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INTRODUCCIÓN

“Escribir y criar es una verdadera hazaña para una


persona que además necesita un sueldo”

Lina Meruane

En su ensayo Serena Cruz o la verdadera justicia (2010), la escritora italiana

Natalia Ginzburg afirma: “Como si fuera grato criar a un niño. Es hermoso, pero de

grato nada. Es hermoso y puede hacer feliz. Pero no es grato. Cuesta sueño,

preocupaciones, sustos, fatigas y sacrificios” (p. 54). La reflexión en torno a los afectos

familiares y los cuidados de un hijo ha mostrado, en los últimos años, un importante

rendimiento, especialmente en el caso de aquellas mujeres que con cada vez mayor

fuerza emergen en el panorama cultural levantando su voz y mostrando que no todo está

bien. Las historias maternas, pues, ya no tienen por qué constituir un relato feliz, sino

que en muchos casos la desesperación, el descontrol o incluso el arrepentimiento

irrumpen en un discurso que contraviene, en suma, las expectativas tradicionales acerca

de la crianza. La figura de la madre, que despelleja su propia piel para compartirla con

el recién nacido, contrasta con la de la mujer, cuyas metas y preferencias se niega a

declinar. Estas “lealtades divididas” (Bauman, 2015: p. 65) expresan, entonces, la herida

abierta entre la autonomía y el bienestar del adulto con la aparición de un ser

dependiente de él mismo.

La maternidad entendida como cualidad o estado de ser madre ha sido

representada a lo largo de la historia con una significación atravesada por dos

principales valores: la fertilidad y la virtud. El testimonio del relato materno trasladado

al campo artístico y literario así lo demuestra, si bien es cierto que ya entonces existían,

de manera aislada, algunos retratos en los que se subvertía la concepción idealizada


entre madre e hijo, como muestran El baño (1981) de la pintora impresionista Mary

Cassatt (cf. Anexo, fig. 1) o Madre e hijo (1905) de Pablo Picasso (cf. Anexo, fig. 2).

Con la llegada de la modernidad, estas imágenes se convirtieron en un grand récit,

encerrando el concepto de maternidad por entonces dominante un discurso absolutista y

totalitario en el que eran impuestas determinadas formas de comportamiento de una

madre respecto a su(s) hijo(s). Lo materno, entendido como aquello que define nuestra

procedencia (mater= madre, materia; nus=procedencia) comenzó a adquirir un mayor

número de significados que superaban la idea de origen o circunstancia, si bien es cierto

que aún pervivía el esquema totalizante ya mencionado.

En el siglo XX, y a partir de diversos hechos que marcaron de forma decisiva el

transcurso de la humanidad y en particular de la mujer guerras mundiales, avances

médicos o reconocimientos en derechos humanos comienza a aparecer, de forma

paulatina, un cambio de pensamiento en relación a las verdades absolutas de la

modernidad. Los contenidos aparentemente herméticos que generan los imaginarios

sociales se diluyen y “el advenimiento de la posmodernidad señala una crisis en la

función legitimadora de la narrativa, su habilidad para obtener consenso” (Owens, 2008:

p. 104). Será precisamente, el relato de la maternidad, uno de los que experimente

mayor afectación, pues las implicaciones de otros discursos que bordean su reflexión

contribuirá a ello: la construcción sobre lo femenino, el uso cultural del cuerpo o los

argumentos de desvalorización de la labor doméstica; todos ellos permitirán, pues,

situar la condición materna y la labor de crianza como factor de interés en los sistemas

de producción, si bien, y como recuerda la artista e investigadora feminista Julia

Antivilo, “el cuerpo de las mujeres fue y es objeto de una sobre-representación como

meta para las estrategias de control social” (2015, p. 38).


