justicia económica son necesarias, así como la evangelización y el apostolado personal para lograr un verdadero desarrollo en el tercer mundo. o Para avanzar se requiere invertir en educación y en salud y la solidaridad incluye también bienes espirituales. En el primer y segundo mundo, con frecuencia son ricos en recursos materiales, pero pobres en valores espirituales y religiosos. La iglesia dice que la peor pobreza es no tener a Dios: o La base de desarrollo de toda sociedad es que debe ampliar el sentido de Dios y el conocimiento de la misma persona; Dios multiplica los bienes materiales y los pone al servicio de la persona y su libertad. Disminuye la miseria y la explotación económica; hace crecer el respeto de las identidades culturales y la apertura a la trascendencia. Se debe respetar el principio de subsidiariedad, o sea, que la ayuda internacional no supla la iniciativa y el esfuerzo de los nativos del pueblo, sino que lo apoye en un modo oportuno, que esta ayuda no esté condicionada. 4. Demografía y desarrollo económico: El hombre, principal recurso: El aumento rápido de población influye en el desarrollo económico de los países en desarrollo, sin embargo, no puede afirmarse como una ley universal que disminuye este crecimiento económico. o Hay países en donde el aumento de riqueza es mayor al aumento de población y viceversa. La educación básica es el primer objetivo que se debe tomar en cuenta un plan de desarrollo. o Sin esto, el aumento de población puede dificultar el crecimiento económico, ya que no habría personas preparadas para los diferentes roles en la sociedad. o Igual no se justifica que algunos gobiernos quieran imponer métodos de planificación familiar (control natal) para limitar a la población. La DSI anima a las naciones a encontrar soluciones que respeten las exigencias legales y morales, también que sean dignas y eficaces. El hombre es el último recurso con la capacidad suficiente para alimentar a varios, si este posee los instrumentos necesarios o La ayuda de otros países más desarrollados debe ser para mejorar las condiciones que se tienen actualmente y así crear nuevas oportunidades para los habitantes de trabajo y educación. El desarrollo debe realizarse en el marco de la solidaridad y la libertad, sin sacrificar a alguna por otra. o Los padres deben decidir el número de hijos que se tendrán para poder evitar este tipo de situaciones, asimismo, no se deben sacrificar vidas humanas ya que es inmoral. 5. Teología de la Liberación: El problema de la pobreza se analiza a la luz de postulados marxistas. Esta lectura de la realidad social entra en directa contradicción con la fe cristiana. Principios como la lucha de clases, el ateísmo o la negación de las libertades de la persona son contrarios a la fe. No busca la liberación del pecado. Se busca la liberación del pobre de una clase que lo explota. Los errores de la teología de la Liberación han sido aclarados por el magisterio de la Iglesia, esta teología es contraria a las ideas del cristianismo.