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EL AMBIENTE

Si bien el concepto de medio ambiente es repetido con frecuencia a nivel individual y de


los grandes medios de comunicación, su real importancia se ha puesto de manifiesto en
los últimos decenios, fruto de la mayor conciencia ecológica y de las consecuencias de
la destrucción del entorno provocada por efectos no deseados del progreso industrial y
económico.

En forma sinóptica, puede entenderse como medio ambiente a todo aquello que rodea e
interactúa con los seres vivientes en general, pero con el hombre en particular. Esta
interacción motiva que la acción de la humanidad modifica al medio ambiente, pero
también este entorno moldea las más variadas circunstancias individuales y sociales de
las personas. Mientras que en términos estrictamente biológicos el medio ambiente
comprende a los factores abióticos del ecosistema, en el terreno social se involucra otros
aspectos, como la educación, la cultura y los vínculos entre personas, pueblos y
naciones.

Para comprender ambos aspectos que permiten definir al medio ambiente, puede ser útil
la aplicación de los modelos de la teoría de los sistemas, de uso habitual en Informática
y de creciente aplicación en ciencias biológicas. En este marco teórico generado por la
denominada “teoría general de la información”, el ambiente (ecológico o social) se
comporta como un cúmulo de factores de distinta naturaleza que ejercen su influencia
sobre un sistema (la sociedad o un ecosistema, por ejemplo) y generan modificaciones
en su historia natural. Estas variables externas son para los seres vivos el entorno
geográfico, los factores del clima (precipitaciones, humedad, horas de exposición
lumínica, temperatura, vientos) y la presencia agravante de contaminación (sonora,
atmosférica, hídrica, del suelo). En el ambiente social, las variables demográficas y
socioeconómicas desempeñan un papel cardinal. De igual forma, no puede prescindirse
de la magnitud de ciertos factores de gran repercusión, ya sea esperables (catástrofes
provocadas por el hombre, como las guerras o los desastres nucleares) o no previstas
(terremotos, inundaciones, huracanes, entre otros).

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Así, la importancia del medio ambiente radica en su permanente intercambio con los
seres vivos y con la humanidad en especial, con la capacidad mutua de modificación
entre ambos actores tanto de modo beneficioso como en términos de las repercusiones
negativas

La influencia del hombre sobre el equilibrio ecológico data desde su aparición en la


tierra, lo cual ha traído como consecuencia una regresión o degradación de los sistemas
naturales; pero lo grave es que, a partir de la explosión industrial y urbana del siglo
XIX, se produce un aumento considerable de la contaminación, y en unas condiciones
tales que las relaciones entre el hombre y su medio ambiente se encuentran totalmente
alteradas.

La delgada capa de aire, agua y suelo de la tierra es el hábitat del hombre, tal como lo es
de todos los demás seres vivientes; y al igual que cualquier otro organismo el hombre
depende para subsistir de lo que proporciona la biosfera: agua, oxígeno, alimento y
abrigo. El hombre y sus creaciones no podrán sobrevivir si la biosfera no continúa
satisfaciendo estas necesidades. El hombre va camino de envenenar toda la tierra sin
dejar ningún posible refugio para una reserva de vida y salud.

El Ambiente es el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de


naturaleza física, química, biológica, sociocultural y de sus interrelaciones, en
permanente modificación por la acción humana o natural que rige o condiciona la
existencia o desarrollo de la vida.

Está constituido por elementos naturales como los animales, las plantas, el agua, el aire,
y artificiales como las casas, las autopistas, los puentes, etc.

Incluye aquellas cosas que son producto del hombre y que lo incluyen. Por ejemplo, las
ciudades son el resultado de la sociedad humana y forman parte del ambiente. La
cultura de un pueblo también, sus costumbres, sus creencias...

Algunos creen que el ambiente es únicamente la naturaleza... ¡Pero no!, el hombre


también forma parte. Somos un componente muy importante porque podemos
transformarlo más que cualquier otro ser del planeta... y por ende tenemos una
responsabilidad superior.

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El ambiente está en constante modificación, positiva o negativa, por la acción del
hombre o natural. O sea que los cambios pueden ser hechos por los humanos o por la
naturaleza misma. Sin duda nosotros transformamos lo que nos rodea pero también la
lluvia modela el paisaje, el mar construye y destruye playas, el frío y el calor rompen las
rocas, otras especies son arquitectas de su entorno, etc.

En síntesis, el ambiente es todo aquello que nos rodea, que forma parte de nuestro
entorno, ya sea biótico o abiótico, sumado a lo que nosotros mismos somos y creemos.

