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Según la corriente liberal de la economía fundada por Adam Smith, el trueque, como intercambio
libre entre individuos, es una práctica natural del ser humano para la cual debe existir previamente
el excedente (exceso de bienes que no necesitan consumirse) y la división del trabajo (necesidad
de un bien que no produce uno mismo), lo que desemboca en el concepto de propiedad privada.1
Índice
3 Antecedentes históricos
4 Ventajas y desventajas.
4.1 Ventajas
4.2 Desventajas
5 El trueque actual
5.1 En la era digital: el trueque activo
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos
La teoría subjetiva del valor explica tanto el intercambio que se da en el trueque como el de una
economía monetaria.
El intercambio solo se produce si ambas partes valoran más subjetivamente aquello que tiene la
otra, que lo que esperan dar a cambio en el intercambio. Así, supongamos que Rodrigo tiene A, y
Martín tiene B. Solo si Rodrigo valora más B que A, y Martín valora más A que B, se realizará el
intercambio (o esto es, por lo menos, una condición necesaria para que se produzca).
Así, a este modelo de intercambio le continúan los modelos de competencia unilateral (donde hay
un demandante y varios oferentes; o un oferente y varios demandantes) y el modelo de
competencia bilateral; todos modelos explicados y desarrollados en primera instancia por el
economista austríaco Eugen von Böhm-Bawerk.
El intercambio según Karl Marx
Para Karl Marx, el intercambio solo tiene lugar cuando dos bienes tienen un valor equivalente y
que puede determinarse objetivamente, esto es, cualquier tercero no involucrado puede
determinarlo de acuerdo a criterios objetivos. Así, haciendo una abstracción del valor de uso de las
mercancías, Marx llega a la conclusión de que el valor está determinado exclusivamente por la
cantidad de trabajo abstracto socialmente necesario para producir determinada mercancía. Esto
es, en síntesis, la teoría del valor-trabajo que defendían muchos de los economistas clásicos,
aunque en diferentes versiones, como Adam Smith y David Ricardo.
Esta teoría deriva luego en la teoría de la explotación, [cita requerida] pues si el valor de un bien o
servicio está determinado por el trabajo necesario para su producción, el fenómeno del interés
solo puede explicarse dentro de este marco teórico como una expoliación, un robo, que realizan
los capitalistas sobre los trabajadores, apropiándose aquellos del trabajo de estos, y
específicamente, haciéndoles trabajar más horas de las que les terminan remunerando.
Antecedentes históricos
El trueque es una práctica que existe desde el periodo neolítico,34 desde hace aproximadamente
10.000 años (10 por ciento del tiempo de la existencia de la especie humana), con la aparición de
la sociedad agricultora-ganadera.
Más tarde, apareció el dinero, con lo que los bienes y servicios se obtenían a cambio de dinero en
monedas.
Ventajas y desventajas.
Ventajas
Las ventajas del trueque o intercambio para las empresas son muchas, como por ejemplo
mejorar la productividad.
compensar la variación de producción por temporadas, es decir, obtener más clientes incluso en
temporada baja.
conseguir nuevos canales comerciales para el negocio sin modificar la agenda de clientes.
Desventajas
La más importante desventaja del trueque es que podría no encontrarse a alguien que quiera
intercambiar lo que se desea por lo que puede ofrecerse. Esto es lo que se conoce como el
problema de la doble coincidencia de necesidades. Este problema impide la ampliación de la
división del trabajo, que vendría luego a ser facilitada por la introducción del dinero como medio
común de intercambios indirectos.
Otro inconveniente en el proceso del trueque es la complejidad del cálculo en el valor exacto entre
las cosas que van a intercambiarse (falta de unidad de valor). De todas formas, suele establecerse
el precio de los productos o servicios según su valor en el mercado, aunque, en caso de que no
haya una unidad de cuenta objetiva en común, el cálculo económico a gran escala resulta
imposible sin dinero.
A veces, el trueque tiene un valor más bien simbólico, según la necesidad que un valor capital. Es
decir, si alguien tiene una casa que no está utilizando y necesita con urgencia un automóvil, no le
dará un valor capital a la casa, sino un valor de necesidad.
El trueque actual
Algunas formas de trueque son el banco del tiempo o los mercados de trueque, como los que han
proliferado en Argentina tras la caída del peso. Este sistema está experimentando un auge en
países de todo el mundo.
El surgimiento de internet y las redes sociales facilitó la labor de búsqueda y localización de los
mejores candidatos para realizar el trueque; las partes interesadas se reúnen en un punto en
común como, por ejemplo, las plazas públicas. En la red existen plataformas que facilitan el
contacto gratuito entre quienes desean intercambiar sus productos o servicios. La evolución de
este tipo de páginas ha derivado en algo conocido como el trueque activo, es decir, no
simplemente limitarse a anunciar un artículo, sino que se posibilite la interacción con otros
usuarios de la misma red. En definitiva, es la creación de comunidades de usuarios que deseen
intercambiar cosas.
El trueque en México