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Introducción

Desde el comienzo de los tiempos, la vida en la tierra ha mostrado una influencia


recíproca con el medio que le alberga y aborda, gracias a que los factores de evolución
(físico y biológicos) interactuaron en armonía durante millones de años permitiendo de tal
forma, a los organismos del planeta, adaptarse correctamente a los cambios; no obstante
todo esto se alteró con la aparición del hombre, el cual desde sus inicios ha basado sus
necesidades de subsistencia en la explotación indiscriminada del medio que le rodea,
originando así, cambios críticos a velocidades sónicas, que a través de la historia humana se
han intensificado en relevancia, especialmente desde la llamada revolución industrial,
obviando en momentos los principios éticos y morales de la mentalidad racional,
característica que nos diferencia de los animales.

Este mundo industrializado, es considerado el principal responsable de los males


ambientales que abruman a la tierra; culpable de los diversos impactos ambientales que
originan el deterioro de los complejos ecosistemas que sostienen la vida y por consiguiente
el terrible desequilibrio ecológico hombre-naturaleza; igualmente ha dado paso a las
superpoblaciones y el crecimiento desproporcionado de las mismas, estas además de poseer
una mayor demanda en todos los sentidos, generan mayores impactos ambientales como: el
deterioro de la naturaleza por desechos sólidos, contaminación visual y sónica, mayor
emisión de gases tóxicos, desgaste de paisajes naturales, entre otros, que rompen con el
buen desenvolvimiento de la vida en su estado natural.

Es muy bien conocido que el hombre es la única especie sobre la tierra que es capaz de
transformar a su gusto el medio que le rodea, ya sea para bien o para mal, y desde que
comenzó a buscar “paraísos al costo más bajo” surgieron los proyectos y las excusas para
llevar a cabo toda clase de actividades irresponsables, dejando al margen su propia
capacidad intelectual y tecnológica para transformarla en un medio de destrucción
ambiental, a tal punto de cuestionar la capacidad del mundo para recuperarse de incontables
trastornos inducidos.

La sociedad actual en general se encuentra sumida en una nueva era tecnológica, donde la
naturaleza ha sido desplazada a un papel primordialmente productivo como fuente y origen
de energía y de materias primas, olvidando a la par la manera de reponer lo explotado o de
renovarlo, originando la degradación y deterioro del mundo y demostrando que a medida
que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y aparecen nuevas necesidades como
consecuencia de la vida en sociedad, el medio ambiente sufre una debacle cada vez peor, lo
que afecta a todos y cada uno de los seres bióticos y abióticos que habitan en el planeta.

A pesar de lo anterior y de que muchos contemplan con pesimismo el penoso estado


actual del planeta, pronosticando que la autodestrucción de la humanidad se avecina, debe
resaltarse que el deterioro del medio ambiente ha sido para el hombre un tema primordial y
de gran relevancia durante las últimas décadas, dando origen a diversas instituciones y
empresas que se han encargado del estudio, debate, diagnóstico y recomendaciones sobre
los impactos ambientales más notados de los últimos tiempos, como son: el deshielo polar,
el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, extinción de especies animales,
entre otros fenómenos que han causado grandes pérdidas a la humanidad, demostrándose de
tal forma que abundan ciertamente los ejemplos positivos que verifican que el hombre
como es capaz de destruir, puede crear, dar vida y así recuperar el mundo que le pertenece
y que principalmente es su hogar, además de la fuente de todo lo que posee.

De igual forma a nivel mundial existen diversos y determinados problemas ambientales,


basados específicamente en las características del medio; así pues Venezuela, país
caracterizado por ser infinito en cuanto a sus recursos naturales no se encuentra exento de
estas preocupaciones, ya que a lo largo del esplendor de su territorio se observan impactos
naturales negativos, primordialmente originados por la inminente desculturización e
irracionalización, y en oportunidades por la necesidad de la población, principales factores
responsables del crecimiento demográfico o sobrepoblación y todas las consecuencias que
estas acarrean, abordadas anteriormente, y que fueron favorecidas en nuestro país a partir
de la aparición del petróleo y los grandes avances sociales que con éste se originaron en la
nación.

Específicamente en el Estado Mérida-Venezuela, ubicado en el occidente del país,


exactamente en el tramo central de la cordillera andina venezolana, entre la Sierra Nevada
de Mérida y la Sierra de la Culata (región caracterizada por presentar un clima templado de
montaña), en la últimas décadas se ha suscitado un imponente crecimiento poblacional por
lo que la necesidad de urbanizar ha sido imperativa al igual que la implementación de
nuevas tecnologías, originándose en consecuencia la transformación de una población rural,
a una urbana; incorporando así elementos que han dado paso al despliegue de una serie de
impactos ambientales que han tenido una repercusión negativa en la sociedad, entre las que
puede nombrarse debido a su relevancia y asentamiento: la contaminación visual causada
por los basureros o vertederos, grafitis, humo, tráfico, redes de distribución eléctrica,
señales, anuncios, indigentes, utilización de la infraestructura de los inmuebles públicos y
privados para la disposición de publicidad política y otros tipos de mensajes subliminales
entre otros elementos que perturban la visualización y rompen con la estética de la ciudad,
teniendo en cuenta que estos han crecido conjuntamente con el desarrollo del estado y que
han sido producto de la inconsciencia humana, falta de educación o conocimientos
elementales del ambiente, preservación y la importancia del mismo para la expansión
optima de la calidad de vida en una población.

Dentro de las acciones tomadas para afrontar lo descrito anteriormente, el ámbito


educativo también fija posiciones que permiten abordar desde los planteles y legalmente
diferentes situaciones; teniendo así que según la Ley Orgánica de Educación del Estado
venezolano, en el artículo 27, se establece que todos los estudiantes antes de obtener un
título académico cualquiera deben cumplir con un procedimiento de labor social, el cual ha
de fortalecer todo el proceso de desarrollo educativo que se ha venido suscitando durante el
transcurso de la vida escolar, y a su vez, beneficiara a entidades de la comunidad lo que
redundará en una mejor calidad de vida; es por ello que en cumplimiento de este estatuto,
un grupo de alumnos pertenecientes al quinto año de la técnica de la U.E. Colegio “Sagrada
Familia”, pionera en la mención Promoción y Gestión Ambiental en el país, se ha propuesto
el desarrollo de este trabajo comunitario en base a los parámetros ambientales impartidos
en dicha institución, enfocándose esencialmente en fomentar los principios ambientalistas
que orienten a la conservación y así motivar a la colectividad preescolar de la U.E. “Josefa
Molina de Duque”, ubicada en la Parroquia Spinnetty Dini del Municipio Libertador del
Estado Mérida para la valoración del ambiente y de tal forma elevar su calidad de vida, a
través de la inclusión de dinámicas ambientales y la restauración de la pintura de los bienes
muebles de su parque recreacional, el cual por diversos agentes climáticos y antropicos han
conllevado a su deterioro progresivo en el tiempo.

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