Pese a que todos los días vemos los motivos por los cuales es tan importante proteger
nuestro ambiente, aún hay gente que se pregunta ¿Por qué? ¿Por qué debemos cuidar
nuestro planeta?

Creemos que la belleza del mundo es inmensa y que la sola idea de ir perdiéndola poco
a poco es terrible. Amar a la naturaleza es lo que nos da fuerzas para defenderla día a
día. Mirar el cielo limpio, observar un río claro y lleno de vida, sentir el aroma especial
que tiene un bosque después de la lluvia, contemplar a un pájaro construyendo
delicadamente su nido... todas estas cosas queremos seguir haciéndolas.

Es importante entonces pensar que el mundo no nos pertenece, nos ha sido prestado
para que vivamos en él y lo utilicemos con sabiduría. Y eso es lo que debemos hacer es
vivir, no destruir.

Si destruimos el ambiente estaremos perjudicándonos a nosotros mismos, y a nuestros


hijos y nietos. Cuidar el mundo es cuidarnos y ésa es otra muy buena razón.

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El hombre depende de los recursos naturales y de los servicios proporcionados por el
medio ambiente para sobrevivir. Desde que el Homo sapiens apareció en la Tierra hace
aproximadamente cien mil años, ha ido modificando su entorno mediante el desarrollo
de diversas actividades.

Al utilizar los recursos, presiona y provoca diversas transformaciones en el ambiente


que conllevan, a su vez, implicaciones tanto en el ámbito productivo como en aspectos
de salud y bienestar, y que afectan la disponibilidad y calidad de estos recursos.

El medio ambiente posee diversos recursos naturales, los cuales son componentes de la
naturaleza, susceptibles de ser aprovechados por el ser humano para la satisfacción de
sus necesidades y que tienen un valor actual o potencial al proporcionar diversos bienes
y servicios. Entre éstos se encuentran las aguas superficiales y subterráneas; el suelo y
el subsuelo; la diversidad biológica, como las especies de flora y fauna, los recursos
genéticos y los ecosistemas que dan soporte a la vida; los recursos de hidrocarburos,
hidroenergéticos, eólicos, solares, geotérmicos y similares; la atmósfera y los minerales,
entre otros.

Debemos proteger nuestro ambiente porque lo necesitamos. ¡Y mucho! Dependemos de


él para existir. Nuestro planeta nos brinda todos los recursos naturales que necesitamos
para alimentarnos, construir nuestras viviendas, tener luz, transportarnos, vestirnos, etc.
Mira un segundo a tu alrededor... todo lo que ves -papel, lápiz, computadora, goma, etc.-
se obtiene, directa o indirectamente, del ambiente, por lo cual es importante que
aseguremos su capacidad de continuar proveyéndolos.

Impacto ambiental

Se refiere a la alteración o modificación positiva o negativa de la calidad ambiental,


provocada o inducida en forma directa o indirecta, voluntaria o involuntaria, por
cualquier acción del ser humano o de la naturaleza.

Los seres humanos han ido modificando su entorno como consecuencia del crecimiento
y flujos de la población, así como del aumento y cambios de las necesidades de las
personas y del aumento en la complejidad de las sociedades. Esto se refleja en las
actividades que realizan, tanto en los tipos de actividades como en los modos en que las
llevan a cabo.

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Actualmente, las alteraciones provocadas por las personas comprenden casi todos los
aspectos del mundo natural: el agua, el aire, el suelo, la flora, la fauna y todos los
ecosistemas, tanto terrestres como marinos, ocasionando la modificación acelerada de
su hábitat, el agotamiento de los recursos naturales y la extinción de miles de especies.
Las causas se encuentran en la disposición de los residuos sólidos y peligrosos que
generan, la contaminación del agua y del aire y la sobreexplotación de los recursos
naturales.

Efecto de la actividad industrial en el ambiente

Toda organización, empresa o actividad industrial afecta el Medio Ambiente a través de


sus actividades, productos o servicios. Esto incluye no sólo la extracción y explotación
de los recursos naturales que el ambiente nos provee, sino la eliminación de aquellos
residuos o desechos que resultan de tales actividades y que, dependiendo de las
condiciones y lugares en que sean eliminados, pueden ocasionar un mayor o menor
grado de daño o impacto ambiental.

La industria emite cientos de contaminantes sólidos, del aire y el agua, que contribuyen
a la formación de smog, la acumulación de metales pesados y la contaminación del agua
por sustancias orgánicas, constituyen desechos sólidos peligrosos y dañan de muchas
otras formas a las comunidades y los ecosistemas.