Por otro lado, en los últimos años destacan distintas expresiones artísticas que se

han encargado de mostrar este nuevo enfoque sobre la maternidad, concentrando sus

esfuerzos en desmitificar el gran relato maternal acerca del amor incondicional y el de

los hijos como territorio de obligación que accede e invade el terreno de lo íntimo-

femenino. Desde metáforas visuales como las de Luise Bourgeois hasta el texto más

confrontador, como es el caso de Contra los hijos (2018) de Lina Meruane demuestran,

en suma, nuevas formas de enunciar lo hasta ahora oculto o silenciado. El presente

trabajo de investigación funda su hipótesis a partir de este cambio en el pensamiento

contemporáneo y plantea ciertas inquietudes basadas en torno a dos interrogantes: en

primer lugar, el origen de la concepción de la maternidad como un hecho conflicto y la

recepción literaria de tal disputa; y, en segundo lugar, la condensación de estos

pensamientos de ruptura y desmitificación de lo materno en el texto de Meruane. La

respuesta a ambas preguntas se trazará desde una perspectiva interdisciplinar, acudiendo

a las nuevas discusiones sobre la construcción de la femineidad, los estudios culturales o

los más potentes discursos feministas, en un contexto en el que todos ellos contribuyen

a la ruptura de ciertos enunciados absolutistas que abren camino hacia la

desmembración de la verdad.

Desde este planteamiento, el trabajo de investigación se ha conformado a partir de

dos variables: por un lado, la construcción de lo femenino y la femineidad y, por otro, el

desvanecimiento del concepto mítico de madre con la irrupción de la posmodernidad.

Ambos enfoques permitirán, en un tercer momento, llegar finalmente al texto de Lina

Meruane, quien declara abiertamente una batalla contra el sentido de la maternidad al

servicio de la mirada patriarcal y el destierro de la autenticidad individual de la mujer

que llega a ser madre, envolviendo a esta en estereotipos y prejuicios que encauzan su

accionar dentro de lo colectivo.


Así, la primera variable desde la que se emprendió este trabajo se apoya en la

construcción del pensamiento de ciertas autoras que, desde la segunda mitad del siglo

XX destacaron por la irrupción de sus voces en el panorama crítico, estableciendo

nuevos enfoques sobre género, economía y labor doméstica. Estas autoras,

representadas esencialmente por nombres tan relevantes como Simone de Beauvoir,

Judith Butler o Silvia Federicci, permitirán comprender lo materno como un concepto

devenido en historicidades que subraya su definición basándose en sistemas económicos

que minimizan los cuidados y la crianza, así como en la desmitificación de cualidades

de aparente inherencia femenina. Desde esta perspectiva, la desmitificación de la

maternidad en el pensamiento contemporáneo se concreta en la mirada hacia lo íntimo

como acto político reivindicando el valor del acto cotidiano, tal y como precisa

Espinosa:

[…] el territorio de la intimidad es entendido como

político y revelador de las prácticas de dominación

ejercidas por el patriarcalismo. Es así como resulta posible

identificar en estas narrativas ciertas politicidades de la

intimidad que permiten reconsiderar la noción de mujer,

familia y el rol de la figura materna y esposa (2016, p.

171).

En este sentido, igualmente, se asume la exigencia de una panorámica

multidisciplinar debido al amplio universo y constante crecimiento que muestran hoy en

día los relatos sobre la maternidad. Más concretamente, será el enfoque transgresor

hacia el discurso tradicional el criterio utilizado para realizar una breve panorámica que

partirá, en primera instancia, de ciertas artistas visuales, como es el caso de Ana

Álvarez-Errecalde, Luise Bourgeois, Nadia Granados o el artivismo feminista del


colectivo “Polvo de Gallina Negra”. El aporte de la visualidad sobre el contenido

experiencial permite, precisamente, repensar la mirada tradicional vertida por cánones

marianos basados en el sufrimiento (Antivilo, 2015, p. 86). Este recorrido servirá para

nutrir la posterior trayectoria por los textos de escritoras latinoamericanas como

Ángeles Mastretta, Ana María Shua, Andrea Maturana, Paulina Simon, Daniela Alcívar

Bellolio o Pía Barros, entre otras. En todas ellas, el protagonismo lo ejerce ahora quien

siente el conflicto, quien se muestra inquieta y quien se interroga por aquellas

emociones que la tradición moral sentenció como incorrectas.