Efecto de la explotación petrolera en el ambiente

Excavación y extracción de petróleo

 Destrucción del hábitat de animales y plantas, de asentamientos humanos y de


otras actividades del terreno superficiario.
 Hundimiento del suelo.
 Aumento de la erosión; obstrucción de lagos y arroyos.
 Generación de residuos.

Prevenir o disminuir la contaminación ambiental

¿A que nos referimos con prevención? Bueno, como la palabra lo indica, buscamos
prevenir que ocurra el daño o al menos minimizarlo al reducir la cantidad de

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contaminantes que "entran" al ambiente. Una forma de hacerlo es evitando que lo que
consumimos contenga sustancias peligrosas. Algunas empresas diseñan sus productos
de forma tal que se reemplace algún contaminante por otro compuesto que no es tan
nocivo para el ambiente.

También puede evitarse la contaminación con otras medidas, por ejemplo, si utilizamos
menos el automóvil, si compramos únicamente aquello que necesitamos, si no
desperdiciamos, si tratamos con cuidado los productos peligrosos del hogar, si
utilizamos alternativas más amigables con el ambiente...

Controlar es, en este caso, tratar de minimizar o revertir el nivel de daño una vez que los
contaminantes ya han sido generados. Puede ser que se haga mediante el reciclado, el
tratamiento o la disposición adecuada de los residuos peligrosos.

Otros contaminantes que utilizamos con frecuencia en la casa son los productos de
limpieza, desodorantes e insecticidas. Increíblemente pueden reemplazarse con
productos muy económicos e igualmente efectivos.

Otra cosa que se debe tener en cuenta es no tirar desperdicios por el inodoro.

Y no utilizar materiales desechables (o al menos reducirlos a lo mínimo


indispensable).Si además evitas los vasos desechables de plástico se estará reduciendo
la contaminación por petróleo.

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Cuando hablamos de la basura es imposible no hablar de la estrategia de las tres R.
¿Qué es esto? Bueno, es una formula sencilla de recordar para tener en cuenta cuando se
quiere proteger al ambiente de los residuos sólidos. Estas son:

Medidas para la protección de los suelos

 Limitación de usos de suelos según su capacidad


 Prohibición de ciertas prácticas perjudiciales: talas, rozas, quemas, deforestación
 Limitación en el uso de biocidas y fertilizantes
 Planes de mejoramiento y reforestación del suelo
 Reglamentación de riesgos y del uso de tecnología
 Sometimiento del área a régimen de protección especial (parques nacionales,
monumentos, zonas protectoras…)
 Aplicación, revisión y actualización de leyes proteccionistas
 Emplear métodos y técnicas agrícolas que permitan la conservación y
recuperación del suelo (rotación de cultivos, barbecho, cultivos en terrazas, en
contornos…)
 Planes y programas sobre educación ambiental

Medidas para la protección de la flora

 Programas de recuperación y protección de la vegetación


 Limitaciones y restricciones en su aprovechamiento
 Aplicación, revisión y actualización de leyes proteccionistas

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 Sometimiento de áreas a régimen de protección especial
 Estudio, planificación y ejecución de medidas técnicas que permitan corregir los
efectos negativos a la vegetación
 Saneamiento y protección de las reservas forestales, parques nacionales,
monumentos naturales, cuencas hidrográficas
 Reforzar los planes de guardería forestal
 Revisar y mejorar el régimen de explotación forestal del país
 Impartir planes y programas sobre educación ambiental

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO AMBIENTAL

Históricamente se han encontrado normas que regulan aspectos ambientales que


imponían castigos ejemplares a los infractores, a continuación se realiza una síntesis con
datos antiguos sobre el tema:

1. Código Hitita:

Contiene reglas de protección contra la contaminación de las aguas, imponiendo a los


infractores multas que consistían en entrega de valores en plata.

2. Código de Hammurabi, 1700 a.C.:

En este Código se da especial importancia a la protección de la naturaleza en general.

3. Platón:

Con el fin de regular el agua y evitar la erosión de las laderas recomendaba la necesidad
de reforestar las colinas de Ática (Grecia).

4. Babilonia:

A través de un Derecho Forestal específico se protegen los árboles.

Parte de las tierras públicas se reservan para uso general.

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5. China:

Se establecieron parque para la exhibición de animales y los bosques sirvieron de


protección y resguardo a los venerables ancianos y dignatarios.