La segunda variable de la que partió este estudio corresponde a una mirada a la

contemporaneidad y en concreto la validación del murmullo polifónico del pensamiento

y la destrucción del relato absoluto, que alcanzan su máxima expresión en los trabajos

de Jean-François Lyotard. Junto a Zygmunt Bauman, para quien la posmodernidad

resulta una modernidad líquida donde el pensamiento se diluye y se transforma

continuamente dependiendo del envase o contenedor social en el que se formule. Así

pues, textos tan fundamentales como Modernidad líquida (1999) o Amor líquido.

Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (2003) permitirán analizar el

desvanecimiento del concepto mítico de la madre que, a continuación, será examinado

con profundidad en el manifiesto Contra los hijos de Lina Meruane.

Una vez planteados ambos enfoques, la investigación inaugura su recorrido a

través de una tentativa de historicidad del concepto maternidad. Esta primera sección

permitirá comprender la construcción de la idea de madre desde una mirada

masculinizada en la que la fortaleza de la voz femenina como lugar de enunciación ha

logrado posicionarse en ámbitos políticos, culturales, sociales y económicos. En

segundo término, y a partir de la argumentación del cambio de paradigma ya señalado

que surge en la segunda mitad del siglo XX, me centraré en el accionamiento


subversivo que desde la intimidad de la mujer se produce respecto a la tradición. En

tercera instancia, y tras acercarme a las dinámicas posmodernas que se encaminan hacia

la repartición de lo sensible y ahondan en lo periférico, me detendré en el texto de Lina

Meruane con el fin de mostrar una poética que, sin duda, evidencia, la ruptura de los

relatos sobre la maternidad en un tiempo que circunda en las desmitificaciones y la

liquidez.

En lo que respecta a la metodología de trabajo con la que se abordarán los

distintos textos enunciados acerca de la maternidad, consideraré como la perspectiva

principal el punto de quiebre de lo tradicional, que precisamente resulta una

característica que fortalecerá una vuelta al pensamiento de la condición femenina,

dejando esta de ser objeto de representación para situarse en el punto central de

enunciación. La panorámica de la investigación, entonces, puntualizará las afectaciones

que muestra este cambio de paradigma para designar nuevas representaciones de la

femineidad en la literatura latinoamericana actual y, sobre todo, en el ensayo de Lina

Meruane, que resultará fundacional para demostrar esta nueva corriente de pensamiento.

Para delimitar el campo de estudio, es importante mencionar que el análisis de los

procesos de construcción de género y maternidad ha sido focalizado específicamente en

la mujer-madre, dejando en esta ocasión de lado la participación queer y las reflexiones

acerca de la paternidad pese a la productividad que igualmente estas fórmulas no

binarias podrían ofrecer.

En cuanto a los objetivos planteados y las posibles conclusiones a las que se

pretende llegar, acometeré mi reflexión a partir de la derrota de los conceptos

aparentemente sólidos de la modernidad en la contemporaneidad, gracias a la

valorización de otras voces y corrientes de pensamientos para analizar el texto de

Meruane y esta nueva mirada sobre la maternidad. La obra de la escritora chilena, pues,
resulta fundacional en un análisis como el aquí propuesto debido a la condensación que

realiza, desde el campo literario, de las diferentes subversiones en torno a esa tradición

vencida que irrumpe en la segunda mitad del siglo XX. En este sentido, se espera

concluir que el texto Contra los hijos se desliza por un camino elaborado anteriormente

por escritoras latinoamericanas que empoderaron su voz y lograron escribir sobre lo

materno y la crianza tomando a la experiencia como lugar de enunciación, enmarcadas

en resignificaciones sobre la femineidad y el agotamiento de los pensamientos

canónicos heredados de la modernidad.

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