6. Mahoma:

Se establecía en su doctrina “…a todo aquel que planta o siembra alguna cosa y del
fruto de sus árboles o siembras comieran los hombres, las aves y las fieras, todo esto se
le reputará como si efectivamente hubiese dado limosnas”

7. India:

Existen áreas naturales especialmente reservadas para la protección de aves y otros


animales”

8. Ley XII Tablas, 490 a.C.:

Existe una disposición en la cual se prohibía sepultar o cremar a los muertos en la


ciudad; en otra disposición se señalaba que los cuerpos de los muertos no podían
incinerarse, ni se podía instalar crematorio en un radio de sesenta pies del sitio poblado,
y además se requería del previo permiso del propietario del terreno.

9. Pueblo Mudéjar:

Se destaca por el respeto a la naturaleza y por las leyes que la rigen, se puede ver en los
tratados de legislación musulmana, puesto que se afanan por hacer buenos cultivos,
perfeccionar las técnicas, depurar las prácticas de riego, construir acueductos y fuentes
y por diseñar jardines y huertos.

10. Griegos y Romanos:

Justiniano abogó por el principio de que las orillas del mar pertenecían al pueblo.

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La res communes omnium son las cosas que por derecho natural pertenecen a todos los
hombres: aire, agua, mar, y según la norma justinianea, las riberas del mar.

En la época posclásica se prohíbe que las construcciones propias oscurezcan la casa del
vecino: “quod usque adeo temperadum est, ut non in totum Aedes obscurentur, sed
modificum lumen, quod habitantibus sufficit, habeant” D7, 1, 30. También se prohíbe
que las construcciones quiten el aire al vecino, cuando a éste le es necesario para la
limpieza del grano en las faenas agrícolas.

11. Digesto VI:

Existe la posibilidad que sea el primer cuerpo de normas en donde se menciona el


término “contaminación” en el sentido que se le conoce en la actualidad.

“Fit iniura contra bonos mores…si quis…aguas spurcaverit, fistulas, lacus quidve aliud
ad iniuriam publicam contaminaverit: in quos graviter animadverti solet” “Ofende las
buenas costumbres quien echara estiércol a alguien, o le manchara con cieno o lodo, o
ensuciara las aguas y contaminara las cañerìas y depósitos u otra cosa en perjuicio
público”.

En el Digesto, Ulpiano: “Aristo Cerellio Vital respondit, non putare se extaberna


casearia fumum in superiora aedificia iure inmitti posse...” “respondió Aristón a Cerelio
Vital que él no creía que hubiese derecho a echar humo de una fábrica de quesos a los
edificios superiores, a no ser que existiera tal servidumbre. Tampoco es lícito echar
agua, ni otra cualquier cosa, de un fundo superior a los inferiores, porque solamente le
es lícito a uno hacer alguna cosa en su propiedad en tanto no se entrometa en lo ajeno y
la del humo, como la del agua, es una intromisión y por consiguiente, que puede
demandar el dueño del fundo superior al del inferior, alegando que éste no tiene derecho
para hacer tal cosa (D.8.5.8.5)”.

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12. Fuero Juzgo VII:

Destacan diecisiete normas referidas a los bosques; se establecieron penas combinadas


tales como cincuenta a ciento cincuenta azotes, reparación del daño causado a los
montes, pago del valor de aquello que quemó o pena de muerte.

13. Fuero de Sepúlveda, 1076:

Se reguló sobre las basuras, bestias sarnosas y la corta de árboles.

14. Fuero Cuenca, 1189:

Se disponía que la persona que ensuciaba la calle, debía pagar el importe que
correspondía a cinco sueldos y además limpiar la calle; también se hace referencia a la
sistemática limpieza de las fuentes.

15. Fuero de Madrid, 1202:

Se señalaba los lugares en donde debían arrojarse las basuras (estiércol), prohibía lavar
trapos en las alcantarillas y se establecía que los perros debían llevar bozal.

16. Fuero Soria:

Se recogen costumbres agrícolas ancestrales.

El capítulo XXVI hace referencia al riego y las aguas.

Se especificaba que si el agua de los molinos fuese necesaria para los campos, se debía
entregar tres días a la semana desde el primer día de mayo hasta el quince de agosto y el
resto del tiempo dos días a la semana.

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Mandaba, además, que las huertas se debían regar primero y luego los molinos,
cáñamos, prados y los restantes frutos.

17. Partidas de Alfonso X, XIII:

En la partida 3ª, Título XXVIII, Ley III, se eleva a la categoría de valores universales y
patrimonio común de la humanidad a las aguas de lluvia, el aire, el mar y su ribera.

“Quales son las cosas que comunalmente pertnecen a todas las criaturas – Las cosas que
comunalmente pertenecen a todas las criaturas que biuen en este mundo, son estas: ayre,
e las aguas de la lluvia, e el mar, e su ibera. Ca cualquier criatura que biua, puede usar
de cada una destas cosas, segúnquel fuere menester. E porende todo ome se puede
aprovechar de la mar, e de su ribera, pescando, o navegando, e faziendo y todas las
cosas que entendie4re que a su pro son”

18. Fuero Real XIII:

Establece severas penas para quienes quemaren mieses, cereales u otras cosas.

Contiene una disposición cuya inobservancia conlleva resultados extremadamente


graves para penalizar al infractor.

El Título V, Ley XI, acerca de las penas para quien quemare cereales u otras cosas:
“Todo home que à sabiendas quemàre mieses agenas ò pan en eras, ò casas, ò monte,
quemen à él por ello, è peche todo el daño que ende viniere……”

19. Ordenanzas de Loja, 1503:

Se realiza una especial regulación y atención al agua.

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20. Nueva Recopilación, 1548:

Establecía una serie de normas sobre la protección de las masas forestales, evita el
menor daño posible y reduce cualquier tipo de perjuicio en montes y pinares.

21. Ordenanzas de Granada, 1552:

Establecían importantes disposiciones relativas al cuidado de la ciudad, limpieza de las


aguas y daños potenciales al medio.

22. Ordenanzas de Murcia, 1695:

Prohibía cortar pinos, ramas y acebuches. Establecía que no era posible arrojar
inmundicias a los ríos.

23. Fuero Viejo de Castilla, 1771:


Se establecían principios sobre la reforestación obligatoria y responsabilidades por
daño.

Se suele pensar que el derecho ambiental es de creación reciente. Es esta una


evaluación apresurada. La conciencia ambiental en la relación entre los estados
comenzó a gestarse a fines del 1800. La idea de conservar algunos recursos naturales de
valor internacional nace junto con el surgimiento de la ecología como ciencia.

El Derecho Ambiental es una disciplina jurídica en formación. Es posible, no obstante,


identificar las que constituyen hoy sus principales características, las cuales le otorgan
en conjunto la suficiente especificidad para justificar la existencia de un área
especializada con dicho nombre.

El origen de esta especialidad se encuentra conectado al momento histórico en el cual la


“cuestión ambiental” se incorpora a la agenda pública. La sociedad civil en
determinados países, inicialmente los industrializados, encuentra en los problemas
ambientales amenazas serias para su salud y su supervivencia como sociedad en el largo

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plazo, asumiendo la posibilidad de introducir reformas o cambios institucionales
capaces de enfrentar dichos riesgos. Históricamente siempre ha existido una
preocupación sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. Lo distinto de la
cuestión ambiental contemporánea deriva de una concepción “holística” (todo incluido)
que concibe el ambiente como un sistema en el cual sus distintos componentes (vivos y
no vivos) generan en conjunto algo más que la simple suma de sus partes (sinergia).
También se percibe que existe una relación entre la acción humana y el problema
ambiental que genera responsabilidad. El problema ambiental no es fruto de azar o de
los caprichos de la naturaleza, sino es un efecto (deseado o no) de las actividades del
hombre. Por ello, es posible regularlo. El Derecho Ambiental regula por lo tanto
relaciones humanas que tienen al ambiente como campo de batalla, la lucha por la
distribución de los riesgos modernos.El conocimiento y la percepción sobre la
naturaleza de dichos riesgos y los medios para enfrentarlos han ido desde luego
variando, pero en general se asume que existen ciertas “condiciones ambientales
mínimas” que hacen posible el desarrollo pleno de la persona humana y que, en palabras
de Amartya Sen, no reducen significativamente los “vectores de desarrollo” personal,
permitiendo la expansión de las libertades reales de que gozan los seres humanos. Desde
luego, existe discusión respecto a dichas condiciones y sobre los mejores medios para
alcanzarlas. Finalmente, también es neceario identificar las fuentes o causas de los
riesgos ambientales y los efectos o impactos que generan o podrían generar, de tal
manera que podamos contar con la información que nos permita decidir adecuadamente
sobre los mejores medios para alcanzar las metas de protección ambiental.

Los resultados de estas operaciones (determinación de las condiciones ambientales


esperadas, la identificación de los riesgos y la definición de los mejores medios para
enfrentarlos) son traducidos a instituciones jurídicas, derivando en un sistema de
asignación jurídica de cargas y riesgos ambientales entre los distintos actores de la
sociedad, generando a su vez obligaciones y responsabilidades específicas. La finalidad
última de este sistema es el asegurar el mantenimiento de las condiciones ambientales, o
dicho en términos jurídicos, la protección del ambiente, de tal forma que se asegure la
posibilidad efectiva del goce del derecho a un ambiente adecuado.

Esta perspectiva implica que el Derecho Ambiental debe resolver tanto problemas de
Justicia (ambiental) como de eficiencia (ambiental). Lo primero está vinculado con

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criterios éticos y políticos para asignar las cargas y riesgos. Lo segundo está ligado a
criterios técnicos y de costo-beneficio al momento de optar por distintas opciones e
instrumentos de política y derecho. Desde luego, ambos procesos se presentan
interrelacionados. No obstante, el primer proceso alcanza mayor intensidad frente a la
definición tanto del contenido del derecho a un ambiente adecuado como en la
definición de la política ambiental. Lo segundo se hace más intenso respecto de la
selección de los instrumentos y su aplicación. Y atravesando todo el proceso, el Derecho
aparece interrelacionado fuertemente con el conocimiento científico, que le brinda la
base para muchas de las decisiones críticas que deben tomarse.

El entender de esta manera el Derecho Ambiental hace fácil explicar la interrelación con
las distintas especialidades dentro del Derecho. Esto sucede en primer lugar porque
instituciones jurídicas centrales, como “propiedad” y “responsabilidad” o “derechos
humanos” son necesarias para precisar el contenido del derecho al ambiente adecuado y
el sistema de cargas y riesgos. Del mismo modo, la necesidad de atender problemas
éticos, políticos, técnicos y económicos, lleva a acudir a las disciplinas distintas a la
jurídica relacionadas con dichas materias.

El ámbito del Derecho Ambiental

Dos ámbitos generales han sido siempre incluidos al interior del Derecho Ambiental.
Uno orientado a los problemas de contaminación ambiental y de deterioro de las
condiciones del medio, y otro orientado a la conservación de los recursos naturales, de
tal forma que se asegure el aprovechamiento sostenible de dichos recursos. Se habla por
lo tanto de protección ambiental y conservación de los recursos naturales. Aunque es
posible diferenciar ambas áreas (cosa que también ocurre en la economía ambiental), los
principios y objetivos se encuentran estrechamente entrelazados. Lo que se requiere sin
duda es asegurar que las condiciones del ambiente en el cual se desarrolla la vida
humana reúnan las condiciones para proteger la salud de las personas y la propia
viabilidad de los ecosistemas en el mediano y largo plazo. En consonancia con lo
expuesto, la Ley General del Ambiente (Ley N° 28611) recoge estos principios y
establece como ámbito de aplicación de dicha norma las dos materias anteriormente
señaladas.

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Tareas del Derecho Ambiental

Tal como hemos venido sosteniendo, son tres las tareas centrales que tiene el Derecho
Ambiental. Estas son:

1. Consagrar y definir el contenido jurídico del derecho a un ambiente adecuado para


vivir

2. Definir que acciones o relaciones son consideradas (jurídicamente) como generadores


de impactos negativos significativos sobre el derecho a un ambiente adecuado y que
requieren de la regulación legal del Estado.

3. Instituir y desarrollar los instrumentos jurídicos que permitirán alcanzar los objetivos
de desempeño ambiental establecidos, incluyendo las sanciones jurídicas frente a las
acciones u omisiones que los distintos actores (públicos y privados) tomen.

La primera tarea está vinculada con la incorporación del derecho de las personas a gozar
de un ambiente sano, saludable o adecuado en las constituciones políticas, tratados
internacionales o en otros instrumentos jurídicos. Además implica darle contenido a
dicho derecho, es decir, definir qué es exactamente un “ambiente saludable”. La
segunda tarea identificar las acciones que serán objeto de regulación legal, por implicar
riesgos al goce del derecho al ambiente adecuado y por ser problemas que no pueden ser
resueltos sin la intervención legal del Estado. Finalmente, la última tarea implica
generar los mecanismos legales que permitan que los distintos actores involucrados en
la gestión ambiental puedan asegurar el goce del derecho al ambiente sano, incluyendo
los mecanismos judiciales de protección de derechos y los instrumentos de gestión
ambiental.

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